Hola! Dejo la primera parte de mi relato (un poco real y un poco ficticio). Si quieren saber como sigue, comenten!
La amistad es lo único que no se pierde
Parte 1. Primer acercamiento
Foto ilustrativa. Mia Malkova
Después de tantos años siendo amigos, ninguno de los dos pensaba que iba a llegar ese momento. Yo estaba nervioso. Ella también. Pero aún así nls agarramos las manos y nos dimos nuestro primer beso...
Toda esta historia empieza antes. Ella es Amalia. La conocí en la facultad, en los primeros años. Tiene 24 años. Mide 1,67. Rubia. Ojos claros. Piel blanca, muy blanca (bromeamos siempre con su palidez). Y tiene el mejor culo que haya visto en mi vida. Sus caderas prominentes hace que sea su culo el rasgo que siempre llame la atención. Y sus pechos son lo suficientemente grandes para decir que son prominentes, sin llegar a ser enormes. Pero lo mejor que tiene es su carisma. Amante del animé. Es entretenida. Le gusta salir y divertirse, como la mayoría de personas de nuestra edad. Nunca dice no a una birra o a una salida.
En cambio yo soy morocho. 26 años. Modo 1.60. Si, soy petiso. Flaco. Con lentes. Y pelo con rulos. Cualquiera puede pensar que no tengo mucho para dar, que soy el típico "nerd" aunque no, no es esa mi virtud. Soy entretenido también, aunque no tiendo a ser muy "amiguero". Lo mejor que tengo es el humor, trato de ponerle onda a la vida siempre.
Con Amalia ya llevávamos cuatro años de amistad. Desde que nos conocimos nos hicimos muy amigos. No voy a mentir: a mi desde el primer minuto que la vi, me pareció muy linda, pero si algo siempre me costó fue consolidar relaciones más íntimas, y en el momento en el que la conocí no tenía muchas ganas de comenzar una. Pero nos llevamos tan bien, que así nació nuestra amistad.
Cursamos materias juntos, fuimos a las mismas fiestas, preparamos finales, nos juntábamos a estudiar, saliamos por una birra (que nunca terminaba siendo una), en fin, con ella llegué a consolidar una relación de amistad que nunca pensé lograr. En el medio también hemos discutido, nos hemos gritado, e incluso la he hecho llorar (ella es de lágrima fácil, y yo a veces soy muy directo) pero siempre ganó la amistad. Generalmente nos contamos las experiencias que hemos tenido estando en pareja, aunque a mi me cuesta más.
Cuento todo esto para dar un marco de donde empezamos. Porque hubo un día que todo eso cambió.
Ella convive con su expareja, Franco. A pesar de haber terminado la relación, el hecho de tener un perro en común fue algo que los animó a seguir comviviendo juntos.
Fue un día, de octubre, cuando la cuarentena ya era un hastío tremendo, donde empezó todo. Siempre nos hicimos chistes sexuales, pero primaba la amistad. Pero ese día se pasó ese límite.
Amalia ese día se sentía un poco triste. Hace mucho no salía como tal, a divertirse y se sentía un poco cansada de la cuarentena. Franco aún no llegaba de laburar. Asi que me habia enviado un mensaje para ir a su departamento a verla. Cuando llegué, traté de animarla un poco, le di un fuerte abrazo, y decidimos ver videos. Nos echamos en su cama (no era la primera vez que lo hacia), uno al lado del otro y desde mi tablet nos pusimos a ver videos de caídas. Después de dos videos ya estaba más alegre. Nos preguntamos cómo fue nuestro día, cómo estuvieron las clases de la facu, etc. Y en un momento recuerdo que habia acordado encontrarme con Caro, la chica con la que estaba saliendo en ese momento, a la noche. Tiendo a olvidarme muchas cosas je. Le comenté a Amalia y un poco no le gustó. Pero seguimos viendo el final del video. Antes de pasar al siguiente me dice
- ¿En serio vas a dejarme?
- No es que quiero dejarte, me habia olvidado de la cita con Caro
- Pero yo aún estoy triste
- ¿No sirvió de nada que yo viniera?
- Si, sirvió, pero no quiero que te vayas
- Pero aún faltan dos horas para irme
- Pero no quiero que te vayas en dos horas!!! - me dijo con esa carita de nena triste que pone cuando quiere si o si algo
- Hace mucho que no la veo a Caro. Y tú sabes cuanto me cuesta mantener una relación
- Pero dile que la ves mañana...
