Con mi jefa viví poco más de un año de una relación de mucho y buen sexo. Ella veterana, tetona y con mucha sensualidad y yo, varios años más joven con mucha calentura y cautivado porque una mujer como ella me tenía de sex toy.
Luego de un tiempo la relación sexual se enfrió, pero manteníamos la relación previa de amigos, charlas y sobre todo, seguíamos compartiendo el trabajo.
Ella tenía dos hijas de unos 21 y 24 años. La más chica era una princesa, la más grande era el calco de la madre. Morocha, no muy alta, ojos claros y los atributos del cuerpo y la sensualidad pero de una chica casi 30 años más joven. Tetas grandes y paradas, buena cola y piernas, dándole curvas y una potencia tremendas.
Me llevaba bien con ellas ya que cada tanto iba a la casa, cenábamos y nos encontramos en algún bar.Y con Valentina, la más grande, chateábamos cada tanto y me contaba sus cosas. Estaba de novia y por mudarse con su novio de hace tiempo a una ciudad del interior. Un día la madre, en una charla del trabajo, me contó que la veía rara y que algo había con la mudanza.
Le escribí para ver que onda un jueves y no me dio mucha bola. Al otro día, era viernes y yo estaba sin planes, en mi casa y me escribe.
- Perdoná Agus, estaba con mil cosas por esto de la mudanza.
- Que bueno, ya te vas.
- Mmm sí. Digamos que sí
- ¿Pasa algo?
- Siento que soy chica y me voy a perder de cosas.
- ¿Cómo qué?
- Diversión. Acá si bien estamos juntos, tengo mis cosas por fuera de la pareja. Obvio que él no sabe, ni se te ocurra decir nada.
- Boluda, olvídate. Además lo vi una vez, Mirá que voy a ir a decirle algo. Tengo códigos.
- Yo también. No voy a andar contando cosas
- ¿Qué cosas?
- Se que anduviste con mi vieja. Los enganché una vez.
- ¿Cuándo?
- Una noche que la trajiste. Yo estaba llegando y vi tu auto. Se pusieron mimosos en el auto y arrancaron. Se deben haber ido a un telo, ¿no?
- Si.
- ¿Qué onda? Estuvieron muchas veces?
- Por mi te cuento lo que quieras, ¿no te jode?
- Para nada. Los dos son grandes, están solos y se divierten. Y algo me parecía porque ella salía de noche y decía que se iba con amigas. Pero era obvio que había un tipo. Mejor que seas vos.
- Si, la pasamos muy bien. Igual hace tiempo que ya no pasa más nada.
- ¿Muy bien? Apa…interesante. Pienso más en vos que en mi vieja, ojo.
- No pasa nada, en sexo todo es válido, las fantasías, los pensamientos.
- Me da mucha curiosidad porque se llevan 15 años, mas o menos…. ¿Te gustan las minas más grandes?
- Si. Siempre me calentaron, es la primera y única con la que estuve. Tu vieja es morocha, con buenos ojos como me gusta, además está buena, es sexy…
- Y tiene buenas tetas!
- Si, tremendas. Las mejores que tuve. Se dio, nos calentamos y como te dije, la pasamos bien.
- Dicen que somos parecidas
- Son iguales. Vos sos la versión veinteañera de ella.
- Pero te gustan las mas grandes…
- Fue una fantasía cumplida. Noes que me gustan solo más grandes. Se dio con tu vieja y no dudé. Y estuvo muy bien.
- Cogerías de nuevo con ella?
- ¡Obvio! Ganas nunca faltan.
- Ves, sólo te van las minas más grandes.
- No, vos me estás preguntando específicamente por ella. Preguntame por otra y vemos
- Con su versión más joven que harías?
- Con vos?
- …..
Dejó de responder. Yo había levantado temperatura y pensaba en la pendeja. Me volaba la cabeza. La fantasía de la madre y la hija, no juntas. Pero en este caso eran iguales, la misma bestia con años de diferencia.
