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Donde se come no se ...

Mi primer relato...
Esto me paso cuando tenia 20 años, alla por el 2000. Me habíaquedado sin trabajo y tampoco era que lo necesitara, ya que vivíacon mis padres y estudiaba. Pero la hermana de una amigo quetrabajaba en un estudio contable muy grande me llamo por quenecesitaban un administrador de redes, así que me enchufo ahí.
La hermana de miamigo, también era una buena amiga y consejera (habíamos ido almismo colegio) conocía muy bien mis gustos en mujeres, mas de unavez habíamos hablado del tema. Aunque había tenido “novias”,nunca había estado con una mujer mayor, pero mi amiga, a la quellamaremos Maria, sabia por donde tiraba yo.
El trabajo era buenoy el ambiente también. Mayormente en el estudio era gente de mirango de edad, entre 20 a 35 años, mujeres. Solo había muy pocaspersonas de mas de esa edad, el jefe de mas de 55 y una asistente decontaduría de uno 46 que llamaremos Teresa.
Teresa era laclásica soltera, bonita, aun que otro kilo de mas, bajita, nomolestaba a nadie, hacia su trabajo y a su casa. Cuando comencé muypocas veces me dirigía la palabra, mas allá de un buenos días ohasta mañana, no había mucha interacción.
El lugar tenia 2oficinas en pisos diferentes, yo trabajaba en un piso superior, juntoa los contables y en el inferior estaban el personal que trabajaba enla entrada de datos. El único momento donde bajaba al piso inferiorera cuando necesitaban ayuda y para comer. Comíamos todos juntos enun comedor que habían puesto en ese piso. Gran parte del personalcomía fuera, el resto nos quedábamos ahí.
El tiempo paso ygracias a tener a una amiga trabajando ahí no me fue difícilintegrarme. Ya había mas confianza con Teresa, de pasar de un“buenos días”, comenzamos a conversar de todo un poco. Clásicascharlas de café… ¿que tal tu día?, conversaciones durante lacomida con un poco de picardia, etc.
Un día, durante lacomida, no se todo salio el tema pero una de mis compañeras mepregunto, que les veía o que me atraía de las mujeres, yo sindudarlo respondí:
- Las piernas.
Comente que megustaban las piernas de la mujer, que me atraían mucho y meencantaban las mujeres con faldas ajustadas y medias negras. Que esome volvía loco. Todo entre risas


No recuerdo si estofue un miércoles o un jueves, pero al día siguiente, yo lleguecerca de las 8:30, como vivía cerca de la oficina, iba caminando yllegaba siempre temprano. Cerca de las 8:50, suena mi teléfono, erami amiga Maria:


- Boludo, ¿teacordás de lo que hablamos ayer?
- No, de ¿que?
- Mira como subeTeresa, después llamame.


Unos momentos luego,entra Teresa por la puerta, con las carpetas con el trabajo que subíadesde el piso de abajo. Ella vestía una camisa blanca, una falda nomuy corta de color gris oscuro, por encima de las rodillas y unasmedias negras y unos zapatos con tacos que la hacían un poco masalta. No era de vestirse de esa forma muy seguido, siempre eranpantalones de vestir, clásicos de oficina, muy sobria, pero si quese vistiera así, era algo que llamaba la atención. Ahí fue cuandome di cuenta a que se refería Maria. Teresa entro, se paro y apoyoen el marco de la puerta de la oficina donde trabajaba yo, solo soltóun:


- Buenos dias
- ¿Que tal Terecomo vas? Respondí yo, como siempre intentando disimular y controlarmis ojos que ante la forma en la que estaba vestida y apoyada en elmarco de la puerta me dejo en un estado entre incredulidad ycalentura. Intercambiamos unas palabras y siguió su camino. Momentosdespués comencé a chatear con mi amiga Maria por MSN (Si, así deviejo soy).


Yo: Coincidencia, noesta así por mi.
Maria: Boludo,semejante coincidencia.
Yo: Si, boba, no sevistió así por lo que dije, deja de flashear mal. Ademas donde secome no se caga y vaya cagada me puedo mandar si le tiro los galgos.
Maria: Boludo, tenesrazón, pero para mi no es casualidad.


