Ya había hecho miprimer relato, está aquí en el siguiente htmlhttp://www.poringa.net/posts/relatos/4435519/La-radiologa-Primer-Post.html
Si no lo deseanleer solo les aclaro que estos relatos son completamente reales y me pasaron a mí.
Nuestra relacióncon Fanny continuaba pero nuca se concretaba, solo nos dábamos algunos besos aescondidas de mis compañeros del hospital, le apretaba ese culito enorme quetiene, hasta le llegue a meter los dedos en su conchita pero ella me los sacabasino no se iba a poder resistir, eso nos ponía cada vez más caliente uno alotro, también la seguíamos sesteando cuando la pareja de ella no estaba en sucasa.
Pasaron al menosdos semanas aproximadamente cuando ella tenía que quedarse por la noche atrabajar y yo terminaba mi turno, así que dejamos fui a su sector de trabajo yentré sin previo aviso. La saludé como si fuéramos amigos ya que ella seencontraba con sus compañeros que se estaban por retirar. Me hizo salir por unapuerta lateral sacándome a las rastras:
- ¿Quéhacés acá? ¿Cómo te vas a meter así sin avisar? No ves que me podes meter enquilombos.
- Esque tenía muchas ganas de verte y saludarte antes de irme, además como estassola podría hacerte compañía.
- Mira,ahora estoy tapada de trabajo, si podes quedarte pero yo voy a estar trabajando. Te podes quedar esperandoacá hasta que mis compañeros se vayan.
Así que me quedéesperando uno 15 minutos hasta que me hizo entrar,
- Estásre loco, te quedás más tiempo sin volver a tu casa por mí.- Y me dio un beso enla boca muy rico. – Pero el trabajo es trabajo y hasta que no termine lasradiografías de estos pacientes no voy a parar.
- Asíme gustas Fanny, dedicada y responsable.
- Obvio,¿qué te pensas, que soy una vaga como vos?
Y comenzamos areírnos, tomó los materiales de su trabajo y se fue contorneando las caderas apropósito para que viera su trasero desfilar. Gira su cara y me mira con carade complicidad y me tira un beso de lejos y se va por la puerta.
Mientras laesperaba, que fue casi como una hora, estuve hueveando con el celu. Chateabacon uno o con otro. Escucho la puerta abrirse y me asomo con cuidado para versi era ella, y si lo era. Ingresa a una habitación donde hace las cosas que losradiólogos hacen para que los médicos puedan verlas, mientras me iba explicandoy yo le preguntaba para que servían ciertas cosas. En un momento se agacha atomar unos papeles y me deja mostrando en todo su esplendor ese traserovoluptuoso. Me acerco por detrás y se lo apreto con mis mamos y me le apoyo deatrás, ella se sorprende pero tampoco se resiste. Inlcuso echa hacia atrás su cuerpopara hacer más presión y sentirla más fuerte. Luego se reincorpora y se damedia vuelta y me abraza y besa.
- Asíno voy a poder terminar nunca bebe. Me muero de ganas de que me hagas lo quesea.
- Dejatodo, después lo haces.
- Siclaro, dejale vos el culo sucio al paciente para poder coger.
Y los dosestallamos de la risa. Volvió a irse para llevar unos papeles y me da la ideade que vaya a comprar algo para tomar que tenía mucha sed.
Cuando regresolas puertas del sector estaban cerradas y me llega un mensaje: “Vení a donde mequisiste comer el coño”.
Sabía muy biendonde era, llegó y me está esperando con unos snacks que tenía guardados.“¿Querés?” me ofrece, “A vos te quiero” y me abalanzo sobre ella para besarlacon pasión, su boca tenía el gusto salado de los snakcs, no sé si será porqueme gustan o qué, pero me sabían más sabrosos. Nos besábamos con locura, nosrevolvíamos el pelo e intentábamos respirar entre besos y más besos.
La subí a unamesita y comencé lentamente a besarle el cuello, ella cerraba los ojos ydisfrutaba, seguí por sus hombros, pero no me dejó desvestirla, me hizo volvera sus labios mientras me quitaba con sus manos la remera, paso sus manos por mipecho, por mis tetillas, luego con una mano me agarra la mandíbula y me pasa todasu lengua desde la pera hasta la nariz.
- Estásmuy caliente Marian.
- Vosme pones así de caliente.
- Quieroque me hagas de todo y quiero que lo hagas sin forro. Ya probé tu leche, ahoraquiero que mi concha la pruebe.
La traje hasta lacama y me fui desvistiendo, ella levantó sus piernas para que le ayude asacarse los pantalones del ambo, me recosté con ella y metí mis dedos en suboca y luego los llevé a su conchita, comencé a colarles los dedos sin sacarlesu ropa interior, estaba sumamente mojada y bien abierta, extendió sus piernaspara que pudiera trabajar mejor, su respiración comenzó a aumentar
- ¿Tegusta esto bombón?
- Callatey seguí- me dijo a duras penas.
