You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Mi joven vecino 10

Mi joven vecino 10

El jueves vino mi esposo del trabajo, era de tarde todavía, estaba decidido a quedarse, me parecía bien que se pusiera una de mis tangas, él tenía que estar vestido, pero si se quería bajar el pantalón, que Hugo viera que no era un hombre que pudiera competir, notaba la excitación de mi marido con cada idea que se me iba ocurriendo, me di cuenta que él estaba dispuesto a ir mucho más lejos, que le encantaba la situación, y mientras yo le prestara atención a él, aunque fuera para humillarlo, todo le encantaba.
-Desnudate… -le dije. – Mientras buscaba una de mis tangas para él, estuve eligiendo un rato largo, me encantaba verlo desnudo en el medio del cuarto con su miembro bien duro. – Esta blanca creo que te va a quedar bien… probatela… -se la puso.- date vuelta… quiero ver… parate en puntas de pie… si te hace lindo culo… pero estás muy peludo… te voy a depilar un poco… -la excitación de él mientras le depilaba el culo fue increíble, le pase después un poco de aceite y le volví a poner la tanga, estaba culo arriba en la cama.
-Lo antes posible tenes que comprar un cinturón… prefiero que vayas vos… así elegís lo que te querés comer… podes decirle que es para satisfacer a tu mujer… porque no se te para bien… si vamos juntos le voy a decir que es para cogerte a vos… mejor que vayas solo no…?
Después le ordene que se vistiera, obvio con la tanga puesta, y que me preparara el baño, me impresionaba lo atento que se había vuelto, después de bañarme le ordene secarme, y fui a la cama, le ordene que me pasara crema por todo el cuerpo. Me estuvo masajeando un largo rato, me quedé desnuda en la cama, le dije que fuera al salón a mirar tele, que yo necesitaba descansar, cuando viniera Hugo que lo hiciera pasar al cuarto, ni una queja, cada vez más sumiso, obediente y con el pito bien duro. Me quedé dormida profundamente, me despertaron unas manos que acariciaban mi culo, gire la cabeza, era Hugo, totalmente desnudo acariciándome a gusto, se acostó a mi lado y poniéndome de costado, de espaldas a él me la fue metiendo lentamente, mientras pasaba un brazo debajo de mi cuerpo y me sobaba las tetas a gusto, mi marido parado junto a la puerta se daba suaves apretones en el pito de vez en cuando, estaba excitadísimo con la situación. Hugo después me montó de misionero, me daba bien duro mientras me apretaba y chupaba las tetas como un salvaje, yo cada vez gemía más fuerte, por un momento pensé en mi vecino y baje un poco el tono, mi marido nunca me sacaba esos gemidos, pensé y me hizo gracia. Hugo se acostó en la cama y quiso que lo montara, me daba bien duro de a ratos me cacheteaba, de a ratos me amasaba las tetas o me metía dedos en el culo, yo gemía sin poder parar, lo miraba a mi marido de reojo de a ratos, y él estaba encantado con la situación, estuvimos un montón de tiempo haciéndolo hasta que Hugo me volvió a volcar sobre la cama y montándome en la pose del misionero se descargó bien profundo en mi mientras nos besábamos y me estrujaba las tetas bien duro. Ni bien terminó se salió y se empezó a vestir
-Me parece que es un buen momento para que disfruten de un poco de intimidad… no lo humilles demasiado… -me dijo sonriendo, mi marido lo acompaño hasta la puerta y volvió.
-Quedate solo con la tanguita… putita… viste como se calienta un macho de verdad conmigo… cuanto tiempo perdido no… la mojaste toda la tanga…???
-No acabe eh…
-Vení a montarme, pero no te saques la tanga… dejatela puesta y saca tu pijita por arriba nada más… métemela un poco… sentis cuanta leche le puedo sacar a un hombre de verdad…? Eh…?
-Si señora… siento…
-Salite y acostate en la cama… boca arriba… -su pija llena de leche de la corrida de Hugo. –quiero sentir el gusto de un hombre… -le dije y se la limpié un poco.
-Quiero que una vez más elijas… te pones un forro y me coges tranqui hasta llegar… o me coges a pelo y la sacas cuando llegas… esto no es como tus videos de pajero, donde los tipos se corren en la esposa después que esta llena… ese chorrito de leche no me cambia nada… que elegís…
-No se…
-… elijo yo… te toca paja y con forro… -le puse un forro y empece a pajearlo bien despacio parando de a ratos mientras le hablaba.
-Como sentiste que tuviera la leche de un hombre adentro…?
-No se…
-Próximo no se… y te quedas sin paja también…
-Repito la pregunta…
-Me encantó sentir lo caliente y cremoso que estaba… me hubiera encantado seguir cogiéndote hasta llegar…
-Y hubieras elegido llegar afuera… no vas a mezclar esa lechita de lástima con una corrida de verdad… eh cornudo…
-No señora…
-Bien… la próxima vez… ya sabes… aprovecha lo que te doy… cada vez que desaproveches vas a perder un poco más de terreno eh…
-si señora
Aceleré la paja
-Larga esa corridita de mierda en el forro… dale que esperas… no tengo toda la noche para perderla con vos… dale cornudo… solta ese chorrito de mierda… no vale ni la pena gastar un forro… te voy a dar una ayudita… -le metí tres dedos en el culo de una y empecé a cogerlo con ellos, movía el culo acompañando mi movimiento. –tenes que comprar el cinto lo antes posible… putita… -acabo gruñendo y quejándose, otra vez abundantemente para lo que son sus corridas habituales. – mira que lechita de mierda que das… ni se te ocurra volver a acabar adentro mio si tengo leche de macho adentro…
-Si señora, repitió una vez más…
La semana siguiente ya había comprado el cinturón, pero esa es otra parte de esta historia



3 comentarios - Mi joven vecino 10

diente2012 +1
Excelente relato, muy caliente. Gracias por comprtir