Cuando mi hijo Claudio tenía 20 años se puso formalmente de novio con María Eugenia, una hermosísima señorita de 18 años, y digo formalmente porque hizo como se hacía hace muchos años, pidió hablar con la madre para decirle que iban a ser novios y la madre, viéndolo tan serio a pesar de su tierna edad, aprobó su noviazgo y de esa forma quedó formalmente constituído el noviazgo.- Como dije anteriormente, María Eugenia era una muy hermosa mujercita, con unas tetas talla 100, unas piernas muy delicadas que inspiraban lujuria y su culito era un canto a la belleza, haciendo que tanto hombres como mujeres se dieran vuelta a su paso para admirarla desde atrás.- Si a todo eso le añadimos que, por esas cosas raras de la vida, María Eugenia cuando conoció a Claudio aun era virgen, sin lugar a dudas se podía afirmar que lo que había conseguido mi hijo Claudio era una verdadera joyita, que solamente él se ...... iba a encargar de disfrutar.-Pasaron varios meses y Claudio logró hacer realidad uno de sus sueños, cogerse a María Eugenia y de ese modo quedarse con su hermosa virginidad; logrado eso, siguieron cogiendo y cuando Claudio cumplió los 21 años decidieron casarse.- Yo, al principio me opuse debido a su extrema juventud y a mi mala experiencia en el matrimonio, ya que soy un hombre de 43 años, separado hace algo más de 10 años de mi esposa y madre de Claudio, quien luego de los trámites de rigor, quedó a vivir conmigo.-
Al final, tuve que adaptarme a lo que los dos jovencitos querían, preparamos todo e hicimos una pequeña reunión ya que María Eugenia era hija única y su madre tambien, mientras que por el lado de Claudio estaba yo, su madre, algunos tíos y primos ya que todos sus abuelos habían fallecido no llegando en total a ser mas de 22 personas; se hizo una fiesta muy bonita donde conocí a los únicos familiares de María Eugenia; por un lado sus abuelos, un señor ya mayor de 58 años, gordo, pelado y los pocos pelos que le quedaban eran blancos, bastante hosco de carácter, mientras que su mujer Encarnación, era una madurita de 55 años, muy simpática y amable en su trato; estaba de muy bien ver, porque a pesar de sus años lucía una figura muy bonita y tenía al igual que su nieta un hermoso par de tetas que se veían muy poco caídas pero firmes; lindas piernas y un hermoso culo; además me pareció a mí o ella en su juventud le había sido muchas veces infiel a su actual marido; lo digo por su forma de ser y su desenvoltura que hacía presagiar una linda velada en su compañía, la que pensé que se podría realizar en cualquier momento; por otra lado estaba la mamá de María Eugenia, ella se llamaba Eugenia y era una copia de su hija, solamente que con muy pocos años más; después de los bailes de rigor a los que el abuelo se negó alegando estar muy cansado, me puse a conversar con los familiares de María Eugenia y lo primero que le pregunté fue por el padre de tan hermosa niña; Eugenia, ruborizada, me dijo que el padre era un señor de 12 años más que ella, que había logrado seducirla cuando ella solo tenía quince años y con falsas promesas le quitó la virginidad y además la embarazó y cuando se entero del embarazo, desapareció de la vista de Eugenia y nunca más se supo de él; Eugenia se lo notificó a sus padres, quienes entendieron la situación y le permitieron seguir viviendo con ellos mientras esperaba a su hija; cuando la tuvo, ya chochos los abuelos ya nadie se acordó del mal paso dado por Eugenia y entre todos criaron muy feliz a la pequeña María Eugenia; en un momento que el padre se distrajo y para romper un poco el hielo, yo le pregunté a Eugenia si no le gustaría que ahora la sedujera un señor de solamente 8 o 9 años más que ella, pero que no iba a desaparecer por ningún motivo; Eugenia lanzó una franca risa y me dijo que ese podía ser tema de conversación más adelante; en cuanto a la abuela Encarnación que como ya dije anteriormente era muy charlatana, me preguntó a que me dedicaba¸ cuando yo le dije que tenía un negocio de ventas y reparación de pequeños electro domésticos, se sonrió y me dijo que muchas veces me iba a consultar porque a ella le encantaba tener esos aparatos, pero le gustaba tenerlos en condiciones; yo le dije que estaba a sus órdenes para lo que ella precisara y le dí una tarjeta con mis datos y mi teléfono.- Terminada esta charla y la música formal de todo casamiento, pusieron una música más movida al principio para ir bajando el ritmo y convertirse en una hermosa música melódica que invitaba a bailar; viendo que su marido no actuaba, a la primera que invité a bailar fue a