Así que leobedecí y comencé a aumentar la intensidad y se agarraba de las sábanas, de mipelo de donde pudiera y de pronto largó un grito ahogado de placer. Se retorcióde muchas maneras, había logrado hacer llegar a una chica al orgasmo.
- ¿Quéme hiciste animal? ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
Yo ni sabía queresponder, me tomó de la cara y comenzó a besarme y me llevó arriba suyo,nuevamente extendió sus piernas para poder entrar directamente dentro de ella,nuevamente mi inexperiencia hizo de varios intentos para poder penetrarla. Memiró con cara de lástima y me dijo al oído: “Tranquilo, yo te ayudo” y tomó mipija y la colocó en la entrada de su concha más que empapada, e ingresé demanera directa hasta el fondo de su vagina más que lubricada por sus propiosjugos. Fui lento y dando de a poco más velocidad, los dos no parábamos de gemiren cada embestida. Me tomó de la cara mientras la penetraba y gozaba con suboca abierta, a veces abría sus ojos y me miraba pidiéndome que le diera más ymás duro. Un poco mis piernas se resbalaban, pero me volvía a acomodar y encada uno de esos movimientos mi pene entraba más adentro de ella y llegaba alargar unos grititos no muy fuertes. Luego sus manos fueron a mis nalgas y meayudaba a entrar más dentro de ella, y hacerlo más rápido. De pronto la sensaciónque tuve aquella vez mientras me masturbaba en la misma habitación comenzó asurgir. Mi respiración se agudizó y la velocidad de las embestidas aumentóconsiderablemente, ella se dio cuenta y alcanzó a decir “Lléname de tu lechepor favor”, no termino de decirlas que todo lo que tenía guardado fue directamentedentro de su concha, seguí con varias embestidas más y ella comenzó aretorcerse del nuevo orgasmo que le sobrevino.
Luego saque mipija de adentro de ella y se pasaba la mano por lo que le chorreaba y se lollevaba a la boca. “Es más rico cuando se mezcla con mis jugos”
La besénuevamente y sentí el sabor de ese gusto que ella tanto apreciaba. Y no sentínada agradable. Pero aun así la seguí besando, pase mi mano por su concha y sela llevaba a su boca ya que tanto le gustaba.
Luego nos vestimosy yo me fui a mi casa, ella siguió con su trabajo. A los pocos meses ella renuncia en el hospitaly no la volví a ver más. Aunque seguimos en contacto no vivimos muy cerca, séque tuvo un hijo con su actual pareja pero no nos hemos vuelto a encontrar ni atener insinuaciones para tener sexo. Así que de esa manera fue que dejé deser virgen, gracias a Fanny la radióloga.
Si no lo deseanleer solo les aclaro que estos relatos son completamente reales y me pasaron a mí.
Nuestra relacióncon Fanny continuaba pero nuca se concretaba, solo nos dábamos algunos besos aescondidas de mis compañeros del hospital, le apretaba ese culito enorme quetiene, hasta le llegue a meter los dedos en su conchita pero ella me los sacabasino no se iba a poder resistir, eso nos ponía cada vez más caliente uno alotro, también la seguíamos sesteando cuando la pareja de ella no estaba en sucasa.
Pasaron al menosdos semanas aproximadamente cuando ella tenía que quedarse por la noche atrabajar y yo terminaba mi turno, así que dejamos fui a su sector de trabajo yentré sin previo aviso. La saludé como si fuéramos amigos ya que ella seencontraba con sus compañeros que se estaban por retirar. Me hizo salir por unapuerta lateral sacándome a las rastras:
- ¿Quéhacés acá? ¿Cómo te vas a meter así sin avisar? No ves que me podes meter enquilombos.
- Esque tenía muchas ganas de verte y saludarte antes de irme, además como estassola podría hacerte compañía.
- Mira,ahora estoy tapada de trabajo, si podes quedarte pero yo voy a estar trabajando. Te podes quedar esperandoacá hasta que mis compañeros se vayan.
Así que me quedéesperando uno 15 minutos hasta que me hizo entrar,
- Estásre loco, te quedás más tiempo sin volver a tu casa por mí.- Y me dio un beso enla boca muy rico. – Pero el trabajo es trabajo y hasta que no termine lasradiografías de estos pacientes no voy a parar.
- Asíme gustas Fanny, dedicada y responsable.
- Obvio,¿qué te pensas, que soy una vaga como vos?
Y comenzamos areírnos, tomó los materiales de su trabajo y se fue contorneando las caderas apropósito para que viera su trasero desfilar. Gira su cara y me mira con carade complicidad y me tira un beso de lejos y se va por la puerta.
Mientras laesperaba, que fue casi como una hora, estuve hueveando con el celu. Chateabacon uno o con otro. Escucho la puerta abrirse y me asomo con cuidado para versi era ella, y si lo era. Ingresa a una habitación donde hace las cosas que losradiólogos hacen para que los médicos puedan verlas, mientras me iba explicandoy yo le preguntaba para que servían ciertas cosas. En un momento se agacha atomar unos papeles y me deja mostrando en todo su esplendor ese traserovoluptuoso. Me acerco por detrás y se lo apreto con mis mamos y me le apoyo deatrás, ella se sorprende pero tampoco se resiste. Inlcuso echa hacia atrás su cuerpopara hacer más presión y sentirla más fuerte. Luego se reincorpora y se damedia vuelta y me abraza y besa.
