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La amistad es lo único que no se pierde 4

La amistad es lo único que no se pierde

Buenas! Demoré en subir esta nueva parte, pero espero les guste
Dejó acá los links a los capítulos anteriores
Comenten qué les va pareciendo el relato!

La amistad es lo único que no se pierde 1
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La amistad es lo único que no se pierde 2
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La amistad es lo único que no se pierde 3
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La amistad es lo único que no se pierde 4
Foto ilustrativa. Mia Malkova

Parte 4. Roces

Nuevamente echados en la cama con Amalia, la excitación volvió a mi, y todo por mi pregunta
Pero si quería saber, y no sólo saber, quería aprovechar esa oportunidad
Habia obtenido una de las mejores pajas de mi vida, y ahora quería más, quería ver hasta dónde se podía estirar el límite de nuestra amistad

- Puedes comprobarlo - me dijo

Comprobar su excitación!!! Se me ocurrían muchas maneras, pero todas implicaban seguir empujando el límite de nuestra amistad

- Ok - le digo - y comencé a tocarle el abdomen, por encima de su remera, con mi mano derecha

- Esa es tu manera de ver si me excité? - me preguntó con cara de pícara

- La verdad, no sé hasta dónde me vas a dejar avanzar

- Inténtalo - me dice

Asi que metí mi mano por debajo de su remera. Sentir su piel fue muy excitante, y ella lo notó porque comenzó a sentir mi bulto, y yo decidí acercarme más, así lo sentía más nítidamente

- Yo ya sé que tú estas excitado

- Si - le digo - es más fácil saberlo, no?

- Pero tú también puedes comprobar si yo lo estoy - me dice, dándome pie a seguir tocándola

Asi que seguí subiendo mi mano por su abdomen. Algo que tiene Amalia, es que generalmente le gusta estar sin corpiño, y más cuando duerme, asi que si yo seguía subiendo, en algún momento iba a terminar tocando sus pechos

Seguí subiendo mi mano. Yo realmente estaba muy caliente, y creo que ella también porque su respiración comenzó a acelerarse
Subí más mi mano, y llegué al inicio de su pecho, a tocar sus costillas, sabía que a partir de allí, subir significaba que iba a tocarle las tetas
Y subí. La situación me excitó muchísimo. Le toqué la teta derecha, la comencé a rodear con mi mano, seguí hacia su pezón. Lo toqué con la punta de los dedos. Los tenía turgentes, muestra que estaba excitada. Nos estábamos mirando, con la poca luz que se desprendía de la lámpara de su mesita de luz, y de fondo la película aún continuaba
Tampoco nos acordamos que a pocos metros estaba Franco durmiendo en el sillón, y por ahora, tampoco le dimos mucha importancia
Pasé a tocarle la otra teta. A pesar de no ser grandes, son prominentes. Mi mano rodeaba completamente su pecho. Y el pezón duro imponente, mostrándome su excitación. Nuestras miradas seguían detenidas en los ojos del otro. Abre la boca, se me acerca un poco más. Sentía su respiración en mi cara, en mi boca

- Te estas excitando más, no te incomoda estar así? - me preguntó

- Si - le respondí - tendría que sacarlo

- Hazlo - me dijo, con mirada autoritaria

Con mi mano izquierda, me bajé el short que tenía y también el boxer
Mi pija, totalmente excitada, salió, se estiró completamente, y se apoyó sobre su pierna

Amalia bajó su mano, y comenzó a masturbarme de nuevo
Yo volví a sentir esa sensación tan caliente y excitante que tenía al sentir su piel

Yo apreté más mi mano sobre su pecho. Eso hizo que se arqueara un poco, cerró brevemente los ojos, y entendí que se estaba excitando más

Yo acerqué más mi cara a ella, a su cuello principalmente, para sentir su olor, para sentir su cabello rubio y lacio tocándome el rostro. Ella aumentó los movimientos de su mano

En ese momento de excitación, decidí seguir rompiendo con los tabús de nuestra amistad

Bajé mi mano, que estaba sobre sus pechos, hacia su abdomen, y seguí bajándolo

Cuando llegué al inicio de su short, pensé seguir. Todas las fantasías posibles se me vinieron a la cabeza, pero ella, con su mano izquierda libre, agarró mi mano y mirándome movió la cabeza negativamente

- Aún no, bebé - me dice

Entendí, y decidí volver a lo anterior, asi que subí mi mano de nuevo a tocarle los pechos

Pero Amalia se detuvo. Dejó de mover su mano. La miré y vi una cierta de sorpresa, como si se hubiera acordado algo en ese momento

Pensé que era la película, pero ella no es de asustarse, asi que descarté esa idea

- Qué pasa? - le pregunté

- Franco está allí - me dijo

Y yo me quedé helado...

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