Cornudo entregado a mi ex
Hace ya casi tres años, la compañera de casi toda mi vida, me dijo una mañana que quería el divorcio, ya no soportaba más la situación, peleas constantes que generaron desencuentros, fueron minando nuestra sexualidad, los dos tratábamos de ponerle onda, pero el enojo de Romina era demasiado grande y sobre todo, lo que me dijo, no quería seguir. Empezamos a salir en el cuarto año de la secundaria, los dos teníamos 17, tuvimos los encuentros y desencuentros que todas las parejas suelen tener, nuestra hija Mara nació cuando cumplimos 20, dos años después decidimos casarnos. Compramos un departamento de tres ambientes, Romi se recibió de médica, yo nunca tuve un buen trabajo, siempre cambiando, buscando, ganando poco, y esas cosas también afectan. Teníamos 38 cuando tomó la decisión, para mi fue un tiempo insoportable, me parecía que para ella también, pero no le conteste sus mensajes, casi por tres años, y teniendo una hija en común dejamos de hablar. Con mi hija me veía habitualmente ella ya era grande, solía encontrarme en cafeterías o restos, vivía en una pensión en esa primera época. Le había dejado un dinero que tenía para nuestra hija, que al año de separarnos, con sus diecinueve añitos, se fue a vivir con unas amigas. Una de las únicas veces que le mandé un mensaje fue para reclamarle el resto del dinero, que era una suma importante, y me mandó a pasear, los siguientes msjs eran solo para saber cómo avanzaba el abogado con el tema divorcio. Viviendo en la pensión, con horribles trabajos y con poco dinero, al año fallecieron mis padres y me quedó el departamento de dos ambientes en que ellos habían vivido y me habían criado, no tenía hermanos, por suerte tenía un lugar para vivir, y podía estar un poco mejor económicamente, la pérdida de mis padres, fue otro golpe demoledor, los dos juntos con una semana de diferencia.
Mi hija avanzaba también en su profesión, era dedicada, estudiaba mucho, durante el primer año de separación, cuando la veía, alguna vez me comentaba que Romi estaba mal, que porque no la llamaba, yo seguía enojado con ella, sentía que había aguantado tantos malos tratos de su parte, que no entraba en mis posibilidades, haciendo recuento de situaciones de malos tratos sufridao pensaba porque la extrañaba tanto, realmente no lo entendía, pero en casi tres años, no salí con nadie, retomé los placeres de la masturbación, no podía dejar de pensar en ella, las demás mujeres me parecían sin sal.
Más o menos al año y medio de separarnos, a los pocos meses del fallecimiento de mis padres, vino Mara a comer a casa, estaba de novia, feliz, me gustaba verla así, se la notaba plena, me preguntó por mi y le dije que estaba bien, tranquilo, con ganas de estar sólo, me dijo que me bajara tinder, enseguida agregó que la mamá estaba mejor, que no se la veía muy sufrida últimamente. Cuando se fue, me quedé pensando en lo que dijo de tinder y enseguida lo sumó al bienestar de la mamá, si bien había pasado mucho tiempo, estábamos divorciados, no dejaba de pensar en eso.
Muchas veces cuando jugábamos en la cama, yo le sugería que se vistiera más provocativa, que usara ropa más sexi, que me gustaría verla calentar a otros, y mientras teníamos sexo solíamos fantasear con que yo la viera hacerlo con otros, pero todo quedaba sólo en ese terreno, ni siquiera quería ponerse tangas, en esa época, decía que eran incomodas, además que no le parecían adecuadas. Se vestía siempre excesivamente formal, estaba sumamente reprimida.
Una mañana recibí un llamado de ella, ya hacía más de dos años y medio que no hablábamos, sólo por msjs de audios, casi siempre furiosos, de un lado o de otro, y por el tema divorcio. Ese día me habló con tono sensual, tenía además de una cara y unos labios deliciosos una voz muy sensual, me hablaba en ese tono que me desarmaba.
-Hola como estás?
