Hace uno años, cuando tenía 29, nos juntamos a cenar en lo de un amigo. Era un jueves, la noche previa a la pelea de boxeo del Chino Maidana contra Mayweather. Me acuerdo porque nos la pasamos toda la noche coordinando la cena del viernes para ver la pelea (era LA pelea para ver)
Éramos como casi siempre, el dueño de casa y tres o cuatro amigos más. Sólo que esta vez, estaba de visita la prima del dueño de casa. Una mina de 42 años, con un pibe de 8-9 años, que vive en el partido de la costa y que estaba de visita.
Nos la pasamos toda la noche escabiando birra (mucha) y fumando faso. Soy de tener aguante con ambas cosas, si las voy llevando lento. Esta flaca escabiaba y fumaba a la par, lo que me asombró para bien. Ella es super simpática, graciosa y se reía mucho. Pero en ningún momento daba a entender que había algún tipo de onda.
Mientras pasaban las horas, los pibes fueron yéndose a sus casas, o a dormir. Último fue el primo de ella, el dueño de casa. Que ya estaba liquidado y tenía que amanecer en un par de horas para ir al trabajo. Pero esta piba y yo, no.
Quedaba una birra más, la última. ¿Cómo dejarla ahí? Jajaja
Ya solos, estaba empezando a clarear, y nosotros algo picados. Charlando, boludeces, riéndonos, y bajando le volumen (mientras nos seguíamos riendo, tentados) porque el resto dormía.
“que bien me caes pendejo” me dice, finalmente. (recuerden, ella 42 y yo 29. Para mí en ese momento era una señora)
“y vos estás muy bien también” le digo. Acercándome a su boca y chapándola fuerte.
Me devuelve el beso con más fuerza, y me aprieta contra ella. Empezamos a manosearnos, sin sacarnos la ropa, pero ya podía sentir sus pezones super duros. Y ella me manotea el bulto, y yo le llevo la mano adentro de mi pantalón. Pero se frena, sin mucha convicción y me dice: “esto es cualquiera, están mi primo y mi hijo durmiendo al lado y nosotros por cogernos”
Le digo de ir a mi casa, pero ya eran casi las 6.30 am y en breves su hijo se iba a despertar y no daba.
“me quiero matar, tengo muchas ganas de cogerte pendejito, pero hoy no. Arreglemos para mañana”, dice
“mirá que es LA pelea” le digo, para testear qué grado de calentura tenía.
Me responde “la pelea la quiero tener en una cama con vos”
Ahí mismo frenamos (yo no podía más de la excitación que tenía). Pero quedamos en que el viernes, durante la pelea, podríamos “escaparnos” para desquitarnos….
Lo que pasó el viernes les cuento en el próximo relato (de sólo pensarlo ya se me pone gomosa)
Éramos como casi siempre, el dueño de casa y tres o cuatro amigos más. Sólo que esta vez, estaba de visita la prima del dueño de casa. Una mina de 42 años, con un pibe de 8-9 años, que vive en el partido de la costa y que estaba de visita.
Nos la pasamos toda la noche escabiando birra (mucha) y fumando faso. Soy de tener aguante con ambas cosas, si las voy llevando lento. Esta flaca escabiaba y fumaba a la par, lo que me asombró para bien. Ella es super simpática, graciosa y se reía mucho. Pero en ningún momento daba a entender que había algún tipo de onda.
Mientras pasaban las horas, los pibes fueron yéndose a sus casas, o a dormir. Último fue el primo de ella, el dueño de casa. Que ya estaba liquidado y tenía que amanecer en un par de horas para ir al trabajo. Pero esta piba y yo, no.
Quedaba una birra más, la última. ¿Cómo dejarla ahí? Jajaja
Ya solos, estaba empezando a clarear, y nosotros algo picados. Charlando, boludeces, riéndonos, y bajando le volumen (mientras nos seguíamos riendo, tentados) porque el resto dormía.
“que bien me caes pendejo” me dice, finalmente. (recuerden, ella 42 y yo 29. Para mí en ese momento era una señora)
“y vos estás muy bien también” le digo. Acercándome a su boca y chapándola fuerte.
Me devuelve el beso con más fuerza, y me aprieta contra ella. Empezamos a manosearnos, sin sacarnos la ropa, pero ya podía sentir sus pezones super duros. Y ella me manotea el bulto, y yo le llevo la mano adentro de mi pantalón. Pero se frena, sin mucha convicción y me dice: “esto es cualquiera, están mi primo y mi hijo durmiendo al lado y nosotros por cogernos”
Le digo de ir a mi casa, pero ya eran casi las 6.30 am y en breves su hijo se iba a despertar y no daba.
“me quiero matar, tengo muchas ganas de cogerte pendejito, pero hoy no. Arreglemos para mañana”, dice
“mirá que es LA pelea” le digo, para testear qué grado de calentura tenía.
Me responde “la pelea la quiero tener en una cama con vos”
Ahí mismo frenamos (yo no podía más de la excitación que tenía). Pero quedamos en que el viernes, durante la pelea, podríamos “escaparnos” para desquitarnos….
Lo que pasó el viernes les cuento en el próximo relato (de sólo pensarlo ya se me pone gomosa)
3 comentarios - La prima de un amigo