Las fiestas fueron una excusa para reencontrarme con mi vida pre pandemia, programamos con Héctor mi amante legendario, un almuerzo con” siesta” Llegamos a su habitación en el apart Hotel y sentí su mano acariciar mi cola tomándome de la cintura me atrajo hacia el. Me conoce y sabe que me derrite el roce de sus labios por mi cuello, suavemente, lento dejándome su aliento-
Me susurro al oído te extrañe, hace meses que me pajeo pensándote. Mentiroso le dije, la que te extraña soy yo .Me dio vuelta de golpe y me dijo vos extrañas la verga esta putarraca! Chúpamela
Me arrodille desprendí su cinturón, luego el cierre, baje sus pantalones y su bóxer blanco con la aureola de que ya había pre seminal y empecé mi faena cumpliendo todos los tipsque mi experiencia aconsejaba, Mirada Picara a los ojos, comienzo suave con la lengua, recorriendo su cabeza y sonriendo bajar por la vena para después comerla toda. Estaba realmente necesitado su lenguaje no era el habitual me sostuvo la cabeza para lograr cogerme la boca su intensidad no era habitual. Ya mis rodillas comenzaban a quejarse, sus manoseos y sus tirones de pelo estaban dejando de ser placenteros.
Saque mi boca y lo mire, el me ayudo a incorporarme y me dijo estoy celoso.
No supe que decir. El no sabía nada pero la sorpresa me dejo con tantas dudas que lo abrace y seguí con lo que ambos veníamos a disfrutar. Desprendió mi solera, cayo dejando mi tanga a su vista cosa que miro y le mostré con movimientos sensuales mientras él se deshacía de sus camisa y pantalones. Mi culo mi rajita y mis tetitas, que conocía desde hacía 25 años, seguían excitándolo.
Se acostó, dejo su cabeza colgando al pie de la cama y pidiéndome que me desnudara me hizo señas que quería chuparme la concha. Me acerque y aprisione su cabeza con mus muslos mientras el chupaba y mordisqueaba mis clítoris, mis labios, mi vulva. Después me subió a la cama me puso en cuatro patitas y empezó de rodillas a chupar mi culo. Sus dedos empezaron a lubricarlo con saliva y luego con gel íntimo, sabía lo que venía solo quería asegurarme que usara forrito.
Empezamos el trabajo, yo apretando mi mano indicando si había alguna desviación y el firme pero lentamente tratando de doblegar esfínteres. Aunque nos relajemos siempre duele. Cuando su cabeza supero la entrada acompañe su penetración para que ya entrara todaaa.
Varios minutos penetrándome, cambiando el ritmo, entrando y saliendo, chirlitos hasta que exploto y sentí el peso de su cuerpo sobre mi.
Nos acomodamos en la cama, hablamos de lo nuestro, recordamos, morboseamos encendiéndonos otra vez.
Volvi a chupar su pija, que fue creciendo y cuando estuvo dura la monte y fui preparando mi orgasmo que no tardo mucho en aparecer y seguí sobre hasta alcanzar un segundo orgasmo mientras me amasaba las tetas.
El me volcó sobre la cama y volvió a inundarme otra vez.
Me susurro al oído te extrañe, hace meses que me pajeo pensándote. Mentiroso le dije, la que te extraña soy yo .Me dio vuelta de golpe y me dijo vos extrañas la verga esta putarraca! Chúpamela
Me arrodille desprendí su cinturón, luego el cierre, baje sus pantalones y su bóxer blanco con la aureola de que ya había pre seminal y empecé mi faena cumpliendo todos los tipsque mi experiencia aconsejaba, Mirada Picara a los ojos, comienzo suave con la lengua, recorriendo su cabeza y sonriendo bajar por la vena para después comerla toda. Estaba realmente necesitado su lenguaje no era el habitual me sostuvo la cabeza para lograr cogerme la boca su intensidad no era habitual. Ya mis rodillas comenzaban a quejarse, sus manoseos y sus tirones de pelo estaban dejando de ser placenteros.
Saque mi boca y lo mire, el me ayudo a incorporarme y me dijo estoy celoso.
No supe que decir. El no sabía nada pero la sorpresa me dejo con tantas dudas que lo abrace y seguí con lo que ambos veníamos a disfrutar. Desprendió mi solera, cayo dejando mi tanga a su vista cosa que miro y le mostré con movimientos sensuales mientras él se deshacía de sus camisa y pantalones. Mi culo mi rajita y mis tetitas, que conocía desde hacía 25 años, seguían excitándolo.
Se acostó, dejo su cabeza colgando al pie de la cama y pidiéndome que me desnudara me hizo señas que quería chuparme la concha. Me acerque y aprisione su cabeza con mus muslos mientras el chupaba y mordisqueaba mis clítoris, mis labios, mi vulva. Después me subió a la cama me puso en cuatro patitas y empezó de rodillas a chupar mi culo. Sus dedos empezaron a lubricarlo con saliva y luego con gel íntimo, sabía lo que venía solo quería asegurarme que usara forrito.
Empezamos el trabajo, yo apretando mi mano indicando si había alguna desviación y el firme pero lentamente tratando de doblegar esfínteres. Aunque nos relajemos siempre duele. Cuando su cabeza supero la entrada acompañe su penetración para que ya entrara todaaa.
Varios minutos penetrándome, cambiando el ritmo, entrando y saliendo, chirlitos hasta que exploto y sentí el peso de su cuerpo sobre mi.
Nos acomodamos en la cama, hablamos de lo nuestro, recordamos, morboseamos encendiéndonos otra vez.
Volvi a chupar su pija, que fue creciendo y cuando estuvo dura la monte y fui preparando mi orgasmo que no tardo mucho en aparecer y seguí sobre hasta alcanzar un segundo orgasmo mientras me amasaba las tetas.
El me volcó sobre la cama y volvió a inundarme otra vez.
2 comentarios - Despedida del año