- Después de dos años vuelvo a tener algo que podría considerar "relación", ¿te parece que deje de verla por cinco días seguidos?
- No es mucho - me dijo con cara sonriente
- Hace cinco días que no cojemos!!! Jajaja
Nos reímos ambos, pero ella sabía que venía de dos años de "abstinencia" sexual, y que volver a tener pareja me costó mucho, y que estaba disfrutando volver a salir, "a ponerla", porque a pesar de todo siempre fui alguien muy sexual, incluso teniendo ese impasse de dos años!!
- Pero yo te puedo cocinar - me dijo Amalia, y la verdad, por un momento dudé en ir, porque cocina re bien. Es otra de sus virtudes. Y sobre todo, cocina muy bien pastelería
- mmm... no puedo quedarme
- ¿Qué puedo hacer para que te quedes?
- Una paja - le dije riéndome. No era la primera vez que hacia ese chiste, y siempre ambos nos reimos
- Ok - me dijo riéndose también
Y llevó su mano izquierda a mi cinto y comenzó a desabrocharlo.
Siempre nos habíamos hecho chistes sexuales, pero nunca habian llegado a nada. Asi que el acto de desabrochar mi cinto, a mi me descolocó.
- Sigo? - me dice con esa cara de pícara que pone cuando sabe que puede ganar
- Si - le digo, sin pensar. No sabía hasta donde pensaba llegar con ese juego, pero tenía curiosidad
Me bajó el cierre del pantalón, y abrió el botón, todo con su mano izquierda. Hasta acá, yo no sólo estaba sorprendido por su actitud, sino también por su habilidad.
Me abrió un poco pantalón, y me volvió a mirar
- Sigo? Mirá que yo sigo eh!
- Y bueno, si quieres seguir, hacelo. Yo no te voy a detener
A estas alturas, mi cuerpo comenzó a reaccionar, y comenzaba a sentirme excitado. Amalia siempre me pareció atractiva, aunque la veía como una hermana, nunca pensé que íbamos a llegar a esta situación, pero me parecía muy excitante, y mi cuerpo, al estar cerca a una mujer tan bella, reaccionó a esta excitación
Amalia mira para abajo, abre un poco más mi pantalón y me dice
- Te estas excitando? - viendo que el bulto bajo mi boxer comienza a crecer
- Tú tuviste la culpa
- Pero quieres que siga?
- Yo no te voy a detener ya te dije. No sé hasta dónde tú quieres llegar?
- Yo quiero que te quedes
- Yo ya te dije que no puedo
- Pero me dijiste que si te hago una paja si te quedas
- Piensas hacerme una paja?
- No sé - me dijo riéndose - quiero que te quedes. Por qué te excitaste?
- Eres una chica linda, eso siempre te lo he dicho. Y tu mano está muy cerca a mi pija. Mi cuerpo reacciona a pesar mío
Ella ríe, en parte se pone contenta al saberse linda, al saber que puede excitar a alguien con sólo avanzar un poco
Yo seguía a su lado. Ella con su mano apoyada en mi abdomen. Yo con mis dos manos sosteniendo la tablet. Mirándonos a los ojos. No sé qué pensaba Amalia, pero su cara expresaba que tenía intensionea de seguir
- Yo voy a ser lo que sea para que hoy te quedes - me dijo - hoy quiero que te quedes
- Bueno - le digo
Me paja un poco más mi pantalón, y yo siento que mi bulto sigue creciendo más. A pesar de no considerarme alguien super dotado, tengo una pija de 22cm, algo que siempre sorprende, para bien, a las chicas con las que he estado.
Al ver que mi bulto sigue creciendo, noto que Amalia duda
- La tienes grande? - me dice sorprendida
- No sé si grande, creo que es normal
- No - me dice - la veo grande. Es real? - me dice riéndose
- Obvio - me dijo - no la ves?
- Bueno, yo veo el bulto nada más. Además, eres petiso - me dice riéndose más
- Si quieres verla bien, hacelo - la reto
Me mira con esa cara de "yo nunca voy a perder", y decidió dar ese paso, un paso a partir del cual nuestra relación de amistad ya nunca fue igual...