La conversaciónsiguió, ya no recuerdo en que termino. Pero pasaron los días, lassemanas y llego un punto donde 2 o 3 veces por semana Teresa teniaproblemas con su computadora muy seguido, cuando iba a ayudarla,siempre se paraba al lado mio, me acariciaba de forma delicada lacabeza mientras charlabamos. La verdad que mas de una vez, entre sussutiles insinuaciones y sus caricias, me era muy difícil ocultar laserecciones que me provocaba y mas de una noche les dedicaba mas deuna paja, solo fantaseando con la idea que que llevara a mas.
Comenzamos a charlarmas, sobre todo cuando la “ayudarla” con su computadora. Supe queno tenia pareja y que de vez en cuando salia con un “amigo”. Quehabía estado a punto de casarse hace 20 años, pero habíadescubierto que su novio de esa época la engañaba y tenia un hijo.Luego solo se dedico a su trabajo. Ya las charlas era mas largas, lapicardia no faltaba en las conversaciones, preguntándonos cosas oinsinuando situaciones con otras personas “Y que tal el finde, cayoalguna en tus redes”, tonterias…


Un día me dijo:


Teresa: Me podríasayudar con la compu que tengo en mi casa, te puedo pagar. Es que misobrino la usa para sus juegitos y no se que toco que no me puedoconectar a internet.
Yo: Claro, sinproblemas.


La verdad que no seme pasaba por la cabeza nada, solo que ayudaría a alguien queconsideraba una amiga. Quedamos que esa tarde nos iríamos juntos asu casa, a ver el problema con su computadora. El viaje hasta su casafue sin problemas, fuimos en colectivo con mucha gente y algo decalor, era octubre. Ella me había prometido un mate o un café, valo yo quisiera y siempre recordándome que le cobrara, que no loquería gratis. Por esto, no me imaginaba que las cosas fueran a mas.
Llegamos a su departamento, el cual estaba ubicado en una lindazona de Buenos Aires. El departamento era pequeño, de 2 ambientes,bien arreglado y decorado.
Cuando llegamos, ensu casa estaba su hermana y su sobrio. Su hermana era mas joven, nospresentamos, nos sentamos en el salón y charlamos, mientras susobrio jugaba en la computadora que estaba en el mismo salón.
La charla seextendió hasta casi las 21 horas, en esos momentos su hermana dijo:


Hermana: Que tardese hizo, vamos nene que tenemos que volver a casa a cenar.
Sobrino: Me puedoquedar jugando.
Teresa: No, quetienen que arreglar la compu y el se tiene que volver a su casa quees tardísimo.
No recuerdo que díaera, pero si que era un día entre la semana. Se despidieron y semarcharon, ahí me comento que su hermana vivía a unos pocos metros.Me dijo que me fuera que era tarde, que veíamos el problema otrodía, yo le dije:


Yo: No tranquila,que no me molesta, ahora me fijo y veo que pasa.
Teresa: Seguro,seguro ¿que no te molesta?
Yo: Si tranquila.
Teresa: Vale, temolesta si te dejo aquí solo mientras vez eso, y yo me cambio?
Yo: No, para nada.
Teresa: Vale, yavuelvo.


Dio media vuelta yse metió en la habitación, cerrando la puerta. Yo me puse a lo mioy a ver por que no se conectaba a internet, que en esa época aun seutilizaba el teléfono.
En si el problema nolo recuerdo pero era una tontería. Luego de 4 o 5 minutos de haberentrado a la habitación, ella sale de la misma, estaba vestida conun pantalón de gimnasia, una remera he iba descalza. Nos miramos yme dice:


