Luego de aquella sesión me sentía en el cielo, mientras volvíamos en tren ella iba mirando por la ventana, se la veía contenta y relajada. Una de las cosas que me llamó la atención de la sesión en el telo fue que me prohibió estrictamente masturbarme, todo contacto sexual e íntimo iba a ser con ella, decía que los hombres se masturban mal y rápido.
En casa preparé un pequeño bolso con ropa, me iba a quedar unos días en lo de mis padrinos, mi madre no tenía problemas con eso, al contrario, le gustaba que pase tiempo ahí. Ese mismo sábado a la noche me fui a dormir a la casa de mis padrinos, me costaba ver o hablar con Martín o con mi padrino, pero tenía que disimular, ella seguía como si nada hubiera pasado. La estadía no fue gratis, el mismo domingo me hizo cortar el pasto de adelante, podar algunos arbustos, cocinar, barrer y otras tareas de la casa, ya no era un pedido, era un "Anda y hacé esto". Mi padrino y su hijo iban a la cancha, me habían invitado pero decliné la propuesta e intercambiamos un par de bromas en torno al fútbol.
Mientras ellos se preparaban mi madrina estaba en la cocina lavando unos platos que habían quedado, tenía un vestido de verano, como esos de playa, le sobresalía el orto y no podía dejar de verlo. Me acerqué de a poco y la tomé de la cintura, "¿todo bien ahijado?" me preguntó sin dejar de ver los platos, me tenté y bajé la mano hasta darle un buen apretón a una de sus nalgas, ella resopló.
_ Ahora no ahijado, esperá un poco
_ Un poquito madrina.... por favor
_ Pueden entrar Adrián o Martin ...
_ ¿Te gusta?
Ella tragó saliva ante la pregunta y respondí que sí, miré para atrás y como no venía nadie le levanté el vestido para apretarle mejor el culo, llevaba un culotte de encaje rosa, toda esa carne a mi merced y ella que soltaba el plato y la esponja. Sentimos unos pasos y rápidamente salimos de la situación, yo me acomodé un poco el pantalón por razones obvias.
Mi padrino y Martín saludaron de lejos lanzando bromas futboleras hacia mí.
_ Ahijado, tenemos que tratar de hacer las cosas con cuidado, no sé qué podría pensar o hacer Adrián.
_ Sí, perdón, pero me tenté y sé que a vos te gustó madrina
_ Sí, pero acá seguimos siendo ahijado y madrina, así que comportate
Desapareció unos minutos hasta que me llamó al baño, "trae ropa" gritó desde el mismo, cuando entré tenía dos toallones sobre el bidet una muda de ropa de ella. "Mientras podamos aprovechar vamos a hacerlo, desvestite" me dijo mientras ella se sacaba la ropa con soltura. Me quedé desnudo también mientras ella abría la ducha y controlaba la temperatura del agua; me tomó de la mano y nos metimos al agua, "bañame... lento ahijado" fue su orden. Poco a poco la iba enjabonando, empecé por atrás, toda la espalda y piernas, me pedí un poco pasandole la mano enjabonada entre sus nalgas, por delante me perdí en las tetas, abdomen, quería la concha a lo último así que con toda la mano enjabonada posé la palma en su vagina, tenía un poco de pelo crecido y la textura provocó un temblor en mí. pequeños pelos rubios. Luego fue mi turno, me colocó bajo el agua donde me tuve que sentar por diferencia de altura, me lavó el pelo con suaves masajes, enjabonó lo que pudo hasta que me pidió que me pare. Me parecía extraño y placentero a la vez, pero al pasarme jabón por el culo tenía este detalle de masajearme el ano, lavó mis testículos y cada detalle y centímetro de piel de mi pija, su pulgar recorría con dulzura el borde del glande, masajeó un poco el perineo. Nos secamos el uno al otro y nos vestimos, ella se puso una pollera y una remera aparte de su ropa interior.
