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Mi esposa y Rodo (2)

Aqui la primera parte:
http://www.poringa.net/posts/relatos/4386232/Mi-esposa-y-Rodo-1.html

Al cerrar la puerta, Rodo sin perder el tiempo se le echó encima y se  besaron largo y tendido ahí parados en la puerta y yo notaba como él la  manoseaba y restregaba su paquete en la pelvis de ella, la desnudó se le pegó achuparle las chiches mientras ella no le soltaba el miembro. “Así te quería  tener desde que te conocí” le dijo y ella rió, quitándole el short y latanguita, “¿Cómo?” preguntó ella, “pues así encueradita” dijo él saboreándose“para chuparte todita como un dulce”, “ah, que rico” dijo ella “pues hazlo”,“primero tus tetas” dijo él “me encantan”, “eso me dicen” dijo ella entregemidos, “¿qué te dicen?” preguntó él extrañado, “que tengo bonitos mispechos”, él la soltó mirándola a los ojos con una sonrisa, “¿quién te lo dice?”le preguntó, “pues los hombres”, “¿cuáles hombres? ¡especifica!”, era obvio queya estaba tomada y se le salió la información, “los hombres con los que meacuesto”. Ni Rodo ni yo lo podíamos creer, “¿aun estando casada? ¿le pones loscuernos a Rick?”, “a veces si, cuando se presenta la oportunidad”. Rodo laacomodó en la cama y se hundió en su entrepierna para mamarle su panochita,mientras ella excitada y caliente se acariciaba los pezones. Justo cuando pasópor mi mente la orden: “pregúntale más, Rodo”, él dijo:” ¿y lo engañas convarios?”, “no siempre, solo cuando hay chance” dijo ella, “pero no le vayas adecir, ¿eh?”, “claro que no, con tal de que sigas viniendo” y hundió su cara enla raja de mi esposa, que comenzó a dar grititos de placer “voy a venir másseguido, ya verás”, la lengua del macho la hizo venirse. Rodo se levantó y sequitó la ropa con rapidez, se puso de rodillas sobre la cama y mi Maggie,tomada pero no tonta se enderezó un poco para recibir la verga en la boca, deboagradecer a Rodo, que se acomodaba para que yo viera la escena sin dificultad,y de vez en cuando daba miradas hacia dentro del closet donde yo estaba, perose veía oscuro y no me veía, dijo él, así que yo veía clarito como mi esposa sehundía el pene hasta la garganta y lo dejaba ahí unos segundos para que miamigo viera estrellitas, luego lo metía y sacaba con furia, para luego meterseen la boca los dos huevos y chuparlos como dulce, mientras él la dedeaba. A míme encanta la manera de Maggie de mamar, lo hace con furia, como si quisierahacerte terminar de una vez, y eso se siente delicioso… y Rodo lo estabasintiendo en ese momento, le agarraba la cabeza a mi esposa y se la metía lo másque podía, y miraba hacia el closet como diciendo: “mira como tengo a tuesposa” y yo tuve que agarrar otra playera de un gancho para limpiarme lasegunda venida. Luego de darse gusto cogiéndose a mi esposa por la boca, latomó de los hombros y le dio un beso que parece que se la quería comer, yacomodándose entre sus piernas se la dejó ir de golpe, que ella pegó un grititode dolor y gusto mezclados. Sin dejar de besarla y chuparle sus orejitas, ledaba unas metidas tremendas que la cama rechinaba a cada empujón, el cuarto sellenó de sus jadeos y de un olor cálido, y sus cuerpos empezaron a versebrillosos del sudor, cuando Rodo se apartó de ella para acostarse de espaldas yque ella se montara y lo cabalgara, no sin antes darle otras mamadas de verga.Ella se montó en él, como hace unos minutos en el césped, pero ahora, ya sinropa, tomó con su manita el duro pito y lo dirigió a su panocha lubricada,cuando la cabeza entró, la soltó y se dejó caer sobre ella enterrándosela hastael fondo, cerró sus ojos y un suspiro largo escapó de su boca, Rodo aprovechóla posición para masajearle las tetas duras y pellizcar los pezones ychuparlos. Desde el closet yo podía ver las nalgas de mi esposa dar sentonessobre la verga de mi amigo y engullirla hasta el fondo, hasta que, temblando deplacer ella alcanzó el orgasmo entre gritos y gemidos. Se quedaron un rato así,besándose suavemente, “¿te gustó?” preguntó Rodo. “me encantó” contestó ella“me muero de sed” dijo desmontándolo, se sentó en el borde de la cama y alcanzócon su brazo la cerveza que dejaron en la cómoda y se la bebió de una, Rodo leacariciaba y besaba la espalda, “¿te gusta por atrás?” preguntó, ella seatragantó un poco con la cerveza y se rió “¿que queeeeé?”, “si no quieres, no,claro” se adelantó él “solo preguntaba”, en respuesta ella le acarició elmiembro duro y se acercó a besarlo en la boca, “¿Quieres metérmelo por atrás?”le preguntó en tono sexy, “si” contestó él, “¿ya lo has hecho antes?” dijo ellainclinándose