Capitulo II Guerra en la sangre
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Roman pasaba su erecto pene hacia abajo y arriba del culo de Ernesto, este tenía bajos los pantalones y desde la posición de Aghata se podía observar que llevaba puesta una tanga de encaje color negra, se la había corrido a un lado con su mano izquierda y apoyaba su cabeza sobre la derecha, estaba semi agachado en el lateral de la camioneta, Roman solo había abierto su bragueta y susurraba en el oído de Ernesto. Agatha no podía creer lo que veía, nunca imaginó que su marido tuviera ese tipo de inclinaciones, si bien era cierto que gustaba de tener un rol más pasivo que ella en la cama jamás pensó que se acostara con otros hombres. Quiso salir de allí a toda prisa pero su cuerpo no respondía, no podía descifrar lo que le sucedía, de repente se vio introduciendo su mano dentro de los legging, era increíble, estaba toda lubricada y un calor sofocante la envolvía, comenzó a acariciar sus labios e introduzco un dedo dentro suyo, la visión de Ernesto a punto de ser sodomizado la excito de una manera insospechada, estaba masturbandose como nunca, en un lugar público, a merced de cualquier mirada, en eso escucho un ruido, vio como el duo apresuró a vestirse y saco su mano de la entrepierna encaminandose a la camioneta, quito la alarma y subió, estaba muy agitada, no había podido correrse, vio su mano totalmente mojada y un desconocido impulso la llevó a lamerla, no podía más, ardía de deseos de ser cogida, necesitaba sentir una verga dentro suyo imperiosamente. Suspiro, se tranquilizo y llamó a Ernesto por el celular: - ¿Dónde te has metido?, Estoy esperandote Ernesto - Voy voy Agatha, disculpame por favor, Roman ha tenido un choque hoy y estaba consultando sobre las reparaciones y trámites con el seguro, estoy enseguida allí.
El trayecto fue tenso, todos los planes que ambos habían preparado para ese dia de reencuentro se fueron al tacho. - Así que Roman te consultaba sobre el choque? - Si si - Dijo Ernesto con un cinismo que desconcertaba a Agatha. - Y dime, ¿has podido evacuar sus dudas? - A que vendrían estas preguntas se preguntó Ernesto temiendo que el ruido que escucharon haya sido de ella. -No es posible- pensó, estábamos a buen resguardo. - Tengo una sorpresa para ti, amor - Dijo Ernesto poniendo su mano sobre la pierna de Agatha - Ya lo creo que sí pensó ella y no pudo explicarse el porqué pero sus liquidos volvían a abandonar su cuerpo y ya humedecian no solamente la tanga sino que también los leggings.
Llegaron a casa y Aghata agradeció la poca luz del suburbio para disimular las marcas en su ropa, subieron y se metió a la ducha. Ernesto, mientras acomodaba su bolso y buscaba el paquete con lenceria para Agatha, debía cambiarse, no quería que ella supiera de su fetiche sissy, había caído en él de manera casi natural, el porno cuckold lo fue llevando y la curiosidad pudo más, lo que había sucedido con Roman fue un desliz, el sabia de sus inclinaciones, se habían hecho confidentes contandose todo acerca de sus respectivas relaciones y deseos, sin saber cómo terminaron en una relación de amistad que permitía ciertas licencias.
