El miedo, de quedar embarazada por la imprudencia de no cuidarme, me hacia prometer no volver a serle infiel a mi marido, fueron días en que mi cabeza trabajaba a 1000, luchaba por encontrar una solución a mi dilema, Ariel no se borro. Tuvimos una sola conversación después del examen, quedamos que el acataría mi decisión. Y obviamente me ayudaría.
Qué alegría sentí cuando se me hincharon los pechos!!!!! Al día siguiente comencé a menstruar. Ariel compartió mi alegría realmente no me sentí abandonada en ningún momento por él, al contrario su actitud despertó la sospecha en nuestros compañeros que entre nosotros pasaba algo, y obviamente no se equivocaban pero jamás dimos pie para confirmar las sospechas.
Termino el cuatrimestre, aprobamos la materia, mantuve mi promesa de fidelidad, me anote por la tarde y noche pues realmente fue un sacrificio el levantarme temprano, amamantar a Eze, y salir corriendo a la facu. Sentí que estaba descuidando a mi bebote y no estaba dispuesta a seguir soportando.
Salí sorteada en dos materias con Ariel. Me puse contenta, era un buen compañero de estudio y me constaba que era bueno en otros menesteres.
Además, si bien no éramos vecinos, no lo desviaba mucho acercarme a mi casa, así que tres veces por semana volvía en su auto. Una tarde que falto elprofesor de derecho Internacional, pasamos por su casa en busca de unos apuntes que necesitaba, era un chalet muy grande, con jardín y pileta conocí a la mama muy atenta y con ganas de indagar quien era la compañera del nene, me convido con café mientras charlaba muy animosamente, escrudiñando a su posible nuera, cuando terminamos la tasa Ariel que había desaparecido por varios minutos, me llevo a su departamento ubicado arriba de la cochera, en un costado de la casa. Se accedía o bien por la cocina de la casa principal o bien por la cochera. Realmente era su bulín, puso música, me senté en un sillón mientras buscaba los apuntes, los fue encontrando todos mezclados, se sentó junto a mí y mientras los compaginábamos, se fue acercando, me dio un par de besos que fui rechazando y pidiéndole que se comporte, no me hizo mucho caso siguió jugando de manos, tocándome las tetas, yo se las sacaba, y el insistía, cada vez fui poniendo menos resistencia, hasta que empezamos a rascar, cuando empezó a desvestirme, un poco inquieta por el horario decidí llamar a mi marido y dar las instrucciones justificando mi tardanza en un clase especial del titular de cátedra.El me alentó y me contesto recibite que yo me encargo acá de Ezequiel. Cuando llego le doy la teta. Nerviosa pensaba en que diría la madre.
- Quédate tranquila, mi mama no va a venir,- me aseguro
- seguro?- pregunte
- si, seguro Querés darte una ducha, tenés toallas limpias en el baño
Con un poco de vergüenza me duche, me arregle, perfume cuando el espejo me dijo estas bárbara, salí.En tanga sin corpiño porque estaba manchado de la leche que mis pechos maternos supuraban
El estaba con el torso desnudo, sentado esperándome en el sillón, vino a mi encuentro, su perfume era riquísimo, apago las luces, solo nos iluminaba una tenue luz que provenía del dormitorio, nuestro destino.
Por el camino, me fue besando, tocando lengüeteando el cuello las orejitas apoyando su erección, me sentó en la cama, parado frente a mí con el botón del jeans abierto, me fue pidiendo primero, que le baje el cierre, lo que hice con cuidado porque a todo lo largo se extendía su pijota, luego cuando estuvo libre me pidió que se la chupara, y cumplí su deseo unos minutos, hasta que se aparto.