Luego en el comedor se sentó en una silla y trajo un par de elementos, quería que le retoque sus pies; en ese momento caí en cuenta que de cierta forma era su esclavo, pero me gustaba, ese juego morboso me permitía explorar otras sensaciones afuera de mi pija. Subió una pierna arriba de la mía, yo estaba de frente, le cepillé los pies con una piedra para sacarle piel muerta, luego prolijamente le corté las uñas y hasta le pasé crema masajeando los pies. A todo esto ella colgaba su cabeza para atrás con los ojos cerrados, la pollera mal acomodada me dejaba ver su entrepierna. Me pidió por último que le pinte las uñas; había terminado el primer pie y al comenzar el segundo sentimos la puerta, mi madrina se acomodó la pollera como pudo y actuó relajada, era solo mi padrino.
_ Volví amor, hola Julián, veo que te pusieron a laburar
_ ¿Qué pasó Adrián? ¿viste? me puse un spa y lo puse a trabajar a Julián
_ Jaja, está bien, capaz paso yo también... No, mirá, el partido se suspedió por quilombos afuera de la cancha, apenas vimos el problema nos fuimos rápido
_ ¿Y Martín?
_ Se quedó en lo de un amigo, creo que iban a tomar algo, le iba a avisar a Julián pero no quería que se sienta incómodo porque no lo conoce al pibe.
Con mi madrina seguimos, cortar de golpe hubiera sido raro, ella actuaba muy bien, era buena haciéndose la boluda, se le había corrido de nuevo la pollera y se veía un poco su ropa interior, yo trataba de no mirar. Lo más extraño es que mi padrino miraba atentamente la situación mientras tomaba agua, podía sentir su mirada; en un golpe de vista ví su entrepierna, tenía el bulto algo crecido, o bastante crecido ¿se le estaba parando? Bueno, era obvio que sí, se podía notar la cabeza de su pija marcándose apuntando hacia abajo, luego desapareció. Me puse nervioso ¿se habría calentado por la situación? Sabía que era bastante pajero, lo sabía porque no tenía el detalle de limpiar el historial cada vez que usaba internet, veía todo tipo de porno.
Esa noche cenamos juntos, miramos tele y algo que noté es que Martín, quien ya había vuelto un poco ebrio, le miraba varias veces el culo a su propia madre, igual sólo miraba pero de a ratos le faltaba un poco de disimulo, igual no lo culpo, cualquiera haría lo mismo. Se hicieron las tres de la mañana, pura oscuridad, todos dormían menos yo, sentía unas poderosas ganas de hacerme una paja, mucha estimulación y necesitaba descargar pero debía cumplir mi parte del trato. Me puse un short y me levanté, Martín roncaba, llegué a la cocina y la ví a ella, mi madrina de pie en la cocina tomando agua, sólo la iluminaba la poca luz que entraba por la ventana, una tanga y una remera, juro que la luz hacía que hasta se visualicen los pezones marcados.
_ ¿Qué hacés despierto ahijado?
_ No me podía dormir y venía a buscar agua, no sé, estaba algo nervioso
Por instinto o por no sé qué me agaché (era muy petisa para mí así que agacharme era común) y abrazándola la besé, fueron unos minutos dde besarnos como novios, con ternura, ella tenía un manejo mágico de su lengua, gracias a mis brazos flacos y largos podía darme el lujo de manosearle bien el culo. Me bajó un poco el short y salió mi pija más dura que nunca "mirá como estás ahijado, ahora entiendo porque no podes dormir" y sin dejar de hacer contacto visual comenzó a pajearme con delicadeza, estiraba bien el prepucio, apretaba un poquito el tronco, se quedaba un segundo ahí y volvía a subir.
_ Madrina... necesito acabar, no doy más
_ Lo sé ahijado, pero no ahora, menos acá, tenés que aguantar, ese es nuestro trato
_ Siento que voy a explotar
_ Necesitas controlarte, ya va a haber tiempo para que te relajes, para que liberes tensiones, te lo prometo.
