Mi joven vecino 3
Me levanto caliente, tengo ganas de ir al departamento del vecino, con mi tanga solamente puesta, que él esté totalmente desnudo y masturbarlo hasta que llegue. Miro la hora en el celular, son las cinco treinta de la mañana, le mando mensaje al vecino, me acaricio un largo rato, la respuesta no llega me quedo dormida un rato más hasta que es la hora de levantarse, no lo acompaño a mi marido le digo que estoy cansada, miro por la mirilla y veo que baja con el pendejo en el ascensor, no sé por qué pero estoy enojada, le mando varios mensajes al pendejo, diciéndole que necesitaba ir a masturbarlo, con todo el riesgo que eso representaba y ni siquiera me contestó, me explica que estaba dormido que recién vio el msj, cuando se despertó, le digo que se olvide de mi por el día de la fecha y me voy a la tarde con unas amigas al cine. Me manda varios msj diciendo que puede ser al día siguiente, le digo que no sé, que es muy riesgoso, pasada la calentura del momento, pero igual me encanta tenerlo pendiente, le sugiero que esté atento, que si llegó a tener ganas le mando un msj. Me despierto, son las cuatro de la mañana, estoy recaliente, lo miro a mi marido que duerme, pero es muy riesgoso, quizás por eso estoy muy caliente, le mando msj al pendejo, enseguida llega la respuesta, te espero desnudo. Con la tanga puesta, me pongo la campera solamente y salgo del departamento, siento mis tetas desnudas y estoy recaliente, me voy fregando con mi cuerpo contra el cuerpo del pendejo mientras lo voy pajeando lentamente.
-Trata de estar atento al celular… otra vez no sé si te voy a perdonar…
-Viste que te contesté enseguida hoy…
-Más te vale… si no te voy a mantener a pajas nada más… te gusta que te pajee…
-Me encanta todo lo que haces… me volves loco… y si se despierta tu marido…?
-Desde cuando te preocupa mi marido…?
-No quisiera que tengas un problema…
-Vos vas a tener problemas si no me contestas los msj… siempre listo te quiero… -le aprieto la pija y le encanta, me apoyo contra su cuerpo desde atrás, mis tetas en su espalda, mi pelvis contra su culo, sus manos aprietan y amasan el mío. –Vas a soltar toda la leche eh…??? Y más te vale estar más atento porque si no te voy a volver un pajero, está claro…???
-Seguí amasándome bien el culo y llega… pendejo pajero… me voy a tener que buscar un macho de verdad eh…? Llega vamos…!! –y siento como explota a chorros, me muerdo el labio inferior, no puedo creer que semejante ejemplar este tan entregado, tan encajetado. –Y no andes mirando mucho a las putitas esas que tenes de compañeras eh…?
-Sabes que me volves loco vos…
-Mejor así… -le digo mientras le doy un beso, me pongo la campera y vuelvo sin hacer ruido al departamento, mi marido ronca, por suerte, el corazón me late a mil. Tuve un orgasmo mientras lo masturbaba. Me duermo y cuando mi marido me despierta le digo que necesito dormir, que no dormí bien en la noche, lo oigo al rato cuando sale y quedo profundamente dormida.
Cuando me despierto son las nueve menos cuarto, estoy cada vez más caliente, pienso en ir a la carnicería, me pongo la calza sin ropa interior, la campera arriba, a las nueve abre y nunca hay gente a esa hora. Paso al lado del portero que me saluda casi con un gruñido como siempre, llegó a la carnicería y miro desde enfrente, no hay clientes todavía. Me sacó la campera y cruzo.
-Hola Hugo… buenos días… -otra vez me mira caliente, me parece que se acomoda el bulto disimuladamente, no está mi marido, la situación es distinta.
-Hola señora… que temprano… no podía dormir…?
-Vengo temprano… sino cuando vengo tarde me das lo que queda… las sobras…
-Porque no pasa de este lado… así ve bien los cortes…
-Ay Hugo, si entra otro cliente que va a pensar…
Tan rápido que no me da tiempo a reaccionar ya bajó la cortina y cerró el negocio. Respiro agitadísima, se acerca caminando lentamente hacia mi.