Agatha salió del baño envuelta en una bata, mientras secaba su cabellera, veía como Ernesto ingresaba al baño cerrando la puerta tras él, no podía dejar de revivir lo acontecido hacía solo unos minutos, su corazón palpitaba a mil y su respiración era entrecortada, se levantó y abrió la puerta del baño de golpe. - ¿Qué haces aquí?!!- Dijo Ernesto tratando inútilmente de taparse con un toallón - Dios!!, Que significa esto Ernesto?!!, que haces vestido así?!! - Es que acaso ya no te atraigo?!! - No no no no detente por favor Aghata, no te pongas así por favor, te lo suplico - ¡Cómo carajo quieres que me ponga Ernesto?!, acabo de ver como otro hombre pasaba su verga en tu culo mientras tú suspirabas como un cerdo!!!!!! Como has podido?!!, quiero que te vayas de aquí!! - Agatha gritaba con la bata entreabierta enseñando sus rijidos pezones y su depilada vagina - Agatha, no, por favor, te amo, no puedo estar sin ti, claro que me atraes, solo vengo pensando en sexo contigo, lo que has visto solo fue…, no lo se, solo es otra cosa.. ehhh, dios, porque es tan dificil, solo solo sentí curiosidad, pero te amo a ti, te deseo a ti, mira como me he puesto - Dijo acariciando su dura verga sobre la tanga de encaje que aún tenía puesta - Eres un cerdo - Dijo Agatha pero ahora su tono de voz había cambiado, era una especie de frialdad y burla lo que expresaban sus palabra - Escúchame bien Ernesto, grabatelo, no volverás a tocarme un pelo, quieres estar conmigo? vas a tener que aguantar lo que venga, está claro - Ernesto estaba en silencio, tragaba saliva y solo atinaba a asentir con la cabeza, quiso secarse las lágrimas que corrían por sus mejillas pero Agatha lo impidió - Ni se te ocurra secarte, ahora llora, desahogate, bañate y ven a la cama, me esperan jornadas muy importantes en el Estudio y no puedo ocuparme de esto ahora, lo siento. - Te amo - Balbuceaba Ernesto - Por favor, di que aun me amas - No lo sé Ernesto, no lo se, eres el padre de mi hijo, hasta esta mañana eras el mejor partido pero todo esto fue mancillado por tus debilidades ocultas. Necesito tiempo para procesar todo esto, hasta que tome una decisión seguiremos como hasta ayer para todo el mundo, pero entre nosotros no habrá ningún tipo de intimidad.
Dicho esto Agatha salió del cuarto de baño y bajó al Estar, se sirvió una copa de gin y se sentó en el sillón a oscuras viendo el paisaje nocturno del barrio. Su mundo acababa de cambiar para siempre lo sabia, si bien se excitó como nunca antes solo pudo reaccionar de forma violenta con Ernesto cuando llegaron, había un una guerra en su interior, su educación cristiana por un lado y los deseos mas intimos y lascivos que la asaltaron por otro. Aun no sabía qué bando acabaría dominando, lo único cierto era que una nueva realidad se abría paso en su vida
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Lucio, estaba sentado en el sillón de tela de su habitación mientras veía en el reflejo del espejo delante de si el culo entangado de Marcela que arrodillada mamaba su tiesa verga, podia ver lo carnosa que era su vulva y como mojaba la rosada tanga que la aprisionaba - ahhhh, que puta hermosa seeeeeeeee!!! como te gusta la pija puta, asi asiiiiiiiiiiii - decía mientras empujaba la cabeza de Marcela contra su pelvis clavando su virilidad al fondo de la garganta de esta provocando arcadas en ella. La soltó y esta se la sacó de la boca y la escupió con saliva espesa, lo pajeada con ambas manos y esperaba su descarga con la lengua afuera - No tan deprisa dijo y la hizo levantar, se colocó detrás de ella y le indico que subiera un pie al sillón, en esa posición podía deleitarse con el turgente culo de ella, le apoyó la verga y escupió sobre ella así se la deslizada de la vagina a al ano mezclando suj jugos con su saliva, mmmmmm!!! ronroneaba Marcela que movía sus caderas buscando que la penetrara cuanto antes, no podía soportar ese rito y quería correrse con el dentro, ansiaba sentir el caliente semen de ese mancebo en lo más profundo de sus entrañas, -ahhh mmmmm, por favor mete tu verga ya no soporto mas, voy a correrme- Aun no, antes quiero sentir a que sabe tu culo- y arrodillándose pasó su caliente y húmeda lengua desde el agujero de su culo a su depilada vagina, Marcela dio un respingo y se mordía los labios para no correrse, la lamió un momento y poniéndose de pie apoyo su inflamado glande en la vulva, comenzó a penetrarla lentamente, y luego de unos segundos comenzó a darle estocadas profundas y rápidas adquiriendo un ritmo bestial - aaaaaahhhhhh….aaaaaaaaaaahhhh…asiiiiiiiii….siiiiiii…ahhhhhhhh, me encanta tu pijaaaaaaa!!!!!- Ahullaba Marcela, Lucio habia tomado su cabello y lo tiraba hacia atrás como buscando traspasarla - ahiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…ahiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.. me corro!!! me corroooo!!!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh- y sus piernas empezaron a temblar, Lucio aumento el ritmo de su acometida y comenzó a inundar la concha de Marcela - Ahhhh!!! seeeee!!! tomo esto puta toma!!!, ven arrodíllate y limpia mi pija como una buena puta, vamoos!!- Dijo tomándola del brazo y obligándola a arrodillarse, ella lo hizo y comenzó a lamer tu aun tieso e hinchado pene, sentí la mezcla de sabores e instintivamente comenzó a acariciarse la concha, pudo sentir como escurría la espesa leche de Lucio mientras le lamia las bolas y se pasaba el tronco por toda la cara.
