Había quedado con mi follamiga Cristina C en un hotel para tener una buena tarde de diversión y sexo. Cuando llegue ya estaba ella en la habitación con un precioso traje negro, ajustado, marcando su culazo y sus pechitos, con pequeño escote redondo y falda hasta medio muslo. Nos saludamos con un buen beso y brindamos con una copa de champagne, mientras la acariciaba su culazo.
Cristina dijo que tenia que ir al baño. Cuando salió de el me quede a cuadros. Se había cambiado de ropa y ahora llevaba un supersexy y morbosísimo camisón, largo hasta el suelo, de tirantes finos, con escotazo con aros, transparente con unas flores de encaje negras, tapando sus pechos y su coño y que dejaba ver bien que no llevaba nada mas debajo. Además, tenía puesto un chal, también negro transparente, hasta el suelo.
Se me puso durísima solo con verla. Tras hacer unos bailecitos sexys bajo el marco de la puerta del baño, se me acerco sonriendo y nos comenzamos a besar. Mis manos volvieron a acariciar su culazo. Cuando esta comenzó a acariciar mi paquete, cogí su chal y se lo quité. Comencé a besarla el cuello y el escote, mientras mis manos acariciaban sus pechitos. Cuando noté sus pezones duros, agache la cabeza y lamí sus pezones, sobre la tela del camisón. Cuando se los noté duritos comencé a mordérselos. El tacto del camisón junto la dureza de su pezón me estaba poniendo a mil. Mis manos acariciaban su cuerpo de arriba abajo, especialmente su culazo. Cristina acariciaba con una mano mi paquete y con la otra mi pelo.
La hice arrodillarse. Agarre su cabeza y la aprete contra mi paquete, restregándoselo. Me quite el pantalón y ahora le agarre del pelo, volviendo a restregar su cara por mi polla, diciéndola que notara lo dura que ya me la había puesto solo con verla así vestida. Cuando pare, Cristina agarro mi polla y comenzó a masturbarme. Mientras me miraba fijamente, me comía los huevos. Cuando comenzó a hacerme la mamada, la deje un poco a su ritmo, antes de agarrar su cabeza y follarla duro la boca.
Cuando ya no era capaz de tragar su saliva y la salía por la comisura de los labios, levante a Cristina. Nos volvimos a dar unos buenos besos, mientras la metía mano. La gire y me arrodille, para besar y morder su culazo, totalmente transparentado por el camisón. Pase una mano hacia delante y acaricie su coño.
Me levante, me quede contra su espalda y bese a Cristina el cuello. Mis manos acariciaban sus pechitos, mientras ella me masturbaba. La tire contra la cama, tumbándola boca abajo. Me senté a su lado y comencé a azotarla el culo, cada vez un poco mas fuerte. La subí el camisón hasta la cintura y la seguí azotando. Me tumbé encima de ella y restregué mi polla por la raja de su culazo. Me puse un condón, abrí un poco sus piernas y comencé a follarla, tumbada sobre ella. Cristina giro la cabeza y nos besamos a la vez que, con mi mano, la aplastaba contra el colchón. Cambie de agujero para follarla el culo.
La coloqué de rodillas al borde de la cama y volví a follarla el coño, mientras, nuevamente, la daba buenos azotes. De vez en cuando hacia lo mismo, follándola el culo. Cristina cada vez me pedía mas fuerte y eso es lo que yo hacía, tanto con las penetraciones, como con los azotes. La tumbe boca arriba y coloque sus piernas contra mi pecho. Volví a follarla el culo y el coño en dicha posición, metiéndosela bien dentro, aguantándola un poco y haciendo circulitos. En esta posición Cristina gemía bien fuerte.
Cristina se corrió y se sentó en el borde de la cama. Me quito el condón y volvió a hacerme una mamada. Cuando fui a correrme, aprete fuerte su cabeza contra mí, llenándola con mi semen. Tuvo una fuerte arcada al no poder tragar bien todo y acabo soltándose de mi y echando parte de mi semen al suelo por la arcada y la tos. Cuando se repuso, me la volvió a comer hasta quedarme sin una gota.
Estuvimos sentados en la cama tomando champagne y charlando un rato, hasta que Cristina vertió un poco por mi polla y comenzó a comérmela. Se puso a gatas, quedando su culazo a mi lado. Tras acariciárselo un poco con el camisón, volví a subírselo para comenzar a masturbarla. Con la otra mano, sobaba bien su culazo.
Cristina me hizo tumbarme. Agarro el camisón para que no se le bajara y se sentó sobre mi cara. Comencé a comerla el coño, mientras acariciaba su culo y piernas. Mis manos fueron subiendo por su cuerpo, hasta llegar a sus pechitos. Cristina se quitó el camisón y seguí jugando con sus pechitos, cuyos pezones estaban bien duros. Cristina se acabó girando y tumbando para hacer un maravilloso 69. En esta posición, además de acariciárselo, también azote su culazo.