- Teresa: Que? Yoestoy en mi casa.
- Yo: No entendí.
- Teresa: Que yoestoy en mi casa y me visto como quiero.
- Yo: Ahhh, pues note veo mal.
Le verdad que meencanto verla así y me había dejado sin palabras, lo suficientecomo para no entender lo que me decía o a que se refería.
- Teresa: ¿Y porque me miraste así?
- Yo, en un todopícaro le dije: Te mire mal? Nooo? Si sabes que me encantas…
(Nos reímos)
- Teresa: Dela, yaesta? Que no te quiere tener acá toda la noche.
- Yo, de vuelta conel tono pícaro: Que no me harías si me tuvieras todo la noche, eh?
- Teresa, en un todoun poco mas serio me dijo: Pendejo, comportate… Que ya tengo unaedad.
- Yo, que no sabiacomo reaccionar, dije: Si, tranquila, que solo lo digo por bromear.
Unos minutos y elproblema estaba resuelto.
- Yo: Solo falta quete conectes para ver si funciona.
- Teresa: Genial,pero mira son 21:30, a las 22 comienza la hora mas barata y meconecto para probar.
- Yo: Bueno, esperopor que si no voy a tener que volver.
- Teresa: Enserio,podes irte, no hay problema, si no funciona no pasa nada.
- Yo: Tranquila queno sera por media hora.
- Teresa: Bueno…
Se dio vuelta yagarro un pequeño banquito que estaba al lado del sofá, su hermanalo utilizaba para colocar sus pies mientras estaba sentada en elsofá. Lo puso a mi lado y se sentó ahí.
Yo que estaba en elescritorio en una silla de oficina mucho mas alto, podía observarlamientras se sentaba. Podía ver su sostén, que se transparentaba unpoco en su remera, entre mis deseos, imaginación, su perfume y verlaasí, no me había prestado atención a la terrible erección quetenia en ese momento. En ese momento, intente relajarme mirando a lapantalla, ella que no se si se percato de mi erección, miro la horaen el reloj de la pantalla, me la señalo y dijo:
- Teresa: Falta unmontón! Y no a esta media hora acá sentada. Tomamos otro café?
Al mismo tiempo, seincorpora y estira los brazos hacia arriba. Recuerdo como su remerase levanto dejándome ver si ombligo, su piel… (Puff que hermosorecuerdo). Su abdomen, que era plano pese a ser una mujer con lascaderas anchas, tenia un abdomen plano y porque se veía, muy suave.Mi imaginación volaba...
- Teresa: Vamos a lacocina y hablamos.
Ella siguió a lacocina que estaba a unos pocos pasos.
Para mi eraimposible pararme y que no se me viera la pija parada. Tenia unapantalón vaquero un poco ajustado, pero no había forma de escondersemejante erección.
Junte un poco devalor y me levante de la silla, me acomode la pija, como pude paraque no me molestara, pero era imposible que no la viera. En esemomento recuerdo pensar “que mas da”.
Ella que estaba deespaldas a mi, preparando el café… yo que me pare en la puerta yme apoyo sobre el marco, le pregunte:
- No te va quitar elsueño?
Ella se dio vuelta yme miro. En ese momento vi como sus ojos se centraban en mis caderas.Yo con un poco de vergüenza trato de tapar mi erección con la manode forma sutil. Sin apartar la vista de mi mano, me dice:
- Teresa: No va apasar nada entre nosotros, yo soy una mujer vieja, ni para coger tesirvo.
Ella levanta lamirada y viendo mi cara en espera de una respuesta. Y yo que, quedeen estado de shock, entre la vergüenza y la excitación que tenia,simplemente respondí:
- Yo: No te entendí,que tenia que pasar?
No podía procesarlo que estaba pasando… pero un silencio invadió la cocina, comoesperando una respuesta a una pregunta tan obvia. Mientras seguíatapándome la pija que resaltaba del pantalón con la mano, tuve unmomento de lucidez… entre miedo, vergüenza, excitación, le dije:
-Yo: Bueno, es obvioque me gustas, si no no estaría asi.
