Buenas noches, cómo están todos?
Como ya saben, estaba bastante peludita, necesitaba depilarme urgente. Así que recurrí a mi hija, la que me depila siempre (y viceversa, a veces).
Realmente no me esperaba todo lo que terminamos hablando.
Por más que obviamente hemos tocado en algún momento temas sobre uso de preservativo (ya claramente no usa con mi yerno), etc, pero nunca algo de lo que van a leer a continuación.
Nos preparamos, y empezó.
Recordemos que en el sanatorio fui analmente destrozada por un negro, y yo misma había notado en estos días que todavía seguía bastante rota y abierta. Antes de que arranque a depilarme, me dió un poco de miedo que note justamente esto (se nota, claramente).
Estábamos charlando de cosas normales, terminó con la zona de la concha y continuó con mi zona anal.
De un momento para otro, quedó en silencio. Estaba hablando y completamente de la nada quedó en silencio, la miré y estaba claramente mirándome impactada el orto. Automáticamente entendí lo que estaba pasando, me dió bastante vergüenza, no sabía qué iba a pasar o qué decir.
Y: Hija? Pasó algo?
H: Nada nada ma
Y: Segura?
H: En realidad, te puedo hacer una pregunta ma?
En este momento admito que me dió bastante miedo, no sabía qué iba a preguntar.
Y: Sí sí
H: No sé cómo preguntártelo, vos... eem, no recuerdo haber visto que esté tan abierto la última vez que te depilé.
En este momento me vino algo al cuerpo, era obvio que iba a darse cuenta, pero tenía que pensar rápido qué decir.
Y: De qué hablas hija?
H: Ma, ya sabés a qué me refiero. El agujero de tu cola, no estaba tan abierto la última vez que te depilé.
Cómo iba a decirle que una bestia negra me había dejado destrozada? Obviamente no podía, tenía que inventar algo rápido.
Y: Bueno hija, a veces las mujeres necesitamos autosatisfacernos.
H: Pero con qué lo hiciste ma? No te hiciste mal?
Moría de ganas de decirle que había sufrido un destrozo anal de los peores pero que el placer había sido el triple.
Y: No no, lo disfruto mucho.
H: Pero qué usaste ma? Si puedo saber
Y: Viste el dove?
H: Pero el dove no te deja así.
Y: Y vos cómo sabés eso?
Acá se puso un poco roja, claramente no sabía qué contestarme.
H: Bueno ma, vos lo dijiste, a veces necesitamos autosatisfacernos. Y sé que un dove no te deja así.
Y: Me estás diciendo que te metiste un dove por la cola?
H: Dios ma, y sí, eso estoy diciendo. Me podés decir qué te metiste para que te quede así?
Y: Por qué querés saber tanto? Vas a probar el mismo método?
Acá se ríe.
H: Y quién sabe?
Y: Bueno, usé una botella. Pero con mucho cuidado lo hice.
H: Una botella? Cómo una botella?
Y: Sí, una botella de cerveza. La paré en el piso y me senté, de a poco. Creo que llegó a entrar prácticamente hasta la mitad.
H: No lo puedo creer, es mentira no?
Y: No, es en serio. (En realidad como saben, no fue esto, pero se me ocurrió esto porque más de una vez lo hice y es una maravilla mundial)
H: Y duele mucho?
Y: A mí me encantó la verdad, fue la primera vez que lo probé.
H: O sea, la pones en el piso y te pones vaselina o algo? Y te sentas en la botella directamente?
Y: Sí hija, pero con mucho cuidado, que no se vaya a caer o romperse. Sí, me puse vaselina.
H: Igual no creo que lo pruebe.
Lo dijo de forma pensativa, se cree que soy boluda, no me extrañaría que haya llegado a su casa y lo haya probado.
Y: En serio hija, si lo haces hacelo con mucho cuidado.
H: Mamá, pero mirá cómo te quedó. Papá no se dió cuenta?
-
Estoy corta de tiempo pero si puedo (y ustedes quieren) lo voy a continuar en una segunda parte de esta sección.
Espero que lo disfruten, besitos.
