Mi madre se masturbó conmigo en la habitación 17

¡Hola a todos! Por fin estoy de vuelta, hubo un pequeño lio en la semana pasada que no pude publicar, una sobrina de mi madre ha fallecido por una complicación médica y mi madre ha estado con su hermana por unos días. Mi mamá se tomó un tiempo extra para estar en casa después de que regresamos del lugar donde vivía mi tía para que pudiera simplemente llorar y estar completamente lista para regresar al trabajo. Ahora, a pesar del tiempo que no estuvo en casa esta vez, tengo dos eventos para compartir con ustedes. Sinceramente, ninguno de los dos estuvo de super humor para hacer nada la mayor parte del tiempo, pero aprovechamos los momentos en los que nos sentimos de humor. Así que, vamos a entrar en materia.

Cuando volvimos a casa, ambos estábamos mentalmente agotados. Habíamos estado ocupándonos de los asuntos de mi tía y de poner todo en orden y los dos necesitábamos relajarnos. Durante los tres primeros días que estuvimos en casa, ni siquiera pensamos en nada sexual. Pasamos el tiempo juntos haciendo cosas para tratar de alejar nuestras mentes del horrible calvario que acabábamos de pasar.

El pasado martes por la mañana, me despertó mi madre moviéndose en la cama de al lado. Al principio pensé que sólo se movía mientras dormía, pero no dejó de hacerlo. No pasó mucho tiempo antes de que un suave gemido escapara de sus labios, lo que confirmó lo que yo había empezado a sospechar. Mi polla empezó a crecer inmediatamente mientras estaba tumbado junto a mi madre masturbándose. Me giré sobre mi espalda y la miré mientras tomaba mi polla con la mano. "Buenos días..." Dije. "Buenos días cariño..." dijo sin aliento mientras empezaba a trabajar un poco más fuerte. Las sábanas estaban empujadas hasta su cintura y su mano libre estaba agarrando uno de sus pechos. Ahora, yo tenía varios días de retraso, así que cuando vi su cuerpo así y ella apretando sus propias tetas, supe en ese momento que esto no iba a tomar mucho tiempo. Le dije que estaba cerca y ella respondió con un gemido. Salí disparado al aire, aterrizando un poco en ella, pero la mayor parte en mí. Ella arqueó la espalda y se empujó hacia su mano mientras se estremecía, me ofrecí a ayudarla, ella aceptó dejandome meter su mano en su ropa interior mientras acariciaba sus pechos hasta concluir en un orgasmo largo y claramente intenso que ambos disfrutamos.



Cuando por fin se calmó tras el orgasmo, me incliné hacia ella, le di un beso en los labios y le dije que me iba a duchar. No llevaba mucho tiempo en la ducha cuando oí que se abría la puerta del baño y mi madre entraba en la ducha sonriendo. Me dijo: "Gracias por acompañarme ahí atrás, ¡no me había dado cuenta de lo mucho que lo necesitaba!". Le dije que siempre la acompañaría en eso. La enjaboné y ella me enjabonó a mí y luego pasamos el resto del día de muy buen humor. 



El resto de la semana no pasó nada, sólo algunos pequeños besos y algún que otro abrazo, pero nada abiertamente sexual. Entonces llegó el martes en noche, un día antes de que ella regresará al trabajo por los días que había solicitado. Yo estaba un poco triste, pero también me alegraba de que empezara a volver a la normalidad. Decidimos salir a cenar y lo pasamos muy bien. Nos reímos, hablamos y lo pasamos muy bien. Cuando llegamos a casa, mi madre se volvió hacia mí y me dijo: "Te voy a echar de menos, ¡se me había olvidado lo que era estar en casa!". Le dije que yo también la iba a echar de menos y luego hubo una larga pausa. Después de un rato, mi madre finalmente dijo: "No se me ocurre una forma de decirlo con tacto, ¿quieres desnudarte?". Me reí a carcajadas y empecé a desabrocharme la camisa. Los dos nos desnudamos y ella se acercó a mí. Me dio un pequeño beso y dijo: "Ven aquí...", me cogió de la mano y me llevó hasta la cama.



Me empujó para que me tumbara de espaldas en el centro de la cama. Muy lenta y seductoramente se metió entre las piernas, con sus tetas rozando mi polla y mis pelotas, y me besó profundamente. Nos besamos durante un minuto antes de que empezara a besar mi cuello y mi pecho. Pasó mucho tiempo besando mi estómago y mis abdominales antes de llegar finalmente a mi polla. Cogió mi polla y le hizo el amor absolutamente. Me lamió y chupó todos los rincones de mi polla, mis pelotas y mis partes íntimas, manteniéndome en vilo todo el tiempo. Justo cuando estaba a punto de explotar, se detuvo y empezó a besar mi cuerpo hasta llegar a mis labios. Nos besamos durante mucho tiempo, sus pechos se aplastaron contra mi pecho y pude sentir literalmente el calor de su coño en mi estómago.



Mientras nos besábamos, se movió un poco para ponerse más cómoda y la punta de mi polla se apoyó en su coño. Podía sentir lo mojada que estaba y el calor que salía de su coño era muy tentador. Ella lo sintió y empezó a mover un poco el culo y a frotar su coño contra mi polla. Después de hacer esto durante un rato, se sentó de repente y dijo: "Joder, nunca me había puesto tan caliente". Estuve de acuerdo con ella, y sin decir una palabra, colocó mi polla de manera que apuntaba hacia arriba a lo largo de mi estómago, y luego bajó para que su coño corriera a lo largo de la parte inferior de mi eje. Apenas pude aguantar cuando ella empezó a apretar su coño a lo largo de toda mi polla. Estaba tan mojada que se deslizaba sin esfuerzo. Observé como ella realmente iba a la ciudad. No podía creer que me estuviera montando y comenzó a hacerlo aún más rápido, ir de arriba hacia abajo y de lado a lado hasta que en un punto de tanto movimiento mi glande entró en su coño, ambos nos detuvimos por un momento y nos veíamos a los ojos, su interior era tan delicioso que deseaba entrar aún más, nos besamos estando en esa posición sin importarnos nada y se movió un poco sin querer meterla más, al poco tiempo se salió.


Se siguió moviendo sobre mi polla hasta que se corrió sin previo aviso. Se agarró las dos tetas y gritó mientras se corría. Sus caderas se agitaron con fuerza y su cara se puso roja hasta que finalmente se desplomó sobre mí. Se quedó tumbada respirando con dificultad, pero sólo por un momento.

Me miró a los ojos y dijo: "Joder, qué calor...", me besó y luego se apresuró a bajar por mi cuerpo y empezó a chuparme la polla furiosamente. No tuvo piedad. Se metió los huevos en la boca y empezó a masturbarme. Le dije que me iba a correr, y ella colocó sus tetas directamente sobre mi polla. Me corrí con fuerza en sus perfectas tetas y en su cuello. Ella se derrumbó en la cama a mi lado y nos quedamos allí, respirando con dificultad.



Después de un rato la miré y vi que estaba profundamente dormida. Fui al cuarto de baño y cogí un paño caliente para limpiarle todo el semen y la metí en la cama. Me sonrió mientras la tapaba con las sábanas y me dijo: "Te quiero". Guardé el paño y me fui a dormir, y esta mañana me desperté con su beso de despedida.
Eso es todo lo que tengo por ahora, ¡gracias por leer!