Guardó mi pija, me abrazó por el cuello y hablándome al oído me dijo "te quiero, ya la vamos a pasar mejor, tratá de dormir". Luego sentimos un ruido, pero parecía no haber nadie, nos asustamos así que rápido nos volvimos a acostar. Para mala suerte mía por un motivo u otro no tuvimos más tiempo esos días. Una semana después me mandó un mensaje que decía "Perdón ahijado, no tuvimos más tiempo y entiendo que estés alterado, venite al estudio". Me bañé y salí corriendo con la bici, mi madrina estaba sola, el estudio tenía un cuarto aparte donde había varias frazadas y un perfume hermoso en el ambiente. No hace falta decir que ya estaba desnudo, para algo habíamos venido a estar solos pero la idea del día era distinta, ella tenía la ropa con la que hace yoga, yo acostado boca abajo, de golpe sentí los aceites sobre mi espalda, estuvo más de una hora masajeando todo mi cuerpo y aliviando todo tipo de tensión, estaba relajado. Mi dijo que me de vuelta, ella ya estaba desnuda por completo ¿en qué momento se había sacado toda la ropa? no lo sé, quizá yo estaba muy compenetrado con el masaje. Pasó un poco de aceite por mi pecho, ya estaba con total erección tocándole sus piernas, lo que podía de su culo, y cuando separó un poco más las piernas comencé a frotarle el clítoris. Para mi alivio me dijo "hoy te toca relajar a vos" y se montó encima mio de espalda, apoyando todo su culo comenzó a frotarse, hacía movimientos de adelante hacia atrás, hacía movimientos circulares, yo apretaba y habría su orto, me preguntaba si algún día podría cogerle el culo porque no cabía dudas que ese culo estaba usado y entrenado, ese ano se veía más permeable. Se dió vuelta para hacer los mismos movimientos pero esta vez frotando su clítoris, envolviéndome con sus labios vaginales. Cada movimiento suponía un gemido más y más fuerte hasta que cayó rendida encima mio para besarme profundamente. Con un poco de aceite agarró mi pija y comenzó a pajearme, con lentitud, pero con toda la calentura acumulada no sabía si podría contenerme demasiado, ella empezó a pajearme más rápido "este es tu momento ahijado, descargate, descargá todo, quiero verte explotar".
No hubo mucho más, si algo faltaba era que ella me pidiera que acabe, largué un gemido muy fuerte y mi pija empezó a escupir chorros de leche con violencia, no recordaba acabar tan fuerte, tenía el abdomen lleno de semen, ella tenía su mano izquierda con restos que le había caído encima. Tomó unas servilletas que tenía preparadas y limpió todo lo que pudo. Me sentía muerto, como si hubiera hecho una actividad física muy fuerte, pero muy contento, me quedé acostado un rato hasta que tuvimos que bañarnos y volver a vestirnos, tenía una pequeña ducha en el baño del estudio. Mientras la ayudaba a acomodar algunos elementos del estudio nos sorprendió la llegada de mi padrino, mi madrina se había olvidado de cerrar con llave y el entró saludando con alegría, yo por dentro no sabía cómo reaccionar, si entró así de libre ahora podría haberlo hecho antes.
_ ¿Cómo están? Hola mi amor ¿practicando un poco? ¿cómo va el alumnito? ¿un campeón no? Hola Julián
_ Sí amor, aprovechamos de practicar un poquito, a reforzar ciertas técnicas, pero va progresando muy bien.
_ Sí, aparte veo que relaja, me parece bien.
