Un buen mañanero amerita una buena ducha, y con unos minutos de separación entre Maca y Marcos, entramos a la ducha nosotros dos. La ducha encendida, Serena ya se había metido y yo estaba lavandome los dientes, completamente desnudo y listo para sumarme. La ducha no es muy grande, está en la esquina izquierda del baño, en la esquina derecha está la ventana, por la cual se puede ver el lavamanos del baño si uno mirase para adentro. Pero uno no debería mirar para adentro, salvo que seas Alana, de todas las amigas a la que menos me esperaba era a la flaquita, morocha y simpática Alana. Desde la ducha Serena no podía verla, pero desde el espejo tríptico de este baño noté sus lentes por un reflejo. Me hice el boludo y no miré, pero definitivamente estaba ahí espiando. El morbo me sobrepasó y mientras me enjuagaba los dientes con un buche, empecé a tocarme, para que Alana pudiera verme erecto. Me miré un rato más como haciendome el distraído y giré hacia la ventana, si no la hubiese visto antes ni me habría dado cuenta que estaba porque se agachó muy ágilmente, pero ahí estaba. Mi verdugo.
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Después de una buena ducha con Sere, estábamos frescos y listos para encarar el tercer día. Por un lado quería disfrutar de mi día, hacerme el boludo y simplemente pasarlo como si nada sucediera. Pero una parte de mí volvía a esa imagen, a Alana mirandome por la ventana, morbosa como pocas viendo como me cepillaba los dientes en bolas mientras mi novia SU AMIGA estaba en la ducha.
El desayuno fue muy gracioso, ya todos sabíamos lo de Marcos y Maca y por ende ellos ya no querían ocultarlo. Estaban a pleno tocandose por cualquier boludes, pegados en todo momento y con una tensión sexual que inundaba el aire. Lo bueno es que no era incómodo, de hecho se creó entre los 2 grupos un clima muy cándido y jodón que desembocaba en hablar o hacer chistes de sexo constantemente, era como una regresión a la adolescencia y todos estábamos a bordo. Alana sobretodo.
El calor empezaba a calentar el quincho y ahí estábamos todos, escuchando música, fumando porros como cigarrillos y entrando en el humor que el día pretendía. Empecé a pasar el sacahojas en la pileta, Serena estaba jugando al truco con Macarena y dos amigos míos. El resto de los chicos mirando la partida y charlando con bebidas en mano. Alana se levantó y vino al borde de la pileta justo cuando estaba pegando la vuelta y se interpuso en mi camino.
- Qué onda el agua? Está fría?
- No me fijé la verdad pero con este calor espero que esté linda
- Sí, para mí está linda -dijo mientras probaba el agua con los pies. Me miraba de reojo y se sonreía.
- Y? Cómo la ves?
- Muy buena, viste que c...
Ni la dejé terminar, le pegué un buen empujón y la tiré al agua. "Ahí tenes la concha de tu vieja" me dije a mí mismo con una sonrisa. Por la cara que puso, el agua estaba muy fría, los chicos en el quincho se reían y ella...bueno ella también se reía pero claramente estaba molesta.
- Sos un hijo de puta! Jajajaj, ayudame a salir, idiota.
- Viste que yo también puedo joderte? -tranquilo Manu...no te regales.
Me miró extrañada, pero extendió su mano y apenas la agarré, me lanzó adentro con ella. Una verdadera tramposa, me regalé y esto era un juego de poder. En el quincho, las risas no faltaron y los zambullidos despertaron las ganas del grupo de ranchear en la pileta.
Eran recién las 12 del mediodía, el sol en su apogeo y nuestro estado mental...se imaginarán que empezar a tomar alcohol bajo el sol y fumar marihuana desde las 11 de la mañana no te lleva a estar precisamente con los patitos en fila. Sumado el clima de perversión que rondaba por el aire, las cosas claramente iban a tomar un giro interesante y bastó que Tatiana, con su bikini desabrochada y sin darse cuenta, se diera vuelta para tomar sol de frente. Uno de mis amigos, Fepa, notó el descuido.
- Ah bueno, no sabía que pintaba esa. -sin más preámbulos se sacó el traje de baño.
Con los chicos nos empezamos a morir de la risa, las chicas acompañaron el sentimiento y Tatiana con las formas secas que la caracterizan remató.
- Por lo menos yo les doy algo interesante para mirar.