-Hoy abrimos más tarde… -dice acortando la distancia hacia mi, toma mi mano y la apoya sobre su bulto que está durísimo mientras sus manos empiezan a amasar mi culo y nos besamos. Le bajo el pantalón lentamente y veo el bulto que tiene dentro del bóxer, lo aprieto sobre el bóxer y me impresiona, es un aparato imponente, le bajo el bóxer, y salta como un resorte una herramienta maravillosa, que rápidamente desaparece en mi boca. Trae una silla y se siente en ella, su herramienta es realmente impresionante, bien dura, apunta hacia el techo, no puedo dejar de mirarla mientras el me está bajando la calza, me acomodo sobre el y va desapareciendo de a poco, cuando esta toda adentro me quedo sobre el simplemente besándolo, me amasa el culo mientras nos besamos, no nos movemos para nada, me encanta sentir semejante herramienta, en lo profundo de mi, empiezo a moverme suavemente, y él empieza a gemir.
-Este era el trozo que me ibas a dar…? Es sabroso… es una delicia… que duro que está…
-Hace rato que te tengo ganas… nunca creí que esto iba a pasar…
-Disfrútalo porque no se si va a volver a pasar… sabes…
-Yo pagaría por cogerme una hembra como vos…
-Mira que bien… y pagarías mucho…
-Lo que fuera… -dice y después todo es silencio y choque de cuerpos, lo monto, me muevo a mi antojo, me está amasando el culo pero percibo que en realidad necesita otra cosa, le saco las manos y le digo
-Sin tocar… bastante que te deje cogerme… no creo que te lo merezcas… -y siento que su pija da como un salto. –Mucha hembra para vos eh…?
-Si señora…
-Dejame hacer entonces… trata que esa cosa siga dura nada más… y no acabes hasta que te diga… -Tiene las manos caídas a los costados de la silla, me muevo a mi antojo hasta que siento que estoy por llegar. –Llega ahora dale… estoy por llegar… -siento como hace un par de movimientos con su cadera, como puede y enseguida está llegando, siento la cantidad de leche que me está dando, me quedó un rato más sobre él, su miembro pierde la dureza de a poco hasta que se sale, me pongo de pie y tomándolo de la nuca lo encajo contra mi conchita, enseguida chupa como un desesperado y veo como su miembro recobra la dureza, lo dejo que me chupe hasta que vuelvo a acabar y le tiro del pelo alejándolo de mí. Me levantó la calza, me pongo la campera y le digo.
-Mandame un buen corte de carne para hoy… de la mejorcita…
-Por supuesto señora…
Voy a casa, recién son las diez de la mañana, me doy una ducha, y me acuesto a descansar, cerca de las doce, tocan el timbre, es el chico de la carnicería que me trae el pedido, me lo da diciéndome que Hugo dice que espera que le guste, que es el mejor corte que tiene. Le doy una propina, sonrío para mi y me voy a acostar un rato, me hago algo de comer y me quedo dormida, cerca de las tres escucho el timbre, pero no abro, me quedo en la cama descansando. Me levanto a las cuatro, tengo varios mensajes del pendejo, me vuelvo a poner la calza sin sujetador, me pongo la campera arriba y salgo, golpeo la puerta y me abre, está desnudo y al palo.
-No quiero que me recibas más así… quiero tener el placer de desnudarte si tengo ganas… no está bien que siempre me recibas desnudo… como si fuera una puta que te vas a coger… -doy media vuelta y me vuelvo al departamento, hace mucho calor, me vuelvo a bañar, llamo unas amigas y vamos al cine. Le aviso a mi marido y le pido que se encargue de la cena, le digo donde voy y a la hora que llego, cuando entro a casa esta la mesa puesta con flores y unas velas prendidas, un mantel puesto, no puedo creer que sea mi marido, entro al cuarto y le digo que me espere, me pongo una ropa interior que acabo de comprar, un vestido que me aprieta el culo y se que le encanta, además de ser escotado y mostrar mis abundantes pechos, me pinto los labios de un rojo fuerte, cuando salgo, me mira casi asombrado, me corre la silla para que me siente y va a servir la comida, unos ravioles con salsa, un buen vino tinto. Es impresionante lo atento que se ha vuelto mi marido.