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Agatha salio muy temprano por la mañana y no reparo en Ernesto, su interno conflicto la hizo dudar de su vestuario, siempre casual y sobrio, esta vez fue un poco mas audaz, se sentia aún con adrenalina y algo de la excitación de la noche anterior, escogio unas bragas muy chiquitas con encaje de color beige, un jean clarito muy pegado al cuerpo que se le hundia en el culo y una camisa negra con transparencias que al ser suelta marcaba muy delicadamente su busto y como dos botoncitos sus ya duros pezones. Se dio una última mirada en el espejo y no pudo evitar comenzar a mojarse, no sabía que le sucedía, se lavó la cara con agua helada y salió. Al llegar al Estudio intentó realizar las tareas que tenía pendientes para la entrega de obra que debía cumplir aunque no lograba concentrarse del todo, muestra de ello fue el desconcierto que tuvo en cuando su jefe le presentó al inspector que representa técnicamente a la multinacional que esperaba recibir la obra que ella dirige. - Hola Ingeniero, es un placer recibirlo - Dijo tratando de acomodarse a la situación, era la primera vez que lo veía y su suerte no la ayudó, aquel personaje era un hombre aparentemente unos años mayor que ella, de anchos hombros, vestía un jean que marcaba un bulto prominente, y una camisa a cuadros que dejaba escapar algunos bellos de su pecho sobre los botones desprendidos
- ¿Qué tal Arquitecta? el gusto es mío - Dijo estrechando su mano firme y mirándola directamente a los ojos, su rostro era cautivante y misterioso, llevaba barba de tres días sospecho ella y la colonia que llevaba era perfecta. Trato de concentrarse en el trabajo y lo acompañó a su oficina para mostrarle el plan de avance de la obra y los planos con los últimos detalles en ejecución, en ella Agatha tenía un tablero de dibujo donde tenía desplegados los planos y unas carpetas encima con diagramas y planillas, se pararon ambos uno a lado del otro y comenzaron a revisarlos. El estaba concentrado en lo que veia, hacia preguntas especificas y asentia con la cabeza a medida que Agatha iba explicando los avances, por momentos el se quedaba callado leyendo alguna planilla y Agatha lo miraba de soslayo, ese hombre transmitia una seguridad y una virilidad que la atraia fuertemente, al estar tan cerca uno del otro podia sentir en su piel el calor que hemanaba su cuerpo, esto junto a la suave y dulce colonia que tenia la embriagaba y con los ojos entrecerrados podia ver imagenes lujuriosas asaltando su imaginacion, sinto como un hilo de flujo la abandonaba y apreto sus piernas por si etse habia marcado sus jeans, se disculpo y fue al sanitario donde se mojo la cara y el cuello con agua fria, no podia controlarse, se miro al espejo con el agua escurriendo por su rostro y pudo ver en sus ojos el reflejo del torbellino que bullia en su interior, de repente todo fueron momentos fugaces, fotografias, se sentia confusa, mareada, es como si su mente hubiera abandonado su cuerpo y pudiera verse desde lo alto, se veia apoyada el lavatorio con una mano y con la otra dentro de sus pantalones acariciando su humedo sexo, lo veia como si no estuviera alli, pero lo sentia dentro de ella, hundio sus dedos y un orgasmo intenso la obligo a care arrodillada sobre el frio piso del sanitario. De repente volvió en sí, se apresuró a emprolijarse y salió rumbo a la oficina, cuando llegó el Ingeniero estaba fuera de ella charlando con su jefe
- Ahí estas Agatha - Dijo el - ¿Te encuentras bien? le pregunto amablemente
- Si si, les pido disculpas el calor de este verano me da malas pasada - Dijo viendo como el Ingeniero la miraba con indulgencia
- Bien, nos tenias algo preocupados, me dice nuestro invitado que estará en la ciudad unos días para supervisar el avance de la obra - Perdón, no es una supervisión- Dijo el - solo me gustaria ver como es que logra llevar esta obra con tanta eficiencia la Arquitecta - Dijo y saludandolos se encaminó a la salida. Aghata sintió un mensaje entre lineas pero prefirió no darle relevancia