Todo quedó ahí por suerte, ella era muy buena mintiendo y él creía todo. Pasaron los días sin mucha suerte para encontrarnos con mi madrina, yo estaba solo en casa cuando sonó el timbre, miré por la ventana, era mi padrino, me asusté, estaba más paranoico que de costumbre. Lo recibí en mi casa, traía consigo una mochila, mientras hablábamos sacó del bolso una botella de whisky y dos vasos "¿tenés hielo'" preguntó, nos acomodamos a tomar unas medidas, ya habíamos tomado dos cada uno y esa mierda pegaba rápido. Me ofreció un habano, eran de los buenos.
_ Tomá, hacete hombre
_ Pero padrino... dejé de fumar
_ Quedate tranquilo,no tragas esto, lo saboreas, así que no pasa nada, vos probá, haceme caso, y relajate que no le voy a decir a Victoria de los habanos.
_ Está rico el gusto, aparte parece que se mezclara con el whisky
_ Es así ahijado, es como marinan. Te quería agradecer, estás pasando más tiempo con tu madrina, y eso le viene bien, hace tiempo venía con muchas cosas en la cabeza y la verdad se nota que le sirve hacer algo distinto que vivir ocupada de su estudio y la casa.
_ No padrino, es un gran gusto para mí, los quiero mucho a ambos
_ Sï, lo sé, y nosotros a vos. Ella está más feliz, tomá tomemos otras medidas
El clima se ponía tenso, era como si estuviera a punto de largar algo, su tono se puso más serio, pero no enojado, serio.
_ Julián, ya sos un hombre, y entiendo que podemos hablar como tales ¿no?
_ Sï padrino... ¿pasó algo?
_ Nada malo, creo que pasa algo bueno para todos, ¿no es así?
_ ¿A qué te referís padrino?
_ Primero que todo quiero decirte que no estoy enojado, al contrario, estoy muy agradecido. Por otro lado, el día que te ví haciéndole los pies a Victoria sospeché que no era un simple momento de spa. ¿Victoria con la pollera desacomodada mostrando la concha? ¿y vos haciendo el esfuerzo de no mirar?
_ Padrino, creo que estás malinterpretando la situación yo no pod...
_ Esa situación podría malinterpretarla, ahí tenés toda la razón. Pero lo que no se puede malinterpretar son los besos que se dieron de noche en la cocina y la paja que te estaba haciendo...
_ Padrino, puedo explicarte, eso que viste no fue...
_ Y te juro que me encantó lo que ví
_ ¿Qué?
_ Verla a Victoria ahí tan puta, pajeando a un pendejo
_ Pa... Padrino
_ Mirá que la amo pero habíamos perdido el interés en la cama, y esa noche, esa noche me calenté tanto, me sentí tan... tan humillado... tan cornudo. Por fin, siempre quise ver que se pusiera más y más puta, y por fin pasó. Esa misma noche la busqué en la cama, y nos echamos un polvo ahijado, un polvo como hacía años no nos echábamos. A mi edad uno ya está bien, pero lo bien que la pasamos, lo caliente que estaba ella.
_ Padrino, estoy... un poco... sorprendido.
_ Mirá, yo no voy a interferir, hagan lo que quieran. Tampoco le voy a dar a entender a Victoria que sé todo, pero eso sí, que Martín no sepa nada, ese es mí límite, ahí si vamos a tener problemas si él se entera o sospecha algo ¿estamos pibe?
_ Sí, sí padrino
_ Bien, veo que nos entendemos y que podemos hablar como hombres.... Pero... me gustaría saber con lujos de detalle todo lo que hicieron.
Fue así como relaté cada detalle de lo vivido con mi madrina, ahora tenía un acuerdo por partida doble. Mi padrino se asombraba y escuchaba con cara de animal salvaje cada palabra que salía de mi boca, es más, hasta se notaba lo dura que tenía la pija, era imposible de disimular. Luego de toda la charla nos dimos un apretón fuerte de mano y el se fue en remis a su casa. Horas después recibía un mensaje de mi madrina "¿todo bien ahijado? Me dijo Adrián que estuvo con vos ¿no pasó nada malo no'", le respondí que se quede tranquila, que solo habíamos compartido unos tragos.