-Que tal tu día…?
-Rutinario como siempre… fui a comprar carne… después volví a casa, hice algunas cosas… descanse…
-No habrás ido al mediodía a buscar la carne… porque me parece que es lomo lo que hay en la heladera…
-Tonto… más quisieras… fui a la mañana y de vez en cuando hay que darse algún gusto no…?? Tenés ganas que lo visite al mediodía que insistís tanto…???
-Te gustaría visitarlo al mediodía…?
-Te dije que con las manos que tiene…
Después pasamos a hablar de temas triviales, vida cotidiana, le digo que lavo yo los platos, recojo la mesa, solo para que vea como se nota la tanga que tengo puesta en el vestido ajustado que le encanta, cuando estoy poniendo los platos en la pileta me abraza desde atrás.
-Que bueno que no saliste así vestida…?
-Porque… te parece que podría haber tenido suerte…
Nos estamos besando, las manos de él como locas van de apretar mi culo, a franelearme las tetas, las saca sobre el vestido y las chupa de una forma deliciosa.
-Que bueno que se te pasó el enojo…
No le contesto, me voy desnudando camino a la cama, quedo con la tanga puesta solamente, me pongo en cuatro sobre la cama.
-Quiero que me cojas como perrita… -no tarda nada en desnudarse y ya está dándome bien duro, lo hacemos en silencio, mi cuerpo cae sobre el colchón y mi cola más empinada todavía, mi marido hace pausas para no acabar, es una cogida deliciosa, en un momento me siento tan cerca, le pido que me llene, y siento como larga su descarga que nunca es muy abundante, cae sobre mi y los dos quedamos sobre la cama, su miembro pierde dureza enseguida y se sale, se acuesta boca arriba y apoyo mi cabeza sobre su pecho, con mi mano izquierda lo acaricio, suavemente, ninguno de los dos hablamos, nos quedamos dormidos.
Me levanto caliente, tengo ganas de ir al departamento del vecino, con mi tanga solamente puesta, que él esté totalmente desnudo y masturbarlo hasta que llegue. Miro la hora en el celular, son las cinco treinta de la mañana, le mando mensaje al vecino, me acaricio un largo rato, la respuesta no llega me quedo dormida un rato más hasta que es la hora de levantarse, no lo acompaño a mi marido le digo que estoy cansada, miro por la mirilla y veo que baja con el pendejo en el ascensor, no sé por qué pero estoy enojada, le mando varios mensajes al pendejo, diciéndole que necesitaba ir a masturbarlo, con todo el riesgo que eso representaba y ni siquiera me contestó, me explica que estaba dormido que recién vio el msj, cuando se despertó, le digo que se olvide de mi por el día de la fecha y me voy a la tarde con unas amigas al cine. Me manda varios msj diciendo que puede ser al día siguiente, le digo que no sé, que es muy riesgoso, pasada la calentura del momento, pero igual me encanta tenerlo pendiente, le sugiero que esté atento, que si llegó a tener ganas le mando un msj. Me despierto, son las cuatro de la mañana, estoy recaliente, lo miro a mi marido que duerme, pero es muy riesgoso, quizás por eso estoy muy caliente, le mando msj al pendejo, enseguida llega la respuesta, te espero desnudo. Con la tanga puesta, me pongo la campera solamente y salgo del departamento, siento mis tetas desnudas y estoy recaliente, me voy fregando con mi cuerpo contra el cuerpo del pendejo mientras lo voy pajeando lentamente.
-Trata de estar atento al celular… otra vez no sé si te voy a perdonar…
-Viste que te contesté enseguida hoy…
-Más te vale… si no te voy a mantener a pajas nada más… te gusta que te pajee…
-Me encanta todo lo que haces… me volves loco… y si se despierta tu marido…?
-Desde cuando te preocupa mi marido…?
