Llego a casa y rápidamente mis sentidos me dicen que algo no va bien. Diana no está como de costumbre a punto de servir la cena. La llamo por toda la casa y el silencio es la única respuesta. Preocupado saco el móvil de mi bolsillo y en ese momento me fijo en la mesa del comedor donde hay un Post-It. La letra de Diana es inconfundible, es firme como su cuerpo pero la vez redondeada y de trazos anchos. Escrito en él dos simples palabras: Para ti. Debajo del papel hay un pen drive. Mis sentidos arácnidos se disparan, algo va realmente mal. Conecto el dispositivo al televisor y ahí está Diana.
Hola cariño, que bien que ya estés en casa- Diana está sentada en el sofá donde ahora mismo estoy sentado. Viste una minifalda y sus piernas enfundadas en unas medias de malla están cruzadas elegantemente realzando sus gemelos labrados a golpe de gimnasio.
-Supongo que te haces una idea de por qué te he preparado esta sorpresa- sonríe con malicia
Automáticamente sé de qué está hablando. Lo sabe, no sé bien como puede haber pasado pero sabe que le fui infiel.
Se nota que está nerviosa, constantemente tira de su top hacia abajo y más tarde se vuelve a colocar bien los tirantes, con cada tirón sus pechos, ¡Dios que pechos! Se marcan en la tela dejando ver unos pezones excitados por algún motivo que seguro pronto descubriré.
-Te crees que no soy más que una mujer florero ¿verdad cielo? Pensabas que no descubriría lo tuyo con la azafata del congreso internacional. Pues estás equivocado amor. A pesar de cómo me ves y de cómo me tratas soy más lista que tu.-
Su mirada está fija en la cámara y puedo ver perfectamente sus pupilas dilatadas rodeadas por un iris color miel. Lleva los ojos exquisitamente maquillados. De repente un par de piernas entran en el plano, no puedo verle la cara pero por parece ser alguien musculado, todo lo contrario que yo. Se planta a un palmo de mi mujer.
-Cielo este va a ser mi amante esta tarde. Lo haremos aquí mismo en el sofá en el que ahora estás sentado tú- mientras habla mirando fijamente a cámara con las manos empieza a desabrochar los tejanos del hombre sin rostro. –Ahora quiero que veas lo que es un hombre de verdad, cariño- poco a poco va bajando los pantalones y los calzoncillos del extraño. Lo hace con cuidado y lentamente va apareciendo una polla que parece no tener fin. Mi amor le ha bajado los pantalones hasta medio muslo y el glande aún no aparece. Diana deja de mirar la cámara y se centra en el enorme falo a su lado. Besa suavemente el tallo de lo que intuyo es una polla descomunal.
-Si fuese tu, cariño, ahora mismo estaría avergonzado de ir por ahí con esa cosita en los pantalones, a decir verdad casi no me importa que te follaras a esa cría de 20 añitos. Gracias a eso ahora tengo la oportunidad de estar con un hombre de verdad- Finalmente aparece el glande rosado e inflamada del extraño y al sentirse liberada, la polla le golpea en la barbilla a mi mujer que suelta una risita picarona.
Tomo aliento y me preparo para ver como mi mujer le come la polla a otro con total impunidad. Conozco a Diana y por su mirada puede intuir que está insegura, nunca ha sido muy fogosa y supongo que esto lo hace empujada solamente por la rabia de saberse cornuda.
Mi cielo esta parada frente un falo de unos 20 centímetros, noto como admira ese tronco, puedo imaginar sus pensamientos al comparar ese portento de la naturaleza con mis escasos 11 centímetros. Diana toma con su mano la polla de mi enemigo anónimo y no puede abarcar con sus dedos todo el perímetro de semejante polla.
