Mi mujer con el hijo de mi amiga... y algo mas (actualizado)

Hola, compañeros poringueros, le voy a completar el relato de mi mujer con el hijo de su amiga que les quedé debiendo.
Les comento que mi mujer no me había contado bien todo lo que sucedió porque me dijo que tenía miedo de que yo me enojara, pero como se recalentó armando los posteos se animó a decirme. ¡De más está decir que produjo el efecto contrario, terminamos culeando como locos!
La cosa que me dijo que hablaban mucho de sexo con A y que este le contó que estuvo hablando de ella con un amigo muy íntimo, de lo bien que chupaba la pija y como le gustaba que se la diera por el culo y entregar el culo. Ella se enojó primero pero después le pregunto cómo era el amigo, él le dijo que era de su misma edad y que tenía una muy buena pija. Siguieron hablando y la cosa que ella accedió a conocerlo.
El día antes de volvernos se fueron mi mujer y el pibe “al supermercado”, pero yo ya sabía dónde iban, lo que no supe nunca hasta ahora fue lo que realmente sucedió y que paso a contarles.
Salieron juntos en el auto de la madre a A y pasaron a buscar a su amigo camino al río.
Mi mujer me dijo que apenas lo conoció le gusto el pibe, muy respetuoso, educado y un poco tímido. Seguro nervioso por la situación por lo que ella decidió tomar la iniciativa.
Llegaron al río por un sendero alejado del camino principal, que estaba oculto por el monte, a una hora que no había nadie por la zona, era la hora de la siesta y estaba todo muy tranquilo. Ella se bajó del auto y se fue caminando hacia unos árboles cercanos bajándose la calza ciclista en el camino dejando ver su culo desnudo, no llevaba bombachita y se queda solo en zapatillas y remera. Me dijo que se recostó de espaldas a un árbol, empezó a acariciarse la conchita totalmente depilada y les hizo señas para que se acerquen. Ella se arrodillo y le bajó la bermuda al amigo de A que ya estaba al palo con la intención de chuparle la pija, pero cuando se la vio me conto que lo miro al pendejo y le dijo “¡Hijo de puta! ¡La tenés gordísima!”. La pija le medía entre 20 y 21 cm, pero lo le llamó más la atención fue su grueso, la cabeza chica comparada con el resto, pero el tronco por lo que calculamos después unos 7.5 u 8cm de ancho! ¡Una guasada de pija!
Ella empezó a chupársela, pero me decía que no le entraba en la boca por lo que empezó a meterle mucha lengua. En eso se acerca A y se las empieza a chupar a los dos turnándose. Después de un buen rato así siente que A le empieza a poner vaselina en el culo, ella lo mira picara y le dice “¡Te viniste preparado guachito!”, se levanta y se apoya contra el árbol y A se la pone de una en el culo y la empieza a bombear con todas las ganas. Mi mujer que dijo que empezó a jadear y A le dice a su amigo: ”¡Viste como goza mi putita!”, a lo que ella le dice: ”¡Si soy tu putita!” y acabó con un fuerte grito. La verdad que es impresionante como acaba por el culo mi mujer. Él le siguió dando hasta que le acabo en el culo, entonces ella lo mira al amigo de A y le dice: “¡Ahora te toca a vos!”. El pibe se acerca, la puertea y como no la embocaba mi mujer le separa los cachetes del culo y le dice ansiosa: “¡Dale, dale!”. En eso ella siente que le empieza a entrar la punta de la pija y le dice: “¡Ahí, ahí, dame fuerte!”, y el pibe se la ensarta de golpe. Ella me contó que nunca sintió una verga tan gruesa en el culo como la de ese pendejo, y eso que tuvo un novio que la tenía re gorda y que la mataba cada vez que se la culeaba. Solo atino a pegar un grito seco, a lo que A le dijo: “¡Grita todo lo que quieras que no te escucha nadie acá!”. 
Ella me dijo que sentía como el amigo de A estuvo un buen rato culeándola lento, le sacaba la verga hasta la cabeza y se la volvía a clavar hasta el fondo, de golpe empieza a bombearla con furia, siente que se le ponía dura como un fierro, y como le llena el culo de leche.
Me dijo que cuando se separo el pibe se quedó agarrada del árbol de lo que le temblaban las piernas. A que ya estaba al palo de nuevo se acuesta sobre el pasto le dice: “Vení, sentate arriba mío que te quiero coger”. Mi mujer le hace caso, primero se queda quieta sintiendo como le latía la concha ensartada con la pija del pendejo, pero a medida que recuperaba las fuerzas en las piernas lo empieza a cabalgar. A todo esto, el amigo de A le pone la pija en la boca para que se la chupe, cosa que ella hace con muchas ganas. Después de un buen rato el amigo de A se separa y se empieza a poner vaselina en la pija, cuando mi mujer lo ve le pregunta que pensaba hacer, pero este no le responde y se pone atrás de ella. En eso siente que el pibe se pone atrás y la empieza a puertear con la pija el culo. Ella asustada le dice: “¡Ni se te ocurra pendejo me van a matar!”, pero no alcanzó a terminar la frase que ya tenía la pija enterrada culo, solo atino a emitir un fuerte y ahogado “¡AAHHHHH!!!”.
Yo siempre le había pedido hacer una doble penetración, pero ella por miedo nunca quiso, pero me contó que lo sintió al principio muy raro, pero después el gozo fuer tremendo, acababa una y otra vez, con las dos pijas entrando y saliendo de ella y que por eso no me había contado, tenía miedo de que me enojara.
Ya estaba tan agotada de tantas acabadas que casi no se movía. Los pendejos le dieron sin asco y sin descanso por lo que calculo unos 15 o 20 min. Ella solo atinaba a decirles “¡Basta, Basta!” pero eso los calentaba mas y las embestidas eran mas profundas. 
En eso A le dice a su amigo que quería cambiar, pero cuando mi mujer se baja de encima de el se acuesta boca abajo en el pasto porque estaba molida, y A al verla con el culo parado, aprovecha y se la mete de una, empieza a bombearla otra vez hasta que le acabo de nuevo en el culo. Para esta altura ella ya se dejaba hacer cualquier cosa y solo atinaba a putearlos. Después de A se la volvió a culear el amigo que hizo lo mismo, le lleno el culo de leche.
Cuando acabaron ella se quedó un rato acostada en el pasto, me dijo que estaba como en las nubes, muy adolorida pero satisfecha como nunca de tantas acabadas, después se levanto y ellos la ayudaron a vestirse. Aprovechó para despedirse, los beso muy profundamente a los dos y se volvieron para la casa de la madre de A donde los estábamos esperando yo sin saber bien lo ocurrido, hasta hace poco.
Al otro día nos volvimos para nuestra casa, la verdad que fueron unas vacaciones cortas, sencillas pero inolvidables. Espero que les haya gustado tanto como a mí.
Les dejo unas fotos que le tome a ella el finde siguiente del viaje para que vean lo que se comieron los pendejos.
Saludos a todos.