-No quisiera que tengas un problema…
-Vos vas a tener problemas si no me contestas los msj… siempre listo te quiero… -le aprieto la pija y le encanta, me apoyo contra su cuerpo desde atrás, mis tetas en su espalda, mi pelvis contra su culo, sus manos aprietan y amasan el mío. –Vas a soltar toda la leche eh…??? Y más te vale estar más atento porque si no te voy a volver un pajero, está claro…???
-Seguí amasándome bien el culo y llega… pendejo pajero… me voy a tener que buscar un macho de verdad eh…? Llega vamos…!! –y siento como explota a chorros, me muerdo el labio inferior, no puedo creer que semejante ejemplar este tan entregado, tan encajetado. –Y no andes mirando mucho a las putitas esas que tenes de compañeras eh…?
-Sabes que me volves loco vos…
-Mejor así… -le digo mientras le doy un beso, me pongo la campera y vuelvo sin hacer ruido al departamento, mi marido ronca, por suerte, el corazón me late a mil. Tuve un orgasmo mientras lo masturbaba. Me duermo y cuando mi marido me despierta le digo que necesito dormir, que no dormí bien en la noche, lo oigo al rato cuando sale y quedo profundamente dormida.
Cuando me despierto son las nueve menos cuarto, estoy cada vez más caliente, pienso en ir a la carnicería, me pongo la calza sin ropa interior, la campera arriba, a las nueve abre y nunca hay gente a esa hora. Paso al lado del portero que me saluda casi con un gruñido como siempre, llegó a la carnicería y miro desde enfrente, no hay clientes todavía. Me sacó la campera y cruzo.
-Hola Hugo… buenos días… -otra vez me mira caliente, me parece que se acomoda el bulto disimuladamente, no está mi marido, la situación es distinta.
-Hola señora… que temprano… no podía dormir…?
-Vengo temprano… sino cuando vengo tarde me das lo que queda… las sobras…
-Porque no pasa de este lado… así ve bien los cortes…
-Ay Hugo, si entra otro cliente que va a pensar…
Tan rápido que no me da tiempo a reaccionar ya bajó la cortina y cerró el negocio. Respiro agitadísima, se acerca caminando lentamente hacia mi.
-Hoy abrimos más tarde… -dice acortando la distancia hacia mi, toma mi mano y la apoya sobre su bulto que está durísimo mientras sus manos empiezan a amasar mi culo y nos besamos. Le bajo el pantalón lentamente y veo el bulto que tiene dentro del bóxer, lo aprieto sobre el bóxer y me impresiona, es un aparato imponente, le bajo el bóxer, y salta como un resorte una herramienta maravillosa, que rápidamente desaparece en mi boca. Trae una silla y se siente en ella, su herramienta es realmente impresionante, bien dura, apunta hacia el techo, no puedo dejar de mirarla mientras el me está bajando la calza, me acomodo sobre el y va desapareciendo de a poco, cuando esta toda adentro me quedo sobre el simplemente besándolo, me amasa el culo mientras nos besamos, no nos movemos para nada, me encanta sentir semejante herramienta, en lo profundo de mi, empiezo a moverme suavemente, y él empieza a gemir.
-Este era el trozo que me ibas a dar…? Es sabroso… es una delicia… que duro que está…
-Hace rato que te tengo ganas… nunca creí que esto iba a pasar…
-Disfrútalo porque no se si va a volver a pasar… sabes…
-Yo pagaría por cogerme una hembra como vos…
-Mira que bien… y pagarías mucho…
-Lo que fuera… -dice y después todo es silencio y choque de cuerpos, lo monto, me muevo a mi antojo, me está amasando el culo pero percibo que en realidad necesita otra cosa, le saco las manos y le digo
-Sin tocar… bastante que te deje cogerme… no creo que te lo merezcas… -y siento que su pija da como un salto. –Mucha hembra para vos eh…?