doña Encarnación quien gustosa me dijo que hacía mucho tiempo que no bailaba pero que agradecía mi invitación; empezamos a bailar y la señora me abrazó muy fuerte contra ella, haciendo sentir sus tetas que se apoyaban en mi pecho; a mi me estaba gustando mucho la situación y se me empezó a parar la pija apoyándola en su panza; ella sintió y se empezó a mover sensualmente haciéndome pensar nuevamente que a esta madurita le gustaba mucho ser cogida por un buen macho, pero no pudimos seguir bailando para no llamar la atención, por lo que entonces invite a bailar a Eugenia, la que tambien se abrazó bien fuerte contra mí, volviendo a crearse la misma situación que con la madre.-
Bailábamos sensualmente y entonces le pregunté si había recapacitado sobre lo que yo le había dicho; ella sonriendo me dijo que todavía no y entonces yo tambien sonriendo le dije que por las dudas y para evitar posibles problemas, empezara a tomar la píldora anticonceptiva, lo que provocó en ella ahora más sonrisas.-
Me tocó el turno de bailar con María Eugenia, ella para no ser menos, tambien apoyo sus hermosas tetonas en mi pecho, provocando de ese modo mi tercera erección del día; con ella le pregunté como se sentía y para mi sorpresa, me contestó que ella era muy feliz, porque había cumplido su sueño de casarse con Claudio y ahora estaba más cerca de cumplir otro de sus sueños.-
Le pregunté cual era el otro de sus sueños que tenía que cumplir, y ante mi sorpresa me dijo, que su próximo sueño a cumplir, una vez cumplido el de su casamiento con Claudio, era que su joven suegro la cogiera porque ella tenía muchas ganas de que yo la cogiera; le dije que eso iba a ser imposible porque ella era la señora de mi hijo y eso anulaba cualquier intento por lograrlo; ella me dijo que ya habían hablado algo al respecto con Claudio y habían llegado a un principio de acuerdo, dado que Claudio quería verla feliz a su mujer y pensaba que a mi no me disgustaría cogerme a semejante bombón; la pija se me paró nuevamente apoyando en su pancita y ella sonriendo me dijo que esperaba que pronto ese bulto que se apoyaba en pancita estuviera metiéndose en su concha; yo incómodo ante esa situación, dejé de
bailar y seguí conversando con los otros pocos invitados; después de dos horas de baile y charla se fue apagando la reunión y decidimos darle un corte, yéndome yo para mi casa, mientras que el flamante matrimonio que me acompañaría en el futuro, se irían a pasar la noche en un hotel que habían reservado hacía ya varios días.- Claudio me abrazó, mientras que María Eugenia tambien me abrazó, me dio un beso y me dijo que pensara en lo que habíamos hablado para hacer realidad su sueño.- Yo quedé intrigado pensando en que locura iría a hacer esta niña para que yo la cogiera.-
Los días iban pasando y yo no me acostumbraba a estar solo al llegar del negocio; pero un día estando en el negocio me llama Encarnación y me dice que tiene un problema con un pequeño electrodoméstico si yo podía ir a vérselo; le dije que al cerrar el negocio tenía tiempo y si a ella le venía bien; me dijo que después de las 6 de la tarde cualquier hora le venía bien; yo creí que a esa hora estarían ella y su marido, pero en realidad era la hora que él se iba para el Centro de Jubilados de la zona a jugar a las cartas con otros jubilados y no volvía hasta las once de la noche.