La amistad es lo único que no se pierde
Parte 1. Primer acercamiento
Foto ilustrativa. Mia Malkova
Después de tantos años siendo amigos, ninguno de los dos pensaba que iba a llegar ese momento. Yo estaba nervioso. Ella también. Pero aún así nls agarramos las manos y nos dimos nuestro primer beso...
Toda esta historia empieza antes. Ella es Amalia. La conocí en la facultad, en los primeros años. Tiene 24 años. Mide 1,67. Rubia. Ojos claros. Piel blanca, muy blanca (bromeamos siempre con su palidez). Y tiene el mejor culo que haya visto en mi vida. Sus caderas prominentes hace que sea su culo el rasgo que siempre llame la atención. Y sus pechos son lo suficientemente grandes para decir que son prominentes, sin llegar a ser enormes. Pero lo mejor que tiene es su carisma. Amante del animé. Es entretenida. Le gusta salir y divertirse, como la mayoría de personas de nuestra edad. Nunca dice no a una birra o a una salida.
En cambio yo soy morocho. 26 años. Modo 1.60. Si, soy petiso. Flaco. Con lentes. Y pelo con rulos. Cualquiera puede pensar que no tengo mucho para dar, que soy el típico "nerd" aunque no, no es esa mi virtud. Soy entretenido también, aunque no tiendo a ser muy "amiguero". Lo mejor que tengo es el humor, trato de ponerle onda a la vida siempre.
Con Amalia ya llevávamos cuatro años de amistad. Desde que nos conocimos nos hicimos muy amigos. No voy a mentir: a mi desde el primer minuto que la vi, me pareció muy linda, pero si algo siempre me costó fue consolidar relaciones más íntimas, y en el momento en el que la conocí no tenía muchas ganas de comenzar una. Pero nos llevamos tan bien, que así nació nuestra amistad.
Cursamos materias juntos, fuimos a las mismas fiestas, preparamos finales, nos juntábamos a estudiar, saliamos por una birra (que nunca terminaba siendo una), en fin, con ella llegué a consolidar una relación de amistad que nunca pensé lograr. En el medio también hemos discutido, nos hemos gritado, e incluso la he hecho llorar (ella es de lágrima fácil, y yo a veces soy muy directo) pero siempre ganó la amistad. Generalmente nos contamos las experiencias que hemos tenido estando en pareja, aunque a mi me cuesta más.
Cuento todo esto para dar un marco de donde empezamos. Porque hubo un día que todo eso cambió.
Ella convive con su expareja, Franco. A pesar de haber terminado la relación, el hecho de tener un perro en común fue algo que los animó a seguir comviviendo juntos.
Fue un día, de octubre, cuando la cuarentena ya era un hastío tremendo, donde empezó todo. Siempre nos hicimos chistes sexuales, pero primaba la amistad. Pero ese día se pasó ese límite.
Amalia ese día se sentía un poco triste. Hace mucho no salía como tal, a divertirse y se sentía un poco cansada de la cuarentena. Franco aún no llegaba de laburar. Asi que me habia enviado un mensaje para ir a su departamento a verla. Cuando llegué, traté de animarla un poco, le di un fuerte abrazo, y decidimos ver videos. Nos echamos en su cama (no era la primera vez que lo hacia), uno al lado del otro y desde mi tablet nos pusimos a ver videos de caídas. Después de dos videos ya estaba más alegre. Nos preguntamos cómo fue nuestro día, cómo estuvieron las clases de la facu, etc. Y en un momento recuerdo que habia acordado encontrarme con Caro, la chica con la que estaba saliendo en ese momento, a la noche. Tiendo a olvidarme muchas cosas je. Le comenté a Amalia y un poco no le gustó. Pero seguimos viendo el final del video. Antes de pasar al siguiente me dice
- ¿En serio vas a dejarme?
- No es que quiero dejarte, me habia olvidado de la cita con Caro
- Pero yo aún estoy triste
- ¿No sirvió de nada que yo viniera?
- Si, sirvió, pero no quiero que te vayas
- Pero aún faltan dos horas para irme
- Pero no quiero que te vayas en dos horas!!! - me dijo con esa carita de nena triste que pone cuando quiere si o si algo
- Hace mucho que no la veo a Caro. Y tú sabes cuanto me cuesta mantener una relación
- Pero dile que la ves mañana...