En un tono masserio, como mas enojada, me dijo:
-Teresa: Como te voya gustar! Si soy una vieja!
-Yo: No tiene nadaque ver con la edad, me gusta tu forma de ser, pero te soy sincero,también me gusta tu cuerpo.
En ese momento, ellacambio, no se si se relajo, pero en un tono mas cómplice, me replicay dice:
-Teresa: Ahhhh!!! tegustan las viejas… eh??? Te descubrí picaron!
Y soltó unacarcajada mientras se acercaba a mi para abrazarme.
Yo que no sabia comoreaccionar a lo que ocurría, simplemente le pase los brazos por lacintura mientras ella me abrazaba y si… mi erección presionabacontra su abdomen.
Ella que no era muyalta, reposo su cabeza entre mi hombro y mi cuello… Estuvimos enesa posición, sin decir nada durante un momento. Bajando los brazossutilmente, se aparte un poco y mirándome me pregunta:
-Teresa: Enserio tegusto?
-Yo: Si, me gustas.
Ella solo se habíaapartado un poco, pero seguía abrazándome y presionando su abdomencontra mi cintura, me dice:
-Teresa: Pendejo, latenes muy dura.
-Yo: Es tu culpa!
-Teresa: Yo quehice?
-Yo: Estar buena yponerte sexy.
-Teresa: Esto teparece sexy? Viste como me vestí? Estoy entre casa!
-Yo: No sabes comome calentó!
-Teresa: Te pareceque no lo se… lo que vos no sabes es como me pone?
Yo que en esemomento no sabia lo que me estaba diciendo, mas que nada porque lacalentura que llevaba no me dejaba concentrarme, le digo:
-Yo: Como te pone?
-Teresa: Me calientamucho.
Si estaba caliente,mas me ponía saber que era mutuo el deseo.
-Teresa: Y siemprete pones así con tu amigas? Tan duro?
-Yo: Es que no meesperaba esto, sentir tu piel, es una fantasía hecha realidad.
-Teresa: Solo tuya?No sabes lo bien que se sentir tu pija dura, estaba cansada de losviejos que se dan de machos y me intentan coger con la pija flácida,sentir una pija así de dura es un sueño hecho realidad.
Mientras me decíaesto me refregaba y presionaba mi pija contra ella. El placer quesentíamos era mutuo. Ella se aparta un poco mas y me pone la manosobre la pija, larga un suspiro y me dice con asombro:
-Teresa: pendejo,estas todo mojado.
Miro mi pantalón yde la calentura tenia una mancha de humedad.
-Yo: No te imaginaslo caliente que me tienes.
-Teresa: Veniconmigo…
Me tomo de la mano yme acompaño hasta la habitación. Hasta ese momento simplemente, loúnico que intercambiamos fueron palabras y sentido nuestros cuerposuno contra el otro. Entrando en la habitación me lleva hasta sucama,la tenia de espaldas, guiándome hasta su cama tomándome lamano…
-Teresa: Quevergüenza no hice la cama hoy.
Yo que lo que menosme importaba era como estaba o era su cama, la voltee y le di unbeso, a lo que ella me correspondió metiéndome la lengua en laboca.
Comenzamos abesarnos, la sentir nuestros labios, nuestras lenguas. Estuvimos asíunos instantes largos, acariciándonos. Yo metí mi pierna entre lassuyas y pude sentir el calor de su concha…
-Teresa: Que bienbesas pendejo, me gusta tu lengua, es muy suave.
-Yo: Sabes dondequiero mi lengua?
-Teresa: Donde?
-Yo: en tu concha miamor.
-Teresa: A mi no megusta mucho, porque me gusta besar, si la metes ahí después no voya poder besarte.
Esa excusa no me ibaa privar de sentir esa concha en mi boca. Tenia una ganas locas detirarla en la cama, abrirla de piernas y enterrar mi lengua en suconcha.
Baje su pantalón,dejando a la vista su ropa interior, una bragas blancas de algodón.
-Yo: Acostate.
