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De puerta en puerta y de verga en verga

Yolanda una mujer dejada a su suerte por su pareja, decide recuperarlos años perdidos y buscar un empleo, cosa que no pensó hacer en toda su vida.
Yolanda llevando una vida simple como ama de casa, encargándose de la casa, cuidar a su hija y atender a su marido, pero eso ya era historia antigua ahora debía salir adelante y conseguir un poco de dinero, por lo menos el suficiente para regresar con sus padres y buscar ya no a su marido pero si a su hija.
Ella físicamente atractiva, de test morena un poco bajita, a sus 22 años y con el nacimiento de su hija poseía unas amplias caderas, apenas sabía leer y escribir, por lo que la búsqueda de un empleo se limitó a anuncios en el periódico, al tocar de puerta en puerta y sin estudios, experiencia o papeles le era prácticamente imposible, ya con la renta a punto de vencer y con poca despensa en su hogar se sentía frustrada, llevaba cerca de 3 días buscando empleo desde que amanecía hasta el anochecer, cerca de las 8 de la noche fue a la última vacante ofrecida ese día.
Llego a unas instalaciones pequeñas, en las cuales se encontraba un señor sentado, prácticamente acostado viendo la tele un poco desalineado.
Yolanda: Buen día, vengo por el anuncio de guardia de seguridad.
Señor: eso es temprano, ya vio que hora es y la verdad es que necesitamos más hombres que mujeres, ya que la mayoría no aguantan los turnos o se les hace pesado el cubrir faltas.
Yolanda: la verdad es que estoy desesperada, llevo buscando trabajo desde temprano y en verdad lo necesito, no le voy a quedar mal.
La quedo viendo de arriba abajo, de una manera morbosa, prácticamente desnudándola con la mirada.
Señor: Mi nombre es Luis y cuál es el suyo
Yolanda: Yolanda, me llamo Yolanda.
Luís: déjeme ver sus papeles, tal vez pueda hacer algo.
Yolanda: es que no los tengo, están con mis padres y pues yo.
Luis: huy no, viene buscando empleo esperando no encontrar.
Yolanda: Yo le aseguro que quiero trabajar, de lo que sea, no importa.
Luís: Mire estamos faltos de personal, hoy me toca cubrir este turno y mi compañero desde ayer que no viene, si reamente quiere el trabajo, quédese a cubrir este turno, mañana hablo con el jefe y hago que le paguen el día, el sueldo no es mucho, pero como usted dice si lo necesita.
Yolanda: hoy, ¿en la noche?
Luis: quiere o no quiere el trabajo
Yolanda: si, si me quedo no hay problema.
Luis: mire que quede claro, aquí yo soy su jefe y todo me lo tiene que reportar a mí, la cosa es sencilla mire dando las 8:00 pm se cierran todas las puertas incluyendo la principal, se apaga todo y hacemos guardia, al final llenamos la bitácora y el turno de la mañana abre a las 8:00 am, hay que usar uniforme y el equipo, pero como no la han contratado va a tener que trabajar así con su falda.
Yolanda: si está bien yo hago lo que me pida.
Luis: bien, vamos a empezar cerrando y apagando todo que ya es hora.
Diciendo esto procedió a cerrar la puerta principal con su juego de llaves, así como las persianas y ventanas de la planta baja.
Luis: mire le voy a dar un radio para que se comunique conmigo, lo dejo encendido y no le mueva nada ya tiene volumen y está en el canal correcto (dejando el botón de comunicación directo, bloqueando así algún receptor), por radio no usamos nuestros nombres, usamos claves, la mía es papacito y usted mmm su clave por hoy será Yola
Yolanda: ¿Yola? Pero si es lo mismo que yolanda
Luis: algún problema
Yolanda: no, no, adelante
Luís: Bien, vamos allá arriba que le tengo que enseñar algo.
Viendo que no se movía, procedió a darle una nalgada y señalarle las escaleras, a lo cual ella dio un brinco y camino hacia delante subiendo escalón por escalón, a lo cual el ya tentando el terreno procedió a ver directamente hacia ese culo gordo, pensando hasta donde podía llegar, sin cortarse saco su lámpara de bolsillo y dirigió la luz a la entrepierna de Yolanda, mirando con descaro y agachando la cabeza para poder ver mejor, así subieron hasta el 2do piso.
Luis: Bien, ahora debería de apagar todo y cerrar cada puerta, pero como aun le tengo que enseñar varias cosas pase a esta oficina.
Luís: algo muy común que hacemos aquí es el cateo, cada vez que hay ingresos se deben de revisar las cosas que traen y que no porten algo extraño y/o se lleven algo de más a la salida, como usted no trae bolsa o mochila voy a proceder a enseñarle como realizar la revisión, le daría el ejemplo con un hombre, pero como solo estamos los dos.
Yolanda: no se preocupe.