Salí rápido a comprar cigarrillos, ya mi cabeza no daba más, tenía mucho por procesar pero aún más quedaba por vivir
En casa preparé un pequeño bolso con ropa, me iba a quedar unos días en lo de mis padrinos, mi madre no tenía problemas con eso, al contrario, le gustaba que pase tiempo ahí. Ese mismo sábado a la noche me fui a dormir a la casa de mis padrinos, me costaba ver o hablar con Martín o con mi padrino, pero tenía que disimular, ella seguía como si nada hubiera pasado. La estadía no fue gratis, el mismo domingo me hizo cortar el pasto de adelante, podar algunos arbustos, cocinar, barrer y otras tareas de la casa, ya no era un pedido, era un "Anda y hacé esto". Mi padrino y su hijo iban a la cancha, me habían invitado pero decliné la propuesta e intercambiamos un par de bromas en torno al fútbol.
Mientras ellos se preparaban mi madrina estaba en la cocina lavando unos platos que habían quedado, tenía un vestido de verano, como esos de playa, le sobresalía el orto y no podía dejar de verlo. Me acerqué de a poco y la tomé de la cintura, "¿todo bien ahijado?" me preguntó sin dejar de ver los platos, me tenté y bajé la mano hasta darle un buen apretón a una de sus nalgas, ella resopló.
_ Ahora no ahijado, esperá un poco
_ Un poquito madrina.... por favor
_ Pueden entrar Adrián o Martin ...
_ ¿Te gusta?
Ella tragó saliva ante la pregunta y respondí que sí, miré para atrás y como no venía nadie le levanté el vestido para apretarle mejor el culo, llevaba un culotte de encaje rosa, toda esa carne a mi merced y ella que soltaba el plato y la esponja. Sentimos unos pasos y rápidamente salimos de la situación, yo me acomodé un poco el pantalón por razones obvias.
Mi padrino y Martín saludaron de lejos lanzando bromas futboleras hacia mí.
_ Ahijado, tenemos que tratar de hacer las cosas con cuidado, no sé qué podría pensar o hacer Adrián.
_ Sí, perdón, pero me tenté y sé que a vos te gustó madrina
_ Sí, pero acá seguimos siendo ahijado y madrina, así que comportate
Desapareció unos minutos hasta que me llamó al baño, "trae ropa" gritó desde el mismo, cuando entré tenía dos toallones sobre el bidet una muda de ropa de ella. "Mientras podamos aprovechar vamos a hacerlo, desvestite" me dijo mientras ella se sacaba la ropa con soltura. Me quedé desnudo también mientras ella abría la ducha y controlaba la temperatura del agua; me tomó de la mano y nos metimos al agua, "bañame... lento ahijado" fue su orden. Poco a poco la iba enjabonando, empecé por atrás, toda la espalda y piernas, me pedí un poco pasandole la mano enjabonada entre sus nalgas, por delante me perdí en las tetas, abdomen, quería la concha a lo último así que con toda la mano enjabonada posé la palma en su vagina, tenía un poco de pelo crecido y la textura provocó un temblor en mí. pequeños pelos rubios. Luego fue mi turno, me colocó bajo el agua donde me tuve que sentar por diferencia de altura, me lavó el pelo con suaves masajes, enjabonó lo que pudo hasta que me pidió que me pare. Me parecía extraño y placentero a la vez, pero al pasarme jabón por el culo tenía este detalle de masajearme el ano, lavó mis testículos y cada detalle y centímetro de piel de mi pija, su pulgar recorría con dulzura el borde del glande, masajeó un poco el perineo. Nos secamos el uno al otro y nos vestimos, ella se puso una pollera y una remera aparte de su ropa interior.
