Llevaba cinco días realizando el camino de Santiago junto a Pili, su novio Arturo y dos amigos más de este. Pili y yo estábamos bien cachondos todo el viaje, pues no pudimos pasar de toqueteos en todo el viaje, debido a los amigos, a su novio o a los problemas de dormir en albergues. Pero por fin habíamos llegado a Santiago, allí teníamos un piso alquilado para pasar ese día. Estábamos tomando algo cerca de la catedral celebrando la llegada. Uno de los amigos de Arturo dijo que había opción de entrar a una misa que iban a dar en la catedral. Pili y yo dijimos que no, que preferíamos tomar otra cerveza y luego ir al piso a limpiarnos y lavar la ropa, que ya le tocaba.
En cuanto los tres se fueron, nos miramos y nos reímos. Pili, llevaba una chaqueta de algodón azul clarita ajustada, marcando sus pechos y unos leggins azul marino arriba difuminándose hasta violeta abajo, ajustadísimo, que la hacia un culazo y marcaba su coño. No me pude resistir y acaricié su pierna, subiendo hasta su coño. Cuando tuve la mano en él, la dije que tenía muchas ganas de por fin jugar con él. Nos terminamos las cervezas y nos fuimos al piso.
Por el camino la acaricie sin parar el culazo. Según entramos en el piso, cerré con llave y la deje puesto por dentro, tiramos las mochilas y nos pusimos a besarnos, como si lleváramos años deseándolo. Mis manos agarraban su culazo y sus grandes pechos. Desabroche la chaqueta y se la quite, junto a una camiseta gris térmica, dejando a Pili con un sensual sujetador top deportivo, negro, que marcaba y redondeaba sus tetazas. Agarre sus tetazas y las movía como si las estuviera dando un masaje, mientras besaba y mordía el cuello a Pili. Esta tenía bien agarrado mi paquete, bien duro ya. Agache la cabeza y mordisquee las tetas con el sujetador puesto, notando como se endurecían los pezones.
Gire a Pili y acaricie y azote el culazo marcado, sobre todo la raja. Me arrodille y bese y mordí su culazo. Una de mis manos paso entre sus piernas para acariciar su coño, bien marcado en los leggins. La volví a girar, para besar el coño con los leggins puesto, mientras mis manos aun lo acariciaba. La otra mano, hacía lo propio con su culazo. Nuevamente la gire, antes de comenzar a bajarla los leggins hasta las rodillas, dejándola con un tanga negro deportivo, con la goma blanca. Lamí su culazo, mientras con una mano lo acariciaba y con la otra acariciaba su coño. metí mi mano por el lateral del tanga y comencé a masturbarla.
Pili me dijo de ir a darnos una ducha juntos para quitarnos la suciedad y el calor. Me levante y esta se quitó los leggins y se fue hacia el baño, mientras yo me desnudaba. Cuando llegue al baño, Pili estaba llenando la bañera. Me miro y se quitó el sujetador. Inmediatamente me lance a comerla las tetazas, como llevaba todo el viaje deseando. Cuando el agua estuvo lista, Pili se quitó el tanga y nos metimos a la bañera.
Nos sentamos y nos abrazamos cruzando nuestras piernas por la cintura del otro. Nos besamos y comenzamos a masturbarnos el uno al otro. Agaché la cabeza y la comencé a besar el canalillo. Pili, con una mano, dirigía uno de sus pechos hacia mi boca y se la comía. Esta cambiaba de pecho y yo gozaba comiendo ambas.
Estaba muy cachondo y con la polla muy dura. Me levanté y comencé a pasar mi pollón por la cara de Pili. Esta lo agarro, comenzó a comerme los huevos y a masturbarme. Yo puse una mano en su cabeza acariciándosela. Pili poso sus manos en mi culo y lo agarro fuerte, mientras comenzó a hacerme una mamada, bien profunda y suave. Metió mi polla entre sus tetazas, las apretó y me masturbo con ellas.
