Hola a todos, gracias por los puntos, me gustaría que comenten,
Antes que nada unas aclaraciones:
No soy Rocco, solo soy un flaco con 42 años con algunas buenas aventuras y quiero compartirlo.
No hago tríos, ya que las dos veces que lo hice no salió bien, es territorio para otro relato (y soy egoísta, me gusta tenerla solo para mí).
También lamento decepcionar, pero no soy Jorge Luis Borges, no tengo imaginación para inventar, todo lo que cuento es real y no voy a mentir, a veces las faltas de ortografía o lo que no se entiende es por el apuro o el autocorrector.
Ahora sí, vamos a empezar, esto sucedió la tercera vez que me encontraba con la señora de mi compañero de trabajo (sí, el del relato anterior, el que me dijo que me iba a clavar un destornillador en el pecho si contaba a alguien) y en ese momento tuve miedo, pero siempre tuve código, nunca conté nada a nadie, por eso no doy muchos datos (y la verdad no hace falta).
Bien resulta que nos encontramos en el mismo telo de siempre, pero ella no cumplió con un requisito, había ido perfumada, y yo soy casado, así que estaba reacio a estar muy cerca de ella.
- pensé que te iba a gustar, me perfume para vos-, me dijo (en el fondo y por experiencia pienso que siempre de alguna u otra manera, siempre quieren dejar algún rastro, conciente o inconsciente).
Le dije vos sabés que quilombo se me arma si llego perfumado a mi casa?
Pero a ver muchachos, era un caramelo que valía la pena.
- Si querés me baño y me pasas el jabón jajaja jajaja jajaja-, Ahí me empezó a gustar la idea, la muy verduga se subía y bajaba el jeens, provocando, tenía una tanga negra, con unos bordes blancos, divinos,
Cuando a la fin se desnudo, me quedé unos minutos idiotizado, mirándola,
-Me traes la toalla?-, me dijo, fuí, cuando fuí pase por dónde había dejado la ropa, y se sentía el perfume a metros,
La tape con la toalla, la lleve a la cama, le seque el pelo, morocho lasio, largo, y el cuerpo.
Cuando le pasó la toalla a la conchita, me dijo, -ojo!!!-, automáticamente se me engarrotó la pija, le empecé a chupar la concha, recién bañadita le puse la pija en la boca 69, mientras se la chupaba le metí un dedo en ese culito marroncito, y me dice - No!, No! No!-, obviamente seguí en lo mío, la dí vuelta, la dejé boca abajo, empecé a cojerle la concha, y le dije te voy a hacer la cola! -Ni loca!- me dijo.
Cuando me dijo que no,, más me gustó, fué así que ya tenía preparado una buena cantidad de saliva, que se la tiré en el orto, cuando le pongo la punta en la puerta (pensé que me iba a decir que no), me pone la mano en la pierna como reteniendo el empujón y me dice -No le digas a mi marido!!!!, Y si te pregunta, nunca me lo hiciste.
(Cómo ya anticipé soy un hombre de palabra y cumplí, de todas maneras el marido nunca me preguntó.)
A partir de ahí, le cojí el culo, mucho, mucho, les juro que estuve por acabar, como tres veces, pero me aguante para disfrutar lo más posible, hasta que en un momento me dice, -ayyyyyy, dale! Acaba!!!!, Que ya no te aguanto!!!
Me sobre exite, con sus palabras y le dije ahí va, mientras bombeaba (pero todavía me faltaba), pero todo lo bueno tiene un final y la leche empezó a salir, la llene, bien llena.
Ustedes saben que cuando llegue a casa, sentía el perfume igual.
Y mi compañero el lunes me saludo con un abrazo.
Antes que nada unas aclaraciones:
No soy Rocco, solo soy un flaco con 42 años con algunas buenas aventuras y quiero compartirlo.
No hago tríos, ya que las dos veces que lo hice no salió bien, es territorio para otro relato (y soy egoísta, me gusta tenerla solo para mí).
También lamento decepcionar, pero no soy Jorge Luis Borges, no tengo imaginación para inventar, todo lo que cuento es real y no voy a mentir, a veces las faltas de ortografía o lo que no se entiende es por el apuro o el autocorrector.
Ahora sí, vamos a empezar, esto sucedió la tercera vez que me encontraba con la señora de mi compañero de trabajo (sí, el del relato anterior, el que me dijo que me iba a clavar un destornillador en el pecho si contaba a alguien) y en ese momento tuve miedo, pero siempre tuve código, nunca conté nada a nadie, por eso no doy muchos datos (y la verdad no hace falta).
Bien resulta que nos encontramos en el mismo telo de siempre, pero ella no cumplió con un requisito, había ido perfumada, y yo soy casado, así que estaba reacio a estar muy cerca de ella.
- pensé que te iba a gustar, me perfume para vos-, me dijo (en el fondo y por experiencia pienso que siempre de alguna u otra manera, siempre quieren dejar algún rastro, conciente o inconsciente).
Le dije vos sabés que quilombo se me arma si llego perfumado a mi casa?
Pero a ver muchachos, era un caramelo que valía la pena.
- Si querés me baño y me pasas el jabón jajaja jajaja jajaja-, Ahí me empezó a gustar la idea, la muy verduga se subía y bajaba el jeens, provocando, tenía una tanga negra, con unos bordes blancos, divinos,
Cuando a la fin se desnudo, me quedé unos minutos idiotizado, mirándola,
-Me traes la toalla?-, me dijo, fuí, cuando fuí pase por dónde había dejado la ropa, y se sentía el perfume a metros,
La tape con la toalla, la lleve a la cama, le seque el pelo, morocho lasio, largo, y el cuerpo.
Cuando le pasó la toalla a la conchita, me dijo, -ojo!!!-, automáticamente se me engarrotó la pija, le empecé a chupar la concha, recién bañadita le puse la pija en la boca 69, mientras se la chupaba le metí un dedo en ese culito marroncito, y me dice - No!, No! No!-, obviamente seguí en lo mío, la dí vuelta, la dejé boca abajo, empecé a cojerle la concha, y le dije te voy a hacer la cola! -Ni loca!- me dijo.
Cuando me dijo que no,, más me gustó, fué así que ya tenía preparado una buena cantidad de saliva, que se la tiré en el orto, cuando le pongo la punta en la puerta (pensé que me iba a decir que no), me pone la mano en la pierna como reteniendo el empujón y me dice -No le digas a mi marido!!!!, Y si te pregunta, nunca me lo hiciste.
(Cómo ya anticipé soy un hombre de palabra y cumplí, de todas maneras el marido nunca me preguntó.)
A partir de ahí, le cojí el culo, mucho, mucho, les juro que estuve por acabar, como tres veces, pero me aguante para disfrutar lo más posible, hasta que en un momento me dice, -ayyyyyy, dale! Acaba!!!!, Que ya no te aguanto!!!
Me sobre exite, con sus palabras y le dije ahí va, mientras bombeaba (pero todavía me faltaba), pero todo lo bueno tiene un final y la leche empezó a salir, la llene, bien llena.
Ustedes saben que cuando llegue a casa, sentía el perfume igual.
Y mi compañero el lunes me saludo con un abrazo.
2 comentarios - No le digas a mi marido!!!