Es más importante ser puta que ser madre (parte 2)

Si es la primera vez que ves una publicación mía la primera parte esta en mi perfil.


La visita de Diego fue sólo el principio; ese día faltó a escuela y tanto el como la zorra de mi madre no salieron del departamento hasta el día siguiente. Al día siguiente en la escuela, el tenía fotos de mi madre de todo tipo. Fotos de ella mamándosela con semen por toda la cara, otras con su verga bien adentro del culo de mi mamá, sus muslos abiertos y agachada a 4 patas; había otras donde sólo enseñaba la vagina chorreando la descarga de esperma que la había dejado en ambos hoyos y hasta un videos de madre saltando sobre el, con las tetas rebotando y gimiendo el nombre de él una y otra vez.


Si bien no publicó en Internet todo eso, fueron vistas por todo el salón de clases (incluidos maestros) que no tardaron en dar un paseo por el departamento.
Después de esto, al menos una vez por semana veía algún compañero o maestro de mi salón dentro del departamento de mi madre, ellos sabían que yo vivía ahí pero no les importaba y seguían empotrado a mi madre cada que querían.


Todos los que eran ya mis amigos me dejaban de hablar, pues sentían vergüenza, se habían cogido a mi madre y a pesar de que yo vivía ahí nunca la había visto desnuda más que en las fotos que luego circulaban en el salón. Cuando yo estaba en casa mi madre no salía de su habitación sin ropa, a veces vestía una bata de baño, una toalla, a veces solo se ponía una blusa que le tapaba los pechos y un short, tal vez ella no sabía que yo había visto las fotos que tomaban mis compañeros pero supongo que al ser mi madre le parecía incómodo que yo viera su cuerpo en persona irónicamente aun cuando la penetraban tantos hombres sin ningún pudor alguno.


Las chicas de la escuela no se me acercaban pues se hacían a la idea de que yo era un depravado al igual que mi madre.
Todos los hombres estaban locos por ella, pues tenía un buen cuerpo, tenía un culo grande y tonificado pues aún con ropa se veía como se le movían las nalgas que tantos pitos han tenido dentro, decían que todo el tiempo que no tenía un pene en el culo traía un plug anal la muy puta. Yo sabía que no era cierto y no por preguntárselo o verle el culo si no que tenía un par de plugs anales y seguido los veía en el baño pues se los quitaba cuando salía de la casa.


Sus tetas eran aun más grandes y era de lo que más hablaban en clase, decían que cuando se la cojian siempre le daban lo más duro y rápido aunque se corrieran pronto con tal de ver como le rebotaban las tetas que se cargaba. Me consta que eran grandes pues aun sin escotar aquellos pechos resaltaban en su figura.


Tenía un cuerpo de una mujer que se dedica por completo a su imagen, iba 6 días a la semana al GYM y 4 de ellas llegaba con otros leggins, supongo que allá alguien más se la cojia acabando su rutina rompiéndole los leggins. Supongo que brincar y sudar mientras se ensarta vergas también le ayudaba a tener esa forma tan esbelta.


En cuanto a ropa siempre vestía ropa atrevida que mostraba su cuerpo, aun los días que no planeaba que alguien la penetrara pues era el único tipo de ropa en su armario, usaba vestidos cortos que apretaba y resaltaban sus pechos que además le llegaban a media nalga, que en ocasiones mesclaba con zapatillas altas y mallas de red. Los días que iba al GYM vestía un top pequeño con leggins que siempre transparentaban mostrando su ropa interior o unos shorts (los días que llevaba shorts no usaba ropa interior y creo que cuando usaba vestido tampoco). La ropa interior que vestía solo eran tangas y ropa interior de encaje, muchas veces no usaba bra y por debajo de la camisa se marcarán sus pezones.