- En ese convencimiento me dirijo hasta su casa, donde me recibe con una bata de baño, pero noto que está calzada con unas sandalias de taco bien alto, quizá demasiado para su edad; le pregunto por el desperfecto y cuando me dice de que se trataba, enseguida me doy cuenta que el artefacto no tiene nada y que solamente Encarnación quería tener un encuentro conmigo.- Igual hago que lo reviso, le toco algunos cables y le digo que había sido un pequeño problema que yo ya lo había solucionado; me pregunta cuanto le voy a cobrar y le digo que por ser la primera vez y habiendo sido una falla tan pequeña, no le cobraría nada; ella insiste y me dice que de esa forma no me va a llamar más, porque así no me podrá reclamar en caso de volver a fallar; insisto en no cobrarle, entonces ella me abraza, me da un beso apasionado y me dice que me cobre abriendo su bata de baño; debajo de la bata solo tenía un corpiño bien ajustado y más chico delo que ella necesitaba porque solo le tapaba los pezones, dejando ver dos hermosos tetones; me quedé asombrado viendo semejante belleza y cuando miro para abajo tenía puesto una tanga que apenas le cubría su concha recientemente depilada; quedando solo con las sandalias previamente descritas; me preguntó si me gustaba y en respuesta le saqué las dos prendas que ella tenía, quedando al instante yo desnudo con mi pija bien dura y parada; le dije que la iba a coger como se merecía y ella me dijo que hacía varios días que lo estaba esperando y que al fin se había decidido y ahora esperaba ser cogida como si fuera una jovencita; yo confirmé que mis anteriores pensamientos eran acertados y la recosté en su cama donde cogía con su marido, pero siempre con las sandalias puestas; una vez recostada, se abrió de
piernas mostrándome sus hinchados labios vaginales al tiempo que me pedía que la cogiera; me tiré encima de ella y antes de que se diera cuenta, ya mi pija estaba gozando dentro de esa concha ya tremendamente lubricada; empecé con un mete saca sabroso, mientras le chupaba las tetas y los pezones que se iban endureciendo a medida que ella seguía excitándose; en esa circunstancia fue muy poco mi aguante y enseguida acabé llenándole la concha con mi leche; me quede un momentito adentro de ella, hasta que mi pija se achicó y salió solo de tan lindo cofre; en ese momento ella me la agarró y la empezó a chupar para limpiarla a fondo hasta que la dejó como si recién empezáramos, limpia de todo resto de semen.-
Yo le dije que por ser el primer pago había sido demasiado y que esperaba que cuando tuviera otro problema con cualquier otro aparato me llamara que yo con gusto iba a tratar de solucionar su problema.- Me fui para casa contento y esperando la llegada del nuevo matrimonio de su luna de miel fueron pasando los días.-
Cuando estaba por llamar a Eugenia para encontrarnos y charlar, recibo un mensaje de Claudio donde me dice que esa tarde ya van a estar de regreso en mi casa; arreglé lo más que pude para que cuando llegara el matrimonio todo estuviera en condiciones y así fue.-
Una vez llegados, nos abrazamos con muchas ganas, notando que el abrazo de María Eugenia era un poco más apretado de lo normal; en ese momento Claudio me dice que realmente han debido adelantar su regreso dos días.- Le pregunto a que se debe tal adelanto y su respuesta me dejó helado; la razón era que María Eugenia, mi nuera, estaba desesperada por coger conmigo, tan es así que no había permitido a Claudio que la coja por el culo, manifestando que yo debía ser el primero en entrar por esa divina puertita trasera en vista de las circunstancias y pese a que María Eugenia estaba completamente ruborizada por la confesión de su hijo, decido que no debemos perder tiempo y sin ninguna dilación, la tomo de la mano y abrazándola de la cintura la llevo hasta mi pieza, donde enseguida la desnudo y voy a cumplir un sueño tantas veces postergado: cogerme a una pendeja de 18 años o sea 24 años menor que yo, y que aparte de todo, es la esposa de mi hijo y tiene un lomo infernal.- Ya en la pieza, María Eugenia pierde todas sus inhibiciones, se desnuda y me ayuda a desnudarme; cuando me ve desnudo se tira sobre mí, me agarra la pija y la empieza a chupar realmente con muchas ganas; chupa, chupa y chupa hasta que no puedo aguantar más y acabo en esa boquita maravillosa; María Eugenia se traga toda la leche que expulsaron mis bolas y me dice que es lo más rico que ha probado en su vida; me pregunta si estoy en condiciones de echarme un nuevo polvo; ante su fogosidad le pido esperar hasta la noche o hasta el otro día para comenzar nuevamente nuestra cogida sin ningún problema, solucionando de ese modo cualquier problema de aguante que yo pudiera tener.-