- Saldré por un café Antonio, vuelvo en 30 minutos - Dijo Agatha y cruzando el atrio se sentó en su mesa reservada pidiendo algo fresco a Maria. Precisaba relajarse y volver a tomar dominio de sí misma, las ultimas 24 horas pusieron su vida de cabeza y no lograba desacelerar, lo de Ernesto había sido muy fuerte y no se animaba a analizarlo, se puso a navegar por el móvil y su curiosidad pudo mas, realizo búsquedas sobre lo que había vivido y los resultados fueron perturbadores para ella, en unos minutos estaba navegando en páginas de temática sissy cuckold y no podía creer que aquello le estuviera pasando a su marido, lo pensaba pero su cuerpo iba en otra dirección, volvió a sentir que se sonrojaba y su corazón palpitaba más deprisa, se dio cuenta que estaba totalmente mojada y que su tanga estaba metida en medio de sus labios, cruzó las piernas y el roce de la tela le produjo un placer indecente. Tomo su bebida fría y envió un audio a Antonio
-Antonio, debo cruzar la ciudad para ver que sucede con los artefactos de baño, no creo regresar hasta mañana a la oficina.
Sin esperar respuesta se dirigió al estacionamiento y en 30 minutos estaba en el trabajo de Ernesto, entró por la puerta principal del local comercial y se dirigió a su oficina, la puerta estaba entreabierta y antes de entrar reconoció la voz de Lucio que decía
-Esta noche voy a comerle el culo, la muy puta lo está pidiendo jajaja, la verdad es que ese hotel da un servicio increíble.
Aghata golpeó la puerta e ingreso, Ernesto se levantó rápidamente y sorprendido de verla allí la saludo
-Hola Agatha, Lucio paso a consultarme algunos temas de la capacitación, está en sus minutos de descanso, ya se iba.
Lucio entendiendo la indirecta saludo a Agatha y salió cerrando la puerta tras de sí. Aghata estaba diferente, algo ocurría en su semblante, Ernesto actuaba con cautela, no sabia que podia suceder, Agatha se movía en silencio, de pie como agazapada, trabo la puerta y se paró frente a Ernesto, lo tomó de la corbata y lo hizo acostar en el suelo frente al escritorio, Ernesto se dejaba hacer, estaba totalmente a su merced luego del episodio de la noche anterior, ella seguía de pie y lo miraba con una mueca de sonrisa extraña, él nunca la habia visto asi
–Muy bien Ernesto, ya se que es lo que te gusta, y se lo que a mi me gusta - Las palabras salían de su boca con un timbre sensual desconocido para ella y no podía controlar su contenido, se dejó llevar
- Parece que te pone ser dominado
-Agatha, debemos hablar, estoy muy arrepentido
-Silencio!!! - Le gritó Aghata, se quitó los pantalones y se paró sobre él con las piernas a cada lado de su cara - Observa - Dijo y se corrió el tanga a un lado hundiendo sus dedos dentro de sí, al retiralos un espeso hilo de flujo unía sus dedos a su vulva - ¿Sabes qué es esto? Esto es lo que me provoca un macho de verdad, para ti solamente abra esto. Y al decir esto se sentó sobre la cara de Ernesto - Ahora lameme toda, déjame limpia cerdo y chupa mi culo - Ernesto obedeció, tenía una erección que le lastimaba y hundió su lengua en ella que comenzó a refregar toda su concha en la cara de el, no tardo mucho en correrse - aaaaaaaaaaaaaahhhhh!!!! siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii….!!! esto es lo que me provocó mi nuevo inspector, siente como me corro, ahhhhhhhhhhh, asi que quieres ser un cornudo!! ehhh… un cornudo maricon!!! aaaaaahhhh, pues vas a serlo. Y al escuchar esto Ernesto se eyaculó dentro de los pantalones sin siquiera tocarse, la excitación de lo que sucedía era más fuerte que él. Agatha se vistió y antes de salir de la oficina giro para verlo, estaba aun recostado en el piso, tenia la camisa mojada con sus jugos y el pantalón manchado con su propio semen, pudo ver una mezcla de excitación y humillación en su rostro, salió dejando la puerta abierta, ese dia su parte más oscura y lasciva reclamaba libertad.
