You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Relato para un cornudo

Ya es hora de que te enteres por qué tu novia llegó tan tarde el viernes.
Debo confesarte que desde el primer día que llegó al trabajo me encantó. Es simpática, amable y a la vez muy sensual. 
Claramente estoy hablando de tu novia, que desde que llegó, logró captar la atención de todos en la oficina. 
Desde ese mismo día comencé a hablar con ella. En el fondo siempre supo mis intenciones y la de los demás, pero al parecer no se sentía incómoda con eso. 
Nadie sabía si tenía novio, ella nunca te mencionó en ningún momento y nadie le había preguntado. 
Después de unos días sentí la necesidad de sacarla del ámbito del trabajo y conversar con ella más en profundidad. Decidí invitarla a tomar algo después del trabajo, pero ella me rechazó de inmediato y me dijo que tenía novio... sólo le dije que me parecía lógico y le mostré una sonrisa. 
Pese a su negativa, fui más amable aún. No me iba a dar por vencido, quería estar a solas con ella en algún momento. 
Durante varias semanas le hice cumplidos, sutiles para que no se sintiera incómoda y ella de a poco empezó a soltarse.
Las conversaciones eran más fluidas y cada vez más profundas. A veces se hacían bastante extensas y las seguíamos en la puerta del trabajo, pero siempre en presencia de otros compañeros. 
Con el correr del tiempo se empezó a sentar a mi lado y compartíamos de todo... lapiceras, pendrives, a veces hasta bebíamos de la misma taza de café. Nos estábamos haciendo aún más cercanos.
En todo este tiempo no te mencionó ni una sola vez. Evidentemente en el trabajo no le hacías falta...
Como ya había bastante confianza, le soltaba algún cumplido sobre lo bien que le quedaba la ropa o sobre su hermosa figura y ella sonreía y me lo agradecía. 
Un día llevó un perfume distinto a los que solía usar, así que le pregunté si era nuevo y ella me miró asombrada y me que sí, que yo era el único que lo había notado. Le dije que era muy rico y ella sólo sonrió y continuó con su trabajo. No se lo puso otra vez.
Quería volver a intentar sacarla de la oficina pero lo tenía que hacer de una forma más sutil. Entonces se me ocurrió0 hacer una reunión de compañeros de trabajo en un bar el siguiente viernes, después de la hora laboral.
Afortunadamente todos aceptaron, inclusive tu novia..
Esperé con ansias a que llegue ese día, hasta que finalmente llegó. Las otras chicas fueron bien producidas para la ocasión, pero cuando tu novia entró por esa puerta, todos quedamos boquiabiertos; se puso una minifalda negra muy corta y pegada que hacía resaltar sus hermosas piernas y una camisa blanca también ajustada. Se sentó a mi lado como de costumbre, me quedé mirándola y ella me devolvió la mirada sonriendo y me preguntó por qué la miraba así. Yo le contesté que estaba perdiendo el tiempo en este trabajo, que en en realidad tendría que estar París modelando para las grandes marcas. Ella me miró tiernamente y me agradeció acariciándome la cara.
Noté que se había puesto aquel perfume otra vez, pero decidí no decirle nada en ese momento. 
En un momento me fui a la cocina a prepararme un café, cuando de repente ella se apareció y se ofreció a prepararlo ella, porque le salía más rico. Yo retrocedí y dejé que lo haga. Me quedé detrás de ella y en ese momento que estábamos solos, aproveché para mencionar lo de su perfume. Me preguntó si me gustaba y le dije que era mi favorito. Me dijo que también era su favorito. Ella seguía de espalda, yo me acerqué un poco por detrás y le pregunté en qué parte del cuerpo se lo puso. Me dijo que en el cuello. Acerqué mi nariz hacia allí y ella inclinó la cabeza hacia el lado contrario para que oliera. En pocos segundos estaba teniendo una erección sin siquiera haberla rozado. Retrocedí un paso para quitar un poco de tensión y le dije que le quedaba muy bien ese perfume, ella enderezó su cabeza y continuó batiendo el café sonriendo. 
Finalmente había terminado la jornada laboral y era hora de ir en grupo al bar. Fuimos en varios autos, yo manejaba uno, obviamente en el asiento delantero iba tu novia y atrás otros tres compañeros. 
Nos sentamos en las mesas de afuera. Ella se sentó al lado mío y pedimos unas cervezas. Las terminamos rápido, luego siguieron otras que también se terminaron en poco tiempo. De repente apareció una jarra de champaña para brindar por la reunión. Cuando nos paramos para brindar, ella pasó su brazo por detrás de mi cintura y me acariciaba suavemente. Luego nos sentamos y terminamos la champaña y pedimos otra más. De a ratos rozaba su pierna con mi mano disimuladamente y tu novia en vez de sacar la pierna, la ponía más cerca para que siga.