Luego en el comedor se sentó en una silla y trajo un par de elementos, quería que le retoque sus pies; en ese momento caí en cuenta que de cierta forma era su esclavo, pero me gustaba, ese juego morboso me permitía explorar otras sensaciones afuera de mi pija. Subió una pierna arriba de la mía, yo estaba de frente, le cepillé los pies con una piedra para sacarle piel muerta, luego prolijamente le corté las uñas y hasta le pasé crema masajeando los pies. A todo esto ella colgaba su cabeza para atrás con los ojos cerrados, la pollera mal acomodada me dejaba ver su entrepierna. Me pidió por último que le pinte las uñas; había terminado el primer pie y al comenzar el segundo sentimos la puerta, mi madrina se acomodó la pollera como pudo y actuó relajada, era solo mi padrino.
_ Volví amor, hola Julián, veo que te pusieron a laburar
_ ¿Qué pasó Adrián? ¿viste? me puse un spa y lo puse a trabajar a Julián
_ Jaja, está bien, capaz paso yo también... No, mirá, el partido se suspedió por quilombos afuera de la cancha, apenas vimos el problema nos fuimos rápido
_ ¿Y Martín?
_ Se quedó en lo de un amigo, creo que iban a tomar algo, le iba a avisar a Julián pero no quería que se sienta incómodo porque no lo conoce al pibe.
Con mi madrina seguimos, cortar de golpe hubiera sido raro, ella actuaba muy bien, era buena haciéndose la boluda, se le había corrido de nuevo la pollera y se veía un poco su ropa interior, yo trataba de no mirar. Lo más extraño es que mi padrino miraba atentamente la situación mientras tomaba agua, podía sentir su mirada; en un golpe de vista ví su entrepierna, tenía el bulto algo crecido, o bastante crecido ¿se le estaba parando? Bueno, era obvio que sí, se podía notar la cabeza de su pija marcándose apuntando hacia abajo, luego desapareció. Me puse nervioso ¿se habría calentado por la situación? Sabía que era bastante pajero, lo sabía porque no tenía el detalle de limpiar el historial cada vez que usaba internet, veía todo tipo de porno.
Esa noche cenamos juntos, miramos tele y algo que noté es que Martín, quien ya había vuelto un poco ebrio, le miraba varias veces el culo a su propia madre, igual sólo miraba pero de a ratos le faltaba un poco de disimulo, igual no lo culpo, cualquiera haría lo mismo. Se hicieron las tres de la mañana, pura oscuridad, todos dormían menos yo, sentía unas poderosas ganas de hacerme una paja, mucha estimulación y necesitaba descargar pero debía cumplir mi parte del trato. Me puse un short y me levanté, Martín roncaba, llegué a la cocina y la ví a ella, mi madrina de pie en la cocina tomando agua, sólo la iluminaba la poca luz que entraba por la ventana, una tanga y una remera, juro que la luz hacía que hasta se visualicen los pezones marcados.
_ ¿Qué hacés despierto ahijado?
_ No me podía dormir y venía a buscar agua, no sé, estaba algo nervioso
Por instinto o por no sé qué me agaché (era muy petisa para mí así que agacharme era común) y abrazándola la besé, fueron unos minutos dde besarnos como novios, con ternura, ella tenía un manejo mágico de su lengua, gracias a mis brazos flacos y largos podía darme el lujo de manosearle bien el culo. Me bajó un poco el short y salió mi pija más dura que nunca "mirá como estás ahijado, ahora entiendo porque no podes dormir" y sin dejar de hacer contacto visual comenzó a pajearme con delicadeza, estiraba bien el prepucio, apretaba un poquito el tronco, se quedaba un segundo ahí y volvía a subir.
_ Madrina... necesito acabar, no doy más
_ Lo sé ahijado, pero no ahora, menos acá, tenés que aguantar, ese es nuestro trato
_ Siento que voy a explotar
_ Necesitas controlarte, ya va a haber tiempo para que te relajes, para que liberes tensiones, te lo prometo.
