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Por un juego termine siendo la putita de mis amigos 2

Fran y Jesús estaban en la puerta del salón con los ojos como platos viendo como Sergio terminaba de correrse dentro de mí. Su jadeo seguía acompasando el movimiento de su pecho contra mi espalda. Yo volvía meter mi cabeza en el brazo del sofá mientras deseaba que Sergio no sacase su polla de mi culo. 
 
- Oye, eso no es lo que habíamos apostado. - Fran, tremendamente envidioso, quería saber cómo habíamos llegado a esa situación. 
- Eso! Qué os habéis jugado vosotros? 
- Nada, pero una cosa ha llevado a la otra. Bueno, yo me voy a dar una ducha. - Sergio estaba un poco apurado. Se levantó haciendo amago de taparse un poco para que no le viesen Fran y Jesús y se fue directo a la ducha. 
 
Jesús y Fran no perdieron la sonrisa de cabrones. Se acercaron poco a poco al sofá de donde yo aún no había sacado mi cara, y se sentaron en el borde. Solo iban vestidos con unos calzoncillos y notaba la piel del muslo de Fran contra mi costado. Los pelos de su pierna me hacían cosquillas mientras ponía su mano en mi espalda y se agachaba para hablarme de cerca a la oreja:
- Ya estás cansado o qué? Que nosotros también queremos probar un poco... 
- Eso, si has follado con Sergio nosotros también tenemos derecho. - Jesús no sabía ni lo que decía, pero tenía claro que él también la quería meter en caliente. Sentado a la altura de mi muslo su antebrazo reposaba encima de él. 
 
Yo ni contesté, ni saqué la cabeza del sofá. No sabía qué hacer, así que lo único que hice fue encogerme de hombros. Fran entendió eso como un "sigo disponible" y fue bajando su mano acariciando toda mi espalda hasta llegar a mi nalga derecha. Yo instintivamente descrucé mis piernas, que hasta ese momento habían estado una encima de la otra, y noté como Jesús comenzaba también a subir su mano desde mi rodilla por la parte interior de mi muslo. La situación me volvió a excitar de sobremanera y volvía a tener mi polla apretando contra el asiento. Los dedos de Fran se fueron colando en mi raja hasta llegar a mi agujero - Uno de sus dedos se posó en él y comenzó a hacer un mínimo de fuerza para entrar. 
- Ufff, lo tienes bien abierto y lubricado. Sergio te ha dado una buena follada. Quieres un poco más? - Y dicho esto metió su dedo anular hasta el nudillo sin necesidad de lubricante. A mi se me escapó un leve gemido de placer que volvieron a entender como luz verde para darme un poco más de polla. Sin sacar su dedo y pegando sus labios a mi oreja me volvió a preguntar: - Quieres un poco más? Si lo quieres tienes que decirlo.
 