Me giro y sobre la cama, me puso en 4 patitas y me la metió
Mientras me cogía jugaba con sus deditos en mi culito, que no era virgen, eso lo tentó, porque sin pedírmelo empezó a forcejear para hacérmelo. Me resistía, y élme susurraba que lo iba hacer despacio, mientras seguía introduciendo sus deditos, yo me negaba y forcejeaba. Tenía miedo. Pero queria
Se mantuvo firme y su fuerza me fue doblegando comencé a rogarle que no lo hiciera pero Ariel estaba dispuesto a todo.
Deje de resistirme, tomo las almohadas y la puso bajo mi vientre de manera que mi colita quede levantada. Sus dedos que mojaba con saliva y mis flujitos comenzaron a introducirse en mi culo. Fingía masdolorcito que el que en verdad sentía, quería no parecer tan trola. Pero quería intentarlo. Hacía mucho que no tenía sexo del duro, el embarazo el nacimiento me había alejado y ya sentía la necesidad de esa intensidad que mi marido no me daba.
Conclusión me hizo la cola, estuvo intentando, durante varios minutos y fue dilatándose hasta que su glande entro, se movía suavemente, por mi y por él, por mi para no hacerme doler y por él para no acabar.
Cuando le pareció suficiente, me la saco, se cambio el forrito se acostó a mi lado me mimo mucho me subió y tuve mi orgasmo, bien merecido. Volvió a girar con cuidado de no caernos de la cama y otra vez lo sentí arremeter contra mí y a medida que lo hacía me fui prendiendo de su cuerpo, tomando su ritmo y volví a acabar, el lo hizo segundo después que yo.
Estábamos reponiéndonos cuando sonó un intercomunicador la voz de la madre invitándome a cenar eran las 21,45 horas me agarro la desesperación, no encontré la bombacha, me puse el jeans, la camisetita era invierno, y el suéter. Unas ricas milanesas, con puré nos esperaban en la mesa. A la hora de volver a casa me llevo en su auto la mama se despidió invitándome otra vez ya que el interrogatorio que me había hecho durante la cena y la sobremesa la habían dejado conforme, le había contestado todo lo que ella quería escuchar, algunas eran verdad otra no, por ejemplo mi soltería.
Antes de bajarme le recordé que buscara mi bombacha.- En casa todo en orden me encerré en el baño para componerme y borrar el perfume de Ari y de sexo. Caí agotada
Qué alegría sentí cuando se me hincharon los pechos!!!!! Al día siguiente comencé a menstruar. Ariel compartió mi alegría realmente no me sentí abandonada en ningún momento por él, al contrario su actitud despertó la sospecha en nuestros compañeros que entre nosotros pasaba algo, y obviamente no se equivocaban pero jamás dimos pie para confirmar las sospechas.
Termino el cuatrimestre, aprobamos la materia, mantuve mi promesa de fidelidad, me anote por la tarde y noche pues realmente fue un sacrificio el levantarme temprano, amamantar a Eze, y salir corriendo a la facu. Sentí que estaba descuidando a mi bebote y no estaba dispuesta a seguir soportando.
Salí sorteada en dos materias con Ariel. Me puse contenta, era un buen compañero de estudio y me constaba que era bueno en otros menesteres.
Además, si bien no éramos vecinos, no lo desviaba mucho acercarme a mi casa, así que tres veces por semana volvía en su auto. Una tarde que falto elprofesor de derecho Internacional, pasamos por su casa en busca de unos apuntes que necesitaba, era un chalet muy grande, con jardín y pileta conocí a la mama muy atenta y con ganas de indagar quien era la compañera del nene, me convido con café mientras charlaba muy animosamente, escrudiñando a su posible nuera, cuando terminamos la tasa Ariel que había desaparecido por varios minutos, me llevo a su departamento ubicado arriba de la cochera, en un costado de la casa. Se accedía o bien por la cocina de la casa principal o bien por la cochera. Realmente era su bulín, puso música, me senté en un sillón mientras buscaba los apuntes, los fue encontrando todos mezclados, se sentó junto a mí y mientras los compaginábamos, se fue acercando, me dio un par de besos que fui rechazando y pidiéndole que se comporte, no me hizo mucho caso siguió jugando de manos, tocándome las tetas, yo se las sacaba, y el insistía, cada vez fui poniendo menos resistencia, hasta que empezamos a rascar, cuando empezó a desvestirme, un poco inquieta por el horario decidí llamar a mi marido y dar las instrucciones justificando mi tardanza en un clase especial del titular de cátedra.El me alentó y me contesto recibite que yo me encargo acá de Ezequiel. Cuando llego le doy la teta. Nerviosa pensaba en que diría la madre.
