Historias breves con mi Hermana lll (con fotos)

Recién levantadas tratan de merendar algo para hacerle caso a la Tía, que antes de irse les pidió eso y que se vistieran, mirando para donde yo estoy.
- Es el pijama Tía- le dice mi hermana haciéndose la dulce. - Siempre ando así- Se tuvo que poner el buzo blanco porque durmió en tetas.
- Que no mire- dice mi prima, desafiante, la pendeja que desde mi llegada a la costa me llama con el apodo de pajerito.

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- En el Uber perras - dice el msj de mi hermana y abajo, segundos después, el segundo msj donde me amenaza con torturas y abusos al cadaver si no elimino ya esa foto. No dice fue un error y con emojis llorosos o suplicantes pide disculpas. 
- Ya la eliminaste pajero- insiste y como me atrapa justo pensando en cuantas pajas puedo hacerme hasta que regrese y pida para revisar el teléfono pienso si no tendrá poderes, mas allá de su belleza superpoderosa.

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Voy a tratar de resumirlo. Es mi hermana. La espió desde que tengo memoria y hace dos semanas me atrapo, saliendo del baño envuelta en su toalla. En el momento pensó diferentes variantes de asesinarme, entre ellas contarle a nuestros padres. No me avergüenza decir que llore y suplique perdón, jure que nunca se repetiría y al final, promesa desesperada, le ofrecí obedecerle en todo y conseguir todo lo que necesitara. Sus ojos brillaron. Empezaron siendo tareas odiosas de la limpieza del hogar. Llego el fin de semana y sus exigencias se convirtieron en dinero y me aseguro que, la semana que viene quiere ropa.
Cuando me retiraba desconsolado de su habitación, volvió a llamarme y separando las piernas me dejo ver que no tenia bombacha.
-Antes tenias que espiarla pajero- remarco para que mi tristeza no fuera tan grande.

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Se que esta mal y me da culpa pero no puedo dejar de mirarla. Tengo además miedo que mi mama suba, fastidiada porque me manda a buscar a mi hermana para comer y tardo no se, quince minutos. El tiempo se disuelve cuando mira dormir a una mujer desnuda...

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La Mónica siempre le tuvo ganas a mi hermana. Desde chiquitas. Por eso cuando las vi mandarse a las dos para la cocina del fondo, la que nadie usa, las seguí con todo el sigilo de un mirón y desde ese día tengo una foto mas para mi colección de pajas.