La niña lo entiende y me pide que no haga mucho esfuerzo para estar muy bien en condiciones de poder cogerla y dejarla satisfecha.- Al día siguiente, ella no olvida lo conversado, entonces se levanta, se da un buen baño y así desnuda como está me viene a despertar a mi pieza.- Yo me despierto, la veo hermosa, desnuda, y mi pija da un tremendo salto y queda parada en todo su esplendor.-
María Eugenia me dice que viene especialmente preparada para que yo sea el que le rompa el culito, que en el lugar donde pasaron su luna de miel había conseguido una pomada especial para estos casos; se acuesta al lado mío y me da la pomada para que se la coloque; me unto bien un dedo y se lo meto en ese precioso culito, lubricándolo por dentro; una vez logrado, la hago ponerse boca abajo y yo me sitúo sobre ella aguantándome con los brazos con los brazos para no aplastarla y con mi pija apuntando directo a su ojete; voy bajando poco a poco y mi cabecita empieza a entrar en su divino culo, ella me dice que le duele mucho, pero le digo que ese es su deseo u debe aguantar; gruesas lágrimas escapan de sus ojos por el dolor, pero a pesar de eso, no cejo de hacer fuerza hasta que noto que mi pija lentamente se va metiendo en su hoyito; sigo insistiendo hasta que noto que mis bolas ya chocan contra su cuerpo, señal que mi pija está completamente metida en su culito; ahí me quedo quieto un ratito hasta que María Eugenia le empieza a sentir el gusto y se empieza a mover; poco a poco va aumentando su ritmo y yo gozo de ese culo maravilloso hasta que acabo y se lo lleno de leche, fue un despertar maravilloso y ella me abraza y me besa agradeciéndome por haberla tratado tan dulcemente; ella me dice que ahora que estoy bien descansadito, aproveche y la coja bien cogida por su concha que es lo que ella tanto había deseado; no me hago rogar, se la pongo en su concha y ella sola empieza a moverse y a gozar, se mueve un poco y enseguida llega a su primer orgasmo diciendo que por fin había logrado acabar con mi pija en su concha que era lo que mas anhelaba; pero no se sale y deja que mi pija se siga metiendo por todas sus bellezas hasta que no puedo aguantar más y de esa forma logro mi segundo polvo del día, esta vez dentro de la concha de mi querida nuera María Eugenia.-Ese fue un día muy especial, lo pasamos besándonos y franeleando mi hijo y yo con su mujer, a la que disfrutamos a nuestro antojo, mientras que ella tambien gozaba de nosotros.-
De esa forma ya había cogido con mi nuera y con su abuela, pero aun me faltaba el nexo de las dos generaciones o sea la generación intermedia o sea la madre de mi nuera, así que dejé pasar dos días y la llamo a Eugenia para invitarla a ir a una confitería a bailar y le aclaro que es para empezar a seducirla; ella con una amplia sonrisa me acepta la invitación y al día siguiente nos encontramos para ir a bailar.-
Cuando la veo llegar, me doy cuenta que es muy muy parecida a su hija y me la imagina desnuda como la tuve hace apenas unos días a María Eugenia; ese solo pensamiento me hace tener una erección que no trato de disimular cuando la saludo; ella me saluda de beso en los labios, entramos a la confitería y nos ubicamos en un lugar apartado donde podemos tener una buena ubicación con bastante privacidad; charlar y le aclaro que estoy dispuesto a seducirla, pero no como un desesperado sino que mi accionar será muy lento y progresivo, pero que estoy seguro que al final vamos a terminar en la cama los dos juntos cogiendo como dos enamorados; ella se ríe francamente y me dice que se admira por mi descaro, pero que nuestra relación ella considera que está comenzando muy bien.-