Como ya saben, estaba bastante peludita, necesitaba depilarme urgente. Así que recurrí a mi hija, la que me depila siempre (y viceversa, a veces).
Realmente no me esperaba todo lo que terminamos hablando.
Por más que obviamente hemos tocado en algún momento temas sobre uso de preservativo (ya claramente no usa con mi yerno), etc, pero nunca algo de lo que van a leer a continuación.
Nos preparamos, y empezó.
Recordemos que en el sanatorio fui analmente destrozada por un negro, y yo misma había notado en estos días que todavía seguía bastante rota y abierta. Antes de que arranque a depilarme, me dió un poco de miedo que note justamente esto (se nota, claramente).
Estábamos charlando de cosas normales, terminó con la zona de la concha y continuó con mi zona anal.
De un momento para otro, quedó en silencio. Estaba hablando y completamente de la nada quedó en silencio, la miré y estaba claramente mirándome impactada el orto. Automáticamente entendí lo que estaba pasando, me dió bastante vergüenza, no sabía qué iba a pasar o qué decir.
Y: Hija? Pasó algo?
H: Nada nada ma
Y: Segura?
H: En realidad, te puedo hacer una pregunta ma?
En este momento admito que me dió bastante miedo, no sabía qué iba a preguntar.
Y: Sí sí
H: No sé cómo preguntártelo, vos... eem, no recuerdo haber visto que esté tan abierto la última vez que te depilé.
En este momento me vino algo al cuerpo, era obvio que iba a darse cuenta, pero tenía que pensar rápido qué decir.
Y: De qué hablas hija?
H: Ma, ya sabés a qué me refiero. El agujero de tu cola, no estaba tan abierto la última vez que te depilé.
Cómo iba a decirle que una bestia negra me había dejado destrozada? Obviamente no podía, tenía que inventar algo rápido.
Y: Bueno hija, a veces las mujeres necesitamos autosatisfacernos.
H: Pero con qué lo hiciste ma? No te hiciste mal?
Moría de ganas de decirle que había sufrido un destrozo anal de los peores pero que el placer había sido el triple.
Y: No no, lo disfruto mucho.
H: Pero qué usaste ma? Si puedo saber
Y: Viste el dove?
H: Pero el dove no te deja así.
Y: Y vos cómo sabés eso?
Acá se puso un poco roja, claramente no sabía qué contestarme.
H: Bueno ma, vos lo dijiste, a veces necesitamos autosatisfacernos. Y sé que un dove no te deja así.
Y: Me estás diciendo que te metiste un dove por la cola?
H: Dios ma, y sí, eso estoy diciendo. Me podés decir qué te metiste para que te quede así?
Y: Por qué querés saber tanto? Vas a probar el mismo método?
Acá se ríe.
H: Y quién sabe?
Y: Bueno, usé una botella. Pero con mucho cuidado lo hice.
H: Una botella? Cómo una botella?
Y: Sí, una botella de cerveza. La paré en el piso y me senté, de a poco. Creo que llegó a entrar prácticamente hasta la mitad.
H: No lo puedo creer, es mentira no?
Y: No, es en serio. (En realidad como saben, no fue esto, pero se me ocurrió esto porque más de una vez lo hice y es una maravilla mundial)
H: Y duele mucho?
Y: A mí me encantó la verdad, fue la primera vez que lo probé.
H: O sea, la pones en el piso y te pones vaselina o algo? Y te sentas en la botella directamente?
Y: Sí hija, pero con mucho cuidado, que no se vaya a caer o romperse. Sí, me puse vaselina.
H: Igual no creo que lo pruebe.
Lo dijo de forma pensativa, se cree que soy boluda, no me extrañaría que haya llegado a su casa y lo haya probado.
Y: En serio hija, si lo haces hacelo con mucho cuidado.
H: Mamá, pero mirá cómo te quedó. Papá no se dió cuenta?
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Estoy corta de tiempo pero si puedo (y ustedes quieren) lo voy a continuar en una segunda parte de esta sección.
Espero que lo disfruten, besitos.
21 comentarios - Mi hija me depiló
Contale la verdad..!!