Cristina me puso un condón y se sentó sobre mí, mirándome, cabalgando suave, para poco a poco hacerlo a una gran velocidad. Mis manos acariciaban sus piernas. Esta se inclinó, apoyando sus manos en mi pecho, dando buenos botes, para metérsela bien dentro. Se echo totalmente sobre mi y nos empezamos a besar. Metió mi polla en su culo y se empezó a mover circularmente.
Me senté y seguí follándola el culo, ambos besándonos y abrazados. Volví a follarla el coño y cada vez nos besábamos mas apasionadamente. Cristina se inclinó hacia atrás y agache la cabeza para comerla los pechitos. Mordía sus pezones, momento en que cambiaba los gemidos por gritos de dolor.
La tumbe en la cama y me eche sobre ella, tras abrirla las piernas. Seguimos follando, mientras nos besábamos y acariciaba sus piernas. Cristina elevo sus piernas y me rodeo la cintura, momento en que empecé a follarla mas fuerte. Aprete su cuello con mi mano y esta estiro sus piernas, mientras gemía de placer y morbo bien fuerte.
Me corrí en su coño y volví a sentarme en la cama. Esta se volvió a poner a gatas, me quito el condón y me comió la polla nuevamente para limpiármela. Tras un fuerte azote, volví a masturbarla hasta que se corrió.
Estuvimos un rato tumbados, besándonos y acariciándonos, hasta que Cristina agarro mi polla y comenzó a masturbarme. Nos levantamos y nos dirigimos hacia el baño, sin que esta soltara mi polla. Mientras el agua se calentaba, siguió masturbándome y nos besamos, ya no solo en la boca, también los cuellos y las orejas.
Nos metimos bajo la ducha y se arrodillo para hacerme una mamada maravillosa. Me la comió a distintas velocidades poniéndome a mil. De vez en cuando me comía los huevos, momento en el que me masturbaba a alta velocidad. No paro de comérmela hasta que me corrí.
Se levanto y comenzamos a besarnos, una de mis manos acaricio sus pechitos y la otra bajo por su mojado cuerpo hasta meterse en su coño y masturbarla. Tras comerla los pechitos me arrodillé y lamí su clítoris, mientras seguía masturbándola. Mi otra mano acariciaba su culazo. Saqué mi mano de su coño y comencé a pasar mi lengua. Metí bien dentro esta, para comenzar a comérselo. Con mis manos seguía acariciando su culo y apretándola contra mí. No saque mi lengua de su coño hasta que se corrió en mi cara.
Me levante y seguimos duchándonos, mientras nos besábamos y metíamos mano. Tras secarnos, fuimos nuevamente a la cama a terminarnos la botella de champagne, tras la cual nos vestimos y nos fuimos del hotel.
Cristina dijo que tenia que ir al baño. Cuando salió de el me quede a cuadros. Se había cambiado de ropa y ahora llevaba un supersexy y morbosísimo camisón, largo hasta el suelo, de tirantes finos, con escotazo con aros, transparente con unas flores de encaje negras, tapando sus pechos y su coño y que dejaba ver bien que no llevaba nada mas debajo. Además, tenía puesto un chal, también negro transparente, hasta el suelo.
Se me puso durísima solo con verla. Tras hacer unos bailecitos sexys bajo el marco de la puerta del baño, se me acerco sonriendo y nos comenzamos a besar. Mis manos volvieron a acariciar su culazo. Cuando esta comenzó a acariciar mi paquete, cogí su chal y se lo quité. Comencé a besarla el cuello y el escote, mientras mis manos acariciaban sus pechitos. Cuando noté sus pezones duros, agache la cabeza y lamí sus pezones, sobre la tela del camisón. Cuando se los noté duritos comencé a mordérselos. El tacto del camisón junto la dureza de su pezón me estaba poniendo a mil. Mis manos acariciaban su cuerpo de arriba abajo, especialmente su culazo. Cristina acariciaba con una mano mi paquete y con la otra mi pelo.
La hice arrodillarse. Agarre su cabeza y la aprete contra mi paquete, restregándoselo. Me quite el pantalón y ahora le agarre del pelo, volviendo a restregar su cara por mi polla, diciéndola que notara lo dura que ya me la había puesto solo con verla así vestida. Cuando pare, Cristina agarro mi polla y comenzó a masturbarme. Mientras me miraba fijamente, me comía los huevos. Cuando comenzó a hacerme la mamada, la deje un poco a su ritmo, antes de agarrar su cabeza y follarla duro la boca.
Cuando ya no era capaz de tragar su saliva y la salía por la comisura de los labios, levante a Cristina. Nos volvimos a dar unos buenos besos, mientras la metía mano. La gire y me arrodille, para besar y morder su culazo, totalmente transparentado por el camisón. Pase una mano hacia delante y acaricie su coño.