Llega el momento de la verdad, mi amor abre la boca y deja pasar esa enorme polla entre sus labios carnosos. Me quedo perplejo al descubrir que mi santa esposa no tiene ningún reflejo de vomito cuando el desconocido empuja su cabeza hasta que veo con asombro como los labios de mi mujer tocan el pubis del extraño. Es algo digno de admirar, si no fuese por qué es mi esposa. No se aparta, no hace ningún gesto de resistencia, simplemente veo como un hilo de baba se descuelga de su boca y empapa las pelotas de su amante. Tras unos largos segundos con la polla violando su garganta empieza a mamar frenéticamente felando por entero ese enorme miembro. Los gemidos del hombre quedan eclipsados por el gorgoteo que emite mi mujer desde los más profundo de su garganta. De las pelotas de su amante no paran de fluir hilos de baba que van cayendo sobre el sofá. Me centro en el vídeo e identifico donde estaban hace escasas horas, ahí está, la tela esta empapada. Estoy tocando con mis manos las babas de mi mujer mientras se comía una polla.
Diana me saca de mi ensimismamiento cuando me llama a través del televisor-Gracias, no sabes cuánto necesitaba esto cielo, siempre me ha gustado la sensación de estar llena de polla y contigo esto es imposible. Me muero para que veas cómo me llena por todos mis agujeritos- conozco a Diana y sé que su culo es un templo para ella, es un farol. Espero.- Apenas un milisegundo el extraño sigue follando la boca de mi mujer volviendo los gorgoteos a ser el único sonido audible en la sala. El extraño separa la boca de mi mujer de su polla y la empuja rudamente contra el sofá. Diana me ofrece su coño y su culo a cuatro patas con los brazos apoyados en el cabecero del sofá. Veo como el extraño agarra a mi señora por las nalgas y se las abre de par en par. El coño de Diana es una perla brillante debido al reflejo de la luz en sus jugos. El coño de Diana es digno de admirar sus labios son realmente carnosos, de hecho me encanta apretárselos con mis dedos y ver como su clítoris aparece entre ellos, pero a pesar de ser unos labios grandes no cuelgan lo más mínimo simplemente se hinchan y lubrican dándoles un aspecto realmente apetecible. Noto como mi polla se pone dura bajo mis pantalones. ¿Me estoy excitando viendo a mi mujer follada por otro?
Justo antes de penetrar a mi amor el extraño le da un sonoro cachete y su mano queda marcada en su nalga
-Ahh joder- grita Diana. Se gira para mirar a cámara – Ahora vas a ver como se folla de verdad a una mujer como yo, maridito.-
El extraño sin más preámbulos que la cachetada ensarta a mi mujer hasta el fondo lo que hace que Diana grite como un animal. El ritmo que le imprime es de un atleta profesional. Desde mi posición detrás de ellos puedo ver como las pelotas del semental rebotan en el clítoris de mi mujer que está empezando a curvar los deditos de sus pies. Un símbolo inequívoco de que le está gustando
-Joder, no no ufff no sabes lo que estoy.. lo que estoy sintiendo ahora mismo, cariño.- Suelta Diana entre jadeos girando su cabeza para mirar directamente a cámara, a mi.- Con tu pollita era imposible que me sintiese tan llena como lo estoy ahora, buff- suelta un bufido con cada embestida. De sus coño empieza a gotear una lluvia de flujo. Miro el suelo y ahí está una gran mancha en la moqueta, sigue húmeda y huele a Diana.
El extraño la agarra por el pelo y le da la vuelta para que se apoye en la mesita y quede parada mirando el televisor. Mi mujer ya no es la misma, el maquillaje que tan bien perfilaba los ojos de mi amada está todo corrido, largos goterones negros llegan hasta su mejilla. Realmente su aspecto actual es la de una puta a la que han usado con demasiada fuerza. Sus grandes tetas cuelgan por el efecto de la gravedad frente la cámara.
-Cariño no pierdas detalle por favor- dice mirándome directamente a los ojos a través del televisor- Ayy cielo que rico me está follando, gracias de verás cariño por esta oportunidad, uff que,, uff que duro me está dando mi amor- sus tetas se bambolean con cada embestida.
La respiración de Diana es cada vez más acelerada y sus ojos se pierden de vez en cuando dejándolos en blanco. Es una imagen realmente excitante ver a Diana con los ojos en blanco y todo el maquillaje corrido. El extraño la sujeta por las caderas para evitar que caiga ya que sus piernas empiezan a temblar sin control.