Me puso un condón y me volví a sentar. Pili se sentó sobre mí, con mi polla dentro de su coño. Comenzamos a follar y nos volvimos a rodear con los pies. Nos besamos y agarre fuerte sus tetazas. Tenía los pezones durísimos y no pare de pellizcárselos. Pili se cambió mi polla de agujero y la folle el culo. Cada vez nos besábamos más acaloradamente y yo no podía dejar de morderla las tetas cada poco.
Coloque a Pili a gatas en la bañera y yo me coloque de rodillas. Golpee su culazo con mi dura polla, antes de volver a metérsela en él y follárselo bien duro. Notaba como sus tetazas se movían sumergidas en el agua y acabe tumbándome sobre su espalda para poder agarrárselas. Seguía follándola el culo y Pili giro la cabeza para besarnos.
Nos levantamos y apoye a Pili la espalda contra la pared. Levante una de sus piernas y volví a follarla el coño, mientras nos besábamos. Una de mis manos acariciaba el muslo elevado y la otra sus tetazas. Cuando Pili se corrió, se arrodillo en la bañera y me quito el condón. Paso su lengua por mi glande, mientras jugueteaba con mis huevos. Volvió a hacerme una cubana, lamiendo mi glande, antes de metérsela en su bocaza y mamármela, hasta que me corrí y se la llené de semen. Esta tragaba todo, hasta dejármela bien seca.
Nos volvimos a sentar en la bañera y nos dimos un poco más de cariño y besos con las piernas rodeándonos, antes de secarnos y salir del baño.
Cogimos cada uno nuestra ropa y mochila y nos fuimos a nuestros cuartos. Me senté, desnudo, a revisar el móvil en mi cama. Pili me grito que le había escrito Arturo y aun los quedaba una media hora para terminar. Entonces apareció en la habitación e iba, simplemente, espectacular. Traía un conjunto blanco con encaje floral transparente, de tanga de hilo diminuto y sujetador de aro con poquísima tela, que apenas la tapaba medio pecho y dejaba ver bien la mitad de su pezón al descubierto, y el otro medio en la transparencia. Me pregunto si creía a Arturo le gustaría ese conjuntito. Yo me reí y le dije que si no le gustaba era un gran gilipollas, además de cornudo. Pili se rio y se me acerco. Cuando estuvo a distancia, comencé a acariciar su muslazo y subí la mano hasta llegar a su culazo. Se lo agarre bien y la arrime a mí. Mientras se lo acariciaba fuerte, la besaba la tripa.
Pili me empujo, tumbándome y se colocó de rodillas a mi lado. Empezó a besarme el pecho y mi mano azotaba su culazo. Comenzó a bajar los besos, hasta llegar a mi polla. Empezó a mamármela y yo acariciaba su culazo. Le acabe colocando su coño encima de mi cara y comenzamos un delicioso 69.
Tras un rato disfrutando de nuestros sexos, Pili me puso un condón y se sentó sobre mí, con mi polla dentro de su coño, dándome la espalda. Esta se movía en círculos y mis manos acariciaban sus muslazos y su espalda. Pili se inclinó hacia atrás, apoyando sus manos en la cama y pude acariciar sus tetazas.
Se giro y seguimos follando. Mis manos agarraban fuerte sus muslazos y está cada vez se movía más y más rápido. Sus pechos botaban y bailaban de forma sensual y, de tanto hacerlo, una de ellas se acabó saliendo del sujetador. Mi mano subió por su cuerpo y agarro el pecho descubierto. Pili se acabó inclinando sobre mí y pudimos besarnos. La comí las tetas, y la que aún estaba dentro de aquella poca tela, acabo saliéndose también, sin necesidad de mucho trabajo por mi parte. Mi polla jugaba fuerte en su coño, mientras mi lengua lo hacía en sus pezones.
Cuando se corrió, Pili volvió a colocarse sentada en mí. Cambio y se metió mi polla en su culo. Botaba como una loca y sus tetazas se movían de un lado para otro, sin parar. Mis manos no daban abasto a acariciar sus piernas y sus tetazas. Pili cada vez se movía más y más fuerte y no se detuvo hasta que me corrí en su culo. Entonces se colocó de rodillas entre mis piernas, me quito el condón y me limpio la polla con su lengua juguetona.
