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Chateando con mamá II

Abrí los ojos, mi cama estaba vacía, sabía que no había sido un sueño, me había follado a mi madre, sentí una mezcla de deseo perverso y vergüenza, lo había disfrutado y mucho, pero ¿Y ella? Me preocupaba como se podía sentir, me levante y fui al baño a refrescarme un poco, y después fui hacia la cocina, allí la encontré, sentada en pijama, mareando a una cucharilla dentro del café, me miro con cara seria, lo cual hizo que me sintiera aun peor. Después de una tormenta habitualmente llega la calma, el problema suelen ser los destrozos que deja, tenía la sensación de que me había cargado algo más que la confianza de mi madre, aun después de haberla conocido más a fondo que nunca.
+ ¿Has dormido bien?
Me pregunto sin mirarme y sin parar de darle vueltas al café.
-Si mama, he descansado, ¿Y tú?
+Si, yo también he descansado hoy. Dime una cosa y se sinceró cariño… ¿Te arrepientes de lo de anoche?
-No mama, en absoluto, si volviera atrás tengo muy claro que repetiría todo lo que hice y dije, quizá no es lo que querías escuchar, pero es lo que siento. ¿Y tú? ¿Remordimientos?
Paro el movimiento del líquido en el vaso dio un sorbo y levanto la cabeza.
+Anoche cuando entré en tu habitación… pensé que hoy tendríamos una conversación muy complicada, que me costaría mirarte a los ojos, que me sentiría avergonzada, y sin embargo, lo único que siento ahora mismo son ganas de volver a besarte.
Me acerqué hasta ella, y me agaché para besarla, pero para mi sorpresa mi madre apartó su cara.
-¿No querías besarme?
Pregunté confundido al tiempo que me alejaba de ella
+ ¿Tienes prisa? A pesar de todo, creo que tenemos que hablar y dejar las cosas claras…
Me senté a su lado
+Anoche todo sucedió demasiado rápido, creo que ni tú ni yo pensábamos realmente lo que estábamos haciendo, a pesar de que supiéramos que era una locura
-Tienes razón, fuimos al grano y sin pensar en las consecuencias, pero mama, lo hecho, hecho está, por mucho que queramos ya no hay vuelta atrás.
+No me malinterpretes cariño, yo también lo volvería hacer, porque el resultado mereció la pena, solo quiero que me digas, que no lo hiciste solo por follarme, que me quieres, que lo de anoche no fue simplemente un espejismo…
-Te prometo que todo cuanto te he dicho lo siento, por supuesto que no lo hice solo por echar un polvo, ¿cómo no te voy a querer si eres la mujer de mi vida?
Me dio un abrazo, y esta vez sí que nos besamos, aunque fue ella quien me busco a mí porque yo aún no me atrevía.
+Anoche me quede con ganas de probar una cosa…
Dijo levantándose de la mesa para quitar su vaso de café y dejarlo en el fregadero
-¿Quieres probar por el culo mama? Genial, sabía que confiarías en mí.
Se acercó hasta mí y me dio un coscorrón suave, y susurró
+Deja mi culo en paz, de momento…
Se puso delante de mí y agarrándome las piernas me las separó y tiro de mi pantalón del pijama para dejar mi rabo a la vista, que aún estaba a medio gas, aunque en cuanto noto el roce de su mano, empezó a dar signos de vida
+Me quede con ganas de chupar esta polla tan bonita y que se portó tan bien anoche
Sin darme tiempo apenas a reaccionar, bajó su cabeza y le dio un lametón a mi glande para dejar que sus labios rodaran por mi tronco suavemente. Sintió como mi cipote ganaba tamaño en propia boca, al tiempo que se ayudaba con una mano para acariciarme los huevos, parecía una niña golosa con un caramelo en su boca
Se acomodó en el suelo para continuar la felación, mi madre la chupaba de miedo, eso unido al morbo de la situación, y la postura de cierta sumisión, el caso es que no tardó en dar con la clave para hacer que llegara muy rápido al borde del orgasmo.
-Mamá para… para o me voy a correr en tu boca… mamá…
Pero mi madre no paraba, más bien todo lo contrario, chupó, lamió, me dio lengüetazos en el glande, sin dejar de acariciar mis huevos, no fui capaz de aguantar más y eyaculé en su boca. Un generoso chorro de esperma que quedó en su boca, cuando tras el segundo disparo de lefa, esta dejó de salir, me miró desde allí abajo, me enseño lo que le había soltado en su lengua, y sin decir más se lo trago todo. No me lo esperaba, ni tampoco se lo había pedido, pero reconozco que me pareció bastante excitante ver como mi madre se tragaba mi semen.
+No está mal… que sepas que es la primera vez que hago esto… tragármelo digo, ninguno de los hombres con los que he estado se ha corrido en mi boca, pero tú no eres cualquiera, ya lo sabes
-Gracias mamá
Fue lo único que atiné a decirle, después de aquello, se levantó y se fue directamente a su habitación, de donde minutos más tarde regreso ya vestida y arreglada mientras yo terminaba de desayunar.
