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Tía Fabiana 4

Tía Fabiana 4.
Al día siguiente desperté de maravilla, si mi tía no había dicho nada aun, ya no lo haría, y eso me daba una gran oportunidad.
El día anterior hice lo que quise con esa putipobre, y se fue como si nada, me pareció admirable como podía fingir que nada había pasado al caminar, pero estoy seguro que sintió todo lo que le hice.
Y para mas fortuna, la tenia toda la tarde prácticamente, ya que de 1 a 5 la mayor parte del tiempo nos encontrábamos solo ella y yo.
En la mañana la vi un par de veces, pero no me dirigió la mirada, no le di importancia, mis planes eran para la tarde, y así, espere.
Ya eran las tres de la tarde, hora en la que mi tía se bañaba, pensé en sorprenderla dentro del baño, pero decidí dejarlo para otro momento, quería algo mas emocionante.
Desde el living de mi casa, observe por la ventana hacia el patio, hasta que la vi pasar como siempre en toalla.
Deje que entrara a su habitación, cerro la puerta, y al minuto entre sin tocar, prácticamente le di un golpe abriéndola, y allí estaba ella, parada, completamente desnuda, con ese ojete negro al aire, secándose el cuerpo, al verme se detuvo.
-Ah L que…-
-SH cállate- le dije, mientras cerraba la puerta y recorría la habitación, era la primera ves que entraba.
-Jaja que olor hay acá a cloaca, negra nunca limpias?- 
No respondió mi pregunta.
En una mesita vi la plata que le di ayer, la tome y la olí.
-Jaja que olor a culo tiene esto, te lo llevaste bien puesto ayer putita-
En este punto ya tenia la verga casi saliendo de mis pantalones.
Me puse frente a ella y le metí dos dedos en la concha, mientras la miraba a los ojos, ella cerro los suyos, sus piernas se iban flexionando de a poco mientras perdía fuerza hasta quedar sentada en la cama, completamente desnuda mientras la cogía con los dedos.
Me encontraba sentada a su lado, mientras la dedeaba con la otra mano recorría todo su cuerpo y acercaba mi cara a la suya para olerla.
-Fabiana que olor a cloaca tenes, ni con agua se va e trola, ya es tu olor natural, el olor a la pobreza que tenes-
Ella seguía con los ojos cerrados mientras suspiraba, el ver su cara me provocaba mas, quería poseerla por completo, entonces le escupí la cara, comencé a escupirle por todos lados, las tetas, las piernas.
-Ah ah ah- soltó leves gemidos, lo cual me puso mas violento, una ves mas le metí los cuatro dedos, se los metía y sacaba rápidamente de su concha ya mojada.
-Te gusta esto?! Que negra mas puta que sos!- 
Le pase mi mano por su cara, ahora llena de mi saliva y sus fluidos, seguidamente le abrí la boca y metí mi lengua, a lo cual ella respondió moviendo la suya y entrelazándola.
Esto me sorprendió un poco, era la primera ves que respondía, el salvajismo se apodero de mi, le saque la lengua, la tome de las piernas y la subí completamente a la cama dejándola boca abajo con el culo al aire.
Tía Fabiana 4

Me subí detrás de ella y se la metí de una toda mi verga, bombeaba con toda mi fuerza y a la ves le nalgueaba ese orto negro que se sacudía con mis embestidas.
-Toma negra puta esto mereces!- casi le gritaba.
-Ah ah si!- mi tia respondió por primera ves, y comenzó a gemir mas fuerte.
-Te gusta trola!? Hija de puta tarada estúpida!-
-Ah ah si si, seguí!-
Se la saque, la agarre del pelo y la levante de la cama, y con fuerza la empuje contra la puerta, ella perdió un poco el equilibrio y amortiguo su golpe usando las manos, el cual provoco que la puerta sonara muy fuerte por el choque, no le di descanso y se la volví a meter, reiniciando la violenta cogida, ahora apoyando su cara contra la puerta.
-aah aaah que rico- sus gemidos ya no eran disimulados de ninguna forma.
Al escucharla solo me provocaba el llegar mas y mas lejos con ella.
Las nalgadas pasaron a ser golpes en sus nalgas.
-Negra puta chupa verga, te voy a reventar el culo lleno de posos que tenes!- 
-Cógeme dale cogemeee!- 
-Que sos?¡-
-aaaah aaah!-
-Negra responde!- le grite fuertemente tomándola del pelo y empujando su cabeza contra las puertas algunas veces.
-¡Aaaah soy una negra putaaaaa soy una trolaaaa dale cógeme!- me respondió gritando en éxtasis.
Ambos estábamos en el clímax, eso no era sexo, éramos dos animales apareándonos, el culo de mi tía sonaba por las embestidas, la puerta era golpeada una y otra ves por la cara de la negra, y nuestros gritos eran fuertes, no me sorprendería si algún vecino escuchara eso y llamara a la policía.
No sabia si al menos existía un limite en lo que estábamos haciendo, era adrenalina pura, en ese momento me agarre al culo de mi tía fuertemente, le clave mis uñas y le deje varios rayones en sus nalgas mientras acababa y le llenaba la concha de leche.
Yo retrocedí y quede sentado en la cama, ambos estábamos completamente sudados y agitados debido al frenesí en el que entramos, solo estaba ahí admirando el gran ojete de mi tía a cuatro patas sobre el piso, notaba como su cuerpo se hinchaba un poco debido su respiración agitada.
Pero quería terminarlo bien, me pare, la agarre de los hombros y con fuerza la arroje hacia atrás, solo para abrir la puerta completamente.
-No!- dijo mi tía alarmada.
Su puerta daba al patio, si alguien venia, o si el vecino de al lado salía, nos podría ver a ambos desnudos.
-L cerra ya!-
Fui hasta ella y le clave la pija en la boca, sin dejarla hablar, la agarre de atrás de la cabeza y me cogí su cara sin parar unos minutos.
Gaw gaw gaw gaw
La garganta de mi tia sonaba, cuando acabe, hice que me la comiera hasta la base de la verga, a lo cual ella hizo fuerza para zafar ya que no podía respirar bien, sus ojos lagrimeaban mientras le llenaba la garganta de leche, todo con la puerta abierta.
-Ah por dios, la boca te huele a mierda pero que linda es para chupar pija hija de puta- le dije, mientras me vestía y me iba, su boca escurría leche, saliva y sus fluidos, así como su concha, debería volver a bañarse otra ves.
Y así, me fui a mi casa sin ver atrás, ella quedo sentada en pelotas, supongo que luego cerro la puerta, esto apenas empezaba, había entendido que a mi tía le gustaba que la dominen, que la traten como mierda, y eso a mi me encantaba, quería ver que tan lejos llegaría

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