Ella de sentó en lacama sin dejar de mirarme, se saco la remera, se desabrocho el sostény lo tiro al al suelo, dejando sus pechos al aire. Sus pechos erangrandes, los de una mujer mayor, no esperaba encontrar unos pechosperfectos, pero los suyos estaban muy bien. De todas formas lo quemas me gusto, fueron sus pezones, un color un poco mas oscuro que supiel. Hacían un contraste perfecto con su piel trigueña. Se veíanmuy duros. Mientras se recostaba, me dijo:
-Teresa: No queréstetitas?
Yo que no apartabala vista de sus pechos me recosté a su lado y comencé a chuparleesos pezones que estaban riquísimos, pasaba mi lengua al por susareolas y chupaba sus pezones con suavidad. Escuchaba sus suspiros ylos suaves gemidos que hacia cada vez que de los chupaba.
Mientras saboreabaesas tetas, con mi mano iba buscando ese manjar que aun había ocultobajo esa braga blanca. Suavemente fui recorriendo con mi mano siabdomen, que era suave, su ombligo, hasta llegas a esa braga. Fueacariciándola lentamente, sintiendo el algodón en las yemas de misdedos… Mi sorpresa fue sentir el calor que desprendida su concha.Presione mi mano contra ella y puede sacarle un gemido, largo yprofundo.
-Teresa: Te gusta?
Presione mis dedoscontra su concha, sentí lo mojada que estaba y veía como se dejaballevar por el placer, le respondí:
-Me encanta.
Mientras colaba misdedos por un lado de esas bragas húmedas, la vi cerrando los ojos..
-Teresa: Como mepones pendejo.
-Yo: Te gustan misdedos?
-Teresa: Me gustatodo lo que me estas haciendo.
No, no me iba aquedar con las ganas de tener esa concha en mi boca, tan mojada queestaba. Lentamente mis besos fueron bajando por su abdomen, su panza…Me puse entre sus piernas de rodillas en el suelo, tome esas bragascon ambas manos y se las quite, ella me ayudo levantando sus piernas.
-Teresa: Que vas ahacer?
Ella me pregunto,esperando una respuesta a lo obvio.
-Yo: Te voy asaborear, porque no me quiero quedar con las ganas, quiero tu conchaen mi boca.
-Teresa: Bebe, a mino me gusta mucho.
-Yo: Decime pendejo,me gusta que me digas pendejo.
Sentí el aroma desu concha y era lo mas rico que había sentido en mucho tiempo. Sidecir nada mas, metí mi lengua en su concha y subía hasta suclítoris, que estaba duro, comencé la lamer suavemente.
-Teresa: Que meestas haciendo pendejo, que bueno!
Yo tenia toda suconcha en mi boca, la chupaba, la lamia y ella no paraba de gemir. Surespiración cada vez mas fuerte, me instaba a seguir. En un momentopare a respirar y le dije:
-Yo: No era que note gustaba?
-Teresa: Es que lohaces también bien, es un sueño! No se lo que estas haciendo perono pares.
Me tome un instantepara apreciar su concha abierta, mojada. Puede presenciar como secontraía lentamente y sus flujos se derramaban. A lo que exclame:
-Yo: Amor estaschorreando.
Ella que estabadisfrutando de aquel momento como nunca lo había hecho, me responde:
-Teresa: No se,nunca había sentido así cuando me la chupan… No pares pendejo,que voy a acabar.
-Yo: En mi bocaamor, quiero sentirte en mi boca.
Seguí disfrutandode esa concha mojada, debiendo de ese néctar dulce y créanme queestaba dulce. Y mientras yo disfrutaba sus gemidos y respiración meme calentaban mas. Fue en ese momento cuando mis manos que estabandescansando sobre su pelvis comenzaron a sentir sus contracciones.
-Teresa: pendejo queme haces…!
Sus contracciones,sus gemidos cada vez mas fuertes y largos terminaron en un únicomomento de éxtasis… sentí en mi boca esa contracción muchoviolenta y mas profunda. Un grito que no podía contener mas, ungrito de placer…
-Teresa: Ahhhhhhhhhhpendejo….
Con sus manos meaparto muy rápidamente de entre sus piernas.
-Teresa: Pendejo mevan a escuchar los vecinos…
-Yo: Que lodisfruten. (Le dije en un tono irónico).