- Pero mirá que soy un tipo laburador, le pongo mucha onda
- Ponele onda a la música entonces
A la tarde muchos se fueron a dormir la siesta, otros se quedaron en la pileta y yo me puse a caminar por el campo. A lo lejos vi que había alguien en la tranquera, de lejos me di cuenta que esa figura escueta era de Alana.
- Esperabas a alguien?
- Que? Ah, jajaja no. Me gusta esta parte porque se ven los caballos de en frente. Y quería alejarme un poco de la música..
- Sí, sí. Todo muy manija.
- Sí mal.
Un calor me recorrió el estómago, de repente todo el alcohol y lo que había fumado parecía no existir. Me sentía en un momento de claridad total, sentía que tenía que encarar la situación, pero eso no quería decir que la ansiedad no me estuviera devorando por dentro. Suspiré con un pesar muy notorio.
- Todo bien...?
- Sí...dame un segundo...
- Querés que llame a Fepa o...
- Se que fuiste vos, Alu. Decime la posta.
De repente el pánico se disipó, pero parecía que se lo había transmitido en un abrir y cerrar de ojos a Alana.
- Dejemonos de joder Alu, no está bueno y no le hace bien a nadie, yo ya no puedo más.
- Manu, te juro que no va a volver a pasar.
- Te aseguro que no, y todo lo que viste más vale que te lo borres de la memoria. Borralo de todos lados de hecho.
- Cómo sabes...? Ok, saque una foto nada más te lo juro, no le digas a Sere. Por favor Manu.
- Eso, borra todo. Cómo me encontraste?
- Eh?
- Que cómo me encontraste.
- ....en el baño? Escuché un ruido y nada, pasé y te ví, podría haber sido cualquiera, te juro que no es con vos osea sos lindo pero...osea obviamente Sere es mi amiga y yo...
- Cortala. Lo del baño no me importa, lo otro.
- Pará, pará. Qué otro? -el pánico comenzó a asomarse nuevamente. Entendí todo mal? Alana realmente es inocente y su único pecado fue espiar por una ventana?
- Manu, de que otro hablas? Yo no hice nada más, por favor no le digas a Sere, plis. No va a volver a pasar. Me conoces y sabés que soy súper ubicada jamás haría algo...
- Alu para un poco. -No puede ser...claramente Alana no se está haciendo la boluda, está aterrorizada, piensa que la encaré por su boludes de la ventana. Osea que si ella no es mi verdugo...sigo cagado.
En este momento la calma que manejaba se convirtió en esa desesperación que te hace pensar 600 cosas en 5 segundos. Alana=inocente=mi verdugo sigue por ahí=sigo en el horno=tengo que conseguir el video de la paja porque sino mi relación con Sere está 100% terminada. Es increíble tener que hacer cosas que solamente te entierran más, para salvar una relación. Es paradójico, es maquiavélico. Está Alana acá, estamos solos, me pide por favor que no le cuente a Sere...es mi ventana.
- Manu...por favor, decí algo.
- Alu, lo que hiciste es una cagada.
- Sí, ya se, pero necesito que no le d...
- Te gustó? -se congeló - lo que viste, te gustó?
- Qué me estás preguntando, Manu? Fue un accidente
- No fue un accidente, te ví por el espejo. Mirá. Yo no le cuento a Sere. Pero acá vamos a tener que hacer algo.
Pensé que me iba a costar más. Apenas terminé mi frase Alana se avalanzó sobre mí y comenzó a besarme. Decía cosas como "No lo puedo creer" y "Al fin". La tramposa estaba buscando esto! La frené y le dije que no íbamos a hacer más que una paja (sí, tengo mis principios). Y como condición final le dije que quería grabarla. Le aseguré que era solamente para mí, le prometí que nunca nadie más iba a ver ese video. Con tal de tener mi verga en la mano accedió sin pensarlo.
🔴REC
- No le vas a decir nada no? -Le decía Alana a la cámara mientras sacaba mi miembro de mi traje de baño
- No obvio, tenés que agarrarla lo único.
- Si, yo me porto bien, te lo prometo.
- Muy bien.
Se escupió la mano y comenzó a lubricar todo mi pene con su mano pequeña y flaca. Tenía las manos muy muy suaves y su saliva corría entre las pieles como una seda. La presión de su paja era increíble, cerré los ojos y de repente todo el alcohol y la droga me llevaron por un viaje de sensaciones descomunal.