-Acá ando… -dije con tono seco
-Estuve cenando con Mara, no te vio bien, está preocupada por vos… hace tanto que no hablamos… yo tengo tantas novedades… me gustaría tomar un café con vos…
-Para qué? Para que te levantes cuando diga algo que no te guste y me dejes haciendo el ridículo en el medio del lugar… o para quejarte de lo poco que gano… que no sirvo para nada… -siguió hablando con tono sensual
-No… quiero verte para disculparme… aclarar algunas cosas… se que estuve mal en tantas cosas… ahora no tienen arreglo…
Nunca desde que la conocía se había disculpado por nada, realmente me tomó por sorpresa, además en ningún momento mostraba un rastro de enojo, realmente me sorprendí. Finalmente quedamos en encontrarnos, en un café al que solíamos ir en av Corrientes. Ella solía llegar siempre tarde a los encuentros, para mi sorpresa cuando entré al bar, estaba sentada en una mesa al lado de la ventana, cuando me acerqué no lo podía creer, tenía un escote, generosísimo, los labios pintados de un rojo fuerte, el pelo planchado, sentí una descarga fuerte. Nos besamos en la mejilla y me senté.
-Hola como estás…? Dijo apoyando su mano sobre la mía.
-Ahí ando… no muy bien…
-No salís con nadie… no tenes amigas…
-Desde que nos separamos no salí con nadie, por si queres saber… -ella me contestó con tono sensual.
-Y que hacés, te quedas viendo videos porno y haciéndote la paja como cuando no venías a la cama…? –y sonrió.
-Después de tantos rechazos y negativas, a veces era preferible…
-Hablábamos poco… tomamos una cerveza querés? Pedila que voy al baño…
Cuando la vi caminar para el baño no lo podía creer tenía un pantalón elastizado que se le enterraba en el culo, se notaba el movimiento de sus glúteos y una tanga diminuta incrustada en el medio, la pija se me puso como un garrote, ella no solía ir mucho al baño, me pareció que fue a propósito que lo hizo, para que la viera.
Cuando volvió se sentó y me miro, yo no podía hablar, era un cambio realmente sorprendente.
-Que te pasa…? Parece que hubieras visto un fantasma… -dijo con una sonrisa de malicia.
-A vos te vi… es un cambio realmente sorprendente…
-Y si… es una de las cosas que me arrepiento… de no haberte hecho caso… lo habría pasado tan bien, con montones de amantes y un marido esperando en casa, o viendo como lo hago… le hubiera sumado morbo al asunto… -yo estaba realmente sin palabras, ni en mis fantasías más delirantes hubiera pensado que la conversación iba a ir para ese lado. El mozo trajo la cerveza, sirvió los dos vasos y se fue. Pensaba como seguir y pensé en el tema del dinero, para poder enojarme y hacerla enojar.
-Ya gastaste toda la plata que te di para Mara…?
-En eso también me equivoque… pásame los datos de tu cuenta… si tenes… y hoy mismo te lo transfiero… -era una cifra en dólares.
Paso un rato larguísimo, pensaba en la serie House, donde él siempre dice que la gente no cambia, parecía otra persona, obviamente que no lo era.
-Estoy sorprendido… no se que decirte… querés decirme algo vos…
-Claro… te cuento un poco… -se hizo una pausa larga, ella miraba por la ventana el transito de la ciudad, tomó un trago de cerveza y volvió a la mesa. Mirá… cuando te dije del divorcio pensé que ibas a pelear un poco más… pero realmente entiendo que había sido mucho el maltrato de mi parte… vos no tenes la culpa de ser como sos… no es critica… digo, ya te conozco, o te acepto o no… pero no el reclamo eterno para que cambies… el primer año, estuve deprimida, tomando vino y yéndome a dormir, sólo trabajando y cuidando a Mara, cuando empezaba a estar mejor, Mara me dijo que se iba a vivir con unas amigas y otra vez me bajonee un montón… pero después hice un grupo de amigas… empecé a salir… tinder… amantes… cada vez más amantes y más dispuesta a incorporar amantes nuevos… -Hizo una pausa larguísima, se quedo esperando mi respuesta.
-Y yo que tengo que ver en todo eso…
-Bueno pensalo… estas tan triste… solo pajeandote… podes ser como el último de la lista… inclusive a muchos de mis amantes no les va a molestar que mires… les va a gustar igual que a mi… pero claro… ya no sos mi marido… para que vas a querer algo así… pensalo tranqui… y si tenes ganas llamame… y me voy sin estar enojada… te dejo una propuesta…
Se puso de pie, se inclinó hacia mi dándome una muestra generosa de su escote, y me dio un beso en los labios, se incorporó y con su culo rozó mi hombro, no sólo yo la mire salir caminando del café.
