Manoseo en el subte

Buenas gente, este es mi primer relato/experiencia asi que espero que les guste.
Tambien estaria bueno que dejen algun comentario diciendo que agregaria o que les intereso o que cambiar y si alguna vez tuvieron una experiencia similar. 

Hoy me tuve que tomar el subte como todos los días para ir a trabajar. Como es habitual uso el subte linea A, cuando llego a la estación acoyte, no habia mucha gente aun, talvez porque es viernes o porque el subte estaba sin demora, en fin, luego de esperar unos minutos, llega la formación y subo.
Dentro del vago había bastante gente, pero no repleto, despues de la pandemia ya es mas comun viajar con espacio, busco donde ubicarme y cerca habia una mujer de unos 35/40 años, de pelo enrulado rubio, de 1,70 aproximadamente con una muy linda ropa para ir a la oficina imagino, un pantalon de vestir y una camisa blanca
Llevaba una cartera bastante grande, colgada al hombro que venia agarrando con su brazo y la mano en la parte inferior sosteniendo.
Me agarro del pasamano y entre movimientos y que la gente se acomodaba yo quedo pegado a esta bella mujer, y veo que su mano queda muy próxima a mi pija, que por el tamaño y el corte del pantalón se me marcaba bastante, en un descuido y como sin querer roza mi bulto con su mano, a los pocos segundo, vuelve a rozarme el pantalón con la parte externa de la mano. Ya llegando a la proxima estacion sube mas gente al vagon, por lo que quedamos mas pegados entonces ya siento su mano apretandome contra mi pija con mas fuerza, pero a los pocos segundos la aleja. Vuelvo a sentir esa presión contra mi verga ya estaba media dura, y ella la podía sentir que se estaba endureciendo cada vez que la presionaba. Nunca cruzamos mirada, nos hacíamos los distraídos , pero ya ambos sabíamos lo que estábamos haciendo, ella seguía con su mano apoyada en mi pija que ya estaba dura y movía su mano, la recorría entera, la presionaba, usaba los dedos para acariciarla mejor, cada tanto le gustaba presionar su mano contra mi verga para sentir lo dura que estaba, ya faltando dos estaciones, se animo a mas y abrio la mano y la agarra con la mano abierta como para pajearme, la volvía a acariciar con los dedos, ella disfrutaba que saber que mi pija completamente endurecida era suya, la podía tocar como quisiera en un subte lleno gente. Llegamos a destino y cada uno se bajo y continuo su dia con normalidad, como si nada hubiera pasado, pero ambos éramos complices de lo que paso.