Cuando ya casi llevaba un año en la escuela (último año de preparatoria) mi madre ya era algo más conocida en mi salón de clases y otros salones con la diferencia de que muchos ni siquiera sabían que yo era su hijo o que vivía en su departamento.
Había un grupo de 3 chicos (uno de ellos 2 años mayor que yo y de cuerpo fornido, otro era gordo y de mi edad, el tercero era delgado y algo bajito con grandes ojeras), estudiaban en otro salón y desde hace poco me fastidiaban a la hora del lunch. No eran bruscos, la mayoría de veces eran burlas por mi físico, mi vestimenta o simplemente se inventaban insultos por alguna razón que ellos consideraban graciosa, nunca me llegaron a golpear pero una vez me robaron un tostón (50$ pesos mexicanos) que traía en mi mano y otro par de veces me tiraron lo que traía para comer al piso. Pronto acabaría la preparatoria, iría a la universidad y cumpliría la mayoría de edad para poder cobrar el seguro de vida que dejó mi papá y dejaría el departamento de aquella mujer para no volver a verla más conseguiría un trabajo de medio tiempo y todo sería mejor.
Un día iba llegando de la escuela (salía 13:00 pm y me hacia 15 minutos caminando la departamento de mi madre) al abrir la puerta, en la sala sobre el sillón que yo dormía estaba mi madre brincando sobre el pene de uno de los chicos que me hacían bullying (el gordo), mientras el se la metía ella con una mano masturbaba la verga del chaparro ojeroso mientras le lamia los testículos. Al momento que entre se detuvieron, mi madre se tapó los pechos con una mano y con la otra se tapó la pucha, tanto el gordo como el chaparro me miraron y sonrieron burlonamente.


Yo traía mi mochila aun en la espalda y seguía en la puerta pensando que hacer para que el momento no fuera incómodo, queria volver a cerrar la puerta pero 5 centímetros antes de que se cerrará alguien la agarro y la jalo de golpe. Era el fornido, estaba completamente desnudo y le colgaba una verga gruesa de 25 centímetros circuncidada y depilada.


Me jalo de la camisa y cerró la puerta después de que yo estuviera dentro. Era más alto que yo por 12 centímetros y era realmente fuerte. Tenia todo el cuerpo tonificado y me veía desde arriba.
-        Porque no nos habías dicho que tenías una madre tan buenísima-me dijo el fornido volteando a ver a mi madre que seguía sentada en la verga del gordo y se sonrojo cuando vio que el le recorría el cuerpo con los ojos-. Aunque bueno no te juzgo, con las cogidas que da nos tendrías aquí todos los días eh.
El gordo y el chaparro soltaron una risa, el fornido de acerco a mi mamá y le tocó una teta con una mano.
-        Ustedes sigan en lo suyo- dijo después y el gordo empezó a mover su cadera metiendo y sacando su pene dentro de mi madre lo poco que podía por su enorme peso y los 16 centímetros de pitó que tenía.
Mi madre me volteo a ver algo apenada pero aun así empezó a agitarse sobre la verga del gordo y a gemir al ritmo que la follaban, era la primera vez que veía sus pechos y su vagina completamente desnudo en persona, era algo incómodo para ambos pero aún así ahí estaba ella dejándose coger y en menos de un par de minutos perdió por completo el pudor metiéndose ella misma en la boca poco más de la mitad de los 14 centímetros de la verga erecta sin circuncidar de él chaparro. Yo no daba crédito a lo que veía, aquellas nalga chocaban con la panza del gordo y al mismo tiempo su puchita húmeda hacia un sonido jugoso, mientras gemia y se le veía untando saliva con la lengua al pene que tenía en la boca también se podían apreciar esos pechos grandes rebotar cuál gelatina, brincando una y otra vez.
Cambiaron un par de veces de posiciones, primero el chaparro la puso en cuatro siendo ahora el quien penetraban su vajina por atrás mientras el gordo le metía la verga hasta la garganta, unos cuantos minutos después la recostaban boca arriba y mientras el gordo le jodia la vagina el chaparro era feliz jugando con las tetas de mi mamá mientras ella no dejaba de lamer y succionar sus testículo y la punta del pene que siempre tenía unas gotas de líquido pre seminal que ella saboreaba en sus labios y lengua.