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Roman pasaba su erecto pene hacia abajo y arriba del culo de Ernesto, este tenía bajos los pantalones y desde la posición de Aghata se podía observar que llevaba puesta una tanga de encaje color negra, se la había corrido a un lado con su mano izquierda y apoyaba su cabeza sobre la derecha, estaba semi agachado en el lateral de la camioneta, Roman solo había abierto su bragueta y susurraba en el oído de Ernesto. Agatha no podía creer lo que veía, nunca imaginó que su marido tuviera ese tipo de inclinaciones, si bien era cierto que gustaba de tener un rol más pasivo que ella en la cama jamás pensó que se acostara con otros hombres. Quiso salir de allí a toda prisa pero su cuerpo no respondía, no podía descifrar lo que le sucedía, de repente se vio introduciendo su mano dentro de los legging, era increíble, estaba toda lubricada y un calor sofocante la envolvía, comenzó a acariciar sus labios e introduzco un dedo dentro suyo, la visión de Ernesto a punto de ser sodomizado la excito de una manera insospechada, estaba masturbandose como nunca, en un lugar público, a merced de cualquier mirada, en eso escucho un ruido, vio como el duo apresuró a vestirse y saco su mano de la entrepierna encaminandose a la camioneta, quito la alarma y subió, estaba muy agitada, no había podido correrse, vio su mano totalmente mojada y un desconocido impulso la llevó a lamerla, no podía más, ardía de deseos de ser cogida, necesitaba sentir una verga dentro suyo imperiosamente. Suspiro, se tranquilizo y llamó a Ernesto por el celular: - ¿Dónde te has metido?, Estoy esperandote Ernesto - Voy voy Agatha, disculpame por favor, Roman ha tenido un choque hoy y estaba consultando sobre las reparaciones y trámites con el seguro, estoy enseguida allí.
El trayecto fue tenso, todos los planes que ambos habían preparado para ese dia de reencuentro se fueron al tacho. - Así que Roman te consultaba sobre el choque? - Si si - Dijo Ernesto con un cinismo que desconcertaba a Agatha. - Y dime, ¿has podido evacuar sus dudas? - A que vendrían estas preguntas se preguntó Ernesto temiendo que el ruido que escucharon haya sido de ella. -No es posible- pensó, estábamos a buen resguardo. - Tengo una sorpresa para ti, amor - Dijo Ernesto poniendo su mano sobre la pierna de Agatha - Ya lo creo que sí pensó ella y no pudo explicarse el porqué pero sus liquidos volvían a abandonar su cuerpo y ya humedecian no solamente la tanga sino que también los leggings.
Llegaron a casa y Aghata agradeció la poca luz del suburbio para disimular las marcas en su ropa, subieron y se metió a la ducha. Ernesto, mientras acomodaba su bolso y buscaba el paquete con lenceria para Agatha, debía cambiarse, no quería que ella supiera de su fetiche sissy, había caído en él de manera casi natural, el porno cuckold lo fue llevando y la curiosidad pudo más, lo que había sucedido con Roman fue un desliz, el sabia de sus inclinaciones, se habían hecho confidentes contandose todo acerca de sus respectivas relaciones y deseos, sin saber cómo terminaron en una relación de amistad que permitía ciertas licencias.