Hace ya casi tres años, la compañera de casi toda mi vida, me dijo una mañana que quería el divorcio, ya no soportaba más la situación, peleas constantes que generaron desencuentros, fueron minando nuestra sexualidad, los dos tratábamos de ponerle onda, pero el enojo de Romina era demasiado grande y sobre todo, lo que me dijo, no quería seguir. Empezamos a salir en el cuarto año de la secundaria, los dos teníamos 17, tuvimos los encuentros y desencuentros que todas las parejas suelen tener, nuestra hija Mara nació cuando cumplimos 20, dos años después decidimos casarnos. Compramos un departamento de tres ambientes, Romi se recibió de médica, yo nunca tuve un buen trabajo, siempre cambiando, buscando, ganando poco, y esas cosas también afectan. Teníamos 38 cuando tomó la decisión, para mi fue un tiempo insoportable, me parecía que para ella también, pero no le conteste sus mensajes, casi por tres años, y teniendo una hija en común dejamos de hablar. Con mi hija me veía habitualmente ella ya era grande, solía encontrarme en cafeterías o restos, vivía en una pensión en esa primera época. Le había dejado un dinero que tenía para nuestra hija, que al año de separarnos, con sus diecinueve añitos, se fue a vivir con unas amigas. Una de las únicas veces que le mandé un mensaje fue para reclamarle el resto del dinero, que era una suma importante, y me mandó a pasear, los siguientes msjs eran solo para saber cómo avanzaba el abogado con el tema divorcio. Viviendo en la pensión, con horribles trabajos y con poco dinero, al año fallecieron mis padres y me quedó el departamento de dos ambientes en que ellos habían vivido y me habían criado, no tenía hermanos, por suerte tenía un lugar para vivir, y podía estar un poco mejor económicamente, la pérdida de mis padres, fue otro golpe demoledor, los dos juntos con una semana de diferencia.
Mi hija avanzaba también en su profesión, era dedicada, estudiaba mucho, durante el primer año de separación, cuando la veía, alguna vez me comentaba que Romi estaba mal, que porque no la llamaba, yo seguía enojado con ella, sentía que había aguantado tantos malos tratos de su parte, que no entraba en mis posibilidades, haciendo recuento de situaciones de malos tratos sufridao pensaba porque la extrañaba tanto, realmente no lo entendía, pero en casi tres años, no salí con nadie, retomé los placeres de la masturbación, no podía dejar de pensar en ella, las demás mujeres me parecían sin sal.
Más o menos al año y medio de separarnos, a los pocos meses del fallecimiento de mis padres, vino Mara a comer a casa, estaba de novia, feliz, me gustaba verla así, se la notaba plena, me preguntó por mi y le dije que estaba bien, tranquilo, con ganas de estar sólo, me dijo que me bajara tinder, enseguida agregó que la mamá estaba mejor, que no se la veía muy sufrida últimamente. Cuando se fue, me quedé pensando en lo que dijo de tinder y enseguida lo sumó al bienestar de la mamá, si bien había pasado mucho tiempo, estábamos divorciados, no dejaba de pensar en eso.
Muchas veces cuando jugábamos en la cama, yo le sugería que se vistiera más provocativa, que usara ropa más sexi, que me gustaría verla calentar a otros, y mientras teníamos sexo solíamos fantasear con que yo la viera hacerlo con otros, pero todo quedaba sólo en ese terreno, ni siquiera quería ponerse tangas, en esa época, decía que eran incomodas, además que no le parecían adecuadas. Se vestía siempre excesivamente formal, estaba sumamente reprimida.
Una mañana recibí un llamado de ella, ya hacía más de dos años y medio que no hablábamos, sólo por msjs de audios, casi siempre furiosos, de un lado o de otro, y por el tema divorcio. Ese día me habló con tono sensual, tenía además de una cara y unos labios deliciosos una voz muy sensual, me hablaba en ese tono que me desarmaba.
-Hola como estás?