Se tumbo conmigo y nos besamos unos minutos, antes de decidir vestirnos pues no debía quedar mucho para que el resto llegara a casa.
En cuanto los tres se fueron, nos miramos y nos reímos. Pili, llevaba una chaqueta de algodón azul clarita ajustada, marcando sus pechos y unos leggins azul marino arriba difuminándose hasta violeta abajo, ajustadísimo, que la hacia un culazo y marcaba su coño. No me pude resistir y acaricié su pierna, subiendo hasta su coño. Cuando tuve la mano en él, la dije que tenía muchas ganas de por fin jugar con él. Nos terminamos las cervezas y nos fuimos al piso.
Por el camino la acaricie sin parar el culazo. Según entramos en el piso, cerré con llave y la deje puesto por dentro, tiramos las mochilas y nos pusimos a besarnos, como si lleváramos años deseándolo. Mis manos agarraban su culazo y sus grandes pechos. Desabroche la chaqueta y se la quite, junto a una camiseta gris térmica, dejando a Pili con un sensual sujetador top deportivo, negro, que marcaba y redondeaba sus tetazas. Agarre sus tetazas y las movía como si las estuviera dando un masaje, mientras besaba y mordía el cuello a Pili. Esta tenía bien agarrado mi paquete, bien duro ya. Agache la cabeza y mordisquee las tetas con el sujetador puesto, notando como se endurecían los pezones.
Gire a Pili y acaricie y azote el culazo marcado, sobre todo la raja. Me arrodille y bese y mordí su culazo. Una de mis manos paso entre sus piernas para acariciar su coño, bien marcado en los leggins. La volví a girar, para besar el coño con los leggins puesto, mientras mis manos aun lo acariciaba. La otra mano, hacía lo propio con su culazo. Nuevamente la gire, antes de comenzar a bajarla los leggins hasta las rodillas, dejándola con un tanga negro deportivo, con la goma blanca. Lamí su culazo, mientras con una mano lo acariciaba y con la otra acariciaba su coño. metí mi mano por el lateral del tanga y comencé a masturbarla.
Pili me dijo de ir a darnos una ducha juntos para quitarnos la suciedad y el calor. Me levante y esta se quitó los leggins y se fue hacia el baño, mientras yo me desnudaba. Cuando llegue al baño, Pili estaba llenando la bañera. Me miro y se quitó el sujetador. Inmediatamente me lance a comerla las tetazas, como llevaba todo el viaje deseando. Cuando el agua estuvo lista, Pili se quitó el tanga y nos metimos a la bañera.
Nos sentamos y nos abrazamos cruzando nuestras piernas por la cintura del otro. Nos besamos y comenzamos a masturbarnos el uno al otro. Agaché la cabeza y la comencé a besar el canalillo. Pili, con una mano, dirigía uno de sus pechos hacia mi boca y se la comía. Esta cambiaba de pecho y yo gozaba comiendo ambas.
Estaba muy cachondo y con la polla muy dura. Me levanté y comencé a pasar mi pollón por la cara de Pili. Esta lo agarro, comenzó a comerme los huevos y a masturbarme. Yo puse una mano en su cabeza acariciándosela. Pili poso sus manos en mi culo y lo agarro fuerte, mientras comenzó a hacerme una mamada, bien profunda y suave. Metió mi polla entre sus tetazas, las apretó y me masturbo con ellas.
Me puso un condón y me volví a sentar. Pili se sentó sobre mí, con mi polla dentro de su coño. Comenzamos a follar y nos volvimos a rodear con los pies. Nos besamos y agarre fuerte sus tetazas. Tenía los pezones durísimos y no pare de pellizcárselos. Pili se cambió mi polla de agujero y la folle el culo. Cada vez nos besábamos más acaloradamente y yo no podía dejar de morderla las tetas cada poco.