- Asíno voy a poder terminar nunca bebe. Me muero de ganas de que me hagas lo quesea.
- Dejatodo, después lo haces.
- Siclaro, dejale vos el culo sucio al paciente para poder coger.
Y los dosestallamos de la risa. Volvió a irse para llevar unos papeles y me da la ideade que vaya a comprar algo para tomar que tenía mucha sed.
Cuando regresolas puertas del sector estaban cerradas y me llega un mensaje: “Vení a donde mequisiste comer el coño”.
Sabía muy biendonde era, llegó y me está esperando con unos snacks que tenía guardados.“¿Querés?” me ofrece, “A vos te quiero” y me abalanzo sobre ella para besarlacon pasión, su boca tenía el gusto salado de los snakcs, no sé si será porqueme gustan o qué, pero me sabían más sabrosos. Nos besábamos con locura, nosrevolvíamos el pelo e intentábamos respirar entre besos y más besos.
La subí a unamesita y comencé lentamente a besarle el cuello, ella cerraba los ojos ydisfrutaba, seguí por sus hombros, pero no me dejó desvestirla, me hizo volvera sus labios mientras me quitaba con sus manos la remera, paso sus manos por mipecho, por mis tetillas, luego con una mano me agarra la mandíbula y me pasa todasu lengua desde la pera hasta la nariz.
- Estásmuy caliente Marian.
- Vosme pones así de caliente.
- Quieroque me hagas de todo y quiero que lo hagas sin forro. Ya probé tu leche, ahoraquiero que mi concha la pruebe.
La traje hasta lacama y me fui desvistiendo, ella levantó sus piernas para que le ayude asacarse los pantalones del ambo, me recosté con ella y metí mis dedos en suboca y luego los llevé a su conchita, comencé a colarles los dedos sin sacarlesu ropa interior, estaba sumamente mojada y bien abierta, extendió sus piernaspara que pudiera trabajar mejor, su respiración comenzó a aumentar
- ¿Tegusta esto bombón?
- Callatey seguí- me dijo a duras penas.
Así que leobedecí y comencé a aumentar la intensidad y se agarraba de las sábanas, de mipelo de donde pudiera y de pronto largó un grito ahogado de placer. Se retorcióde muchas maneras, había logrado hacer llegar a una chica al orgasmo.
- ¿Quéme hiciste animal? ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
Yo ni sabía queresponder, me tomó de la cara y comenzó a besarme y me llevó arriba suyo,nuevamente extendió sus piernas para poder entrar directamente dentro de ella,nuevamente mi inexperiencia hizo de varios intentos para poder penetrarla. Memiró con cara de lástima y me dijo al oído: “Tranquilo, yo te ayudo” y tomó mipija y la colocó en la entrada de su concha más que empapada, e ingresé demanera directa hasta el fondo de su vagina más que lubricada por sus propiosjugos. Fui lento y dando de a poco más velocidad, los dos no parábamos de gemiren cada embestida. Me tomó de la cara mientras la penetraba y gozaba con suboca abierta, a veces abría sus ojos y me miraba pidiéndome que le diera más ymás duro. Un poco mis piernas se resbalaban, pero me volvía a acomodar y encada uno de esos movimientos mi pene entraba más adentro de ella y llegaba alargar unos grititos no muy fuertes. Luego sus manos fueron a mis nalgas y meayudaba a entrar más dentro de ella, y hacerlo más rápido. De pronto la sensaciónque tuve aquella vez mientras me masturbaba en la misma habitación comenzó asurgir. Mi respiración se agudizó y la velocidad de las embestidas aumentóconsiderablemente, ella se dio cuenta y alcanzó a decir “Lléname de tu lechepor favor”, no termino de decirlas que todo lo que tenía guardado fue directamentedentro de su concha, seguí con varias embestidas más y ella comenzó aretorcerse del nuevo orgasmo que le sobrevino.
Luego saque mipija de adentro de ella y se pasaba la mano por lo que le chorreaba y se lollevaba a la boca. “Es más rico cuando se mezcla con mis jugos”
La besénuevamente y sentí el sabor de ese gusto que ella tanto apreciaba. Y no sentínada agradable. Pero aun así la seguí besando, pase mi mano por su concha y sela llevaba a su boca ya que tanto le gustaba.
Luego nos vestimosy yo me fui a mi casa, ella siguió con su trabajo. A los pocos meses ella renuncia en el hospitaly no la volví a ver más. Aunque seguimos en contacto no vivimos muy cerca, séque tuvo un hijo con su actual pareja pero no nos hemos vuelto a encontrar ni atener insinuaciones para tener sexo. Así que de esa manera fue que dejé deser virgen, gracias a Fanny la radióloga.
2 comentarios - La radióloga (continuación)