Es así que empezamos a bailar música melódica muy suave y bien apretaditos los dos, ella me apoya sus preciosas tetas en mi pecho, mientras que yo apoyo mi dura pija en su cuerpito, bailamos varias piezas así abrazados hasta que yo me atrevo a apoyar una mano en su culo; ella se estremece pero no hace ningún gesto de desaprobación, por lo que yo aprovecho y aprieto más fuerte haciendo sentir toda mi virilidad y ella solo sonríe complacida; luego de eso volvemos a nuestra mesa, yo con una intensa calentura mientras ella no dice nada, pero una constante sonrisa ilumina su cara; después de unos minutos más, yo le digo que por ese día es suficiente y entonces nos vamos cada cual para nuestro hogar disfrutando de lo vivido hasta ese momento.-
Al día siguiente me vuelve a llamar dona Encarnación, diciendo que tiene algún problema con otro electrodoméstico, pero como yo ya imaginaba era para que yo la fuera a visitar y a coger, ya que en cuanto llegué, ella me dice que hacía mucho tiempo que no me veía y que se imaginaba que yo querría cogerla nuevamente, por lo que esta vez estaba bien dispuesta para que yo la cogiera por su tremendo y hermoso culo; no me hice rogar y enseguida estábamos los dos en la cama, donde disfruté de su ojete mientras que ella me pedía más y más; le acabé bien profundo en el culo con lo que mi leche llegó a sus intestinos y se la saqué despacito, luego de lo cual de su culo empezaron a salir hilos de mi líquido blancuzco y viscoso, lo que dio lugar a que ambos nos bañáramos los dos juntos jugando con nuestros agujeros como si se tratara de dos jóvenes enamorados; ella me dijo que no podía olvidarme de ella y yo le dije que siempre estaría dispuesto para atenderla y saciar sus necesidades de pija, a lo que ella me respondió con muchos besos de lengua apasionados, luego de lo cual me fui para mi casa y le dije que esperaba su nuevo llamado.-
Pero debía seguir “seduciendo” a Eugenia para lo cual la llamé y quedamos esta vez en ir al cine para ver una película romántica; vino vestida con una blusa bien escotada y una minifalda de infarto, además de unas sandalias de taco bien alto, lo que realzara su figura.- Entramos al cine y nos ubicamos en la última fila para que nadie nos molestara; la llevaba abrazada con mi brazo sobre su hombro y de esa forma nos sentamos con ella a mi izquierda; en cuanto apagaron las luces y empezó la película, acerque mi cara a la suya y le dí en enorme beso apasionado que ella me correspondió de igual forma.-
Miré un ratito la película y metí la mano por su escote tratando de meterla tambien debajo de su corpiño; me dijo que esperara un momento, hizo un movimiento y consiguió zafarse el broche del corpiño y enseguida se quedo con este en la mano, dejando sus tetas para que yo las pudiera amasar a mi antojo: a eso me dediqué durante un buen rato, pero al rato noté que ella bajaba su mano derecha y me acariciaba la pija, la que empezó a crecer dentro de mis pantalones logrando una buena erección; ella me bajó la bragueta y metiendo su manito, sacó mi pija de mis interiores y empezó a hacerme lentamente una pajita.-
A mi me encantó lo que estaba haciendo y la dejé actuar a su antojo, mientras yo con mi mano izquierda jugaba con sus tetas, pero tenía la mano derecha libre y la utilicé para meterla bajo su minifalda y acariciarle las piernas; ella sintió mi mano moverse buscando acercarse a su concha, así que sin ningún problema abrió bien sus piernas, permitiendo que yo hiciera a un costado su bombacha y le metiera dos dedos en su concha, con lo que estábamos masturbándonos mutuamente; ella seguía moviendo su mano derecha acompasadamente, hasta que me hizo acabar llenando sus manos con mi leche; yo seguí metiendo los dedos en su concha, hasta que ella llegó a su orgasmo, quedando los dos muy satisfechos por ese día; ella había llevado pañuelos descartables y con ellos se limpió las manos y me limpió la pija antes de volver a meterla dentro de mis pantalones; luego de esa maniobra, nos dimos un beso apasionado y la verdad que prácticamente no vimos nada de la película, pero otra parte de mi seducción había quedado realizada.