You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Me convierto en la mujer de mi padre Parte IV

Hola a todos y todas, hoy os contaré mi cuarto relato: soy una mujer de 45 años, casada, con 2 preciosas hijas, soy una mujer la verdad normalita, aunque me gusta cuidarme, soy de cabello castaño claro y lacio, piel blanquita, ojos miel, mido 1.68cm y peso 69kg. 
Hoy quiero contaros cómo sigue:
Estaba tumbada en la cama, con el semen de mi papá en mis entrañas mezclándose con mi jugo pero me tuve que levantar pues la llamada de la naturaleza no podía esperar. Fui al baño y me senté en la taza para hacer pipí, mi papá se seguía duchando, podía ver su espléndida figura a través de la mampara:
- Cielo tráeme unas toallas que se me olvidaron - me dijo papá 
+ Sí cariño - respondí de sorpresa, nunca le había llamado así, no sé si lo escuchó o no pero terminé y salí de allí avergonzada.
Le llevé la toalla y se las dejé al lado para que las cogiera. Fui a ver cómo estaban mis hermanos, estaban atontados con la TV, pues recogí la merienda y serví la de papá y la mía. Nos sentamos y la comenzamos ha hablar de cosas banales pero a papá se le veía mejor, más alegre parecía que por ahora mi promesa con mamá la estaba cumpliendo bien.
Hice la cena y cenamos todos juntos, recogí y me senté a descansar viendo la TV. Llegó el momento de irse a la cama, la primera vez que dormiría con papá, la primera vez que ocuparía en su cama el lugar de mamá, mis hermanos se sorprendieron al ver que dormiría con papá, pero me daba igual, ya estaba hecho. Me puse el pijama y esperé a papá ya que yo termine antes de prepararme para dormir que él, estaba de pie junto a la cama, cuando llegó, le abrí la cama y una vez dentro me metí yo algo nerviosa a su lado. Ya os puedo decir que me costó dormir pero papá en un acto involuntario dormido me abrazó haciendo la cucharita, dios estaba en la gloria, lo recuerdo perfectamente, estaba muy feliz y parecía que papá también.
Al final pude dormir y la verdad que muy bien. Sonó el despertador, como siempre me levantaba antes que todos con suficiente tiempo para preparar todo. Al terminar de preparar el desayuno fui a despertar a papá, me metí en la cama y acariciándole el rostro le intentaba despertar, ya dije en mi anterior relato que yo ya no veía a papá cómo mi papá si no como mi esposo, lo amaba, lo quería, lo necesitaba. Papá se despertó con una sonrisa y acto seguido me dio un beso en la boca, no me lo esperaba, la primera vez que papá me besaba en los labios y la verdad me gustó:
- buenos días amor - me dijo.
Vaya eso tampoco me lo esperaba:
- bu, buenos días cariño - le respondí nerviosa
Nos quedamos como tontos embelesados sin decir nada pero por desgracia todo se acaba y la segunda alarma nos devolvió a la realidad. Salimos de la habitación, papá al baño yo a esperarle para desayunar, de pie, preparada para acomodarle la silla. Llegó papá y yo le acomodé la silla, y nos pusimos a desayunar.
El día siguió tranquilo, mis hermanos se despertaron, desayuno y quehaceres a parte de tener que hacer la compra. Llegué de comprar y coloqué todo, eran las 12:30, la hora de empezar ha hacer la comida, deseosa de que mi esposo llegase a casa para que se relaje y si él quería volver a tomarme, porque mi deseo era tremendo. Era un deseo intenso debido pienso yo que por el paso que dimos en nuestra relación, ese paso de padre-hija a matrimonio.
Papá llegó a casa, rauda salí de la cocina a recibirle:
+ Hola cielo ¿Que tal el día? - le dije cogiendo sus cosas
- Estresado hoy fue muy duro - me dijo dándome la chaqueta
+ Bueno ahora comes y te relajas un ratito - le dije con una sonrisa
- Eso quiero, relajarme - me dijo
Me quedé en silencio:
+ Bueno, siéntate en el sofá y te sirvo una copa de vino - le dije colocando sus cosas
- Primero quiero descargar - me soltó