+Me voy a hacer la compra, en un rato te veo… pórtate bien
El fin de semana pintaba bien y eso que no había hecho más que empezar. Aproveché la parte de la mañana en que estuve solo para hacer algunas de esas cosas de casa que nunca se hacen porque no se encuentra tiempo, como apretar cosas sueltas y similares, me sentía motivado…
Tan motivado que me metí en la cocina para hacer la comida y sorprender a mi madre, no es que yo sea un gran cocinero, pero me defiendo lo suficiente como para hacer una comida decente, y a ello me puse
Estaba preparando el plato cuando mi madre volvió de la compra, me dejo las bolsas en la cocina y me pidió que las colocara mientras ella se cambiaba de ropa. Unos minutos después apareció por la puerta de la cocina, vistiendo un traje playero que siempre usa para estar cómoda en casa y que hasta entonces nunca me había parecido tan sensual como en ese momento.
Dejé lo que tenía entre las manos y me acerqué a ella, levanté el vestido hasta su ombligo y sobando su culo le susurre.
-Nunca me había dado cuenta de lo excitante que estas con este vestido…
Me dejó meterle mano sin protestar, ni siquiera cuando le baje las bragas hasta mitad del muslo y acaricie su sexo con mis dedos, su respiración fue agitándose al ritmo que mis dedos jugaban con ella. Saqué uno de sus pechos y empecé a besarlo, a lamer y mordisquear su pezón, mientras mi mano se iba hasta su trasero.
Ambos estábamos disfrutando de lo lindo de mis caricias en su cuerpo cuando de pronto un olor a quemado nos sacó del juego, la “deliciosa” comida que había estado preparando quedó ligeramente carbonizada e incomestible por completo
Mamá le restó importancia y propuso pedir algo al chino del barrio, hicimos un pedido y mientras llegaba la comida, me animó a seguir jugando un ratito más con sus pechos sacándoselos del vestido
+Comete las tetas de mami cariño, chúpale los pezones a mama, lo haces muy bien hijo mío.
Solo pare cuando sonó el timbre de la puerta y un joven repartidor chino nos trajo el pedido. Mientras dábamos cuenta de la comida, le hice a mi madre la única duda que tenía ya de todo lo que estaba pasando.
-Mamá ¿Cómo supiste que era yo el del chat?
+ ¿Importa eso?
-A mí sí, me gustaría saberlo.
+Vale, pues… lo intuí el primer día en que me animaste a tocarme pensando en ti, pero solo era una intuición…Saberlo lo supe días después
-¿Lo intuías y no me dijiste nada?
+ ¿Y si me estaba equivocando? Si eras tú no habrías confesado así como así, y si no lo eras… me habría vendido yo sola, si llego y sin más te pregunto si eres tú el que me está pidiendo que me masturbe pensando en ti…
-Tienes toda la razón
+Fue durante una de las conversaciones, ya estaba con la mosca detrás de la oreja y tú mismo te delataste.
-¿Cómo?
+En ninguna de esas charlas te dije el nombre de tu padre, hace años que no lo nombro, y nunca te escribí su nombre, en cambio en un momento dado, tu sí que lo pusiste ¿Quién si n o iba a saber su nombre?
-Y si ya lo sabias, porque no me dijiste nada, porque no me paraste…
+Si pude hacerlo, pero… ya te habías metido dentro de mi mente, sabía que era una mala idea y que si no paraba era probable que pasara lo que pasó, mi cabeza me pedía que parase, mi corazón me decía que no siguiera, pero mi coño me gritaba que me atreviera. Por una vez en la vida le di preferencia a mi coño en vez de a mi cabeza o mi corazón, y si te digo la verdad me alegro de haberlo hecho
-Mamá… te quiero
Recogí la mesa y mi madre me propuso echarnos una siesta
-No suelo dormir la siesta…
+Nadie ha hablado de dormir…
-Ah… vamos
De camino a la habitación se quitó el vestido y me lo lanzó. Cuando entre en su habitación ya estaba subida a la cama a cuatro patas y con su culazo en pompa, me acerque a ella y se lo acaricie, después se lo bese sin quitarle las bragas aun, simplemente las deslice a un lado y acaricie su coño con los dedos,
+Follame cariño
Susurro mi madre, y yo obediente hice lo que me pedía, introduje mi pene en su vagina lentamente, disfrutando cada centímetro que mi rabo entraba en la raja de mama, durante unos cuantos minutos entraba y salía de ella con suavidad y sin prisas, agarrándome a sus caderas, y poco a poco fui acelerando el ritmo, hasta que mis embestidas hacían que sus tetas bambolearan violentamente, mi madre gemía cada vez más alto, y no paraba de pedirme más y más, hasta que de pronto se quedó en silencio y se corrió de manera bestial, su coño chorreaba, excepto en las películas porno, jamás había visto a una mujer correrse así.
Después se colocó a horcajadas sobre mí, y se sentó sobre mi polla para cabalgarla como una auténtica amazona, sus tetas botaban y rebotaban en un maravilloso espectáculo, parecía desbocada, y no tardó en volver a correrse, en un segundo orgasmo casi tan bestial como el primero, estaba agotada y se dejó caer boca abajo, me miraba, sabía que yo aún tenía cuerda, pero ella estaba vacía, me miro como pidiéndome perdón, la besé y le dije que no se preocupara, me tendí a su lado abrazándola y no tardo en quedarse dormida.