Yo estaba muerto de vergüenza y me jodía tener que rogar que me metiesen la polla, pero me podía más la excitación y tras la segunda insistencia de Fran asentí con mi cara aun tapada. Les había confirmado la luz verde y según asentía, Fran metió un segundo dedo en mi culo. Yo eché mi culo hacia atrás buscando que me siguiera penetrando. Jesús se levantó del asiento, se acercó al extremo donde tenía mi cabeza y agarrándome del pelo me la levantó.
- Venga, sal de ahí. - puso la punta de su polla a la altura de mi boca y mirándome desde arriba me invitó a metérmela en la boca. Yo le miré, miré su preciosa polla y le volví a mirar. Él sonrió, dejó caer saliva en su glande y me metió la polla en la boca sin soltarme el pelo. 
Me puse en cuatro de forma casi instintiva y mientras le comía la polla con gusto a Jesús, Fran se divertía metiendo 3 dedos en mi culo. 
- Joder macho, qué puta eres. Si lo hubiésemos sabido antes, habríamos hecho este plan más veces. - Fran ya se había puesto detrás de mi mientras seguía jugando con mi culo. No paraba de escupirse en los dedos y en mi agujero para lubricarlo mientras me metía los tres dedos con total facilidad. En un momento los sacó y me clavo su pollaza de un solo golpe. Yo, con la polla de Jesús aun en mi boca, gemí como buenamente pude y una vez recuperado el equilibrio volví a echar mi culo hacía atrás buscando que me la clavase aún más. Fran se volvió loco de excitación y comenzó a follarme con todas sus fuerzas. Cada embestida me llevaba al séptimo cielo a la vez que me empujaba a tragarme un poco más la polla de Jesús. Fran tenía una polla tan gruesa que al sacarla entera para volvérmela a meter me dejaba completamente vacío. Me encantaba como notaba su pubis chocando contra mí, haciendo fuerza para follarme aun más. Sus huevazos chocaban contra los míos haciéndome morir del placer. La polla de Jesús se seguía peleando contra mi paladar y mi garganta. Seguía gimiendo mientras los tres nos movíamos acompasados en un vaivén de placer en el que me follaban los dos a la vez y sin parar. Los músculos oblicuos de Jesús se tensaban mientras él se echaba hacia atrás para poder verme bien como abría la boca para volver a tragarme su polla entera cada vez que la sacaba. Yo le seguía mirando a los ojos dejándole saber que él estaba al mando. El tacto de su glande cada vez que entraba me volvía loco. Saboreaba cada gota de líquido preseminal y notaba como su polla se inflaba con cada lametón que le daba. 
- Oye, que yo también me lo quiero follar. Que a mi ya me la ha chupado. 
- Jajajaja, dame un segundo y te lo dejo todo para tí. 
- Joder, que me lo vas a dejar todo abierto ya... 
- Pues te jodes, haber espabilado. 
Y zas!, Fran me dio un azote con toda la manaza que me hizo gemir más fuerte aun. Con ese gemido y la fuerza por intentar cerrar mi culo Fran comenzó a correrse dentro mío. Aumentó el ritmo para hacerme gemir mientras me inundaba las entrañas con su leche. Una vez su polla había dejado de latir como si tuviera vida propia la sacó de mi culo dejándome vacío. En ese momento escuchamos como la puerta se cerraba. 
- Sergio? Estás ahí?
- Joder, se habrá ido?
- Ni idea, ahora iré a ver antes de ducharme. 
 
Es cierto que Jesús y yo no le hicimos mucho caso, ya que pensamos que se habría ido a comprar tabaco o algo. Ya estando los dos solos, Jesús me sacó la polla de la boca y se puso detrás mío. Estaba muy excitado por lo que no perdió el tiempo en metérmela hasta la base. Sus piernas eran fuertes y peludas. Su pelo se enredaba con el mío mientras me la clavaba con fuerza. Hizo tanta fuerza que los dos caímos en el sofá. 
- No, no. Levanta que ahora vamos a cabalgar. - Me cogió del pelo con las dos manos, puso sus piernas a cada lado dejándome en medio y semiflexionado comenzó a cabalgarme como si fuese una yegua. - Vamos, zorra, que ahora que tienes la boca libre vas a gemir como es debido. Efectivamente, en la posición que nos encontrábamos, su polla, pese a no ser ni la más grande ni la más ancha, entraba hasta el fondo y se clavaba en mi próstata haciéndome ver las estrellas. Me fui a coger la polla para masturbarme pero me dio un manotazo firme y fuerte que me hizo no volver a intentarlo. Sus huevos chocaban con tal fuerza que parecía que había alguien dando palmas en la habitación. Su cabalgada no sé lo que duró pero me dio un placer indescriptible. Ya no podía cerrar mi culo a voluntad; me lo habían dejado totalmente dilatado entre los tres y Jesús se había dado cuenta. 
- Estás abierta eh? - según decía esto me metió 2 dedos además de su polla y me arrancó un gemido de placer. Por más que intentaba cerrar el culo su polla entraba sin ningún tipo de oposición. Me estuvo follando con los dos dedos dentro de mi culo hasta que me corrí dando un fuerte gemido. Jesús, excitado como estaba se corrió en ese mismo momento mientras me agarraba las nalgas con fuerza. Sacó su polla mientras separaba mis nalgas y mi culo se quedó abierto de par en par mientras chorreaba la lefa de los tres. Dejó que cayesen 3 gotas y antes de que llegasen al sofá me la volvió a meter con fuerza. 
 