- Quédate tranquila, mi mama no va a venir,- me aseguro
- seguro?- pregunte
- si, seguro Querés darte una ducha, tenés toallas limpias en el baño
Con un poco de vergüenza me duche, me arregle, perfume cuando el espejo me dijo estas bárbara, salí.En tanga sin corpiño porque estaba manchado de la leche que mis pechos maternos supuraban
El estaba con el torso desnudo, sentado esperándome en el sillón, vino a mi encuentro, su perfume era riquísimo, apago las luces, solo nos iluminaba una tenue luz que provenía del dormitorio, nuestro destino.
Por el camino, me fue besando, tocando lengüeteando el cuello las orejitas apoyando su erección, me sentó en la cama, parado frente a mí con el botón del jeans abierto, me fue pidiendo primero, que le baje el cierre, lo que hice con cuidado porque a todo lo largo se extendía su pijota, luego cuando estuvo libre me pidió que se la chupara, y cumplí su deseo unos minutos, hasta que se aparto.
Me giro y sobre la cama, me puso en 4 patitas y me la metió
Mientras me cogía jugaba con sus deditos en mi culito, que no era virgen, eso lo tentó, porque sin pedírmelo empezó a forcejear para hacérmelo. Me resistía, y élme susurraba que lo iba hacer despacio, mientras seguía introduciendo sus deditos, yo me negaba y forcejeaba. Tenía miedo. Pero queria
Se mantuvo firme y su fuerza me fue doblegando comencé a rogarle que no lo hiciera pero Ariel estaba dispuesto a todo.
Deje de resistirme, tomo las almohadas y la puso bajo mi vientre de manera que mi colita quede levantada. Sus dedos que mojaba con saliva y mis flujitos comenzaron a introducirse en mi culo. Fingía masdolorcito que el que en verdad sentía, quería no parecer tan trola. Pero quería intentarlo. Hacía mucho que no tenía sexo del duro, el embarazo el nacimiento me había alejado y ya sentía la necesidad de esa intensidad que mi marido no me daba.
Conclusión me hizo la cola, estuvo intentando, durante varios minutos y fue dilatándose hasta que su glande entro, se movía suavemente, por mi y por él, por mi para no hacerme doler y por él para no acabar.
Cuando le pareció suficiente, me la saco, se cambio el forrito se acostó a mi lado me mimo mucho me subió y tuve mi orgasmo, bien merecido. Volvió a girar con cuidado de no caernos de la cama y otra vez lo sentí arremeter contra mí y a medida que lo hacía me fui prendiendo de su cuerpo, tomando su ritmo y volví a acabar, el lo hizo segundo después que yo.
Estábamos reponiéndonos cuando sonó un intercomunicador la voz de la madre invitándome a cenar eran las 21,45 horas me agarro la desesperación, no encontré la bombacha, me puse el jeans, la camisetita era invierno, y el suéter. Unas ricas milanesas, con puré nos esperaban en la mesa. A la hora de volver a casa me llevo en su auto la mama se despidió invitándome otra vez ya que el interrogatorio que me había hecho durante la cena y la sobremesa la habían dejado conforme, le había contestado todo lo que ella quería escuchar, algunas eran verdad otra no, por ejemplo mi soltería.
Antes de bajarme le recordé que buscara mi bombacha.- En casa todo en orden me encerré en el baño para componerme y borrar el perfume de Ari y de sexo. Caí agotada
4 comentarios - Compañeros de facultad cap 2