Yo me levante, me vestí y salí a dar una vuelta, necesitaba un poco de aire después de tantas emociones juntas en tan poco tiempo, había conocido a mi madre más allá de la relación normal de madre e hijo, había descubierto que no era tan mojigata como creía, ni tan santa como pensaba, no me planteaba una vida con ella como mi único amor, pero al menos de momento no quería renunciar a lo que acababa de descubrir.
Cuando regrese estaba sentada en el sofá, parecía estar esperándome porque nada más llegar me abrazo y me beso.
+Lo siento cariño, estaba cansada y no pude seguir tu ritmo, pero te voy a compensar…
-No te preocupes mama, no pasa nada, tan solo necesitaba dar un paseo…
+Te has ido sin decir nada, ni te has llevado el móvil, y has tardado un buen rato… ¿No te estarás echando atrás?
-Por supuesto que no mama…
+Vale, es que ahora que me he decidido a concederte lo que tanto deseas…
-¿Me vas a dejar darte por el culo?
Pregunte sin demasiada convicción y casi en tono de broma. Mi madre asintió con su cabeza y susurro un Si, casi inaudible, al tiempo que me abrazaba de nuevo.
Me agarro la mano y tiro de mi hasta mi habitación, allí se desnudó y se sentó en lateral de la cama.
+Ahí tienes lubricante, ponte un poco en la polla y a mí un poco en el ano con tus dedos… si vamos a hacerlo, hagámoslo bien cariño, no quiero pedirte que pares hasta que no te quedes a gustito
Cogí el tubo y lo mire, mientras mi madre se estaba colocando con su culo en la punta de la cama y separando todo lo que podía sus piernas mostrándome su coño y su esfínter anal con claridad. Mi corazón se iba acelerando, estaba a punto de hacer algo que ningún hombre había hecho antes con ella. Acaricie sus nalgas y las separe, no sabría decir quien estaba más nervioso de los dos.
Me desnude con torpeza, y extendí un buen chorrito de lubricante por mi polla, que estaba dura solo por pensar en lo que estábamos a punto de hacer, con el sobrante metí un dedo en el ojete de mama, al entrar note como se estremecía, pero ni se quejó, ni protesto cuando mi dedo avanzo y se removió en su interior
-¿Te duele mama?
+Es incomodo, pero doloroso… no lo llamaría así
Jugué un poco con mi dedo en su ano, dilatando, o al menos intentando dilatárselo.
+Ya está hijo, hazlo, venga da por culo a mama, que lo estás deseando…
-No te puedes imaginar cuánto.
Coloque el glande en la entrada de su culo, y apreté suavemente, aquel primer intento fue infructuoso, quizá por el exceso de lubricante, o tal vez porque no me ayude con la mano, el caso es que mi rabo se deslizo por encima de su raja del coño
El segundo intento sí que obtuvo el ansiado éxito de poder entrar en mi madre por la puerta por la que ningún hombre había entrado antes, tan solo metí el glande en esa primera incursión, pero el roce y la apretura eran perversamente deliciosos
Poco a poco, empujón a empujón su ano fue cediendo y mi polla entrando más y más adentro hasta que mis huevos prácticamente chocaron contra sus nalgas. Mi madre aguantaba en silencio, su cara era la de una madre que aguanta lo que le echen por su hijo, no parecía estar disfrutando tanto como yo, al menos no físicamente. Pero ni se quejaba ni me pedía que saliera, aunque tampoco me pedía más como había hecho tan solo unos minutos antes
-Mama, ¿me dejas hacértelo a cuatro patas? Intentare correrme pronto…
Sin decir nada se colocó en posición, agacho la cabeza cuando me sintió entrar de nuevo, esta vez me resulto bastante más sencillo acceder, ella giro la cabeza para mirarme y me dijo…
+No te lo vas a creer pero me acaba de dar un gustazo sentirte dentro… creo que esta postura me gusta más que la otra…
-¿En serio mami?
+Fóllate el culo de mama, venga… dame bien por el culo hijo mio y córrete dentro de mi…
Jamás me habría imaginado que un día escucharía a mi madre decirme algo así, pero… acababa de suceder, me vine arriba y aunque no al ritmo del sexo vaginal, comencé a bombear con más ganas en el culo de mama
-Joder mami, que culo mas rico, me gusta... como me gusta follarte el culo mama... que ganitas le tenia a este culo tan maravilloso, me corro mama, me corro en tu culo...
+Córrete hijo mio, llénale el culo de leche a mamá... yo tambien me corro cariño....
Tras unas cuantas embestidas, los dos nos corrimos prácticamente a la vez… lo mejor es que a mí madre le había gustado el anal, casi tanto como a mí
Esa noche lo hicimos varias veces, por todos sus agujeros.
 Desde entonces tenemos una relación que solo existe de puertas adentro de casa, sabemos que es algo que en algún momento terminará, pero hasta que llegue el momento… seguiremos disfrutando.

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