- Joder...ha sido la mejor noche que he tenido en muchos meses pero la tuya habrá sido inolvidable. - el cabrón de Jesús lo decía con la sonrisa cabrona. - Oye Fran, Sergio al final se ha ido? 
- Si! nos ha puesto un whatsapp diciendo que se iba a casa, que le había surgido algo. 
- Normal, una vez ha follado se ha quedado a gusto y se ha pirado a dormir. Yo creo que voy a hacer lo mismo. Tu qué vas a hacer? Porque por hoy habrás tenido suficiente, no? - A todo esto Jesús seguía con su polla metida en mi culo hasta los huevos. 
- Si, yo también me piro pero antes me voy a dar una ducha. - Dicho esto me levanté sacándome con pena y vergüenza la polla de Jesús y me fui corriendo al baño. 
 
Desde el baño podía escuchar la conversación de machitos que estaban teniendo Jesús y Fran. Que si vaya culo; que vaya tragaderas; que no se podían imaginar que fuese tan zorra. Lo que tenían claro es que otro día tenían que repetir. Como si mi culo fuese una atracción de feria; algo tendré que decir yo, no? Está claro que había sido seguramente la mejor noche de mi vida, pero bueno, me apetecía ponerme digno aunque fuese para mis adentros. 
 
Cuando salí de la ducha con la toalla anudada a la cintura Jesús y Fran estaban ya vestidos y esperando a que saliese. Me vestí como pude tapando mis partes con un pudor impostado y me calcé mientras los dos me miraban en silencio con una medio sonrisa. 
 
- Bueno qué, nos vamos? - Jesús parecía tener un poco de prisa. 
- Que sí, que ya voy. Bueno Fran, muchas gracias. Ya hablamos. 
- No hombre, gracias a ti, jajajajaja - Fran y Jesús se descojonaban al unísono y con razón. 
 
Jesús y yo salimos por la puerta sin decir mucho más. Antes de cerrar me llevé un azote de Fran. Me estaba convirtiendo en su zorra? Me daba bastante miedo que me dejasen de ver como un amigo para que me tratasen como a una tía con las que se liaban y luego pasaban de ellas. Cuando llegamos a la esquina donde nos teníamos que separar, Jesús se giró y al darme la mano se me acercó y pegó su cuerpo al mío restregándome la polla. 
 
- Te quieres ir a casa o prefieres venir a la mía, que estoy solo?
 
No me lo podía creer. Jesús me estaba proponiendo irme a su casa a seguir follando. Me quedé mudo por un instante. Un instante en el que pude notar como su polla crecía rápidamente dentro de su pantalón mientras se frotaba con la mía, que aun no recuerdo si había dejado de estar erecta en algún momento de la noche. 
 
- ehhh, bueno, es que debería irme a casa. Es tarde y... 
- Qué tarde. No quieres que te dé un poco más de polla? - Jesús no me dejó terminar en mi titubeo. Dijo eso y me dio un lametón desde mi labio inferior a mi nariz. 
- Bueno, vamos un rato. - No podía resistirme. 
 
Jesús, ganador, me dio otro fuerte restregón de polla y me giró el cuerpo para ir en dirección a su casa. No recuero de qué hablamos mientras íbamos de camino, pero llegando a su portal, mientras su mano derecha abría la puerta con la llave, su mano izquierda se colaba en mi culo dentro de mi pantalón. Su dedo anular se fue directo a mi agujero que estaba abierto y lubricado de las folladas que me habían metido. 
 
- Uf, sigue abierto... como me pone que lo tengas así. 
 