Mirándome, agitada,sin decir nada, solo con sus manos llamándome a que me acercara a sucara, comenzó a besarme suavemente y a relamerse los labios. Metíasu lengua en mi boca y relamía mis labios. No dejaba de mirarme alos ojos.
-Teresa: Nunca mechuparon así pendejo, que rico.
-Yo: es lo que masme gusta.
-Teresa: Que?Chupar.
-Yo: Si, sentir queestoy dando mucho placer.
-Teresa: mmmmmmucho.
Yo aun estabavestido, por lo que ella comenzó a desvestirme. Me quito la remera ycomenzó a besarme el pecho, mientras me desabrochaba el pantalón.
-Teresa: Tengo ganasde ver esta pija dura.
Aun tenia esaerección que comenzó en el salón imaginándome el momento queacabábamos de tener. Me agarro el pene con la mano y me comenzó amasturbar.
-Teresa: que duritala tienes, hace mucho que no sentía una así de dura. Si yo tecontara los viejos que me intentan coger con la pija flácida…
-Yo: Disfrutalaamor, es así por vos.
Sin decir mas se lametió en la boca, comenzó a chupar lenta y suavemente.
-Teresa: Que rica ydurita la tenes pendejo. Esta así por mi?
Yo con la calenturaque me generaba, estaba en la gloria sintiendo como me la chupaba.
-Teresa: Vení,parate que te quito todo.
Me puse de pie y laayude a terminar de desvestirme, ella estaba de rodillas frente a miy sin dejar de mirarme, coloco sus manos en mis caderas y metió mipija en su boca. No podía dejar de mirar y disfrutar de esa escena.Ella solo entrecerraba los ojos mientras se metía mi pija masprofundo en su boca. La sacaba, la admiraba, le pasaba la lengua porla cabeza y se la volvía a meter en la boca.
-Yo: Espero que teguste coger mucho tiempo.
-Teresa: Soymulti-orgasmica, cuando me cogen no tengo que parar, me encanta queme cojan bien.
Bueno, no me lo creímucho, varias mujeres de mi edad (En esa época) me habían dicho lomismo, pero, siempre me quede con las dudas.
-Yo: Hay queprobarlo.
-Teresa: Vení…
Ella se subió en lacama, se puso en cuatro, pude ver su concha y ese culo hermoso. Suconcha estaba chorreando. Se voltea y mirando me dice “Cogeme”.
-Yo: tenes condones?
Con una sonrisa y untono irónico me responde:
-Teresa: Ya no puedotener hijos a esta edad y hace mucho que no cojo, así que no tepreocupes, vos cogeme tranquilo, disfruta, disfruta de mi piel.
Solo una vez habíacogido sin condón, pero nunca hasta el final pero la calentura legano al miedo… así que me puse en posición, tome mi pija con lamano y procedí a penetrarla. Lentamente fue empujando me pija dentrosu concha… la primera penetración, sentir el calor de su concha…sentir como entraba… que gusto… esa mujer de 40 y otros tantostenia una concha que envolvía mi pene completamente.
-Teresa: Que dura latener pendejo… me encanta sentirla así dura…
Recostó su torso enla cama, mirando a un lado, dejando su culo en pompa, gimiendomientras la penetraba suavemente pero sin perder el ritmo.
-Teresa: me vas ahacer adicta a ti pendejo si me seguís cogiendo así.
-Yo: No amor, eladicto voy a ser yo, que rica concha tenes, bien ajusta dita.
-Teresa: Graciasnene, pero se que no es así, pero gracias por hacerme sentir tanbien.
-Yo: disfruta amor,disfruta de mi pija dura.
-Teresa: Si bebe, loestoy haciendo, pero cogeme duro, no pares, quiero sentirme muyperra.
Si decir mas, pusemis manos en sus muslos y estiraba para abrir bien su concha.
-Teresa: asípendejo, dale no pares. Que rico coges!!.
Comencé a cogerlacada vez mas rápido y mas duro, intentando penetrarla mas profundocon cada embestida. Vi como mojaba mi pija, estaba empapado. Laexcitación del momento era increíble, sus gemidos, su agitación,esos gritos reprimidos que daba. Sentir mi pene apretado por suscontracciones, y cada vez que lo hacia mas me mojaba. Ver ese culohermoso, todo era como un sueño. Pare un momento y le dije “datevuelta, quiero verte mientras te cojo”.