-Si señora…
-Dejame hacer entonces… trata que esa cosa siga dura nada más… y no acabes hasta que te diga… -Tiene las manos caídas a los costados de la silla, me muevo a mi antojo hasta que siento que estoy por llegar. –Llega ahora dale… estoy por llegar… -siento como hace un par de movimientos con su cadera, como puede y enseguida está llegando, siento la cantidad de leche que me está dando, me quedó un rato más sobre él, su miembro pierde la dureza de a poco hasta que se sale, me pongo de pie y tomándolo de la nuca lo encajo contra mi conchita, enseguida chupa como un desesperado y veo como su miembro recobra la dureza, lo dejo que me chupe hasta que vuelvo a acabar y le tiro del pelo alejándolo de mí. Me levantó la calza, me pongo la campera y le digo.
-Mandame un buen corte de carne para hoy… de la mejorcita…
-Por supuesto señora…
Voy a casa, recién son las diez de la mañana, me doy una ducha, y me acuesto a descansar, cerca de las doce, tocan el timbre, es el chico de la carnicería que me trae el pedido, me lo da diciéndome que Hugo dice que espera que le guste, que es el mejor corte que tiene. Le doy una propina, sonrío para mi y me voy a acostar un rato, me hago algo de comer y me quedo dormida, cerca de las tres escucho el timbre, pero no abro, me quedo en la cama descansando. Me levanto a las cuatro, tengo varios mensajes del pendejo, me vuelvo a poner la calza sin sujetador, me pongo la campera arriba y salgo, golpeo la puerta y me abre, está desnudo y al palo.
-No quiero que me recibas más así… quiero tener el placer de desnudarte si tengo ganas… no está bien que siempre me recibas desnudo… como si fuera una puta que te vas a coger… -doy media vuelta y me vuelvo al departamento, hace mucho calor, me vuelvo a bañar, llamo unas amigas y vamos al cine. Le aviso a mi marido y le pido que se encargue de la cena, le digo donde voy y a la hora que llego, cuando entro a casa esta la mesa puesta con flores y unas velas prendidas, un mantel puesto, no puedo creer que sea mi marido, entro al cuarto y le digo que me espere, me pongo una ropa interior que acabo de comprar, un vestido que me aprieta el culo y se que le encanta, además de ser escotado y mostrar mis abundantes pechos, me pinto los labios de un rojo fuerte, cuando salgo, me mira casi asombrado, me corre la silla para que me siente y va a servir la comida, unos ravioles con salsa, un buen vino tinto. Es impresionante lo atento que se ha vuelto mi marido.
-Que tal tu día…?
-Rutinario como siempre… fui a comprar carne… después volví a casa, hice algunas cosas… descanse…
-No habrás ido al mediodía a buscar la carne… porque me parece que es lomo lo que hay en la heladera…
-Tonto… más quisieras… fui a la mañana y de vez en cuando hay que darse algún gusto no…?? Tenés ganas que lo visite al mediodía que insistís tanto…???
-Te gustaría visitarlo al mediodía…?
-Te dije que con las manos que tiene…
Después pasamos a hablar de temas triviales, vida cotidiana, le digo que lavo yo los platos, recojo la mesa, solo para que vea como se nota la tanga que tengo puesta en el vestido ajustado que le encanta, cuando estoy poniendo los platos en la pileta me abraza desde atrás.
-Que bueno que no saliste así vestida…?
-Porque… te parece que podría haber tenido suerte…
Nos estamos besando, las manos de él como locas van de apretar mi culo, a franelearme las tetas, las saca sobre el vestido y las chupa de una forma deliciosa.
-Que bueno que se te pasó el enojo…
No le contesto, me voy desnudando camino a la cama, quedo con la tanga puesta solamente, me pongo en cuatro sobre la cama.
-Quiero que me cojas como perrita… -no tarda nada en desnudarse y ya está dándome bien duro, lo hacemos en silencio, mi cuerpo cae sobre el colchón y mi cola más empinada todavía, mi marido hace pausas para no acabar, es una cogida deliciosa, en un momento me siento tan cerca, le pido que me llene, y siento como larga su descarga que nunca es muy abundante, cae sobre mi y los dos quedamos sobre la cama, su miembro pierde dureza enseguida y se sale, se acuesta boca arriba y apoyo mi cabeza sobre su pecho, con mi mano izquierda lo acaricio, suavemente, ninguno de los dos hablamos, nos quedamos dormidos.
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