Yo no dije nada. Solo sonreí y pasé el umbral de la puerta hacia el ascensor con su anular metido en mi ojete. Una vez allí, se puso cara a cara dentro del ascensor y me cogió el culo con su otra mano. Se acercó y juntó su nariz a la mía. Con una media sonrisa mientras seguía jugando con mi agujero me dio un ligero beso en los labios. Noté como su barba de tres días me hacía cosquillas en el labio y al segundo me dio otro beso. Fue un beso intenso. Su lengua se metió en mi boca buscando la mía y pegó su cuerpo contra el mío. Nuestras pollas iban a estallar. Separó su boca y yo me quedé con la mía entre abierta. En ese momento me escupió en la boca y sonrió. Yo perplejo me tragué su saliva absoluta y totalmente cachondo y sometido y al instante se abrió la puerta del ascensor. Habíamos llegado a su piso, donde vivía con sus padres que estaban en una casa que tienen en el campo.
 
- Mis padres no volverán hasta mañana por la tarde, así que podemos estar tranquilos, pasa. - Sacó su mano de mi agujero y abrió la puerta de entrada. 
 
Yo me quedé en el recibidor sin saber muy bien a donde ir. Jesús cerró la puerta y me cogió de la mano tirando de mi hacia su cuarto. Subí las escaleras detrás de él viendo como su culazo, duro como una piedra, se movía hipnóticamente. En el hueco de la puerta me volvió a besar de forma salvaje. Su lengua luchaba por lamerme y su boca parecía querer abarcar toda mi cara. Sus manos volvían a jugar en mi agujero y nuestras pollas duras se frotaban una contra la otra dentro del pantalón. En un momento se separó de mí y me empujó contra la cama cayendo de espaldas. Me levantó las piernas poniéndoselas en los hombros y se abalanzó encima mío. Poco a poco nos fuimos desvistiendo hasta quedarnos en calzoncillos. Notaba su polla presionando mi orificio que estaba hambriento. Jesús me agarró de los brazos y los sujetó mientras bajaba besando mi torso hasta mis calzoncillos. No me lo podía creer, me iba a comer la polla. Pero no. Cuando llegó a la cintura volvió hacia arriba y me giró violentamente dándome la vuelta y poniéndose encima mío. Me quitó los calzoncillos y comenzó a presionar su glande contra mi ojete. Me estaba derritiendo de nuevo. Bocabajo abría mis piernas para dejarle hacer mientras notaba como sus labios buscaban mi cara y mis orejas. Su boca viajaba de mi oreja a mi boca y a mi nuca hasta que en uno de esos viajes me metió la polla sin lubricante ni nada. Grité de dolor y me la saqué como pude.
 
- Joder, perdona. Como lo tenías tan abierto pensé que no te dolería. 
- No es eso. Ponte lubricante o saliva porque si no, no podemos...
- Si, si. No te preocupes, que de eso tengo. 
 
Jesús abrió un cajón y sacó una caja de zapatos. Cuando la abrió puse los ojos en blanco. Además de varios lubricantes, tenía un dildo que parecía bastante grande! Opté por no decir nada ante su mirada pícara. Cogió el lubricante y se embadurnó la polla mientras me daba golpes con ella en mi culo abierto. Cuando la dejó enfilada fui yo el que, aun tumbado, me eché para atrás como pude metiéndome el glande. Joder, que placer. Como me gustaba que me la clavaran. Jesús viendo las ganas que tenía se tumbó encima mío clavándomela de nuevo de golpe. Sus piernas abrieron las mías y empujó con fuerza para clavármela hasta el fondo. 
 
- Te gusta así zorrita, verdad? 
- Sí, joder. Fóllame. 
- Vaya puta que estás hecha. Te voy a dejar el culo aun más abierto de lo que lo tienes.  
 
Y dicho y hecho. Comenzó a meter y sacar la polla con fuerza. En cada embestida me la clavaba con más fuerza haciéndome llegar al séptimo cielo. Su sudor caía en mi espalda y hacía que su pecho resbalase contra ella. Su respiración era como la de un toro. Me cogió por las caderas y de dejó en cuatro patas. Me sacaba y metía la polla entera dejando mi agujero abierto de par en par. 
 
