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Cornudo entregado a mi ex 4

Cornudo entregado a mi ex 4

La semana siguiente hablamos el miércoles, el domingo a las cuatro me esperaba en su casa, que fuera puntual, me dijo y me hizo gracia, a las cuatro y media llegaba Marcos, después me contaba más.
Llegué cuatro menos cinco, me bajó a abrir, tenía ese mismo vestido negro de la última vez que nos vimos, el pelo planchado, los labios de un rojo fuerte, los zapatos de taco aguja, me abrió la puerta.
-No te doy un beso no me quiero despintar los labios… pasa…
Fuimos en el ascensor, le miraba el culo, se apoyó un poco contra mi le acaricié la cola, que delicia, le levanté el vestido, me arrodillé y le di un suave mordisco en la cola, llegamos al quinto.
-Ya está bien por hoy… no te abuses… -me dijo bajando del ascensor. Entramos a su casa, estaba todo cambiado, un sillón de dos cuerpos que siempre quería comprar y yo no quería, la habitación estaba bastante parecida.
-Te voy a dar una llave de abajo… así cuando te quieras ir te podes ir… estoy segura que vas a durar muy poco… vas a acabar enseguida… estoy casi segura… no te pajeas desde el jueves?
-Te dije que no…
-Bien… no creo que dures mucho entonces… me gustaría decirte cornudo… pero no sería exacto… no…? toma… -me dijo dándome las llaves y un preservativo- cuando quieras te lo pones, no quiero que estés desnudo… al menos no por ahora… te podes tocar, apretarte el bulto sobre el pantalón… pero no te toques mucho porque vas a durar menos todavía… -dijo riéndose hermosa.- cuando pierdas la calentura vas a querer salir corriendo… por eso te doy la llave…
Me sirvió un vaso de cerveza y brindamos, hablamos de Mara aunque los dos sentimos que no era el mejor momento, sonó el timbre, contesto que bajaba. Me miró el bulto, me hizo sacar el miembro y me puso el preservativo con la boca.
-Eso es lo más cerca que vas a sentir mis labios por ahora… -dijo otra vez riéndose- Nosotros hacemos de cuenta que no estás… trata de no molestar… y cuando te quieras ir ya sabes…
Entraron al departamento y ya estaban apretando, fueron hacia el living, ella lo besaba agarrándolo del cuello y el amasaba el culazo de Romi, de a ratos sobre el vestido, de a ratos levantándolo y dándome un primer plano de su culo entangado, ella bajó una de sus manos y bajo el cierre de su pantalón, se puso de rodillas lo miro a los ojos, le desabotonó el pantalón y lo bajo, le acarició y mordisqueo el bulto sobre el bóxer, él le levantó el vestido y jugaba con su conchita acariciándola, le corrió la tanga y empezó a darle dedo, ella gemía suave, sensual, por fin bajo su bóxer era una herramienta inmensa, el prepucio la cubría, tenía una curvatura hacia abajo, que no había visto nunca en vivo, solo en videos, ella se hizo una colita en el pelo, él estaba fascinado viendo la cara de puta de Romi y empezó con una de sus mamadas que yo no resistía más de dos minutos sin acabar, el tipo aguantaba un montón. Me sentí muy cerca de llegar y me fui a la cocina. Tomé un trago de cerveza, escuchaba los sonidos del comedor, los gemidos de Romi, estuve un rato en la cocina.
Cuando volví al comedor el tipo estaba totalmente desnudo sentado en el sillón, su pija con un forro puesto incrustada en la concha de Romí que lo montaba con el vestido puesto, los pechos por afuera, el vestido levantado por atrás, veía el culo como se movía, lo estaba cogiendo duro al flaco, por la cara de romi me di cuenta que estaba cerca de llegar, apuro sus movimientos sobre el flaco y en un momento se clavó sobre él, que le chupaba los pechos, Romi cerró los ojos, con su boca entreabierta, con esa cara de puta preciosa que tiene al acabar y sin tocarme otra vez acabé como un marrano y así, me sentí, fui al baño, me saqué el preservativo, escuchaba los gemidos del comedor, quería irme pero los gemidos de romi eran un imán. Estuve dudando junto a la puerta, la escuchaba gemir y no me pude resistir, mi pija morcillona, no reaccionaba todavía, volví al comedor, Romi en ropa interior, la tanga corrida a un costado, de perrito con el cuerpo sobre el sillón, la cabeza girada mirándolo al tipo que la agarraba de la cintura y le daba bien duro, los gemidos de Romi aumentaban de intensidad, él se inclinó sobre ella y la beso, se quedó apoyado en su espalda besándose suavemente mientras se movía suave sobre ella. Me di un par de apretones sobre mi bulto, el tipo se salió de Romi y empezó a chuparla alternando entre sus dos agujeros, jugaba además con sus dedos, le escupió el culo y lentamente empezó a meter semejante herramienta, romi tenía la cabeza apoyada en el sillón, la cara de costado, los ojos cerrados la boca abierta, la fue metiendo bien despacio, solo entró un poco, salió y cuando volvió a meter metió un poco más, y así hasta que la tuvo casi ensartada a fondo, me di unos cuantos toques y volví a acabar, esta vez me ensucié todo, no fue tan abundante por suerte mi corrida, pero me acordaba de mi primer año de secundario cuando íbamos al cine a ver películas prohibidas y nos tocábamos sobre el pantalón, manchándonos y volviendo en colectivo a casa todos sucios, ah la adolescencia, me fui de nuevo a la cocina, tomé toda la cerveza que quedaba y salí, no había nadie en el palier del edificio en la calle nada me importaba estuve caminando como una hora para llegar a casa, mientras caminaba pensaba en las pocas veces en que Romí había querido hacerlo por atrás, decía que no le gustaba o le dolía, ahora me parecía que le encantaba y lo disfrutaba como una perra, cuando llegué me fui a bañar. Cuando salí de bañarme vi el celular había un mensaje de romi
-Acabaste… verdad…?
-Si…
-Qué suerte que te di el preservativo…
-Igual no me pude ir enseguida… seguí mirando y acabé otra vez… me ensucie todo…
-Me calienta mucho que te hayas pajeado hasta mancharte… serías un buen cornudo… te voy a mandar un par de fotos… seguro que cansado como estás te pajeas de nuevo… estás si son de hoy…
Al rato sonó mi celular, no las miré, le contesté
-Antes de dormir las miro…
-Que tengas dulces sueños… -y un emoticón de besito.
Cené mirando series, tomé un par de vasos de vino, estaba cansado, pero me sentía levantando temperatura, abrí las fotos
La primera Romí estaba de perrito en el sillón como la había visto, la tanga corrida a un costado, ella separando los cachetes de su culo, se veía el agujero del culo bien abierto y la leche del flaco tirada sobre él goteando hacia su almejita, en la otra Romi de rodillas delante del flaco, sus dos manos en su almejita, levantando los pechos que sobresalían sobre el sujetador, la cara blureada y la boca abierta mostrando toda la corrida de su joven amante, otra vez me masturbe como un mono, me serví una copa de vino más y me desmayé hasta el día siguiente, en el trabajo, estuve todo el día como un zombi.

3 comentarios - Cornudo entregado a mi ex 4

Rafanadal17 +1
Excelente relato. Paja asegurada
CjC12 +1
Qué buena puta