- La tenés durísima boludo
Acercó su cara y la frené.
- Sólo paja, solo manos.
- Dalee, un poco nada más.
- No, en qué quedamos? Portate bien.
No dijo nada, siguió recorriendo mi glande con la suavidad de su piel y cada movimiento me hacía cosquillear los huevos, todo el estómago y no podía evitar cerrar los ojos para perderme en esa sensación. Cómo les explico que me estaba haciendo la mejor paja de mi vida? No lo se, quizás estaba muy drogado pero las manos de esta muchacha me estaban llevando a un estado de ebriedad de placer que claramente se notaba, porque tardé aproximadamente 2 minutos en darme cuenta que se estaba tragando toda mi verga. Quise molestarme pero, honestamente, ya estaba todo dado. La cámara seguía filmando y ella seguía haciendose buches con mi pene, glaseandolo con su corrediza saliva, acompañando cada garganteada con su mano chiquita, presionando suavemente y masajeando mis bolas de vez en cuando con la misma baba que caía de su boca ejemplar. Entramos en un ritmo y coordinación espectaculares, yo tiraba mi cadera para atrás y ella alejaba su cabeza mirando a la cámara, luego mi cadera iba hacia adelante, su cabeza engullía mi miembro y doblaba ligeramente su cuello cada vez que se lo comía. La lujuria era tal que empecé a soltar ligeros gemidos sin darme cuenta, y ella gemía con cada chupada babosa que me propiciaba, apenas noté como se estaba tocando desesperadamente por encima de la bikini. Sentía que estaba a punto de explotar. Pero ella se frenó. Se me quedó mirando. Apagué la cámara y solita se puso de frente contra la tranquera. Su cola era huesuda, pero muy firme y suave. No dijimos una sola palabra, ella miraba para atrás esperandome. Mi verga estaba hinchada, dura y rojiza. Corrí su bikini a un costado y con una rápida lamida en su mano se mojó la vulva. Apenas rocé sus labios con mi pene y soltó un suspiro con un leve gemido, me puso durísimo. Repetí la acción y paró más la cola, moviendola despacio de lado a lado. Lentamente comencé a presionar contra su húmedo sexo y ella se tiraba contrá mí, empujándose con la tranquera. Se me ocurrió subirle las piernas al tablón medio de la misma de manera que ella quedara casi sentada, con el culito al aire y su vulva completamente expuesta. Su respiración estaba muy agitada, yo no me quedaba atrás. Me arrodillé y de repente al nivel de mis ojos se encontraba su sexo, excitado, ligeramente hinchado y depilado. Le propicié lamidas por todos lados, mordidas suaves y besos mojados. Su sabor era nuevo, diferente, delicioso, excitación pura. Si no hubiese sido por mi lengua recogiéndolos, sus jugos habrían alcanzado la tierra debajo nuestro. Me levanté, nuevamente rocé su piel con la mía y en un húmedo desliz, me encontraba dentro de ella, ella aferrándose fuerte a la tranquera y yo sosteniendo su pequeño culito. Empecé a meterme cada vez más profundo y sus suspiros eran largos, siempre terminados por gemidos y casualmente acompañados de un "Ay sí". Cogimos muy plácidamente, la cálida luz del atardecer le pegaba en la espalda y hacía brillar su piel, la suavidad de su culo me tentaba a acariciarlo constantemente mientras le enterraba amablemente mi verga adentro. Su vulva estaba completamente relajada, húmeda y calentita. La tomaba del pelo, y en un momento se las arregló para usar la tranquera como apoyo para moverse sobre mi miembro, arriba y abajo, moviendo la cintura con total fluidez, de costado a costado lentamente tentándome a penetrar con cierto apuro su calma. Pareciera haber sido una eternidad, pero diría que fueron 20 minutos antes de que mi verga estuviera a punto de explotar totalmente, la escena fue asombrosa. Comencé a penetrarla muy profundo y sus gemidos suaves supo acompañarlos con su movimiento de caderas, la coordinación era absoluta. Tapé su boca y la tomé por el culo, permitiendome abrir un poco más sus labios. Saqué mi pene y me descargué completamente sobre su espalda. La bajé del tablón de la tranquera, me besó y me dijo:
- Esto fue nuestro. De nadie más.
- Nuestro..
Finalmente me pidió que le limpiara la espalda con el interior de la parte superior de su bikini, y se lo volvió a poner. De tan solo pensarlo me vuelvo a poner duro.