No dije nada, me le quede mirando, sabía perfectamente a lo que se refería
+ Pero llegarán en nada los niños - dije al momento
- No pasa nada, una mamadita y luego ya lo hacemos bien - me dijo ya autoritario
Salí corriendo a la cocina, apagué el fuego y me fui a la habitación, papá ya está allí de pie quitándose los pantalones, yo rauda me desnudé y me puse de rodillas en frente de él. Yo como buena mujer le terminé de sacar los pantalones y los bóxer y allí estaba el trozo de carne que mi mamá me había confiado apuntándome. Fui a empezar a lamerla pero papá me frenó en seco:
- Abre la boca - me dijo autoritario
No dije nada solo obedecí, papá me agarró por la nuca y presionó mi cabeza contra su pene, me la metía de una y la sacaba, me la metía y sacaba, se escuchaba el clásico sonido de el pene chocar con mi garganta con mi saliva, la cual ya caía por mi cara. Papá bufaba, bendecía, no sé qué pasaría en el trabajo pero estaba deseoso incluso más que yo y ya era decir. Papá siguió con ese ritmo, casi sin dejarme respirar, las arcadas venían cada vez más seguidas pero ahí estaba yo, aguantando como buena mujer y esposa por la satisfacción de mi marido y hombre. Las rodillas me dolían, papá no se venía, llevábamos ya como 15 minutos en esa posición sin cesar, la garganta ya estaba diría dilatada pues aguantaba las fuertes embestidas de papá. Papá paro en seco y me sacó el pene de la boca, yo me quedé quieta, mirando su pene con la baba colgando:
- vamos chupa - me ordenó
Empecé a chupar como me ordenó papá, con buen ritmo, pero esta vez él estaba sentado. Empezó a manosear mis pechos a pegarme pellizcos el los senos, a estirar, retorcer mis pezones, los cuales ya no me dolían, me gustaba incluso. Mi vagina chorreante de mi fluido de tal excitación, manoseando con una mano los testículos de papá esperando su dulce néctar, la otra mano acompañando el movimiento de mi boca masturbándole para darle el mayor placer a mi marido. De pronto se escuchó la puerta, los niños habían llegado, miré a papá con su pene en la boca y él me hizo el gesto de seguir y así hice. Se escuchaba a los niños hablar entre ellos, yendo a sus habitaciones, cerca de la nuestra mi papá seguía con sus bufadas y yo haciéndole el oral. Obviamente los niños preguntaron dónde estábamos a lo que mi papá, respondió:
- estamos en la habitación los dos, en cuanto descargue salimos - dijo entre jadeos
Yo me sorprendí, le acaba de confesar a mis hermanos lo que estábamos haciendo, pero yo seguí a lo mío, haciendo el mejor oral que podía hacer y disfrutando de los manoseos de papá junto con sus pellizcos y retorceduras de pezones. De repente, papá me cogió de la nuca y me metió todo su pene en la boca y empecé a sentir su semen bajando por mí garganta, que delicia, dios lo recuerdo como si fuese ayer... Sabía muy rico, incluso algo dulce, dios no quería que terminase, yo tragaba su semen abundante y no dejaba o intentaba que ningún trallazo saliera de mi boquita. Pero todo lo bueno termina, papá descargó en mi boquita y la sacó, pude limpiarsela recogiendo los restos que aún le salían, cosa deliciosa. Papá se levantó y desde esa posición le vestí, me encantaba hacerlo, le puse sus bóxer, pantalón y le acerqué las zapatillas de casa, al levantarme vi mis rodillas rojas, mis senos con algún morado, ya que al ser blanquita los moratones se notan antes y yo orgullosa de haber cumplido una vez más y ya nuestros niños sabían que la nueva mamá era yo, cosa que desembocaría en nuevos acontecimientos.
Espero que os haya gustado, en la mayor brevedad posible subiré el siguiente, muchas gracias por los comentarios los leo todos, de verdad me animan a escribir, claro está previo permiso de mi marido.
Un beso

1 comentarios - Me convierto en la mujer de mi padre Parte IV

leomorrison
Me gustó mucho la parte que tus hermanos se dieron cuenta, me gustó mucho el relato