-Dios!!! Me corro!!!- Grita a cámara mirando fijamente- Joder joder otra vez aahhhh- Desconocía completamente que mi mujer fuese multiorgásmica.
Mi mujer se desploma encima de la mesa, con sus tetas aplastándose por el peso pero su amante no para de penetrarla, no le deja parar. Diana está completamente fuera de si tras un minuto y medio de orgasmo tras orgasmo. El muy cabrón agarra a Diana por el pelo y le levanta la cabeza para que pueda ver una Diana medio inconsciente con los ojos completamente en blanco y soltado todo tipo de frases inconexas.
Sin soltarla del pelo el extraño saca la polla del coño de mi mujer y se pone a su lado para follarle la boca. Ahora mismo Diana no puede ni moverse, es como si estuviese follándole la boca a una muñeca. Eso parece no desanimar al caballero que le clava el enorme pollón hasta el fondo una y otra vez. En un momento dado se escucha un jadeo grave y un ruido de gorgoteos exagerado. El hijo de puta se está corriendo en la garganta de Diana. Diana justo en ese momento recupera la mirada y la fija en la cámara. Mi amor quiere que lo vea bien. La descarga tiene que haber sido de órdago ya que empieza a salir por la comisura de sus labios desencajados para dar cabida a semejante miembro. Diana se atraganta, tose, y puedo ver perfectamente como algo de semen sale por su nariz. La ha inundado de leche. Las marcas de la lefada son patentes en la moqueta frente la mesa. Yo debido a una vasectomía hace mucho que no me corro de esa forma. Al ver como Diana disfruta de semejante corrida en su garganta, boca y nariz intuyo que hubiese preferido que no me la hubiera hecho.
Diana pone la mano en forma de cuchara debajo de su boquita y escupe una parte de la enorme corrida. Lleva la mano a su ano y lo lubrica con la carga de leche. Parece que mi mujer no iba de farol, se va a dejar reventar el orto.
-Abreme el culo- le pide con un hilo de voz a su amante. Diana ya esta completamente irreconocible. Esta cubierta de sudor y el maquillaje corrido se mezcla con restos de semen que caen por su barbilla al suelo. Se ha convertido en una puta integral. Asombroso
Ese hombre o mejor dicho superhombre parece no necesitar ni un minuto para recuperar su erección. Vuelve a agarrar por el pelo a mi esposa y la empuja otra vez contra el sofá. Quieren que vea bien el espectáculo. No creo posible que ese grueso tallo entre en el ano tan chico de mi santa esposa pero… otras líneas se han cruzado ya hoy.
Sin ningún miramiento el extraño coloca la punta del capullo en el ano de mi mujer, justo antes de empujar para y va hacia el televisor
-A dónde vas cabrón- grita Diana- ven aquí y fóllame el culo frente el cornudo de mi marido-
El extraño coge la cámara y se la coloca de forma que pueda ver perfectamente la operación
-Buena idea- le dice mi mujer a su amante –así no se perderá nada-
Desde mi nueva perspectiva veo como Diana se sujeta las nalgas dejando expuesto su ano. El extraño repite el proceso. Apoya el capullo en el agujerito de mi amor y empieza a presionar. Esta vez lo hace despacio, así que puedo ver perfectamente como el ano de mi señora se va dilatando a duras penas para poder alojar semejante polla.
-Ahhhh joder me estás partiendo en dos- el extraño parece tener más empatía de lo que creía y frena – no pares hijo de puta, quiero que revientes el ano-
Con energía renovada empieza a empujar más fuerte y veo perfectamente como el ano de mi mujer se dilata unos 5 cm para dejar pasar el capullo de ese hombre.
Los gritos de Diana son desgarradores pero en ningún momento pide una pausa. Finalmente todo el nabo está alojado en los intestinos de Diana. Los jadeos de Diana son perfectamente audibles. Justo llegados a este punto el extraño empieza a bombear el culo de mi esposa. A pesar de hacerlo con lentitud ella retoma sus gritos desgarradores. El extraño enfoca la cara de Diana y puedo ver como las lágrimas se mezclan con el maquillaje y los restos de semen. Está hecha una puta barata en ese mismo momento. El bombeo no se cesa pero si lo hacen los lamentos, que poco a poco empiezan a ser jadeos, jadeos de puro placer.