- Después de dos años vuelvo a tener algo que podría considerar "relación", ¿te parece que deje de verla por cinco días seguidos?
- No es mucho - me dijo con cara sonriente
- Hace cinco días que no cojemos!!! Jajaja
Nos reímos ambos, pero ella sabía que venía de dos años de "abstinencia" sexual, y que volver a tener pareja me costó mucho, y que estaba disfrutando volver a salir, "a ponerla", porque a pesar de todo siempre fui alguien muy sexual, incluso teniendo ese impasse de dos años!!
- Pero yo te puedo cocinar - me dijo Amalia, y la verdad, por un momento dudé en ir, porque cocina re bien. Es otra de sus virtudes. Y sobre todo, cocina muy bien pastelería
- mmm... no puedo quedarme
- ¿Qué puedo hacer para que te quedes?
- Una paja - le dije riéndome. No era la primera vez que hacia ese chiste, y siempre ambos nos reimos
- Ok - me dijo riéndose también
Y llevó su mano izquierda a mi cinto y comenzó a desabrocharlo.
Siempre nos habíamos hecho chistes sexuales, pero nunca habian llegado a nada. Asi que el acto de desabrochar mi cinto, a mi me descolocó.
- Sigo? - me dice con esa cara de pícara que pone cuando sabe que puede ganar
- Si - le digo, sin pensar. No sabía hasta donde pensaba llegar con ese juego, pero tenía curiosidad
Me bajó el cierre del pantalón, y abrió el botón, todo con su mano izquierda. Hasta acá, yo no sólo estaba sorprendido por su actitud, sino también por su habilidad.
Me abrió un poco pantalón, y me volvió a mirar
- Sigo? Mirá que yo sigo eh!
- Y bueno, si quieres seguir, hacelo. Yo no te voy a detener
A estas alturas, mi cuerpo comenzó a reaccionar, y comenzaba a sentirme excitado. Amalia siempre me pareció atractiva, aunque la veía como una hermana, nunca pensé que íbamos a llegar a esta situación, pero me parecía muy excitante, y mi cuerpo, al estar cerca a una mujer tan bella, reaccionó a esta excitación
Amalia mira para abajo, abre un poco más mi pantalón y me dice
- Te estas excitando? - viendo que el bulto bajo mi boxer comienza a crecer
- Tú tuviste la culpa
- Pero quieres que siga?
- Yo no te voy a detener ya te dije. No sé hasta dónde tú quieres llegar?
- Yo quiero que te quedes
- Yo ya te dije que no puedo
- Pero me dijiste que si te hago una paja si te quedas
- Piensas hacerme una paja?
- No sé - me dijo riéndose - quiero que te quedes. Por qué te excitaste?
- Eres una chica linda, eso siempre te lo he dicho. Y tu mano está muy cerca a mi pija. Mi cuerpo reacciona a pesar mío
Ella ríe, en parte se pone contenta al saberse linda, al saber que puede excitar a alguien con sólo avanzar un poco
Yo seguía a su lado. Ella con su mano apoyada en mi abdomen. Yo con mis dos manos sosteniendo la tablet. Mirándonos a los ojos. No sé qué pensaba Amalia, pero su cara expresaba que tenía intensionea de seguir
- Yo voy a ser lo que sea para que hoy te quedes - me dijo - hoy quiero que te quedes
- Bueno - le digo
Me paja un poco más mi pantalón, y yo siento que mi bulto sigue creciendo más. A pesar de no considerarme alguien super dotado, tengo una pija de 22cm, algo que siempre sorprende, para bien, a las chicas con las que he estado.
Al ver que mi bulto sigue creciendo, noto que Amalia duda
- La tienes grande? - me dice sorprendida
- No sé si grande, creo que es normal
- No - me dice - la veo grande. Es real? - me dice riéndose
- Obvio - me dijo - no la ves?
- Bueno, yo veo el bulto nada más. Además, eres petiso - me dice riéndose más
- Si quieres verla bien, hacelo - la reto
Me mira con esa cara de "yo nunca voy a perder", y decidió dar ese paso, un paso a partir del cual nuestra relación de amistad ya nunca fue igual...
2 comentarios - La amistad es lo único que no se pierde 1