Ya habían pasado varias horas y quedaban pocos compañeros, era momento de irnos y me ofrecí llevarla hasta su casa. Me dijo que yo estaba muy ebrio para manejar y que mejor se tomaba un taxi. Le dije que tenía razón y si quería que compartiéramos el taxi. Ella aceptó. Primero iríamos a su casa y luego yo a la mía. 
Ya en el taxi, íbamos riéndonos de las charlas del bar y nuevamente comencé a rozar mi mano sobre su pierna, hasta que en un momento tu novia agarró mi mano y la retuvo inmóvil por unos segundos. Pensaba que me estaba poniendo un freno. Pero luego llevó mi mano hacia su muslo y la dejó allí. Lentamente comencé a mover mi mano y ella hacía lo mismo en mi pierna. De a poco llevé mi mano cerca de su entrepierna pero justo el taxi paro en la puerta de su casa (y la tuya). Yo retiré mi mano de su pierna, ella miró hacia su puerta y volvió la mirada hacia mí. Nos dimos un abrazo largo de despedida y cuando nos estábamos separando, dejé mi boca muy cerca de la suya y nos dimos un beso suave, luego otro, otro más largo y finalmente comenzamos a entrelazar nuestras lenguas. Tu novia te estaba engañando descaradamente en la puerta de tu casa. 
Mi mano volvió a acariciar su pierna y fue allí cuando ella dijo las palabras que tanto deseaba escuchar: "Vamos a tu casa".
Llegamos a allí y subimos al ascensor basándonos y tocándonos con mucho fervor. Una vez adentro del departamento, me llevé a tu novia a mi habitación en donde le saqué la camisa mientras nos seguíamos besando pasionalmente. Ella no se quedó atrás e hizo lo mismo con la mía. Le acariciaba las tetas por arriba de su corpiño negro y comencé a besarle el cuello con desesperación, mientras que ella me desabrochaba el pantalón. Luego se sentó en la cama, terminó de desnudarme y comenzó a chuparme la verga con mucha intensidad (La verdad que la chupa muy bien tu novia, no es de esas chicas que solo se meten y sacan el pene de la boca. Ella lo lamió, se lo metió bien adentro, lo masturbó, también hasta lo besó, cada vez me gusta más). Luego la recosté y me puse encima de ella para desvestirla; primero le saqué el corpiño e inmediatamente me dirigí hacia sus tetas para chuparselas entera. Me quedé un rato lamiendo sus pezones, mordiéndolos suavemente y luego seguí bajando para sacarle la minifalda y su hermosa tanga negra. Le saqué todo velozmente y fui directamente a su vagina que estaba bastante mojada. Se la chupé Íntegra mientras ella gemía y me agarraba del pelo. No me detuve hasta que tuvo un orgasmo y luego subí hasta su boca para seguir besándola. Nuestros genitales se frotaban entre sí mientras que nuestras lenguas se iban enredando. Saqué de la mesa de luz un condon y me lo puse de inmediato. Me coloqué encima de ella y lentamente comencé a penetrarla (por fin estaba dentro de tu estrecha novia, se estaba concretando algo que deseaba hace mucho). Ella gemía suavemente y respiraba entrecortado mientras yo aceleraba el ritmo. Me la cogí un buen rato así, mientras nos seguíamos besando. En un momento, tu novia pidió ir arriba, así que cambiamos de inmediato. Se sentó en mi verga y se empezó a mover lentamente mientras me acariciaba los huevos. En un momento dejó que se saliera la verga y me sacó el condon, yo sorprendido le pregunté si estaba segura de eso y ella me lo afirmó con la cabeza mientras se metía la verga nuevamente. Me cabalgó con fuerza unos minutos hasta que tuvo otro orgasmo. Se detuvo agitada y se dio vuelta para ponerse en cuatro (allí pude observar el hermoso culo que tiene tu novia, es una obra de arte). Rápidamente la agarré de la cintura y comencé a bombear mientras ella gemía acompañando el movimiento. No duré demasiado, le avisé que estaba por acabar y le pregunté si se la sacaba. Ella sólo dijo que no pare y en unos pocos segundos estaba llenando de semen la vagina de tu novia, ambos extasiados por lo que acababa de suceder. Nos recostamos un rato para descansar. Luego ella se puso boca abajo, yo me tenté y bajé a comerle ese culo perfecto que tiene. Tu novia sabía mis intenciones pero no me detuvo. De a poco le fui metiendo un dedo con saliva en el ano para empezar a dilatarlo, pero de repente sonó su teléfono; eras vos llamando preocupado. Tu novia contestó y luego me dijo que se tenía que ir. Así que quizás otro día también llegue a tu casa tarde..

Inspiración...



 
Relato para un cornudo
culona
creampie
cornudo
seduccion
chupada de culo
histeriqueo

3 comentarios - Relato para un cornudo

Flypunk +1
K nalgonas exelente post hay data?