para meterse el pene en la boca, “la verdad, no” dijo él con pena “yaves lo que dicen, no soy noviero”. Ella se puso de pie, así desnudita y agarrándosede la pared un tanto mareada “pues hoy te vamos a cumplir ese deseo” dijo y seempinó la otra cerveza “Que rico” dijo mi amigo, se puso de pie y se besaroncon pasión, “creo que ya estoy muy borracha” dijo riéndose “. Ella se acomodóen posición de perrito sobre la cama, e invitó a Rodo a lubricarla con susaliva, él parecía hipnotizado cuando se agachó para chuparle el culo, y yopodía oír los lengüetazos y chupetes que le daba, “así ya” le dijo ella en vozbaja “ ahora métemelo” tanto Rodo como yo estuvimos a punto de explotar, peroél tuvo la dicha de pasar la punta de su pitote entre las nalgas de mi mujer,para luego hacer presión en el pequeño agujerito y empezar a abrirlo, ella porsu parte, empujaba la cadera hacia atrás para ensartarse solita en medio degemidos, hasta que sintió los huevos de él chocar en sus labios vaginales. Rodotenía los ojos cerrados y las manos aferradas a las caderas de ella cuandoempezó a sacar despacio su miembro del culito de Maggie, para dejarlo entrar másrápido hasta el fondo. Ella daba grititos de gusto y apretaba con sus manos lascobijas dejando que su ano se amoldara al fierro que mi amigo le estabametiendo. Sus movimientos se hicieron aun mas rápidos y el golpeteo de lascaderas en las nalgas se oía mas fuerte, cuando Rodo entre gemidos y suspirosse vació (al mismo tiempo que yo) dentro del culo de mi esposa. Aun sostuvo elmete y saca, hasta que, cansado, su pene se debilitó. “Gracias” le dijo al oídoa Maggie “mmmm, gracias a ti” y se besaron, “¿tu esposo también te coge por elculo?”, “oh si, solo a veces” respondió ella “pero me gusta mucho”. Platicaronun rato y ella ya se reía mucho de nada, mostrando su ebriedad y aun seguíabebiendo el resto de la cerveza, y luego ella le dijo que ya se tenía que ir, secomenzaron a vestir entre besos y caricias, y cuando ella quiso ponerse laombliguera, él se la escondió detrás de si, “dámela” dijo ella entre risas, “no,no te la pongas” dijo él “tienes muy bonitas tetas”, “¿y quieres que me vaya así?¿sin blusa?” preguntó, “pues sí, ¿qué tiene? además hace calor”, “¿y tus amigos?”,“no pasa nada, nomas despídete y ya”, “¿¿en serio??” dijo ella entresorprendida y caliente, “está bien, vámonos”. Yo no lo podía creer, que miesposa se atreviera a salir con los pechos al aire, claro que la cerveza ayudóbastante y sus pechos son su orgullo, pero aun así, se portaba como una puta yeso a los dos nos encantaba. Salieron del cuarto y yo corrí a la ventana, casise les cae la baba a los otros dos al ver a mi esposa salir vestida tan solocon su short de mezclilla y sus tenis, ella fue directamente a abrirse otracerveza, mientras Gonzo apretaba su miembro sobre el pantalón y el chino lehacía señas a Rodo de “buenas tetas”. Rodo se excusó para ir al baño y regresóal cuarto donde yo estaba, “¿qué te pareció?” me dijo, “¿Qué te pareció a ti?”le dije “yo me vine en una playera tres veces, pero tú te la cogiste”, “no, miamigo, esta sabrosa tu mujer” dijo extasiado “tiene el culo bien apretado”, “telo dije, no tenemos sexo anal muy seguido… y dime ¿van a seguir cogiendo?”. Eltomó un sorbo de su cerveza “si ella quiere y tu lo permites, pues si, está muyrica”. “¿Y lo de coger con tus amigos?” le pregunté, “pues nomas que ellaquiera, porque mira ellos” nos asomamos por la ventana, Gonzalo estaba sentadoen una silla y se apretaba el pene con su mano, mientras el chino platicaba conmi esposa no sé de qué, pero su mano le acariciaba la espalda desnuda y suvista no se apartaba de los pechos, y ella solo sonreía ebria. “¡uuuuu! no tedan celos” le pregunté sonriendo, “orita ya no” me dijo riendo también “ya mela cogí, ha ha ha”. Me acompañó hasta la salida y de ahí corrí hasta el auto,donde recibí la llamada de mi esposa, para que fuera por ella, le dije queestaría ahí en 10 minutos. Esperé el tiempo debido y llegué a la entrada delrancho, donde poco después salieron Rodo y mi esposa, ya vestida, ella sedespidió de beso en la mejilla y subió al auto, y él me dio un apretón de manosdiciéndome “mi hermano”. En el camino de regreso platiqué con mi esposa “¿Cómo tefue? ¿te divertiste?”, “si, mucho, estoy toda borracha” dijo riéndose, “y ¿note caíste del caballo, así como andas?” le pregunté riendo “nooooooo” me dijo dándomeuna manotada en el hombro “Rodo me agarró bien”, “estoy seguro de que te agarrótodita muy bien” me dio otra manotada y nos reímos los dos.

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