- Cuando dos despedimos, le dije que no dejara de tomar la pastilla anticonceptiva, dado que la próxima vez íbamos a coger y ella me aseguró que no habría ningún problema.- Antes de salir de la oscuridad del cine, yo estaba muy excitado y le metí mano en sus tetas y en su culo, llamándome ella la atención porque había prometido que todo sería la próxima vez; pensé que ella tenía razón, nos dimos unos buenos besos y nos despedimos hasta la próxima semana en que sería el día esperado.-
Pero esos días tampoco los pasé tranquilo, ya que María Eugenia me reclamó más atención y entonces estuve toda una tarde atendiéndola por todas sus bellezas genitales, quedando de esa forma muy satisfechos los dos.-
Al llamar a la mamá le dije que era el día indicado, y ella dando un suspiro de alivio, dijo que por fin había llegado el momento tan esperado por ella, ya que su experiencia sexual era muy poca, ya que con su embarazo había quedado muy traumada y jamás después de quedar embarazada había estado con ningún hombre, por lo que esta vez iba a ser como si fuera su primera vez a sus 34 años.-
Se vistió muy coqueta para encontrarnos para ir a un hotel, elegí el lugar más acogedor que conocía y con mucha privacidad, principalmente por ella ya que yo ya era conocido por mis aventuras pero quería no mezclar a Eugenia en esto; fuimos en un taxi hasta la puerta del hotel, bajamos en un lugar disimulado preparado especialmente para parejas de trampa y yo me dirigí a pedir una ubicación; me dieron una pieza en el primer piso donde subimos por el ascensor donde me porté como un caballero; cuando entramos a la pieza ya no fui tan caballero ya que la hice entrar acariciando su culo, ella se movía sensualmente y tenía una sonrisa nerviosa porque no sabía que le esperaba; entramos a la pieza y para ir relajándonos, la empecé a besar primero con besitos en las mejillas, después en el cuello y finalmente con besos apasionados donde mezclamos nuestras lenguas con ardor intercambiando nuestras salivas.-
Eugenia estaba muy nerviosa y me pedía que por favor la tratara suavemente porque este iba a ser un día muy especial para ella; muy tranquilamente la ayudé a sacarse la ropa, cosa que ella hacía temblando de nervios; con mis palabras cariñosas se fue calmando y cuando por fin quedó completamente desnuda para mi, ya no estaba tan nerviosa; se había depilado su conchita y su aspecto me hacía recordar mucho al de su hija, pero esta era mucho más desenvuelta, posiblemente por su experiencia; empecé por acariciarle las tetas cuyos pezones enseguida se pusieron bien duros, los chupé largamente mientras ella empezaba a gemir; mientras le chupaba los pezones, con mis manos le acariciaba la concha y trataba de meterle algún dedo, cosa que ella evitaba moviéndose ligeramente, hasta que se dio cuenta que así no podía ser y poco a poco se fie entregando al placer de ella y mío; se prendió de mi boca furiosamente y nos dimos tremendos besos; mi pija que ya estaba en su punto máximo de calentura se paseaba por su barriguita; me senté y le dije que ella abriera sus piernas y se sentara arriba mío, mientras yo apuntaba mi pija hacia su concha, pero
de ese modo ella podía graduar hasta donde dejar entrar en mi pija sin que le causara mucho dolor; ella se sentó como yo le había indicado poniendo sus tetas en mi pecho y poco a poco se fue sentando mientras mi pija iba lentamente entrando en su estrecha concha; ella daba muestras por el dolor que le estaba causando, pero no paraba en ningún momento de seguir sentándose, porque aparentemente quería que yo la clavara totalmente; cuando logró sentarse del todo me pareció que mi pija tocaba su útero de tan hondo que había entrado, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, demostrando el dolor que estaba sintiendo por mi penetración.- A pesar de eso. Se movía como enloquecida y dando un suspiro prolongado, le llegó su primer orgasmo, el que fue festejado con mucho entusiasmo.-