- Ahora seguimos, justo entró mi vieja a preguntarme algo y casi me agarra.
- ¿Casi te agarra?
- Estaba haciendo algo
- ¿Qué?
- Me estaba calentando la charla y me tocaba un poco las tetas. Ni se dio cuenta igual, pero yo estaba en otra…jejejeje
- Que lindo…que tenés puesto?
- Un camisón negro
Al toque me mandó una foto de sus tetas en ese escote.
- Tremendas tetas.
- Te gustan? Son mejores que las de ella?
- A la vista si. Habría que tenerlas en vivo.
- Para?
- Tocarlas, besarlas y algo más
- ¿Qué?
- Me encanta que me hagan la paja turca. Y acabar en las tetas
- La tirás toda ahí o preferís que me la tome?
- Yo te la doy, vos elegís que haces.
Y ahí le mande una foto de mi pija dura. Estaba a full, muy parada.
- Uffff…lo que se comía mi vieja….
- Pero no se la tragaba. Siempre se la tiraba en las gomas o en la pancita
- A mi me encanta tragarla
- Veo que te animás a más cosas
- Si, cuando quieras. Ahora no puedo irme, ya es medio tarde como para arrancar. Pero me voy a tocar en silencio…con esa foto.
- Yo también voy a dedicarte mi paja. A esas tetas.
Ya todo estaba tomando vuelo, mucha calentura. La pendeja me manda un video tocándose las tetas.
- Pensá que me acabás acá Agus…o acá
Y mando video de su tanga negra, chiquita y tocándose. Se escuchaba bajito sus gemidos y que acababa. No me quedé atrás y le mandé un video de mi paja, acabando y toda la leche que me salía.
- Quiero esa leche. ¿Es mía?
- Si, tuya. Ya no es más de tu vieja. ¿Cuándo la querés?
- Hablemos mañana y vemos de encontrarnos, estoy re caliente.
- Yo también.
- Escribime mañana.
- Dale. Prepará las tetas.
- Son tuyas. Ya no pienses más en las de mi vieja
Luego de un tiempo la relación sexual se enfrió, pero manteníamos la relación previa de amigos, charlas y sobre todo, seguíamos compartiendo el trabajo.
Ella tenía dos hijas de unos 21 y 24 años. La más chica era una princesa, la más grande era el calco de la madre. Morocha, no muy alta, ojos claros y los atributos del cuerpo y la sensualidad pero de una chica casi 30 años más joven. Tetas grandes y paradas, buena cola y piernas, dándole curvas y una potencia tremendas.
Me llevaba bien con ellas ya que cada tanto iba a la casa, cenábamos y nos encontramos en algún bar.Y con Valentina, la más grande, chateábamos cada tanto y me contaba sus cosas. Estaba de novia y por mudarse con su novio de hace tiempo a una ciudad del interior. Un día la madre, en una charla del trabajo, me contó que la veía rara y que algo había con la mudanza.
Le escribí para ver que onda un jueves y no me dio mucha bola. Al otro día, era viernes y yo estaba sin planes, en mi casa y me escribe.
- Perdoná Agus, estaba con mil cosas por esto de la mudanza.
- Que bueno, ya te vas.
- Mmm sí. Digamos que sí
- ¿Pasa algo?
- Siento que soy chica y me voy a perder de cosas.
- ¿Cómo qué?
- Diversión. Acá si bien estamos juntos, tengo mis cosas por fuera de la pareja. Obvio que él no sabe, ni se te ocurra decir nada.
- Boluda, olvídate. Además lo vi una vez, Mirá que voy a ir a decirle algo. Tengo códigos.
- Yo también. No voy a andar contando cosas
- ¿Qué cosas?
- Se que anduviste con mi vieja. Los enganché una vez.
- ¿Cuándo?
- Una noche que la trajiste. Yo estaba llegando y vi tu auto. Se pusieron mimosos en el auto y arrancaron. Se deben haber ido a un telo, ¿no?
