Arturo estaba masajeando mis hombros, sabía como dar un buen masaje, así que yo me relajé por completo en el sillón.
Seguía masajeando mi espalda, pero poco a poco fue bajando a mi cintura, empezó a masajear mi cintura y bajo un poco mi short para que pudiera acomodarse bien.
Yo estaba muy relajada disfrutando del masaje, cuando de repente mi hijo mayor bajo y me vió acostada con Arturo dándome masaje.
Hijo mayor- Qué rayos están haciendo?
Yo- nada hijo, sólo estaba muy cansada y Arturo me dió un pequeño masaje.
Mi hijo mayor se volvió a subir a su habitación de una forma rápida y de mal humor
Arturo- No te preocupes hermosa, ya se le pasará
Yo- Será mejor que mañana nos veamos Arturo, descansa, me iré a dormir
Arturo- Está bien Naomi.
Me fuí a mí recamara y me quité mi short y mi blusa quedándome en ropa interior y me acosté a dormir.
A la mañana siguiente me levanté de la cama y me vestí, me puse un pants y una ombligera, me dirigí a las habitaciones de mis hijos para levantarlos y llevarlos a la escuela.
Una vez que estuvieron listos los lleve a la escuela, entraban a las 7 y salían a las 4:30.
Así que yo me regresé a la casa, en la tele de la sala como de costumbre en mi antigua casa solía hacer ejercicio en la sala, así que de igual forma me puse a hacer ejercicio y más porque no estaban los albañiles en la casa, así que decidí hacer mi rutina.
Comencé con mi rutina en la bicicleta estática.
Mientras hacía bicicleta mi cuerpo ya estaba muy sudado, el sudor corría por todo mi cuerpo, mi vagina estaba muy húmeda, haciendo que se me marcará cada vez más, una vez que había terminado de la bicicleta agarré un aparato para fortalecer los brazos que compré, pero ese aparato parece que masturbas a un hombre, así que lo comencé a usar.
Mientras lo usaba entró Arturo a la casa y me vió así y comenzó a reír.
Yo- Qué es tan gracioso?
Arturo- parece que le das placer a un hombre así!
Yo- que gracioso jaja (risa irónica)
Arturo- y si mejor me lo haces a mí! Mientras me decía eso se sentó en el sillón y señaló su pene!
Yo- Jajaja que graciosito
Arturo se levantó y se acercó a mí tomándome de la cintura.
Yo- Estoy toda sudada!
Arturo- No me importa! Me encantas y más sudada, se ve más rico tu cuerpo para cogerte muy duro.
Yo me empecé a mojar más de lo que ya estaba mi vagina.
El se acercó a mí y me besó en la boca mientras me agarra a de la cintura, yo le correspondí el beso y lo tomé del cuello.
Mientras nos besábamos apasionadamente metiendo la lengua en mi boca y en su boca se sentó en el sillón y yo sobre el quedando abierta de piernas sentada con su pene bajo mi vagina.
Mientras nos besábamos y el me tocaba mis nalgas y mis tetas yo movía mis caderas en círculo como si me estuviera penetrando.
Me agaché y me puse de rodillas a la altura de su pene, se desabrochó el botón y cuando se iba a sacar la verga para mamarle el pene, entró el otro albañil interrumpiendo lo que estábamos haciendo, rápidamente nos hicimos los que no estábamos haciendo nada.
Albañil- ayyy perdón interrumpo
Yo- No, para nada, estaba buscando mi arete en el piso
Arturo- Yo me senté a descansar un rato.
El albañil dió la vuelta y se fué.
Arturo y yo nos quedamos muy cachondos, pero no nos podíamos arriesgar a que otra vez nos descubrieran, así que cada quien volvió a sus tareas.
Continuará..
Seguía masajeando mi espalda, pero poco a poco fue bajando a mi cintura, empezó a masajear mi cintura y bajo un poco mi short para que pudiera acomodarse bien.
Yo estaba muy relajada disfrutando del masaje, cuando de repente mi hijo mayor bajo y me vió acostada con Arturo dándome masaje.
Hijo mayor- Qué rayos están haciendo?
Yo- nada hijo, sólo estaba muy cansada y Arturo me dió un pequeño masaje.
Mi hijo mayor se volvió a subir a su habitación de una forma rápida y de mal humor
Arturo- No te preocupes hermosa, ya se le pasará
Yo- Será mejor que mañana nos veamos Arturo, descansa, me iré a dormir
Arturo- Está bien Naomi.
Me fuí a mí recamara y me quité mi short y mi blusa quedándome en ropa interior y me acosté a dormir.
A la mañana siguiente me levanté de la cama y me vestí, me puse un pants y una ombligera, me dirigí a las habitaciones de mis hijos para levantarlos y llevarlos a la escuela.
Una vez que estuvieron listos los lleve a la escuela, entraban a las 7 y salían a las 4:30.
Así que yo me regresé a la casa, en la tele de la sala como de costumbre en mi antigua casa solía hacer ejercicio en la sala, así que de igual forma me puse a hacer ejercicio y más porque no estaban los albañiles en la casa, así que decidí hacer mi rutina.
Comencé con mi rutina en la bicicleta estática.
Mientras hacía bicicleta mi cuerpo ya estaba muy sudado, el sudor corría por todo mi cuerpo, mi vagina estaba muy húmeda, haciendo que se me marcará cada vez más, una vez que había terminado de la bicicleta agarré un aparato para fortalecer los brazos que compré, pero ese aparato parece que masturbas a un hombre, así que lo comencé a usar.
Mientras lo usaba entró Arturo a la casa y me vió así y comenzó a reír.
Yo- Qué es tan gracioso?
Arturo- parece que le das placer a un hombre así!
Yo- que gracioso jaja (risa irónica)
Arturo- y si mejor me lo haces a mí! Mientras me decía eso se sentó en el sillón y señaló su pene!
Yo- Jajaja que graciosito
Arturo se levantó y se acercó a mí tomándome de la cintura.
Yo- Estoy toda sudada!
Arturo- No me importa! Me encantas y más sudada, se ve más rico tu cuerpo para cogerte muy duro.
Yo me empecé a mojar más de lo que ya estaba mi vagina.
El se acercó a mí y me besó en la boca mientras me agarra a de la cintura, yo le correspondí el beso y lo tomé del cuello.
Mientras nos besábamos apasionadamente metiendo la lengua en mi boca y en su boca se sentó en el sillón y yo sobre el quedando abierta de piernas sentada con su pene bajo mi vagina.
Mientras nos besábamos y el me tocaba mis nalgas y mis tetas yo movía mis caderas en círculo como si me estuviera penetrando.
Me agaché y me puse de rodillas a la altura de su pene, se desabrochó el botón y cuando se iba a sacar la verga para mamarle el pene, entró el otro albañil interrumpiendo lo que estábamos haciendo, rápidamente nos hicimos los que no estábamos haciendo nada.
Albañil- ayyy perdón interrumpo
Yo- No, para nada, estaba buscando mi arete en el piso
Arturo- Yo me senté a descansar un rato.
El albañil dió la vuelta y se fué.
Arturo y yo nos quedamos muy cachondos, pero no nos podíamos arriesgar a que otra vez nos descubrieran, así que cada quien volvió a sus tareas.
Continuará..
2 comentarios - Cambio de casa parte 4