-Acá ando… -dije con tono seco
-Estuve cenando con Mara, no te vio bien, está preocupada por vos… hace tanto que no hablamos… yo tengo tantas novedades… me gustaría tomar un café con vos…
-Para qué? Para que te levantes cuando diga algo que no te guste y me dejes haciendo el ridículo en el medio del lugar… o para quejarte de lo poco que gano… que no sirvo para nada… -siguió hablando con tono sensual
-No… quiero verte para disculparme… aclarar algunas cosas… se que estuve mal en tantas cosas… ahora no tienen arreglo…
Nunca desde que la conocía se había disculpado por nada, realmente me tomó por sorpresa, además en ningún momento mostraba un rastro de enojo, realmente me sorprendí. Finalmente quedamos en encontrarnos, en un café al que solíamos ir en av Corrientes. Ella solía llegar siempre tarde a los encuentros, para mi sorpresa cuando entré al bar, estaba sentada en una mesa al lado de la ventana, cuando me acerqué no lo podía creer, tenía un escote, generosísimo, los labios pintados de un rojo fuerte, el pelo planchado, sentí una descarga fuerte. Nos besamos en la mejilla y me senté.
-Hola como estás…? Dijo apoyando su mano sobre la mía.
-Ahí ando… no muy bien…
-No salís con nadie… no tenes amigas…
-Desde que nos separamos no salí con nadie, por si queres saber… -ella me contestó con tono sensual.
-Y que hacés, te quedas viendo videos porno y haciéndote la paja como cuando no venías a la cama…? –y sonrió.
-Después de tantos rechazos y negativas, a veces era preferible…
-Hablábamos poco… tomamos una cerveza querés? Pedila que voy al baño…
Cuando la vi caminar para el baño no lo podía creer tenía un pantalón elastizado que se le enterraba en el culo, se notaba el movimiento de sus glúteos y una tanga diminuta incrustada en el medio, la pija se me puso como un garrote, ella no solía ir mucho al baño, me pareció que fue a propósito que lo hizo, para que la viera.
Cuando volvió se sentó y me miro, yo no podía hablar, era un cambio realmente sorprendente.
-Que te pasa…? Parece que hubieras visto un fantasma… -dijo con una sonrisa de malicia.
-A vos te vi… es un cambio realmente sorprendente…
-Y si… es una de las cosas que me arrepiento… de no haberte hecho caso… lo habría pasado tan bien, con montones de amantes y un marido esperando en casa, o viendo como lo hago… le hubiera sumado morbo al asunto… -yo estaba realmente sin palabras, ni en mis fantasías más delirantes hubiera pensado que la conversación iba a ir para ese lado. El mozo trajo la cerveza, sirvió los dos vasos y se fue. Pensaba como seguir y pensé en el tema del dinero, para poder enojarme y hacerla enojar.
-Ya gastaste toda la plata que te di para Mara…?
-En eso también me equivoque… pásame los datos de tu cuenta… si tenes… y hoy mismo te lo transfiero… -era una cifra en dólares.
Paso un rato larguísimo, pensaba en la serie House, donde él siempre dice que la gente no cambia, parecía otra persona, obviamente que no lo era.
-Estoy sorprendido… no se que decirte… querés decirme algo vos…
-Claro… te cuento un poco… -se hizo una pausa larga, ella miraba por la ventana el transito de la ciudad, tomó un trago de cerveza y volvió a la mesa. Mirá… cuando te dije del divorcio pensé que ibas a pelear un poco más… pero realmente entiendo que había sido mucho el maltrato de mi parte… vos no tenes la culpa de ser como sos… no es critica… digo, ya te conozco, o te acepto o no… pero no el reclamo eterno para que cambies… el primer año, estuve deprimida, tomando vino y yéndome a dormir, sólo trabajando y cuidando a Mara, cuando empezaba a estar mejor, Mara me dijo que se iba a vivir con unas amigas y otra vez me bajonee un montón… pero después hice un grupo de amigas… empecé a salir… tinder… amantes… cada vez más amantes y más dispuesta a incorporar amantes nuevos… -Hizo una pausa larguísima, se quedo esperando mi respuesta.
-Y yo que tengo que ver en todo eso…
-Bueno pensalo… estas tan triste… solo pajeandote… podes ser como el último de la lista… inclusive a muchos de mis amantes no les va a molestar que mires… les va a gustar igual que a mi… pero claro… ya no sos mi marido… para que vas a querer algo así… pensalo tranqui… y si tenes ganas llamame… y me voy sin estar enojada… te dejo una propuesta…
Se puso de pie, se inclinó hacia mi dándome una muestra generosa de su escote, y me dio un beso en los labios, se incorporó y con su culo rozó mi hombro, no sólo yo la mire salir caminando del café.
7 comentarios - Cornudo entregado a mi ex...
espero la continuacion ..y alguna foto de tu ex