- Si.
- ¿Qué onda? Estuvieron muchas veces?
- Por mi te cuento lo que quieras, ¿no te jode?
- Para nada. Los dos son grandes, están solos y se divierten. Y algo me parecía porque ella salía de noche y decía que se iba con amigas. Pero era obvio que había un tipo. Mejor que seas vos.
- Si, la pasamos muy bien. Igual hace tiempo que ya no pasa más nada.
- ¿Muy bien? Apa…interesante. Pienso más en vos que en mi vieja, ojo.
- No pasa nada, en sexo todo es válido, las fantasías, los pensamientos.
- Me da mucha curiosidad porque se llevan 15 años, mas o menos…. ¿Te gustan las minas más grandes?
- Si. Siempre me calentaron, es la primera y única con la que estuve. Tu vieja es morocha, con buenos ojos como me gusta, además está buena, es sexy…
- Y tiene buenas tetas!
- Si, tremendas. Las mejores que tuve. Se dio, nos calentamos y como te dije, la pasamos bien.
- Dicen que somos parecidas
- Son iguales. Vos sos la versión veinteañera de ella.
- Pero te gustan las mas grandes…
- Fue una fantasía cumplida. Noes que me gustan solo más grandes. Se dio con tu vieja y no dudé. Y estuvo muy bien.
- Cogerías de nuevo con ella?
- ¡Obvio! Ganas nunca faltan.
- Ves, sólo te van las minas más grandes.
- No, vos me estás preguntando específicamente por ella. Preguntame por otra y vemos
- Con su versión más joven que harías?
- Con vos?
- …..
Dejó de responder. Yo había levantado temperatura y pensaba en la pendeja. Me volaba la cabeza. La fantasía de la madre y la hija, no juntas. Pero en este caso eran iguales, la misma bestia con años de diferencia.
- Ahora seguimos, justo entró mi vieja a preguntarme algo y casi me agarra.
- ¿Casi te agarra?
- Estaba haciendo algo
- ¿Qué?
- Me estaba calentando la charla y me tocaba un poco las tetas. Ni se dio cuenta igual, pero yo estaba en otra…jejejeje
- Que lindo…que tenés puesto?
- Un camisón negro
Al toque me mandó una foto de sus tetas en ese escote.
- Tremendas tetas.
- Te gustan? Son mejores que las de ella?
- A la vista si. Habría que tenerlas en vivo.
- Para?
- Tocarlas, besarlas y algo más
- ¿Qué?
- Me encanta que me hagan la paja turca. Y acabar en las tetas
- La tirás toda ahí o preferís que me la tome?
- Yo te la doy, vos elegís que haces.
Y ahí le mande una foto de mi pija dura. Estaba a full, muy parada.
- Uffff…lo que se comía mi vieja….
- Pero no se la tragaba. Siempre se la tiraba en las gomas o en la pancita
- A mi me encanta tragarla
- Veo que te animás a más cosas
- Si, cuando quieras. Ahora no puedo irme, ya es medio tarde como para arrancar. Pero me voy a tocar en silencio…con esa foto.
- Yo también voy a dedicarte mi paja. A esas tetas.
Ya todo estaba tomando vuelo, mucha calentura. La pendeja me manda un video tocándose las tetas.
- Pensá que me acabás acá Agus…o acá
Y mando video de su tanga negra, chiquita y tocándose. Se escuchaba bajito sus gemidos y que acababa. No me quedé atrás y le mandé un video de mi paja, acabando y toda la leche que me salía.
- Quiero esa leche. ¿Es mía?
- Si, tuya. Ya no es más de tu vieja. ¿Cuándo la querés?
- Hablemos mañana y vemos de encontrarnos, estoy re caliente.
- Yo también.
- Escribime mañana.
- Dale. Prepará las tetas.
- Son tuyas. Ya no pienses más en las de mi vieja
6 comentarios - Chat con hija de amiga madura del trabajo (mi jefa) parte 1