-Amor mio- dice mientras su amante le enfoca- que tonta he sido, esto es fantástico, juro que a partir de ahora me follarán más el culo que el coño. De hecho solo me follarás tú por el coño. El culo lo reservaré para otros hombre que de verdad sepan apreciar una mujer como yo- La muy hija de puta sabe dar donde más duele. Llevo años insistiendo en probar el sexo anal. No os mentiré, a pesar de lo que estaba viendo, una ligera alegría pasó por mi cabeza pensando que quizás yo podría hacerle lo mismo. Ahora sé que su ano estará vetado para mí por siempre.
Su amante vuelve a enfocar el ano de mi esposa, lentamente va retirando su polla y deja al descubierto su ojete completamente dilatado. Esa oscura cueva se abre y cierra con cada respiración de mi mujer. El extraño escupe en su dilatado ano y vuelve a introducirla lo que desata un grito a mi mujer. El bombeo es cada vez más fuerte y las piernas de Diana no paran de temblar. Lleva en un estado de orgasmo continuo desde hace un buen par de minutos. De fondo se escuchan sus jadeos y el sonido de las pelotas de su amante golpeándole el coño. Diana fuerza su ano hacia afuera para recibir completamente abierto esa polla que parece un brazo, puedo ver perfectamente como su esfínter está al límite y aún así Diana no para de gemir. A los jadeos de Diana se suman los de su amante anunciando un orgasmo inminente. De repente mi amor se escapa de la presa del extraño y se arrodilla frente a su polla. Sin ningún tipo de pudor empieza a mamar su polla saboreando su ano. Está completamente desatada, no es la mujer con la que yo me case, eso seguro. El hombre descarga por segunda vez en la boca de mi esposa. Oigo como Diana se atraganta intentado tragar todo lo que puede pero finalmente se separa de ese enorme rabo y abre la boca dejando caer parte del semen que no ha conseguido tragar por sus grandes pechos. La imagen de Diana es un cuadro, de rodillas, jadeante, llena de sudor, flujos y lefa mira sonriente a la cámara.
Estoy convencido de que nuestra relación no será ya nunca la misma.
Hola cariño, que bien que ya estés en casa- Diana está sentada en el sofá donde ahora mismo estoy sentado. Viste una minifalda y sus piernas enfundadas en unas medias de malla están cruzadas elegantemente realzando sus gemelos labrados a golpe de gimnasio.
-Supongo que te haces una idea de por qué te he preparado esta sorpresa- sonríe con malicia
Automáticamente sé de qué está hablando. Lo sabe, no sé bien como puede haber pasado pero sabe que le fui infiel.
Se nota que está nerviosa, constantemente tira de su top hacia abajo y más tarde se vuelve a colocar bien los tirantes, con cada tirón sus pechos, ¡Dios que pechos! Se marcan en la tela dejando ver unos pezones excitados por algún motivo que seguro pronto descubriré.
-Te crees que no soy más que una mujer florero ¿verdad cielo? Pensabas que no descubriría lo tuyo con la azafata del congreso internacional. Pues estás equivocado amor. A pesar de cómo me ves y de cómo me tratas soy más lista que tu.-
Su mirada está fija en la cámara y puedo ver perfectamente sus pupilas dilatadas rodeadas por un iris color miel. Lleva los ojos exquisitamente maquillados. De repente un par de piernas entran en el plano, no puedo verle la cara pero por parece ser alguien musculado, todo lo contrario que yo. Se planta a un palmo de mi mujer.
-Cielo este va a ser mi amante esta tarde. Lo haremos aquí mismo en el sofá en el que ahora estás sentado tú- mientras habla mirando fijamente a cámara con las manos empieza a desabrochar los tejanos del hombre sin rostro. –Ahora quiero que veas lo que es un hombre de verdad, cariño- poco a poco va bajando los pantalones y los calzoncillos del extraño. Lo hace con cuidado y lentamente va apareciendo una polla que parece no tener fin. Mi amor le ha bajado los pantalones hasta medio muslo y el glande aún no aparece. Diana deja de mirar la cámara y se centra en el enorme falo a su lado. Besa suavemente el tallo de lo que intuyo es una polla descomunal.