-Teresa: Si, tegusta?
-Yo: Claro, quierover tu carita amor.
Se voltea, a abrióde piernas y yo me monte en ella. Volví a embestirla, rápido yprofundo.
Ella me tomaba lacara son sus manos y me decía “que hermoso que sos”.
-Yo: Disfruta meamor, disfruta me siempre que quieras.
-Teresa: Siemprependejo, siempre que vos quieras me vas a tener así.
Yo seguía con miritmo… disfrutando la escena, viendo esa carita de placer…
-Teresa: No pares,no pares….
Cuando bajo la vistapara ver como la penetraba, veo como me mojaba sin parar… Veo salirun chorro de su concha… si, eso solo lo había visto en porno,nunca en vivo.
-Teresa: Ahhhhh Meestoy meando, para!!! Que vergüenza!!!
Pare un momento.
-Yo: Que? Nooo! Paranada amor. Me gusta mucho.
-Teresa: eso solo mepasa cuando estoy muy caliente, no me gusta. Necesito relajarme unpoco.
-Yo: No, que meencanta.
Ella me mirabaextrañada, no comprendía que lo que a ella de daba pavor a mi mevolvía loco.
-Teresa: Enserio tegusta? Te gusta que te orine?
-Yo: Bueno, no esmearme, es algo que no haces voluntariamente... Veni… Relajate.
Volví a montarmeentre sus piernas y a seguir con lo mio. Ya tenia unas ganas lanzartoda mi leche, sea donde sea. Sus gemidos siguieron, la excitación,la agitación.
-Yo: Voy a acabar…
-Teresa: Si…hacelo quiero que me llenes de leche, quiero sentirte como me llenas,sentir tu leche caliente.
Ella agarro suspiernas quedando completamente abierta, yo sentía como la penetrabamas profundamente… seguía embistiéndola. Sentí esascontracciones seguidas de un chorro muy fuerte y un grito…
-Teresa: Si.. nopares! Acaba, llename de leche pendejo! Quiero sentirte!
Ese momento deéxtasis, tanto placer que no me pude contener mas, de hecho noquería contenerme.
-Yo: Si amor… querico…
Sentía como suconcha de contraía mientras yo acababa dentro de ella… Nos miramosen ese mismo momento, ese momento de placer mutuo…
-Teresa: Nene querico, cuanta leche tenes!
Hacia algunos díasque no me masturbaba y la cantidad de leche que tenia… la deje todadentro de ella. Fue un placer que me encanto sentir, ya que era laprimera vez que lo hacia.
Me recosté a sulado, ambos extasiados por el momento que estábamos teniendo.
-Teresa: mmm querico, hace mucho tiempo que no sentía la leche bajando por mispiernas…
-Yo: Venia un pococargado.
Le dijeirónicamente.
-Teresa: mmmpendejo, me encanta. Sabes como satisfacer a una mujer. Y que ricapija tenes.
-Yo: Me alegra quete guste.
-Teresa: Me hicisteadicta… te advierto que voy a querer repetir.
-Yo: Solo vos?


Nuestros encuentrossiguieron durante meses, muchos fines de semana encerrados,disfrutando de nuestro momento de placer y complicidad. Nunca dijimosnada en el trabajo, solo se lo comente a mi amiga Maria, paraconfirmarle que ella tenia razón.
Pero llego el 2001, la crisisy nos fuimos distanciando cuando cerraron el estudio y nosdespidieron. Se nos complicaba por el trabajo encontrar huecos. Luegoella encontró pareja.
Quedamos como amigosmuy buenos amigos y cuando compartíamos un café, siempre surgíanlos buenos recuerdos que pasábamos ambos… pero eran eso, solorecuerdos.
Nunca le pregunte siquería volver a repetirlos,

5 comentarios - Donde se come no se ...

robby13 +1
Si pudiera, te daba 20 puntos!!. Es el mejor relato que he leído en mucho, mucho tiempo!!!
elcaballito35
Gracias! Seguire subiendo mis experiencias! Saludos
23ariel23 +1
Te daria mas puntos pero es lo que hay, excelente relato!!