Debo admitir que esa situación me hizo dudar muchísimo sobre mi relación con Serena, y lo extraño de creer estar conectado con alguien sexualmente, cuando de repente te cogen de esta manera.
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Mmm, se puso rara la cosa. ¿A Manuel le pasarán cosas con Alana? ¡Seguime para ver que pasa en la parte 6!
Partes:
[Parte 1]
[Parte 2]
[Parte 3]
[Parte 4]
[Parte 6]
Si te gustó comentá que lo leo, dejá puntos que los cuido y si querés mandarme MD lo respondo 🙂
~Saludos~
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Después de una buena ducha con Sere, estábamos frescos y listos para encarar el tercer día. Por un lado quería disfrutar de mi día, hacerme el boludo y simplemente pasarlo como si nada sucediera. Pero una parte de mí volvía a esa imagen, a Alana mirandome por la ventana, morbosa como pocas viendo como me cepillaba los dientes en bolas mientras mi novia SU AMIGA estaba en la ducha.
El desayuno fue muy gracioso, ya todos sabíamos lo de Marcos y Maca y por ende ellos ya no querían ocultarlo. Estaban a pleno tocandose por cualquier boludes, pegados en todo momento y con una tensión sexual que inundaba el aire. Lo bueno es que no era incómodo, de hecho se creó entre los 2 grupos un clima muy cándido y jodón que desembocaba en hablar o hacer chistes de sexo constantemente, era como una regresión a la adolescencia y todos estábamos a bordo. Alana sobretodo.
El calor empezaba a calentar el quincho y ahí estábamos todos, escuchando música, fumando porros como cigarrillos y entrando en el humor que el día pretendía. Empecé a pasar el sacahojas en la pileta, Serena estaba jugando al truco con Macarena y dos amigos míos. El resto de los chicos mirando la partida y charlando con bebidas en mano. Alana se levantó y vino al borde de la pileta justo cuando estaba pegando la vuelta y se interpuso en mi camino.
- Qué onda el agua? Está fría?
- No me fijé la verdad pero con este calor espero que esté linda
- Sí, para mí está linda -dijo mientras probaba el agua con los pies. Me miraba de reojo y se sonreía.
- Y? Cómo la ves?
- Muy buena, viste que c...
Ni la dejé terminar, le pegué un buen empujón y la tiré al agua. "Ahí tenes la concha de tu vieja" me dije a mí mismo con una sonrisa. Por la cara que puso, el agua estaba muy fría, los chicos en el quincho se reían y ella...bueno ella también se reía pero claramente estaba molesta.
- Sos un hijo de puta! Jajajaj, ayudame a salir, idiota.
- Viste que yo también puedo joderte? -tranquilo Manu...no te regales.
Me miró extrañada, pero extendió su mano y apenas la agarré, me lanzó adentro con ella. Una verdadera tramposa, me regalé y esto era un juego de poder. En el quincho, las risas no faltaron y los zambullidos despertaron las ganas del grupo de ranchear en la pileta.
Eran recién las 12 del mediodía, el sol en su apogeo y nuestro estado mental...se imaginarán que empezar a tomar alcohol bajo el sol y fumar marihuana desde las 11 de la mañana no te lleva a estar precisamente con los patitos en fila. Sumado el clima de perversión que rondaba por el aire, las cosas claramente iban a tomar un giro interesante y bastó que Tatiana, con su bikini desabrochada y sin darse cuenta, se diera vuelta para tomar sol de frente. Uno de mis amigos, Fepa, notó el descuido.
- Ah bueno, no sabía que pintaba esa. -sin más preámbulos se sacó el traje de baño.
Con los chicos nos empezamos a morir de la risa, las chicas acompañaron el sentimiento y Tatiana con las formas secas que la caracterizan remató.
- Por lo menos yo les doy algo interesante para mirar.
- Pero mirá que soy un tipo laburador, le pongo mucha onda
- Ponele onda a la música entonces
A la tarde muchos se fueron a dormir la siesta, otros se quedaron en la pileta y yo me puse a caminar por el campo. A lo lejos vi que había alguien en la tranquera, de lejos me di cuenta que esa figura escueta era de Alana.
- Esperabas a alguien?
- Que? Ah, jajaja no. Me gusta esta parte porque se ven los caballos de en frente. Y quería alejarme un poco de la música..
- Sí, sí. Todo muy manija.