-Si fuese tu, cariño, ahora mismo estaría avergonzado de ir por ahí con esa cosita en los pantalones, a decir verdad casi no me importa que te follaras a esa cría de 20 añitos. Gracias a eso ahora tengo la oportunidad de estar con un hombre de verdad- Finalmente aparece el glande rosado e inflamada del extraño y al sentirse liberada, la polla le golpea en la barbilla a mi mujer que suelta una risita picarona.
Tomo aliento y me preparo para ver como mi mujer le come la polla a otro con total impunidad. Conozco a Diana y por su mirada puede intuir que está insegura, nunca ha sido muy fogosa y supongo que esto lo hace empujada solamente por la rabia de saberse cornuda.
Mi cielo esta parada frente un falo de unos 20 centímetros, noto como admira ese tronco, puedo imaginar sus pensamientos al comparar ese portento de la naturaleza con mis escasos 11 centímetros. Diana toma con su mano la polla de mi enemigo anónimo y no puede abarcar con sus dedos todo el perímetro de semejante polla.
Llega el momento de la verdad, mi amor abre la boca y deja pasar esa enorme polla entre sus labios carnosos. Me quedo perplejo al descubrir que mi santa esposa no tiene ningún reflejo de vomito cuando el desconocido empuja su cabeza hasta que veo con asombro como los labios de mi mujer tocan el pubis del extraño. Es algo digno de admirar, si no fuese por qué es mi esposa. No se aparta, no hace ningún gesto de resistencia, simplemente veo como un hilo de baba se descuelga de su boca y empapa las pelotas de su amante. Tras unos largos segundos con la polla violando su garganta empieza a mamar frenéticamente felando por entero ese enorme miembro. Los gemidos del hombre quedan eclipsados por el gorgoteo que emite mi mujer desde los más profundo de su garganta. De las pelotas de su amante no paran de fluir hilos de baba que van cayendo sobre el sofá. Me centro en el vídeo e identifico donde estaban hace escasas horas, ahí está, la tela esta empapada. Estoy tocando con mis manos las babas de mi mujer mientras se comía una polla.
Diana me saca de mi ensimismamiento cuando me llama a través del televisor-Gracias, no sabes cuánto necesitaba esto cielo, siempre me ha gustado la sensación de estar llena de polla y contigo esto es imposible. Me muero para que veas cómo me llena por todos mis agujeritos- conozco a Diana y sé que su culo es un templo para ella, es un farol. Espero.- Apenas un milisegundo el extraño sigue follando la boca de mi mujer volviendo los gorgoteos a ser el único sonido audible en la sala. El extraño separa la boca de mi mujer de su polla y la empuja rudamente contra el sofá. Diana me ofrece su coño y su culo a cuatro patas con los brazos apoyados en el cabecero del sofá. Veo como el extraño agarra a mi señora por las nalgas y se las abre de par en par. El coño de Diana es una perla brillante debido al reflejo de la luz en sus jugos. El coño de Diana es digno de admirar sus labios son realmente carnosos, de hecho me encanta apretárselos con mis dedos y ver como su clítoris aparece entre ellos, pero a pesar de ser unos labios grandes no cuelgan lo más mínimo simplemente se hinchan y lubrican dándoles un aspecto realmente apetecible. Noto como mi polla se pone dura bajo mis pantalones. ¿Me estoy excitando viendo a mi mujer follada por otro?