Guardó mi pija, me abrazó por el cuello y hablándome al oído me dijo "te quiero, ya la vamos a pasar mejor, tratá de dormir". Luego sentimos un ruido, pero parecía no haber nadie, nos asustamos así que rápido nos volvimos a acostar. Para mala suerte mía por un motivo u otro no tuvimos más tiempo esos días. Una semana después me mandó un mensaje que decía "Perdón ahijado, no tuvimos más tiempo y entiendo que estés alterado, venite al estudio". Me bañé y salí corriendo con la bici, mi madrina estaba sola, el estudio tenía un cuarto aparte donde había varias frazadas y un perfume hermoso en el ambiente. No hace falta decir que ya estaba desnudo, para algo habíamos venido a estar solos pero la idea del día era distinta, ella tenía la ropa con la que hace yoga, yo acostado boca abajo, de golpe sentí los aceites sobre mi espalda, estuvo más de una hora masajeando todo mi cuerpo y aliviando todo tipo de tensión, estaba relajado. Mi dijo que me de vuelta, ella ya estaba desnuda por completo ¿en qué momento se había sacado toda la ropa? no lo sé, quizá yo estaba muy compenetrado con el masaje. Pasó un poco de aceite por mi pecho, ya estaba con total erección tocándole sus piernas, lo que podía de su culo, y cuando separó un poco más las piernas comencé a frotarle el clítoris. Para mi alivio me dijo "hoy te toca relajar a vos" y se montó encima mio de espalda, apoyando todo su culo comenzó a frotarse, hacía movimientos de adelante hacia atrás, hacía movimientos circulares, yo apretaba y habría su orto, me preguntaba si algún día podría cogerle el culo porque no cabía dudas que ese culo estaba usado y entrenado, ese ano se veía más permeable. Se dió vuelta para hacer los mismos movimientos pero esta vez frotando su clítoris, envolviéndome con sus labios vaginales. Cada movimiento suponía un gemido más y más fuerte hasta que cayó rendida encima mio para besarme profundamente. Con un poco de aceite agarró mi pija y comenzó a pajearme, con lentitud, pero con toda la calentura acumulada no sabía si podría contenerme demasiado, ella empezó a pajearme más rápido "este es tu momento ahijado, descargate, descargá todo, quiero verte explotar".
No hubo mucho más, si algo faltaba era que ella me pidiera que acabe, largué un gemido muy fuerte y mi pija empezó a escupir chorros de leche con violencia, no recordaba acabar tan fuerte, tenía el abdomen lleno de semen, ella tenía su mano izquierda con restos que le había caído encima. Tomó unas servilletas que tenía preparadas y limpió todo lo que pudo. Me sentía muerto, como si hubiera hecho una actividad física muy fuerte, pero muy contento, me quedé acostado un rato hasta que tuvimos que bañarnos y volver a vestirnos, tenía una pequeña ducha en el baño del estudio. Mientras la ayudaba a acomodar algunos elementos del estudio nos sorprendió la llegada de mi padrino, mi madrina se había olvidado de cerrar con llave y el entró saludando con alegría, yo por dentro no sabía cómo reaccionar, si entró así de libre ahora podría haberlo hecho antes.
_ ¿Cómo están? Hola mi amor ¿practicando un poco? ¿cómo va el alumnito? ¿un campeón no? Hola Julián
_ Sí amor, aprovechamos de practicar un poquito, a reforzar ciertas técnicas, pero va progresando muy bien.
_ Sí, aparte veo que relaja, me parece bien.
Todo quedó ahí por suerte, ella era muy buena mintiendo y él creía todo. Pasaron los días sin mucha suerte para encontrarnos con mi madrina, yo estaba solo en casa cuando sonó el timbre, miré por la ventana, era mi padrino, me asusté, estaba más paranoico que de costumbre. Lo recibí en mi casa, traía consigo una mochila, mientras hablábamos sacó del bolso una botella de whisky y dos vasos "¿tenés hielo'" preguntó, nos acomodamos a tomar unas medidas, ya habíamos tomado dos cada uno y esa mierda pegaba rápido. Me ofreció un habano, eran de los buenos.