Me levante, me quede contra su espalda y bese a Cristina el cuello. Mis manos acariciaban sus pechitos, mientras ella me masturbaba. La tire contra la cama, tumbándola boca abajo. Me senté a su lado y comencé a azotarla el culo, cada vez un poco mas fuerte. La subí el camisón hasta la cintura y la seguí azotando. Me tumbé encima de ella y restregué mi polla por la raja de su culazo. Me puse un condón, abrí un poco sus piernas y comencé a follarla, tumbada sobre ella. Cristina giro la cabeza y nos besamos a la vez que, con mi mano, la aplastaba contra el colchón. Cambie de agujero para follarla el culo.
La coloqué de rodillas al borde de la cama y volví a follarla el coño, mientras, nuevamente, la daba buenos azotes. De vez en cuando hacia lo mismo, follándola el culo. Cristina cada vez me pedía mas fuerte y eso es lo que yo hacía, tanto con las penetraciones, como con los azotes. La tumbe boca arriba y coloque sus piernas contra mi pecho. Volví a follarla el culo y el coño en dicha posición, metiéndosela bien dentro, aguantándola un poco y haciendo circulitos. En esta posición Cristina gemía bien fuerte.
Cristina se corrió y se sentó en el borde de la cama. Me quito el condón y volvió a hacerme una mamada. Cuando fui a correrme, aprete fuerte su cabeza contra mí, llenándola con mi semen. Tuvo una fuerte arcada al no poder tragar bien todo y acabo soltándose de mi y echando parte de mi semen al suelo por la arcada y la tos. Cuando se repuso, me la volvió a comer hasta quedarme sin una gota.
Estuvimos sentados en la cama tomando champagne y charlando un rato, hasta que Cristina vertió un poco por mi polla y comenzó a comérmela. Se puso a gatas, quedando su culazo a mi lado. Tras acariciárselo un poco con el camisón, volví a subírselo para comenzar a masturbarla. Con la otra mano, sobaba bien su culazo.
Cristina me hizo tumbarme. Agarro el camisón para que no se le bajara y se sentó sobre mi cara. Comencé a comerla el coño, mientras acariciaba su culo y piernas. Mis manos fueron subiendo por su cuerpo, hasta llegar a sus pechitos. Cristina se quitó el camisón y seguí jugando con sus pechitos, cuyos pezones estaban bien duros. Cristina se acabó girando y tumbando para hacer un maravilloso 69. En esta posición, además de acariciárselo, también azote su culazo.
Cristina me puso un condón y se sentó sobre mí, mirándome, cabalgando suave, para poco a poco hacerlo a una gran velocidad. Mis manos acariciaban sus piernas. Esta se inclinó, apoyando sus manos en mi pecho, dando buenos botes, para metérsela bien dentro. Se echo totalmente sobre mi y nos empezamos a besar. Metió mi polla en su culo y se empezó a mover circularmente.
Me senté y seguí follándola el culo, ambos besándonos y abrazados. Volví a follarla el coño y cada vez nos besábamos mas apasionadamente. Cristina se inclinó hacia atrás y agache la cabeza para comerla los pechitos. Mordía sus pezones, momento en que cambiaba los gemidos por gritos de dolor.
La tumbe en la cama y me eche sobre ella, tras abrirla las piernas. Seguimos follando, mientras nos besábamos y acariciaba sus piernas. Cristina elevo sus piernas y me rodeo la cintura, momento en que empecé a follarla mas fuerte. Aprete su cuello con mi mano y esta estiro sus piernas, mientras gemía de placer y morbo bien fuerte.
Me corrí en su coño y volví a sentarme en la cama. Esta se volvió a poner a gatas, me quito el condón y me comió la polla nuevamente para limpiármela. Tras un fuerte azote, volví a masturbarla hasta que se corrió.
Estuvimos un rato tumbados, besándonos y acariciándonos, hasta que Cristina agarro mi polla y comenzó a masturbarme. Nos levantamos y nos dirigimos hacia el baño, sin que esta soltara mi polla. Mientras el agua se calentaba, siguió masturbándome y nos besamos, ya no solo en la boca, también los cuellos y las orejas.
Nos metimos bajo la ducha y se arrodillo para hacerme una mamada maravillosa. Me la comió a distintas velocidades poniéndome a mil. De vez en cuando me comía los huevos, momento en el que me masturbaba a alta velocidad. No paro de comérmela hasta que me corrí.
Se levanto y comenzamos a besarnos, una de mis manos acaricio sus pechitos y la otra bajo por su mojado cuerpo hasta meterse en su coño y masturbarla. Tras comerla los pechitos me arrodillé y lamí su clítoris, mientras seguía masturbándola. Mi otra mano acariciaba su culazo. Saqué mi mano de su coño y comencé a pasar mi lengua. Metí bien dentro esta, para comenzar a comérselo. Con mis manos seguía acariciando su culo y apretándola contra mí. No saque mi lengua de su coño hasta que se corrió en mi cara.
Me levante y seguimos duchándonos, mientras nos besábamos y metíamos mano. Tras secarnos, fuimos nuevamente a la cama a terminarnos la botella de champagne, tras la cual nos vestimos y nos fuimos del hotel.
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