Justo antes de penetrar a mi amor el extraño le da un sonoro cachete y su mano queda marcada en su nalga
-Ahh joder- grita Diana. Se gira para mirar a cámara – Ahora vas a ver como se folla de verdad a una mujer como yo, maridito.-
El extraño sin más preámbulos que la cachetada ensarta a mi mujer hasta el fondo lo que hace que Diana grite como un animal. El ritmo que le imprime es de un atleta profesional. Desde mi posición detrás de ellos puedo ver como las pelotas del semental rebotan en el clítoris de mi mujer que está empezando a curvar los deditos de sus pies. Un símbolo inequívoco de que le está gustando
-Joder, no no ufff no sabes lo que estoy.. lo que estoy sintiendo ahora mismo, cariño.- Suelta Diana entre jadeos girando su cabeza para mirar directamente a cámara, a mi.- Con tu pollita era imposible que me sintiese tan llena como lo estoy ahora, buff- suelta un bufido con cada embestida. De sus coño empieza a gotear una lluvia de flujo. Miro el suelo y ahí está una gran mancha en la moqueta, sigue húmeda y huele a Diana.
El extraño la agarra por el pelo y le da la vuelta para que se apoye en la mesita y quede parada mirando el televisor. Mi mujer ya no es la misma, el maquillaje que tan bien perfilaba los ojos de mi amada está todo corrido, largos goterones negros llegan hasta su mejilla. Realmente su aspecto actual es la de una puta a la que han usado con demasiada fuerza. Sus grandes tetas cuelgan por el efecto de la gravedad frente la cámara.
-Cariño no pierdas detalle por favor- dice mirándome directamente a los ojos a través del televisor- Ayy cielo que rico me está follando, gracias de verás cariño por esta oportunidad, uff que,, uff que duro me está dando mi amor- sus tetas se bambolean con cada embestida.
La respiración de Diana es cada vez más acelerada y sus ojos se pierden de vez en cuando dejándolos en blanco. Es una imagen realmente excitante ver a Diana con los ojos en blanco y todo el maquillaje corrido. El extraño la sujeta por las caderas para evitar que caiga ya que sus piernas empiezan a temblar sin control.
-Dios!!! Me corro!!!- Grita a cámara mirando fijamente- Joder joder otra vez aahhhh- Desconocía completamente que mi mujer fuese multiorgásmica.
Mi mujer se desploma encima de la mesa, con sus tetas aplastándose por el peso pero su amante no para de penetrarla, no le deja parar. Diana está completamente fuera de si tras un minuto y medio de orgasmo tras orgasmo. El muy cabrón agarra a Diana por el pelo y le levanta la cabeza para que pueda ver una Diana medio inconsciente con los ojos completamente en blanco y soltado todo tipo de frases inconexas.
Sin soltarla del pelo el extraño saca la polla del coño de mi mujer y se pone a su lado para follarle la boca. Ahora mismo Diana no puede ni moverse, es como si estuviese follándole la boca a una muñeca. Eso parece no desanimar al caballero que le clava el enorme pollón hasta el fondo una y otra vez. En un momento dado se escucha un jadeo grave y un ruido de gorgoteos exagerado. El hijo de puta se está corriendo en la garganta de Diana. Diana justo en ese momento recupera la mirada y la fija en la cámara. Mi amor quiere que lo vea bien. La descarga tiene que haber sido de órdago ya que empieza a salir por la comisura de sus labios desencajados para dar cabida a semejante miembro. Diana se atraganta, tose, y puedo ver perfectamente como algo de semen sale por su nariz. La ha inundado de leche. Las marcas de la lefada son patentes en la moqueta frente la mesa. Yo debido a una vasectomía hace mucho que no me corro de esa forma. Al ver como Diana disfruta de semejante corrida en su garganta, boca y nariz intuyo que hubiese preferido que no me la hubiera hecho.
Diana pone la mano en forma de cuchara debajo de su boquita y escupe una parte de la enorme corrida. Lleva la mano a su ano y lo lubrica con la carga de leche. Parece que mi mujer no iba de farol, se va a dejar reventar el orto.
-Abreme el culo- le pide con un hilo de voz a su amante. Diana ya esta completamente irreconocible. Esta cubierta de sudor y el maquillaje corrido se mezcla con restos de semen que caen por su barbilla al suelo. Se ha convertido en una puta integral. Asombroso
Ese hombre o mejor dicho superhombre parece no necesitar ni un minuto para recuperar su erección. Vuelve a agarrar por el pelo a mi esposa y la empuja otra vez contra el sofá. Quieren que vea bien el espectáculo. No creo posible que ese grueso tallo entre en el ano tan chico de mi santa esposa pero… otras líneas se han cruzado ya hoy.