Agatha salió del baño envuelta en una bata, mientras secaba su cabellera, veía como Ernesto ingresaba al baño cerrando la puerta tras él, no podía dejar de revivir lo acontecido hacía solo unos minutos, su corazón palpitaba a mil y su respiración era entrecortada, se levantó y abrió la puerta del baño de golpe. - ¿Qué haces aquí?!!- Dijo Ernesto tratando inútilmente de taparse con un toallón - Dios!!, Que significa esto Ernesto?!!, que haces vestido así?!! - Es que acaso ya no te atraigo?!! - No no no no detente por favor Aghata, no te pongas así por favor, te lo suplico - ¡Cómo carajo quieres que me ponga Ernesto?!, acabo de ver como otro hombre pasaba su verga en tu culo mientras tú suspirabas como un cerdo!!!!!! Como has podido?!!, quiero que te vayas de aquí!! - Agatha gritaba con la bata entreabierta enseñando sus rijidos pezones y su depilada vagina - Agatha, no, por favor, te amo, no puedo estar sin ti, claro que me atraes, solo vengo pensando en sexo contigo, lo que has visto solo fue…, no lo se, solo es otra cosa.. ehhh, dios, porque es tan dificil, solo solo sentí curiosidad, pero te amo a ti, te deseo a ti, mira como me he puesto - Dijo acariciando su dura verga sobre la tanga de encaje que aún tenía puesta - Eres un cerdo - Dijo Agatha pero ahora su tono de voz había cambiado, era una especie de frialdad y burla lo que expresaban sus palabra - Escúchame bien Ernesto, grabatelo, no volverás a tocarme un pelo, quieres estar conmigo? vas a tener que aguantar lo que venga, está claro - Ernesto estaba en silencio, tragaba saliva y solo atinaba a asentir con la cabeza, quiso secarse las lágrimas que corrían por sus mejillas pero Agatha lo impidió - Ni se te ocurra secarte, ahora llora, desahogate, bañate y ven a la cama, me esperan jornadas muy importantes en el Estudio y no puedo ocuparme de esto ahora, lo siento. - Te amo - Balbuceaba Ernesto - Por favor, di que aun me amas - No lo sé Ernesto, no lo se, eres el padre de mi hijo, hasta esta mañana eras el mejor partido pero todo esto fue mancillado por tus debilidades ocultas. Necesito tiempo para procesar todo esto, hasta que tome una decisión seguiremos como hasta ayer para todo el mundo, pero entre nosotros no habrá ningún tipo de intimidad.
Dicho esto Agatha salió del cuarto de baño y bajó al Estar, se sirvió una copa de gin y se sentó en el sillón a oscuras viendo el paisaje nocturno del barrio. Su mundo acababa de cambiar para siempre lo sabia, si bien se excitó como nunca antes solo pudo reaccionar de forma violenta con Ernesto cuando llegaron, había un una guerra en su interior, su educación cristiana por un lado y los deseos mas intimos y lascivos que la asaltaron por otro. Aun no sabía qué bando acabaría dominando, lo único cierto era que una nueva realidad se abría paso en su vida
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Lucio, estaba sentado en el sillón de tela de su habitación mientras veía en el reflejo del espejo delante de si el culo entangado de Marcela que arrodillada mamaba su tiesa verga, podia ver lo carnosa que era su vulva y como mojaba la rosada tanga que la aprisionaba - ahhhh, que puta hermosa seeeeeeeee!!! como te gusta la pija puta, asi asiiiiiiiiiiii - decía mientras empujaba la cabeza de Marcela contra su pelvis clavando su virilidad al fondo de la garganta de esta provocando arcadas en ella. La soltó y esta se la sacó de la boca y la escupió con saliva espesa, lo pajeada con ambas manos y esperaba su descarga con la lengua afuera - No tan deprisa dijo y la hizo levantar, se colocó detrás de ella y le indico que subiera un pie al sillón, en esa posición podía deleitarse con el turgente culo de ella, le apoyó la verga y escupió sobre ella así se la deslizada de la vagina a al ano mezclando suj jugos con su saliva, mmmmmm!!! ronroneaba Marcela que movía sus caderas buscando que la penetrara cuanto antes, no podía soportar ese rito y quería correrse con el dentro, ansiaba sentir el caliente semen de ese mancebo en lo más profundo de sus entrañas, -ahhh mmmmm, por favor mete tu verga ya no soporto mas, voy a correrme- Aun no, antes quiero sentir a que sabe tu culo- y arrodillándose pasó su caliente y húmeda lengua desde el agujero de su culo a su depilada vagina, Marcela dio un respingo y se mordía los labios para no correrse, la lamió un momento y poniéndose de pie apoyo su inflamado glande en la vulva, comenzó a penetrarla lentamente, y luego de unos segundos comenzó a darle estocadas profundas y rápidas adquiriendo un ritmo bestial - aaaaaahhhhhh….aaaaaaaaaaahhhh…asiiiiiiiii….siiiiiii…ahhhhhhhh, me encanta tu pijaaaaaaa!!!!!- Ahullaba Marcela, Lucio habia tomado su cabello y lo tiraba hacia atrás como buscando traspasarla - ahiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…ahiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.. me corro!!! me corroooo!!!! aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhh- y sus piernas empezaron a temblar, Lucio aumento el ritmo de su acometida y comenzó a inundar la concha de Marcela - Ahhhh!!! seeeee!!! tomo esto puta toma!!!, ven arrodíllate y limpia mi pija como una buena puta, vamoos!!- Dijo tomándola del brazo y obligándola a arrodillarse, ella lo hizo y comenzó a lamer tu aun tieso e hinchado pene, sentí la mezcla de sabores e instintivamente comenzó a acariciarse la concha, pudo sentir como escurría la espesa leche de Lucio mientras le lamia las bolas y se pasaba el tronco por toda la cara.
