- Como te que te lo dije Jon?
- A ver, sabíamos que eras gay, pero no sabíamos hasta qué punto; y bueno, parece que has superado todas las expectativas. - Qué hijo de puta. Es algo que ya había comentado con Fernando todo este tiempo.- No te enfades; tu lo has disfrutado; yo lo he disfrutado; y ahora Fernando también quiere disfrutarlo. No te apetece?
Seguía con su rabo aun metido en mi culo. Yo me había corrido pero aun con el susto, seguía teniendo la polla durísima.
- Venga, no te hagas de rogar, sabes que estás deseando que te de rabo del bueno, no como ese que tiene Jon ahí. - Dijo Fernando ya en la puerta de la ducha sujetándose un paquete inmenso.
Mis ojos se fueron directos a él. Fernando era un gilipollas pero era realmente guapo. Medía cuatro o cinco dedos más que Jon, con pelo corto y castaño claro, ojos verdes y piel morena. Era un pijo de playa con un cuerpo atlético, pero nada mazado y que siempre presumiendo de polla y de pasta. Lo de la pasta estaba claro, y lo de la polla ahora parece que también.
Yo me quedé mirando si nada que decir mientras Jon sonreía con cara de cabrón y comenzaba a bombear muy lentamente como diciéndome que sí que quería seguir recibiendo.
Fer entró en la ducha y se fue quitando la ropa, ya que venía vestido. Mientras, yo me quedaba inmóvil recibiendo los suaves vaivenes de Jon. Su lento mete y saca me tenía hipnotizado, impidiendo que mandase a la mierda a Fernando y manteniéndole el horno caliente para que entrase él. Fernando se quedó solo en calzoncillos y se puso delante de mí.
- Cómemela un poco para que sepas lo que es una buena polla. - Yo obediente le empecé a chupar todo el tronco de su polla por encima del calzoncillo subiendo hasta su gigantesco glande que asomaba por encima mientras el comenzaba a gemir de placer. – Uf, qué bien lo haces. Así, así. Disfrútala tranquilo porque te vas a hinchar. – terminé de sacarle la polla y era inmensa. Dos o tres centímetros más que la de Jon y bastante más ancha. No he vuelto a ver una así en mi vida.
Le chupé la polla durante un rato mientras que Jon, otra vez con la polla dura me seguía follando. Notaba sus huevos chocar contra los míos. Sus manos me abrían el culo para entrar bien profundo.
- Joder que zorra estás hecha. Jon déjame que pruebe un poco.
- Venga, hacemos cambio y así me corro yo en su boca, que la chupa que no veas.
Me estaba convirtiendo en un puto instrumento sexual, pero joder como lo estaba disfrutando. Jon sacó de un golpe su polla y la puso debajo de la ducha para lavarla un poco mientras Fernando cogía la vaselina y se la comenzaba a untar en la polla.
Puso la punta en la entrada de mi culo y éste, aunque hambriento se resistió un poco debido al tamaño de la nueva polla. Una vez que entro el glande le fue más fácil todo. Y metió rápidamente el resto.
- Joder, que abierto y lubricado lo tienes. Qué bueno. Ábrelo para mi putita.
Jon acababa de terminar de lavarse la polla y tirándome del pelo hacia arriba me la metió de un solo golpe en la boca. Tenía a los dos bombeando frenéticamente. Llego un momento que de las embestidas que recibía tuve que sujetarme en las caderas de Jon y este aprovechó para reclinarse encima de mí y abrirme el culo más para que entrase bien a Fernando. Joder, como me estaban follando.
- Sácasela y métesela de un golpe, verás cómo gime. – y dicho y hecho. Fernando me sacó la polla mientras Jon me mantenía el culo abierto y me la metió con todas sus fuerzas. Joder, casi me corro en ese mismo instante. Metí un gemido y pedí más aun con la boca llena. Eché el culo hacia atrás y me la volvió a sacar.
- Joder como le gusta a la zorra esta. Pues toma otra vez.
Volvió a sacármela y metérmela así cuatro o cinco veces más y no pude más que correrme. Al notar como apretaba mi esfínter, Fernando avisó a Jon de que me estaba corriendo y los dos aceleraron el ritmo.
- Te vamos a llenar de leche putita – dijo Jon.
Primero Fernando dio dos espasmos y gimió bastante fuerte mientras notaba su corrida inundarme por dentro. Jon me sacó la polla de la boca, dejando solo su glande que yo me negaba a soltar. Aceleró el ritmo con su mano y terminó corriéndose en mi boca. Su leche seguía deliciosa y en buena cantidad. Me la tragué como buena puta mientras él me daba un par de cachetes en la cara.
- Vaya zorra joder. Este año vas a crecer dos palmos con toda la leche que vas a tomar.
- Jajajajaja ya ves… no te van a conocer cuando vuelvas a casa –dijo Fernando.
