Historias de masajes: Trio inesperado

He atendido a muchas parejas en mi consultorio de masajes, ultimamente se estaba dando la modalidad del marido que trae a su esposa para mirar mientras yo le hago un muy caliente masaje sensual, pajeandose mientras ella suspira por lo que le provocan mis manos y acabando cuando ella le grita (siempre exagerando) sus orgasmos mientras lo mira fijo a los ojos....
Hermoso juego de pareja de la cual me honro en participar.
Con esta pareja, de la cual hoy voy a relatarles, la idea era un posible encuentro sexual entre los tres al terminar el masaje.
Todo comenzo normalmente, ella desnuda, recostada de espaldas en la camilla, con su muy generoso culo en primer plano para mi y su marido, él sentado comodamente, solo se dedicaba a mirarnos.
El masaje transcurrió normalmente, con mis manos aflojando cada tensión, relajandola, acariciandola, llenando de placer toda su piel...
Despues, como siempre, uno empieza a hacer que las caricias se vayan acercando a los lugares mas erógenos y ahi la calentura empieza a aflorar.
Imaginense lo que es para mi masajear una cola bien carnosa, sentir como comienza a suspirar, ver al marido amasandose la verga, ya bien dura, debajo del pantalón.
Correr mi mano entre sus piernas y sentir el calor que emana su concha que ya está prendida fuego, sentir ese inconfunfible olor a hembra en celo que sube hasta mis narices.... ver que el marido ya se está pajeando lentamente, disfrutando...
La hago poner boca arriba y comienzo con sus tetas, bien masajeadas, les dedico tiempo, mucho aceite...
Despues bajo lentamente y masajeo su panza, voy a sus potentes piernas, las abro un poco, rodeo su conchita que esta empapadisima, comienzo a acariciar sus labios, ella abre mucho mas las piernas, llego a su clítoris y ella da un salto de placer, uso las dos manos y mientras que con una acaricio su clítoris muy suavemente, con la otra voy acariciando sus labios y voy introduciendome lentamente, masajeando en círculos, buscando su punto G.
Ella tambien comenzó a usar su mano, agarrando mi pija por encima del pantalón y apretandola, como para sentir su dureza y su calor.
La idea era que ella tenga un orgasmo y luego tener sexo entre los tres, de alguna manera.
El marido, ya sin pantalones, se acercó al lado de ella para que se la chupe mientras yo continuaba con mi tarea, intercalando dedos y lengua, ya que no me iba a perder de comerme esa jugosa conchita que me estaba delirando.
Y asi, chupando sus jugos y lamiendo su clítoris, mientras que con mis dedos estimulaba su punto G, alcanzó un tremendo orgasmo entre espasmos, tanto que la tubimos que dejar descansar un momento para que se relajara.
Mientras, yo terminé de preparar el tatami de masajes para la segunda parte.
Hubo besos, caricias, lamidas y pajas entre los tres.
Un trio era algo que ellos nunca habian experimenrado y yo quería que este fuera inolvidable para ellos.
En un momento el se acostó boca arriba y ella lo montó. Se calzó la pija de su marido bien adentro y lo comenzó a cabalgar lentamente. Ella me hizo señas para que me acercara y asi, parado como estaba, me la empezó a chupar.
La dejé un rato pero como les dije que queria que ese trio fuese memorable, tenía que hacer algo más.
Me corrí de su boca, mi verga chorreaba su saliva, fui para atras, me arrodille atras de ellos, acaricié la espalda de ella y la fui recostando un poco para adelante como para que parara la cola. Ellos estaban sorprendidos, se les cruzó por la cabeza lo que yo podria hacer pero no pensaron que lo haria sin pedir permiso. Y no pedí permiso.
Tanto aceite y tanta saliva hicieron que mi glande venciera el esfinter sin mucho problema y cuando ella se quiso dar cuenta ya tenia dos vergas bien adentro suyo.
Comence a marcar el ritmo de los tres, los gemidos de ella eran casi gritos, acabó dos veces más hasta que su marido tambien acabo y yo otro tanto. Yo me retiré y ellos quedaron asi un rato, besandose, mi leche salia de su culo y chorreaba hasta los huevos de el. Una imagen digna de ver.
En un mensaje de Wsp el me contó que la cara de satisfacción de ella cuando sintió las dos pijas adentro pocas veces se la vio. Entraron a un mundo de placeres del que van a querer incursionar cada dia mas.
Yo feliz!