Sin ningún miramiento el extraño coloca la punta del capullo en el ano de mi mujer, justo antes de empujar para y va hacia el televisor
-A dónde vas cabrón- grita Diana- ven aquí y fóllame el culo frente el cornudo de mi marido-
El extraño coge la cámara y se la coloca de forma que pueda ver perfectamente la operación
-Buena idea- le dice mi mujer a su amante –así no se perderá nada-
Desde mi nueva perspectiva veo como Diana se sujeta las nalgas dejando expuesto su ano. El extraño repite el proceso. Apoya el capullo en el agujerito de mi amor y empieza a presionar. Esta vez lo hace despacio, así que puedo ver perfectamente como el ano de mi señora se va dilatando a duras penas para poder alojar semejante polla.
-Ahhhh joder me estás partiendo en dos- el extraño parece tener más empatía de lo que creía y frena – no pares hijo de puta, quiero que revientes el ano-
Con energía renovada empieza a empujar más fuerte y veo perfectamente como el ano de mi mujer se dilata unos 5 cm para dejar pasar el capullo de ese hombre.
Los gritos de Diana son desgarradores pero en ningún momento pide una pausa. Finalmente todo el nabo está alojado en los intestinos de Diana. Los jadeos de Diana son perfectamente audibles. Justo llegados a este punto el extraño empieza a bombear el culo de mi esposa. A pesar de hacerlo con lentitud ella retoma sus gritos desgarradores. El extraño enfoca la cara de Diana y puedo ver como las lágrimas se mezclan con el maquillaje y los restos de semen. Está hecha una puta barata en ese mismo momento. El bombeo no se cesa pero si lo hacen los lamentos, que poco a poco empiezan a ser jadeos, jadeos de puro placer.
-Amor mio- dice mientras su amante le enfoca- que tonta he sido, esto es fantástico, juro que a partir de ahora me follarán más el culo que el coño. De hecho solo me follarás tú por el coño. El culo lo reservaré para otros hombre que de verdad sepan apreciar una mujer como yo- La muy hija de puta sabe dar donde más duele. Llevo años insistiendo en probar el sexo anal. No os mentiré, a pesar de lo que estaba viendo, una ligera alegría pasó por mi cabeza pensando que quizás yo podría hacerle lo mismo. Ahora sé que su ano estará vetado para mí por siempre.
Su amante vuelve a enfocar el ano de mi esposa, lentamente va retirando su polla y deja al descubierto su ojete completamente dilatado. Esa oscura cueva se abre y cierra con cada respiración de mi mujer. El extraño escupe en su dilatado ano y vuelve a introducirla lo que desata un grito a mi mujer. El bombeo es cada vez más fuerte y las piernas de Diana no paran de temblar. Lleva en un estado de orgasmo continuo desde hace un buen par de minutos. De fondo se escuchan sus jadeos y el sonido de las pelotas de su amante golpeándole el coño. Diana fuerza su ano hacia afuera para recibir completamente abierto esa polla que parece un brazo, puedo ver perfectamente como su esfínter está al límite y aún así Diana no para de gemir. A los jadeos de Diana se suman los de su amante anunciando un orgasmo inminente. De repente mi amor se escapa de la presa del extraño y se arrodilla frente a su polla. Sin ningún tipo de pudor empieza a mamar su polla saboreando su ano. Está completamente desatada, no es la mujer con la que yo me case, eso seguro. El hombre descarga por segunda vez en la boca de mi esposa. Oigo como Diana se atraganta intentado tragar todo lo que puede pero finalmente se separa de ese enorme rabo y abre la boca dejando caer parte del semen que no ha conseguido tragar por sus grandes pechos. La imagen de Diana es un cuadro, de rodillas, jadeante, llena de sudor, flujos y lefa mira sonriente a la cámara.
Estoy convencido de que nuestra relación no será ya nunca la misma.
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