Y los dos salieron de la ducha mientras yo terminaba de lavarme. Solo de pensar en lo ocurrido tuve que volver a hacerme otra paja. Vaya día…
- A ver, sabíamos que eras gay, pero no sabíamos hasta qué punto; y bueno, parece que has superado todas las expectativas. - Qué hijo de puta. Es algo que ya había comentado con Fernando todo este tiempo.- No te enfades; tu lo has disfrutado; yo lo he disfrutado; y ahora Fernando también quiere disfrutarlo. No te apetece?
Seguía con su rabo aun metido en mi culo. Yo me había corrido pero aun con el susto, seguía teniendo la polla durísima.
- Venga, no te hagas de rogar, sabes que estás deseando que te de rabo del bueno, no como ese que tiene Jon ahí. - Dijo Fernando ya en la puerta de la ducha sujetándose un paquete inmenso.
Mis ojos se fueron directos a él. Fernando era un gilipollas pero era realmente guapo. Medía cuatro o cinco dedos más que Jon, con pelo corto y castaño claro, ojos verdes y piel morena. Era un pijo de playa con un cuerpo atlético, pero nada mazado y que siempre presumiendo de polla y de pasta. Lo de la pasta estaba claro, y lo de la polla ahora parece que también.
Yo me quedé mirando si nada que decir mientras Jon sonreía con cara de cabrón y comenzaba a bombear muy lentamente como diciéndome que sí que quería seguir recibiendo.
Fer entró en la ducha y se fue quitando la ropa, ya que venía vestido. Mientras, yo me quedaba inmóvil recibiendo los suaves vaivenes de Jon. Su lento mete y saca me tenía hipnotizado, impidiendo que mandase a la mierda a Fernando y manteniéndole el horno caliente para que entrase él. Fernando se quedó solo en calzoncillos y se puso delante de mí.
- Cómemela un poco para que sepas lo que es una buena polla. - Yo obediente le empecé a chupar todo el tronco de su polla por encima del calzoncillo subiendo hasta su gigantesco glande que asomaba por encima mientras el comenzaba a gemir de placer. – Uf, qué bien lo haces. Así, así. Disfrútala tranquilo porque te vas a hinchar. – terminé de sacarle la polla y era inmensa. Dos o tres centímetros más que la de Jon y bastante más ancha. No he vuelto a ver una así en mi vida.
Le chupé la polla durante un rato mientras que Jon, otra vez con la polla dura me seguía follando. Notaba sus huevos chocar contra los míos. Sus manos me abrían el culo para entrar bien profundo.
- Joder que zorra estás hecha. Jon déjame que pruebe un poco.
- Venga, hacemos cambio y así me corro yo en su boca, que la chupa que no veas.
Me estaba convirtiendo en un puto instrumento sexual, pero joder como lo estaba disfrutando. Jon sacó de un golpe su polla y la puso debajo de la ducha para lavarla un poco mientras Fernando cogía la vaselina y se la comenzaba a untar en la polla.
Puso la punta en la entrada de mi culo y éste, aunque hambriento se resistió un poco debido al tamaño de la nueva polla. Una vez que entro el glande le fue más fácil todo. Y metió rápidamente el resto.
- Joder, que abierto y lubricado lo tienes. Qué bueno. Ábrelo para mi putita.
Jon acababa de terminar de lavarse la polla y tirándome del pelo hacia arriba me la metió de un solo golpe en la boca. Tenía a los dos bombeando frenéticamente. Llego un momento que de las embestidas que recibía tuve que sujetarme en las caderas de Jon y este aprovechó para reclinarse encima de mí y abrirme el culo más para que entrase bien a Fernando. Joder, como me estaban follando.
- Sácasela y métesela de un golpe, verás cómo gime. – y dicho y hecho. Fernando me sacó la polla mientras Jon me mantenía el culo abierto y me la metió con todas sus fuerzas. Joder, casi me corro en ese mismo instante. Metí un gemido y pedí más aun con la boca llena. Eché el culo hacia atrás y me la volvió a sacar.
- Joder como le gusta a la zorra esta. Pues toma otra vez.
Volvió a sacármela y metérmela así cuatro o cinco veces más y no pude más que correrme. Al notar como apretaba mi esfínter, Fernando avisó a Jon de que me estaba corriendo y los dos aceleraron el ritmo.
- Te vamos a llenar de leche putita – dijo Jon.
Primero Fernando dio dos espasmos y gimió bastante fuerte mientras notaba su corrida inundarme por dentro. Jon me sacó la polla de la boca, dejando solo su glande que yo me negaba a soltar. Aceleró el ritmo con su mano y terminó corriéndose en mi boca. Su leche seguía deliciosa y en buena cantidad. Me la tragué como buena puta mientras él me daba un par de cachetes en la cara.
- Vaya zorra joder. Este año vas a crecer dos palmos con toda la leche que vas a tomar.
- Jajajajaja ya ves… no te van a conocer cuando vuelvas a casa –dijo Fernando.
Y los dos salieron de la ducha mientras yo terminaba de lavarme. Solo de pensar en lo ocurrido tuve que volver a hacerme otra paja. Vaya día…
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