Luis: apoye las manos en el escritorio y separe las piernas-
Yolanda obedeció la orden y el procedió a realizar el “cateo”, empezó por las manos y brazos deslizando sus manos haciendo contacto directo, a pesar de que ella llevaba solo una blusa y una falda que claramente se veían pegadas al cuerpo a él no le importo, después paso los dedos de abajo hacia arriba teniendo contacto con su nuca y cabeza, procedió a bajarlos y sobando el cuello, por debajo de los brazos sin recato alguno tomo ambos senos y los apretó, pasando sus manos por debajo y por arriba de los mismos.
Luis: en donde haya lugares muy holgados o sospechosos se debe hacer un cateo más riguroso.
Yolanda: ok
Continuo magreando sus senos unos segundos más y bajo por la cintura, sin separar de su cuerpo las manos pasaron por sus glúteos, piernas y chamorros, nuevamente subió las manos, esta vez teniendo contacto directo con la piel y por debajo de la falda, sujetando y soltando las nalgas, al ver que no había reacción, ahora tomo los bordes de la falda y los levanto 
Luis: sosténgala.
Esta vez no tomo su lámpara, tomo su celular y con el flash de la cámara se puso a grabar ese calzón, que prácticamente desaparecía entre esas enormes nalgas, sobando nuevamente las piernas y las nalgas una y otra vez.
Luis: como ya le había dicho hay que ser más riguroso en puntos clave, la gente suele ocultar objetos en este tipo de lugares, separe más las piernas.
Yolanda procedió a abrir lo más que pudo sus piernas y también pudo ver por el reflejo de la ventana a si misma con la falda completamente levantada por sus propias manos separada de piernas y también podía ver cómo era alumbrada con el celular, pero que podía hacer, estaba con un desconocido encerrada, nadie la esperaba y ella había entrado por su propia voluntad, así que procedió a cerrar fuertemente sus parpados, podía sentir como era sobada y como hacía de lado su calzón y de un tirón fue bajado hasta los tobillos.
Yolanda: haaaaaaay no
Luis: bien dejémoslo hasta ahí, creo que ya entendió como hacerlo.
Yolanda soltó su falda y al cerrar las piernas su calzón fue arrebatado, con la mirada en el suelo lo busco sin éxito alguno, pudo notar el bulto que tenía Luis entre las piernas y también su calzón de color rojo asomándose de su bolsillo.
Luis: mire que hora es, nos vamos a turnar para dormir y aguantar la noche, primero usted que es mujer, mire acuéstese en la alfombra y en unas horas yo toco la puerta para cambiar.
Yolanda: está bien, si usted lo dice.
Diciendo esto cerró la puerta tan pronto salió Luis y le puso seguro a la chapa para que no la volviera a m*****ar, la verdad es que después de caminar todo el día estaba rendida, procedió a acostarse como se lo había pedido y en menos de 20 minutos ya estaba roncando.
Por su parte Luis apago cada luz, cerro puertas y ventanas, bajo a ver su celular nuevamente oliendo su trofeo y masturbándose lentamente, quería memorizar ese olor, pensando que Yolanda ya estaba durmiendo encendió su radio y para su sorpresa así era, los ronquidos se escuchaban claramente, cualquier otra persona lo hubiera abofeteado, huido y gritado, pero una mujer desesperada siempre está dispuesta a todo “todo”.
Subió y noto la puerta con seguro.
Luis: la muy ingenua piensa que con esto me va a detener.
Saco su juego de llaves y abrió lentamente, la vio hay tirada de lado, roncando a pulmón, con la boca bien abierta y con saliva goteando, sabía que era su oportunidad, pero debía ser precavido, había demostrado ser sumisa pero también podía reaccionar si el avanzaba bruscamente, se desnudó completamente dejando su ropa tirada y con la verga en mano se acercó, se arrodillo frente a su cara machacándose la verga y poco a poco la acerco a su boca, con cuidado introdujo el glande y se quedó quieto por unos instantes, al no haber reacción alguna se jalo el prepucio de arriba abajo, mientras el glande se mantenía en esa cueva húmeda disfrutando cada rose, tomando ligeramente a Yolanda de la nuca introdujo poco a poco su miembro hasta entrar completamente, a lo cual Yolanda solo soltó un fuerte suspiro por la nariz, al estar bloqueada la boca los ronquidos eran proporcionados por las fosas nasales, sonaba como si se tratase de un silbato, un silbato que le daba la pausa y el ritmo para meter y sacar su miembro, con el celular en mano empezó a grabar tan deliciosa mamada, entrando y saliendo, no era su vagina pero no estaba nada mal, con la cantidad de saliva que había en esa boca, la verga estaba completamente recubierta y húmeda, realmente se sentía como una buena pucha, así que procedió a darse placer, cogiéndose a esa boca, aumentando el ritmo y con los bellos púbicos recubriendo la nariz de Yolanda siguió arremetiendo sin importarle lo que pasara después.