- Sí mal.
Un calor me recorrió el estómago, de repente todo el alcohol y lo que había fumado parecía no existir. Me sentía en un momento de claridad total, sentía que tenía que encarar la situación, pero eso no quería decir que la ansiedad no me estuviera devorando por dentro. Suspiré con un pesar muy notorio.
- Todo bien...?
- Sí...dame un segundo...
- Querés que llame a Fepa o...
- Se que fuiste vos, Alu. Decime la posta.
De repente el pánico se disipó, pero parecía que se lo había transmitido en un abrir y cerrar de ojos a Alana.
- Dejemonos de joder Alu, no está bueno y no le hace bien a nadie, yo ya no puedo más.
- Manu, te juro que no va a volver a pasar.
- Te aseguro que no, y todo lo que viste más vale que te lo borres de la memoria. Borralo de todos lados de hecho.
- Cómo sabes...? Ok, saque una foto nada más te lo juro, no le digas a Sere. Por favor Manu.
- Eso, borra todo. Cómo me encontraste?
- Eh?
- Que cómo me encontraste.
- ....en el baño? Escuché un ruido y nada, pasé y te ví, podría haber sido cualquiera, te juro que no es con vos osea sos lindo pero...osea obviamente Sere es mi amiga y yo...
- Cortala. Lo del baño no me importa, lo otro.
- Pará, pará. Qué otro? -el pánico comenzó a asomarse nuevamente. Entendí todo mal? Alana realmente es inocente y su único pecado fue espiar por una ventana?
- Manu, de que otro hablas? Yo no hice nada más, por favor no le digas a Sere, plis. No va a volver a pasar. Me conoces y sabés que soy súper ubicada jamás haría algo...
- Alu para un poco. -No puede ser...claramente Alana no se está haciendo la boluda, está aterrorizada, piensa que la encaré por su boludes de la ventana. Osea que si ella no es mi verdugo...sigo cagado.
En este momento la calma que manejaba se convirtió en esa desesperación que te hace pensar 600 cosas en 5 segundos. Alana=inocente=mi verdugo sigue por ahí=sigo en el horno=tengo que conseguir el video de la paja porque sino mi relación con Sere está 100% terminada. Es increíble tener que hacer cosas que solamente te entierran más, para salvar una relación. Es paradójico, es maquiavélico. Está Alana acá, estamos solos, me pide por favor que no le cuente a Sere...es mi ventana.
- Manu...por favor, decí algo.
- Alu, lo que hiciste es una cagada.
- Sí, ya se, pero necesito que no le d...
- Te gustó? -se congeló - lo que viste, te gustó?
- Qué me estás preguntando, Manu? Fue un accidente
- No fue un accidente, te ví por el espejo. Mirá. Yo no le cuento a Sere. Pero acá vamos a tener que hacer algo.
Pensé que me iba a costar más. Apenas terminé mi frase Alana se avalanzó sobre mí y comenzó a besarme. Decía cosas como "No lo puedo creer" y "Al fin". La tramposa estaba buscando esto! La frené y le dije que no íbamos a hacer más que una paja (sí, tengo mis principios). Y como condición final le dije que quería grabarla. Le aseguré que era solamente para mí, le prometí que nunca nadie más iba a ver ese video. Con tal de tener mi verga en la mano accedió sin pensarlo.
🔴REC
- No le vas a decir nada no? -Le decía Alana a la cámara mientras sacaba mi miembro de mi traje de baño
- No obvio, tenés que agarrarla lo único.
- Si, yo me porto bien, te lo prometo.
- Muy bien.
Se escupió la mano y comenzó a lubricar todo mi pene con su mano pequeña y flaca. Tenía las manos muy muy suaves y su saliva corría entre las pieles como una seda. La presión de su paja era increíble, cerré los ojos y de repente todo el alcohol y la droga me llevaron por un viaje de sensaciones descomunal.
- La tenés durísima boludo
Acercó su cara y la frené.
- Sólo paja, solo manos.
- Dalee, un poco nada más.
- No, en qué quedamos? Portate bien.
