Ayer estaba recordando cuando era muy pendejo y tenía 13 años, como el sexo emanaba por mis poros y comenzaba le época en que compartía calentura con amigos, con los cuales comenzábamos a mostrarnos las vergas, hacernos pajas grupales etc. Más allá de eso yo ya a los 10 años me andaba tocando el pito porque ya se me paraba, imagínense a los 13 tenía fuego en las bolas y me quería coger todas las minas que se me cruzaran. Si éxito con las mujeres por mi baja edad, el recurso al que recurría era la paja y en este caso con un amigo, que dicho sea de paso era mi mejor amigo. Se llamaba Sebastián y compartíamos el placer de la paja desde muy pendejos. Recuerdo el primer día que compartimos una paja frente a frente, yo había conseguido una revista porno que me había regalado el hermano mayor de un amigo. Ese día en la práctica de fútbol (íbamos juntos a la escuelita de futbol de un club de barrio) le conté de aquella revista y quedamos en vernos en la casa de el porque sus padres no iban a estar y tenía la casa sola. De la práctica de fútbol nos fuimos derecho a su casa, no veíamos la hora de ojear aquella revista con esas modelos americanas rubias que nos volaban la cabeza. Ya en su casa tiramos los bolsos en el piso y nos tiramos en el sillon de la sala a mirar la porno. Sitiémonos en la situación, recién llegábamos de entrenar, hacía mucho calor y estábamos en cuero y solo llevábamos puesto el short de fútbol. Luego de mirar las primeras páginas ya estábamos re encarpados los dos , mi amigo saco la verga y me dijo “paaa se me re paró “, la verdad es que yo también estaba a full pero no me animaba a sacarla en casa ajena, el se dio cuenta y me dijo “dale, pelala que está todo bien”. Sin dudarlo la saque y lo primero que hicimos fue medirnoslas con una regla que había arriba de la mesa (boludeces que hacen todos los pendejos) automáticamente comenzamos a pajearnos mirando esos culos y tetas que nos volvían locos, mi amigo me dijo que estaba a full y que iba a acabar en cualquier momento, yo también y por eso me advirtió riéndose “no seas boludo, acabate en el pecho así no ensucias el sillón”, acelere el ritmo y de repente de mi pija salió un chorro de leche que llegó hasta mis tetillas y enchastro mi pecho lampiño, acompañado de un gemido que me salió de adentro “Ahhhhhh” , a los pocos segundos acabó mi amigo y también enchastro todo su pecho transpirado. Me acuerdo que comparábamos las leches a ver quien le salía más blanca y esas boludeces. Ya con el pasar de los dias nos reuníamos más seguido para pajearnos, compartíamos pajas cruzadas, hasta andábamos de shorts pero sin ropa interior debajo para sacar la verga más fácil por el costado. En fin más adelante les voy a contar más de mis pajas compartidas con amigos.
3 comentarios - Aquellas pajas con mi amigo.