Yolanda despertó y lo primero que vio fue una mata de pelos tallando su nariz, acompañados de una barriga sudorosa, en su boca tenía un sabor horriblemente salado, sabía perfectamente lo que estaba pasando, estaba mamando verga sin que ella pudiera hacer nada, solo ver como arremetía contra su boca, ella pensó para sí misma 
*Yolanda: (si se da cuenta que estoy despierta el me dejara en paz, aunque también puede que no le importe y me golpe para después violarme, debo hacerle entender que me voy a levantar pero no del todo).
Así es como Yolanda procedió dar hacer ruidos con su garganta, de la misma forma que cuando pide atención.
Yolanda: mmmgggggnnn mggggggnnnn
No funcionaba, estaba segura que si la escuchara se detendría, mientras él seguía el mete y saca cada vez más fuerte.
Yolanda: mmmmmgggggnnnnnnnnnnnnn mmmmmmmggggggggggggnnnnnnnnn
Luis ya se había dado cuenta de que ya se encontraba despierta, pero no le importo, esa noche ella estaba hay para trabajar y no trabajaría como guardia, trabajaría como puta, después de todo si llego vestida como una cualquiera debe ser una cualquiera, después de semejante manoseo y de regalarle su ropa interior se quería hacer la decente, así que para mostrar su dominio termino el vídeo y con ambas manos la tomo de la nuca embistiendo con fuerza.
Luis: así puta, me vengo, traga, traga, trágatelo todo.
Repegada completamente su pelvis a la cara de Yolanda soltando chorro tras chorro de semen en su garganta, hasta quedar totalmente seco.
Luis: que buenas mamadas das puta, si así las das dormida, me muero de ganas por tenerte despierta.
Yolanda entendió rápidamente que él no se percató de que ella se había despertado y como lo había escuchado, despierta le podía ir aun peor, así que con la boca repleta de semen se mantuvo estática, con los ojos cerrados fingiendo que dormía, sintiendo como el semen escurría libremente por su garganta muy lentamente, al poco tiempo pudo sentir como le subía la falda con descaro y como se abalanzo a chupar su vulva, con los ojos entre cerrados lo vio hay pegado a su sexo, dándole la espalda, separando sus labios vaginales bruscamente y metiendo lo más que podía su lengua, Yolanda siguió du plan, se hizo la dormida, después de todo él ya había terminado, que más le podía hacer, así pasaron varios minutos, que para Yolanda fueron eternos, cuando él se separó de su sexo ella dio todo por terminado, pero estaba muy equivocada, Luis tomo el radio de Yolanda y lo coloco entre sus piernas, el suyo lo encendió y lo puso a un costado de la cabeza de Yolanda , ella sintió como bruscamente sus piernas eran separadas y sus labios vaginales eran rosados. Nuevamente entre abrió los ojos y levanto ligeramente la cabeza lo vio a él con el pene totalmente hinchado refregando su entrada, en toda su vida solo había estado con un hombre y ese era su marido, elevando sus plegarias al cielo y se encomendó a la virgen María que ella siempre había permanecido pura la ayudara en esta situación, cuando sintió como el pene entro de un solo golpe hasta topar con los testículos.
Luis: estabas apretadita, te voy a dejar a mi medida.
Procedió a embestir una y otra y otra vez, con cada embestida se escuchaba un fuerte chasquido en toda la oficina, ella jamás había escuchado así a su vulva, cuando se dio cuenta que el sonido era ampliado por el radio, el radio que ella tenía pegada a su oído, era imposible no escucharlo, posiblemente se escuchaba hasta la planta baja, ella preocupada por el sonido y el ocupado dándose placer con esa apretada panocha, para cuando Yolanda reacciono las embestidas sacudían su cuerpo, nuevamente intento hacerlo entrar en razón y con todas sus fuerzas gruño nuevamente.
Yolanda: NNNNNNGGGGGGGGHHHHHHH NNNNNNNGGGGGGGHHHGGGGGGGGGG
Era imposible no escucharlo, aunque el chasquido del radio era fuerte ella no se rendiría
Yolanda: NNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG NNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGGGG
A lo cual él seguía embistiendo con descaro el mete y saca la hacía moverse al ritmo de las embestidas y ahora no solo era el chasquido, también se escuchaba el golpeteo de ambas pelvis.
Luis: incluso dormida gime esta puta, no te preocupes ya te voy a dar tu lechita.
Después de decir esto se abalanzo sobre ella aplastándola con su obeso cuerpo, arremetiendo con toda su fuerza y vaciando sus testículos nuevamente.
Luis: ohhh si esta puta si sabe cómo ordeñar una verga, nada mejor que una buena cogida al pelo.
Por fin se separó de su cuerpo, el retirando los radios, con la verga goteando y con la ropa en sus brazos salió sin decir palabra alguna. Liberada de ese peso se vio a si misma con la falda completamente levantada y su pelvis aun con pegotes de semen atrapados en su vello púbico, acercando su cara vio la vulva abierta, enrojecida y con esperma fresco fluyendo hacia afuera,

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