No dijo nada, siguió recorriendo mi glande con la suavidad de su piel y cada movimiento me hacía cosquillear los huevos, todo el estómago y no podía evitar cerrar los ojos para perderme en esa sensación. Cómo les explico que me estaba haciendo la mejor paja de mi vida? No lo se, quizás estaba muy drogado pero las manos de esta muchacha me estaban llevando a un estado de ebriedad de placer que claramente se notaba, porque tardé aproximadamente 2 minutos en darme cuenta que se estaba tragando toda mi verga. Quise molestarme pero, honestamente, ya estaba todo dado. La cámara seguía filmando y ella seguía haciendose buches con mi pene, glaseandolo con su corrediza saliva, acompañando cada garganteada con su mano chiquita, presionando suavemente y masajeando mis bolas de vez en cuando con la misma baba que caía de su boca ejemplar. Entramos en un ritmo y coordinación espectaculares, yo tiraba mi cadera para atrás y ella alejaba su cabeza mirando a la cámara, luego mi cadera iba hacia adelante, su cabeza engullía mi miembro y doblaba ligeramente su cuello cada vez que se lo comía. La lujuria era tal que empecé a soltar ligeros gemidos sin darme cuenta, y ella gemía con cada chupada babosa que me propiciaba, apenas noté como se estaba tocando desesperadamente por encima de la bikini. Sentía que estaba a punto de explotar. Pero ella se frenó. Se me quedó mirando. Apagué la cámara y solita se puso de frente contra la tranquera. Su cola era huesuda, pero muy firme y suave. No dijimos una sola palabra, ella miraba para atrás esperandome. Mi verga estaba hinchada, dura y rojiza. Corrí su bikini a un costado y con una rápida lamida en su mano se mojó la vulva. Apenas rocé sus labios con mi pene y soltó un suspiro con un leve gemido, me puso durísimo. Repetí la acción y paró más la cola, moviendola despacio de lado a lado. Lentamente comencé a presionar contra su húmedo sexo y ella se tiraba contrá mí, empujándose con la tranquera. Se me ocurrió subirle las piernas al tablón medio de la misma de manera que ella quedara casi sentada, con el culito al aire y su vulva completamente expuesta. Su respiración estaba muy agitada, yo no me quedaba atrás. Me arrodillé y de repente al nivel de mis ojos se encontraba su sexo, excitado, ligeramente hinchado y depilado. Le propicié lamidas por todos lados, mordidas suaves y besos mojados. Su sabor era nuevo, diferente, delicioso, excitación pura. Si no hubiese sido por mi lengua recogiéndolos, sus jugos habrían alcanzado la tierra debajo nuestro. Me levanté, nuevamente rocé su piel con la mía y en un húmedo desliz, me encontraba dentro de ella, ella aferrándose fuerte a la tranquera y yo sosteniendo su pequeño culito. Empecé a meterme cada vez más profundo y sus suspiros eran largos, siempre terminados por gemidos y casualmente acompañados de un "Ay sí". Cogimos muy plácidamente, la cálida luz del atardecer le pegaba en la espalda y hacía brillar su piel, la suavidad de su culo me tentaba a acariciarlo constantemente mientras le enterraba amablemente mi verga adentro. Su vulva estaba completamente relajada, húmeda y calentita. La tomaba del pelo, y en un momento se las arregló para usar la tranquera como apoyo para moverse sobre mi miembro, arriba y abajo, moviendo la cintura con total fluidez, de costado a costado lentamente tentándome a penetrar con cierto apuro su calma. Pareciera haber sido una eternidad, pero diría que fueron 20 minutos antes de que mi verga estuviera a punto de explotar totalmente, la escena fue asombrosa. Comencé a penetrarla muy profundo y sus gemidos suaves supo acompañarlos con su movimiento de caderas, la coordinación era absoluta. Tapé su boca y la tomé por el culo, permitiendome abrir un poco más sus labios. Saqué mi pene y me descargué completamente sobre su espalda. La bajé del tablón de la tranquera, me besó y me dijo:
- Esto fue nuestro. De nadie más.
- Nuestro..
Finalmente me pidió que le limpiara la espalda con el interior de la parte superior de su bikini, y se lo volvió a poner. De tan solo pensarlo me vuelvo a poner duro.
Debo admitir que esa situación me hizo dudar muchísimo sobre mi relación con Serena, y lo extraño de creer estar conectado con alguien sexualmente, cuando de repente te cogen de esta manera.
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Mmm, se puso rara la cosa. ¿A Manuel le pasarán cosas con Alana? ¡Seguime para ver que pasa en la parte 6!
Partes:
[Parte 1]
[Parte 2]
[Parte 3]
[Parte 4]
[Parte 6]
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