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Un viaje con Sofía

Buenas a todos,este relato es el tercero prometido de mi vida junto a mi novia Sofía, losanteriores dos pueden disfrutarlo en los siguientes links: 
http://www.poringa.net/posts/relatos/4453833/La-primera-vez-de-Sofia.html

http://www.poringa.net/posts/relatos/4463780/Sofia-ataca-de-nuevo.html

 
Ya llevábamos 4años de novios y por fin pudimos hacer un viaje nosotros solos. La tranquilidadde poder estar junto a ella, solos era indescriptible. El viaje lo hicimos aIguazú, nunca habíamos conocido las cataratas así que era un viaje perfecto. Nosolo por las hermosas vistas de la naturaleza sino por la vista de Sofía.


Luego de volverde una excursión me confesó que nunca se había emborrachado y que quería saberlo que se sentía, así que le quise cumplir su sueño. Compré ron, vodka, frizze,cerveza y jugo de naranja. Estando en la habitación donde nos hospedábamos,hice una mezcla con todo eso y comenzamos a tomar, yo tomaba poco pero ella noparaba, un poco la frené porque lo único que me faltaba que le agarrara un comaalcohólico, empezaba a reírse, a veces se levantaba de golpe y se mareaba.
-         Creoque estoy empezando a ver doble.
-         Yclaro, con todo lo que tomaste.
-         Ahoratengo a dos Marianos para hacerle el amor.
Se me acercó conla botella y comenzó a besarme, entre beso y beso seguía dando sorbos al coctelque preparé. A veces me compartía y me seguía besando
-         ¿Estoes lo que te gusta? – me preguntó mostrándome su cuerpo
-         Sí,toda me gustas
-         ¿Aunquesea una borracha?
-         Mejorborracha porque puedo hacerte lo que yo quiera
-         Asíque ese era tu objetivo, ¿aprovecharte de mí?
-         Medescubriste.
-         Peroprimero me voy yo a aprovechar de vos.


Se sentó en lacama, me atrajo y comenzó a desprenderme el pantalón, me dejó al desnudo ymientras con una mano me pajeaba con la otra seguía tomando. Me miraba con ojoslujuriosos y cuando la tuve bien dura empezó a chuparla con gran velocidad, sela metía toda en la boca haciendo arcadas, le corría el pelo para que pudierachuparla cómodamente, a veces se detenía y volvía a tomar alcohol. Sentía queme estaba viniendo así que la paré y le largué todo mi semen sobre su cara,siguió limpiándome hasta dejarla bien limpita.


Se echó en lacama boca arriba, le retiré el alcohol y lentamente fui sacándole el jean quetenía, le retiré la tanga y le empecé a lamer toda su conchita, estaba bienhúmeda, sus jugos le salían a borbotones, en la cama se enroscaba y se agarrabade la sabana mientras más le metía la lengua adentro de su vagina, me pedía quesiguiera que quería venirse en mi cara, le metía un dedo y se lo metía y sacabamuy lento, luego le metí dos dedos y se estremecía, empecé a aumentar lavelocidad, la estaba cogiendo con los dedos y sin detenerme le metí tres dedos,un grito ahogado largo y me agarraba la cabeza para que siguiera comiéndoselo,me decía que la estaba matando, que nunca le hicieron el amor como nadie, quequería que la haga suya.


Me detuve, laacomodé derecha en la cama con la cabeza en la almohada, le puse las piernashacia arriba quedando ella en forma de V. Preparé mi pija y se la enterré lomás adentro que podía de golpe, no entré despacio y empezó a gritar, que queríamás y más y más. Le empecé a dar con toda las fuerzas mientras se agarraba laspiernas para que no se volvieran, gritaba y gemía al misma tiempo, sus ojos nisiquiera estaban mirando a algo, estaba disfrutando de esa cogida feroz. Leseguí dando varios minutos, luego paré y sin sacarle la pija comenzamos abesarnos, de a momentos se la metía con fuerza y tenía que deternse de besarmepara gemir.
-         ¿Tegusta esto puta borracha?
-         Meencanta, haceme tuya, quiero que me des toda la noche.


La levanté de lacama y la puse de espaldas contra la pared y la levanté, le metía nuevamente lapija adentro y ella saltaba sobre ella y la enterraba cada vez más, así la tuveotros minutos y la lleve a la ventana, le apoyé todo el cuerpo contra ella ynuevamente comencé a enterrarle adentro, seguía gritando y pidiendo que se lameta. Ya casi me estaba viniendo pero no me detuve y le llené toda la conchitade mi leche.


Nos volvimos aacostar tipo cucharita y con su mano me la llevó a su conchita aún mojada conla mezcla de sus jugos y mi semen. “Haceme acabar”, me pidió, comencé afrotarle su clítoris lentamente para encontrar su punto de mayor placer, cuandolo encontré empezó a gemir, me pedía que no parara, sus manos se cerraban confuerza, se sacudía y su cuerpo se estremeció, tembló, su grito se ahogó y letemblaban las piernas. Eso duró unos minutos y comenzó a decirme que me amaba,que quería pasar el resto de su vida conmigo. Al poco tiempo el efecto delalcohol hizo lo suyo y se durmió profundamente.
Aunque esasúltimas palabras no se pudieron concretar ya que la vida nos llevó por caminosdiferentes. Pero aún los cruces sexuales no habían terminado para mí.

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