_ Tomá, hacete hombre
_ Pero padrino... dejé de fumar
_ Quedate tranquilo,no tragas esto, lo saboreas, así que no pasa nada, vos probá, haceme caso, y relajate que no le voy a decir a Victoria de los habanos.
_ Está rico el gusto, aparte parece que se mezclara con el whisky
_ Es así ahijado, es como marinan. Te quería agradecer, estás pasando más tiempo con tu madrina, y eso le viene bien, hace tiempo venía con muchas cosas en la cabeza y la verdad se nota que le sirve hacer algo distinto que vivir ocupada de su estudio y la casa.
_ No padrino, es un gran gusto para mí, los quiero mucho a ambos
_ Sï, lo sé, y nosotros a vos. Ella está más feliz, tomá tomemos otras medidas
El clima se ponía tenso, era como si estuviera a punto de largar algo, su tono se puso más serio, pero no enojado, serio.
_ Julián, ya sos un hombre, y entiendo que podemos hablar como tales ¿no?
_ Sï padrino... ¿pasó algo?
_ Nada malo, creo que pasa algo bueno para todos, ¿no es así?
_ ¿A qué te referís padrino?
_ Primero que todo quiero decirte que no estoy enojado, al contrario, estoy muy agradecido. Por otro lado, el día que te ví haciéndole los pies a Victoria sospeché que no era un simple momento de spa. ¿Victoria con la pollera desacomodada mostrando la concha? ¿y vos haciendo el esfuerzo de no mirar?
_ Padrino, creo que estás malinterpretando la situación yo no pod...
_ Esa situación podría malinterpretarla, ahí tenés toda la razón. Pero lo que no se puede malinterpretar son los besos que se dieron de noche en la cocina y la paja que te estaba haciendo...
_ Padrino, puedo explicarte, eso que viste no fue...
_ Y te juro que me encantó lo que ví
_ ¿Qué?
_ Verla a Victoria ahí tan puta, pajeando a un pendejo
_ Pa... Padrino
_ Mirá que la amo pero habíamos perdido el interés en la cama, y esa noche, esa noche me calenté tanto, me sentí tan... tan humillado... tan cornudo. Por fin, siempre quise ver que se pusiera más y más puta, y por fin pasó. Esa misma noche la busqué en la cama, y nos echamos un polvo ahijado, un polvo como hacía años no nos echábamos. A mi edad uno ya está bien, pero lo bien que la pasamos, lo caliente que estaba ella.
_ Padrino, estoy... un poco... sorprendido.
_ Mirá, yo no voy a interferir, hagan lo que quieran. Tampoco le voy a dar a entender a Victoria que sé todo, pero eso sí, que Martín no sepa nada, ese es mí límite, ahí si vamos a tener problemas si él se entera o sospecha algo ¿estamos pibe?
_ Sí, sí padrino
_ Bien, veo que nos entendemos y que podemos hablar como hombres.... Pero... me gustaría saber con lujos de detalle todo lo que hicieron.
Fue así como relaté cada detalle de lo vivido con mi madrina, ahora tenía un acuerdo por partida doble. Mi padrino se asombraba y escuchaba con cara de animal salvaje cada palabra que salía de mi boca, es más, hasta se notaba lo dura que tenía la pija, era imposible de disimular. Luego de toda la charla nos dimos un apretón fuerte de mano y el se fue en remis a su casa. Horas después recibía un mensaje de mi madrina "¿todo bien ahijado? Me dijo Adrián que estuvo con vos ¿no pasó nada malo no'", le respondí que se quede tranquila, que solo habíamos compartido unos tragos.
Salí rápido a comprar cigarrillos, ya mi cabeza no daba más, tenía mucho por procesar pero aún más quedaba por vivir
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