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Agatha salio muy temprano por la mañana y no reparo en Ernesto, su interno conflicto la hizo dudar de su vestuario, siempre casual y sobrio, esta vez fue un poco mas audaz, se sentia aún con adrenalina y algo de la excitación de la noche anterior, escogio unas bragas muy chiquitas con encaje de color beige, un jean clarito muy pegado al cuerpo que se le hundia en el culo y una camisa negra con transparencias que al ser suelta marcaba muy delicadamente su busto y como dos botoncitos sus ya duros pezones. Se dio una última mirada en el espejo y no pudo evitar comenzar a mojarse, no sabía que le sucedía, se lavó la cara con agua helada y salió. Al llegar al Estudio intentó realizar las tareas que tenía pendientes para la entrega de obra que debía cumplir aunque no lograba concentrarse del todo, muestra de ello fue el desconcierto que tuvo en cuando su jefe le presentó al inspector que representa técnicamente a la multinacional que esperaba recibir la obra que ella dirige. - Hola Ingeniero, es un placer recibirlo - Dijo tratando de acomodarse a la situación, era la primera vez que lo veía y su suerte no la ayudó, aquel personaje era un hombre aparentemente unos años mayor que ella, de anchos hombros, vestía un jean que marcaba un bulto prominente, y una camisa a cuadros que dejaba escapar algunos bellos de su pecho sobre los botones desprendidos
- ¿Qué tal Arquitecta? el gusto es mío - Dijo estrechando su mano firme y mirándola directamente a los ojos, su rostro era cautivante y misterioso, llevaba barba de tres días sospecho ella y la colonia que llevaba era perfecta. Trato de concentrarse en el trabajo y lo acompañó a su oficina para mostrarle el plan de avance de la obra y los planos con los últimos detalles en ejecución, en ella Agatha tenía un tablero de dibujo donde tenía desplegados los planos y unas carpetas encima con diagramas y planillas, se pararon ambos uno a lado del otro y comenzaron a revisarlos. El estaba concentrado en lo que veia, hacia preguntas especificas y asentia con la cabeza a medida que Agatha iba explicando los avances, por momentos el se quedaba callado leyendo alguna planilla y Agatha lo miraba de soslayo, ese hombre transmitia una seguridad y una virilidad que la atraia fuertemente, al estar tan cerca uno del otro podia sentir en su piel el calor que hemanaba su cuerpo, esto junto a la suave y dulce colonia que tenia la embriagaba y con los ojos entrecerrados podia ver imagenes lujuriosas asaltando su imaginacion, sinto como un hilo de flujo la abandonaba y apreto sus piernas por si etse habia marcado sus jeans, se disculpo y fue al sanitario donde se mojo la cara y el cuello con agua fria, no podia controlarse, se miro al espejo con el agua escurriendo por su rostro y pudo ver en sus ojos el reflejo del torbellino que bullia en su interior, de repente todo fueron momentos fugaces, fotografias, se sentia confusa, mareada, es como si su mente hubiera abandonado su cuerpo y pudiera verse desde lo alto, se veia apoyada el lavatorio con una mano y con la otra dentro de sus pantalones acariciando su humedo sexo, lo veia como si no estuviera alli, pero lo sentia dentro de ella, hundio sus dedos y un orgasmo intenso la obligo a care arrodillada sobre el frio piso del sanitario. De repente volvió en sí, se apresuró a emprolijarse y salió rumbo a la oficina, cuando llegó el Ingeniero estaba fuera de ella charlando con su jefe
- Ahí estas Agatha - Dijo el - ¿Te encuentras bien? le pregunto amablemente
- Si si, les pido disculpas el calor de este verano me da malas pasada - Dijo viendo como el Ingeniero la miraba con indulgencia
- Bien, nos tenias algo preocupados, me dice nuestro invitado que estará en la ciudad unos días para supervisar el avance de la obra - Perdón, no es una supervisión- Dijo el - solo me gustaria ver como es que logra llevar esta obra con tanta eficiencia la Arquitecta - Dijo y saludandolos se encaminó a la salida. Aghata sintió un mensaje entre lineas pero prefirió no darle relevancia
- Saldré por un café Antonio, vuelvo en 30 minutos - Dijo Agatha y cruzando el atrio se sentó en su mesa reservada pidiendo algo fresco a Maria. Precisaba relajarse y volver a tomar dominio de sí misma, las ultimas 24 horas pusieron su vida de cabeza y no lograba desacelerar, lo de Ernesto había sido muy fuerte y no se animaba a analizarlo, se puso a navegar por el móvil y su curiosidad pudo mas, realizo búsquedas sobre lo que había vivido y los resultados fueron perturbadores para ella, en unos minutos estaba navegando en páginas de temática sissy cuckold y no podía creer que aquello le estuviera pasando a su marido, lo pensaba pero su cuerpo iba en otra dirección, volvió a sentir que se sonrojaba y su corazón palpitaba más deprisa, se dio cuenta que estaba totalmente mojada y que su tanga estaba metida en medio de sus labios, cruzó las piernas y el roce de la tela le produjo un placer indecente. Tomo su bebida fría y envió un audio a Antonio
-Antonio, debo cruzar la ciudad para ver que sucede con los artefactos de baño, no creo regresar hasta mañana a la oficina.