- Buah chaval, como se te queda el ojete de abierto. Aquí te cabe lo que sea. Quieres que te meta un juguete? 
- Si, haz lo que quieras pero fóllame. - Yo estaba desatado. Necesitaba que me rellenase como fuera. 
 
Jesús sacó una polla de plástico enorme de la caja de zapatos. Tendría el largo de la caja y el ancho de su muñeca. Aun a día de hoy no sé que hacía con esa polla ahí. La embadurnó con lubricante y me la metió de un solo golpe. El placer que tuve fue inenarrable. Notar como entraba cada centímetro dentro de mi si ningún tipo de oposición me hizo ver el cielo. Mi manos perdieron la fuerza y caí de bruces con la cara en la cama, dejando mi culo totalmente abierto y expuesto a lo que quisiera hacer con él. Comencé a gemir de placer como una puta a lo que Jesús reaccionó poniéndose aun más cachondo. Empezó a meter y sacar entera la polla de plástico sin ningún tipo de oposición mientras con la otra mano me daba algún azote o metía los dedos en mi agujero cuando estaba libre. Una de las veces que la sacó del todo me dio una palmada en el agujero y me escupió en él. 
 
- Joder, que abierto lo tienes. A ver, prueba a cerrarlo. 
 
Efectivamente aunque lo intentase mantener cerrado el cabrón podía meter y sacar el pedazo de polla sin ningún tipo de problema y a mi me hacía pegar unos gemidos que debieron escuchar en todo el vecindario. 
 
- Vale, ahora déjalo todo lo abierto y relajado que puedas. 
 
Sus instrucciones eran claras, concisas y autoritarias. Y yo estaba disfrutando tanto que me dejaba hacer lo que quisiera. 
 
Con mi culo totalmente abierto noté como ponía su polla a la altura de mi ojete y la metía sin problema una y otra vez. En una de sus metidas noté como me intentaba meter a la vez la polla de plástico. Mi culo se comenzó a dilatar hasta límites que no habíamos llegado y de hecho llegó a entrar su polla y gran parte de la de plástico. Pero el dolor comenzó a ser insoportable y me las saqué. 
 
- Buah tío, te han entrado casi las dos. Qué puta locura. A ver tranquilo, estate quieto y relájate. 
 
El cabrón volvió a la carga y mi culo volvió a hacer el esfuerzo. Cada milímetro que se dilataba me daba un placer increíble y eché mi culo hacía atrás desenando que entrasen las dos pollas enteras. Poco a poco, milímetro a milímetro las dos pollas fueron entrando. Mis gemidos cada vez más ahogados por el cansancio le seguían poniendo cachondísimo. Y de repente entraron las dos. Las dejó ahí un momento y sacó la de plástico. 
 
- Joder, ya le había dicho a Fran que te cabían dos pollas seguro. Tienes el ojete de una buena zorra. - Y me dio un azote mientras mantenía su polla dentro de mi culo y la metía y sacaba sin esfuerzo alguno. 
 
Jesús volvió a la carga y me volvió a meter la polla de plástico ya casi sin dificultad. La dejó dentro y comenzó a follarme con las suya con velocidad. Yo comencé a gemir porque con cada embestida mi culo se dilataba un poco más y las dos pollas se me clavaban en la próstata. Mis gemidos se intensificaban según él aumentaba su velocidad hasta el punto que no paraba de gemir. Jesús seguía follándome y azotándome con fuerza hasta que en un momento dado me agarró con fuerza del culo casi hasta hacerme daño y me clavó su polla con toda la fuerza posible. Notaba como se hinchaba y corría dentro de mi, y me dio tal placer que yo también me corrí. Sacó las dos pollas de mi culo totalmente dilatado y caímos rendidos en la cama. Jesús aun con la polla dura me abrazó por detrás y nos quedamos dormidos haciendo cucharita. 
 
Al poco rato sonó mi teléfono. Era Sergio. 
 
- Donde estás?   
 

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