Después de más de media hora estaba arrodillada chupando todo el semen que quedaba en ambos penes. Yo seguía viendo el acto a lado del fornido que estuvo sonriendo todo el tiempo que duró el asalto.
-        Ahora me toca a mi nena- dijo el fornido-. ¿Quieres que te coja un hombre de verdad?
Mi madre se limpiaba con una toalla y su rostro se iluminó al escuchar que sería follada por el semejante palo que tenía el.


Primero se la mamo para que se le parara, una vez erecto media 27 o 28 centímetros, se veía durísimo y sólo entraba la punta en la boca de mi madre de lo ancho que era. La felación duró 10 minutos y por momentos masajeaba su pene con las tetas. Después, levantó a mi madre de la cintura y ella abrazaba el cuerpo del fornido con ambas piernas para no caer mientras el le empezaba a meter la verga lentamente en esa húmeda conchita, primero sus movimientos eran suaves y tranquilos, aunque sólo metía la mitad mi madre estaba vuelta loca, gemia y gritaba extasiada de placer, la cojio por 10 minutos en esa posición fue cuando ella se vino dejando salir un chorro de squirt de su vagina, empapando la verga que tenía dentro y las piernas de ambos mojadas. El la bajó y dijo:
-        Se nota como te gustó qué te diera verga pero yo aun no acabo ¿no piensas quedar mal frente a tu hijo verdad putita? Ven acá que te voy a seguir dando lo que te mereces.


Ella sonrió con una chispa de lujuria y en segundos ya estaba siendo empotrada por la vagina nuevamente. Tenía el abdomen sobre la mesa y los brazos estirados, ahora el movimiento era más rápido pero seguía sin entrarle toda aunque ya tenía 20 de los 28 centímetros dentro de ella. Esta ves duraron 15 minutos así y ya sudaban pero no les importaba y seguían pegando sus cuerpos frotándose. El sacó su verga cuando ella se corrió por segunda vez. Sorprendenteme aquel fierro seguía erectos y duro como una roca desde el principio, habían pasado 35 minutos aproximadamente y aún se notaba con la misma energía y vigor que cuando empezó a cogérsela.
Mi madre no cabía del gozo que sentía, tal vez era una de las vergas más grandes y fuertes que la han cojido y se notaba su satisfacción en su cara en cada arremetida.


-        Quiero que ahora me la chupes otro rato-le dijo recostadola sobre el sofá y hacendó una seña al gordo y al chaparro para que se quitaran y no estorbaran, los dos hicieron caso.
Estuvieron poco más de 5 minutos haciendo el 69 y otros 5 minutos follandola por la vagina ahora más rápido que todas las veces anteriores.
-        Quiero acabarte dentro del culo-dijo.
Mi madre respondió:
-        Eres mi macho puedes cojerme por donde quieras y venirte donde quieras, dame ese delicioso esperma.
Hizo caso a la orden y poniéndola en cuatro le metió la cabeza del pene lubricado por sus líquidos dentro del ano, mi madre sintió dolor el primer par de minutos pero con cada vez que la metía y la volvía a sacar se veía que lo aguantaba más hasta que llegó el momento en que lo empezaba a disfrutar y entonces el aceleró la velocidad y a su vez metía poco a poco más su verga hasta llegar al punto en el que fuera no había más que un centímetro metiendo todo lo demás.


Ambos se vinieron al mismo tiempo, mi bully le dejó un gran chorro de semen en el culo pues al sacar la verga estaba toda llena del mismo líquido y mi madre dejó correr sobre el sillón su tercer squirt sin importarles que más al rato yo dormiría ahí.


La cojida del fornido y mi madre había durado más de una hora. Los 3 hombres se vistieron, agarraron sus cosas y antes de salir el fornido me dio un empujón con el que casi me caía al piso.
Una vez solos mi madre seguía desnuda y con el cuerpo sudado agotada después de que la perforaran de manera tan bestial. Fue cuando la vi más detalladamente, su vagina abierta por las cojidas, sus grandes pechos y su cuerpo en sí.


Odiaba a la mujer que debió ser mi madre y prefirió ser una puta pero la verga se me paraba y quería ser yo el que la cojiera la siguiente vez.
Fue cuando me di cuenta de que yo también estaba sintiendo deseo por mí propia madre.
Continuará…