Sin esperar respuesta se dirigió al estacionamiento y en 30 minutos estaba en el trabajo de Ernesto, entró por la puerta principal del local comercial y se dirigió a su oficina, la puerta estaba entreabierta y antes de entrar reconoció la voz de Lucio que decía
-Esta noche voy a comerle el culo, la muy puta lo está pidiendo jajaja, la verdad es que ese hotel da un servicio increíble.
Aghata golpeó la puerta e ingreso, Ernesto se levantó rápidamente y sorprendido de verla allí la saludo
-Hola Agatha, Lucio paso a consultarme algunos temas de la capacitación, está en sus minutos de descanso, ya se iba.
Lucio entendiendo la indirecta saludo a Agatha y salió cerrando la puerta tras de sí. Aghata estaba diferente, algo ocurría en su semblante, Ernesto actuaba con cautela, no sabia que podia suceder, Agatha se movía en silencio, de pie como agazapada, trabo la puerta y se paró frente a Ernesto, lo tomó de la corbata y lo hizo acostar en el suelo frente al escritorio, Ernesto se dejaba hacer, estaba totalmente a su merced luego del episodio de la noche anterior, ella seguía de pie y lo miraba con una mueca de sonrisa extraña, él nunca la habia visto asi
–Muy bien Ernesto, ya se que es lo que te gusta, y se lo que a mi me gusta - Las palabras salían de su boca con un timbre sensual desconocido para ella y no podía controlar su contenido, se dejó llevar
- Parece que te pone ser dominado
-Agatha, debemos hablar, estoy muy arrepentido
-Silencio!!! - Le gritó Aghata, se quitó los pantalones y se paró sobre él con las piernas a cada lado de su cara - Observa - Dijo y se corrió el tanga a un lado hundiendo sus dedos dentro de sí, al retiralos un espeso hilo de flujo unía sus dedos a su vulva - ¿Sabes qué es esto? Esto es lo que me provoca un macho de verdad, para ti solamente abra esto. Y al decir esto se sentó sobre la cara de Ernesto - Ahora lameme toda, déjame limpia cerdo y chupa mi culo - Ernesto obedeció, tenía una erección que le lastimaba y hundió su lengua en ella que comenzó a refregar toda su concha en la cara de el, no tardo mucho en correrse - aaaaaaaaaaaaaahhhhh!!!! siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii….!!! esto es lo que me provocó mi nuevo inspector, siente como me corro, ahhhhhhhhhhh, asi que quieres ser un cornudo!! ehhh… un cornudo maricon!!! aaaaaahhhh, pues vas a serlo. Y al escuchar esto Ernesto se eyaculó dentro de los pantalones sin siquiera tocarse, la excitación de lo que sucedía era más fuerte que él. Agatha se vistió y antes de salir de la oficina giro para verlo, estaba aun recostado en el piso, tenia la camisa mojada con sus jugos y el pantalón manchado con su propio semen, pudo ver una mezcla de excitación y humillación en su rostro, salió dejando la puerta abierta, ese dia su parte más oscura y lasciva reclamaba libertad.
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