La dejé que se acomodara lo mejor posible y cuando ella se sintió cómoda se empezó a mover con ganas y a sonreír, preguntando si me gustaba; le dije que era una de las mejores cosas que me habían pasado en la vida ya que prácticamente había desvirgado a una mujer de 34 años, y le hice a ella la misma pregunta que ella me contestó diciéndome que había sido mucho mejor de lo que esperaba, porque en realidad le había dolido mucho pero mis caricias y mi suavidad hicieron el momento inolvidable, además del tremendo gusto de su primer orgasmo.-
Le dije que para completar y sentirse una mujer plena le quedaba un ultimo esfuerzo por hacer; ya que había sufrido dolor al sentirse penetrada por la concha, el último esfuerzo sería que yo la cogiera por el culito, que seguramente otra vez le iba a doler pero sería soportable y más con las ganas que tenía ella de considerarse mujer plena.- Muy convencida me dijo que yo hiciera lo que me parecía, porque ella estaba segura que yo iba a ser lo posible para que los dos la pasáramos bien.- Recurrí al gel que había traído María Eugenia y lo pasé bien por su culito; además me unté bien un dedo y lo metí en su ojete para lubricarlo por dentro¸ ella se estremecía y hacía movimientos como indicando que no le gustaba, pero además de tratarla muy suavemente iba alabando su oído con palabras dulces hasta que al final se quedó quieta y completamente entregada se puso boca abajo en la cama.- Yo me puse encima de ella sosteniéndome con los codos para no aplastarla, mientras mi pija iba buscando un lugarcito en su ojete; despacito se fue acomodando y cuando quisimos acordar, ya una buena porción de mi pija había entrado en su culito; volvió su cara de intenso dolor pero me pedía que siguiera adelante, pese a su dolor.-
Con mucha paciencia logre que mi pija se metiera completa en su orto y entonces me quedé quietito esperando su reacción; ella tambien estuvo quieta unos segundos y cuando sintió que ya no entraba más se empezó a mover en forma desquiciada y gritando que esto tambien le gustaba; siguió moviendo su hermoso culo, y para mi sorpresa y la de ella, enseguida tuvo su segundo orgasmo esta vez mientras la cogía por el culo.- Fue muy fuerte su grito de satisfacción que tuve que taparle la boca para que no se oyera en las piezas vecinas; entonces empecé a moverse yo dentro de ella con muchas ganas y muy poco después acabé dentro de ese hermoso culo, regándolo con mi leche calentita, que un ratito después, al sacar yo mi pija, empezó a brotar de su culito, provocando un morbo increíble.-
Nos fuimos a bañar los dos juntos y mientras le metía mano por todos lados, le pregunté si alguna vez había probado el sabor de la leche humana; me contestó que no, que por favor se la diera a probar; se arrodilló en el baño y debajo de la ducha me dio una chupada de pija sensacional; cuando noté que ya estaba por acabar, le avisé a Eugenia, quien puso más empeño todavía en lograr su cometido, y al poco rato me vacié en su boquita, donde Eugenia mantuvo mi leche un momento, para después tragarla sin ningún esfuerzo y me manifestó que le había gustado; de esa manera yo considere que por ese día había sido suficiente y nos pusimos de acuerdo con Eugenia para hacerlo muchas veces más.-
A partir de ese día, yo tenía mi panorama completo; me cogía a mi nuera María Eugenia, a su mamá Eugenia y tambien a su abuela Encarnación, con lo cual durante varios años no me faltaron mujeres que alegraran mi vida.-
Aun hoy seguimos cogiendo y las tres siguen tan fogosas como al principio, aunque ninguna de las tres quiso hacer un trío conmigo, pero eso es algo que no me preocupa ni me desvela.-
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