Coloque a Pili a gatas en la bañera y yo me coloque de rodillas. Golpee su culazo con mi dura polla, antes de volver a metérsela en él y follárselo bien duro. Notaba como sus tetazas se movían sumergidas en el agua y acabe tumbándome sobre su espalda para poder agarrárselas. Seguía follándola el culo y Pili giro la cabeza para besarnos.
Nos levantamos y apoye a Pili la espalda contra la pared. Levante una de sus piernas y volví a follarla el coño, mientras nos besábamos. Una de mis manos acariciaba el muslo elevado y la otra sus tetazas. Cuando Pili se corrió, se arrodillo en la bañera y me quito el condón. Paso su lengua por mi glande, mientras jugueteaba con mis huevos. Volvió a hacerme una cubana, lamiendo mi glande, antes de metérsela en su bocaza y mamármela, hasta que me corrí y se la llené de semen. Esta tragaba todo, hasta dejármela bien seca.
Nos volvimos a sentar en la bañera y nos dimos un poco más de cariño y besos con las piernas rodeándonos, antes de secarnos y salir del baño.
Cogimos cada uno nuestra ropa y mochila y nos fuimos a nuestros cuartos. Me senté, desnudo, a revisar el móvil en mi cama. Pili me grito que le había escrito Arturo y aun los quedaba una media hora para terminar. Entonces apareció en la habitación e iba, simplemente, espectacular. Traía un conjunto blanco con encaje floral transparente, de tanga de hilo diminuto y sujetador de aro con poquísima tela, que apenas la tapaba medio pecho y dejaba ver bien la mitad de su pezón al descubierto, y el otro medio en la transparencia. Me pregunto si creía a Arturo le gustaría ese conjuntito. Yo me reí y le dije que si no le gustaba era un gran gilipollas, además de cornudo. Pili se rio y se me acerco. Cuando estuvo a distancia, comencé a acariciar su muslazo y subí la mano hasta llegar a su culazo. Se lo agarre bien y la arrime a mí. Mientras se lo acariciaba fuerte, la besaba la tripa.
Pili me empujo, tumbándome y se colocó de rodillas a mi lado. Empezó a besarme el pecho y mi mano azotaba su culazo. Comenzó a bajar los besos, hasta llegar a mi polla. Empezó a mamármela y yo acariciaba su culazo. Le acabe colocando su coño encima de mi cara y comenzamos un delicioso 69.
Tras un rato disfrutando de nuestros sexos, Pili me puso un condón y se sentó sobre mí, con mi polla dentro de su coño, dándome la espalda. Esta se movía en círculos y mis manos acariciaban sus muslazos y su espalda. Pili se inclinó hacia atrás, apoyando sus manos en la cama y pude acariciar sus tetazas.
Se giro y seguimos follando. Mis manos agarraban fuerte sus muslazos y está cada vez se movía más y más rápido. Sus pechos botaban y bailaban de forma sensual y, de tanto hacerlo, una de ellas se acabó saliendo del sujetador. Mi mano subió por su cuerpo y agarro el pecho descubierto. Pili se acabó inclinando sobre mí y pudimos besarnos. La comí las tetas, y la que aún estaba dentro de aquella poca tela, acabo saliéndose también, sin necesidad de mucho trabajo por mi parte. Mi polla jugaba fuerte en su coño, mientras mi lengua lo hacía en sus pezones.
Cuando se corrió, Pili volvió a colocarse sentada en mí. Cambio y se metió mi polla en su culo. Botaba como una loca y sus tetazas se movían de un lado para otro, sin parar. Mis manos no daban abasto a acariciar sus piernas y sus tetazas. Pili cada vez se movía más y más fuerte y no se detuvo hasta que me corrí en su culo. Entonces se colocó de rodillas entre mis piernas, me quito el condón y me limpio la polla con su lengua juguetona.
Se tumbo conmigo y nos besamos unos minutos, antes de decidir vestirnos pues no debía quedar mucho para que el resto llegara a casa.
1 comentarios - Infiel al acabar el Camino de Santiago