Hola amigos buenos días! Cómo andan tanto tiempo? Acá les traigo un relato nuevo..!
Resulta que en el trabajo había una clienta de unos 38,39 años que iba y siempre hablaba conmigo. Se había separado hacía poco y venía a preguntarme a mí las dudas en el negocio. Un día me pide el face y se lo doy. Me empezó a mensajear y empezamos a hablar todos los días de diferentes cosas. Un día me dice si estaba muy ocupado antes de entrar a trabajar y le dije que no. Ella vivía a media cuadra de mí trabajo así que ir un rato antes para su casa no suponía mucho desvío ni retraso. Fui y nos quedamos charlando un rato en compañía de un buen café.
En una de las charlas que siguieron, me dijo que había soñado conmigo, que le llevaba un pedido a la casa, la hacía subir a la chata y le hacía de todo. Dándome el pie para preguntarle si quería que se le haga realidad. Por eso me invitó a comer una noche para ver si terminaba pasando algo.
Fui, preparo una comida exquisita y después del café me preguntó si sabía algo de autos. Le respondí que algo sabía y me llevo al garaje. Tenía un celta negro casi 0km. Le solucioné el problema con el auto y antes de volver al comedor me dice que de alguna forma me tenía que pagar. Me comió la boca mal. Y me dijo si quería ir a la pieza a seguir. Obvio le dije que si. Fuimos a la pieza, me siguió besando, mientras me sacaba la ropa y yo a ella, me empujó a la cama y de una se tiró encima. Sin nada de previa empezó a cabalgar encima mío. Estaba enloquecida, cómo queriendo gastar toda la pólvora que tenía guardada desde su separación. Termino la primera vez y subo yo, pero ella me dice que quiere de otra forma. Se pone en cuatro y se la empiezo a poner mientras con los dedos le puerteo y le voy abriendo despacito el culo. Yo tenía 20 años y ella casi el doble. Me pidió por favor que le haga el orto. Que era lo único que nunca había probado. Y se lo hice. Grito cómo nunca escuché gritar a una mujer. Me zarandeaba la cola y me movía la pija para todos lados. Terminamos juntos el anal y me fui a bañar para sacarme la transpiración. Tenía bien dura la verga todavía y entra ella en el baño. Me preguntó si todavía no se dormía y le dije que no. Se metió a la ducha conmigo y empezó a llenar la bañera, mientras bajaba y me empezaba a chupar la pija. Una vez que estaba llena, se recostó en el agua y se abrió de piernas. Me tiré un clavado y arrancamos de nuevo. Otra vez gritaba y con el eco del baño se notaba peor. Terminamos de nuevo los dos y me quedé a dormir. Al día siguiente fue al negocio con unas ojeras terribles y una sonrisa de oreja a oreja.
_no vayas a contar de lo de anoche.
_quedate tranquila que anoche me dejaste sin palabras, lo de anoche fue alta noche.
Se rió y se fue, no volvió a pasar más nada porque ella quería formalizar y yo no. Pero que fue algo de lo que nunca voy a olvidarme, fue.
Resulta que en el trabajo había una clienta de unos 38,39 años que iba y siempre hablaba conmigo. Se había separado hacía poco y venía a preguntarme a mí las dudas en el negocio. Un día me pide el face y se lo doy. Me empezó a mensajear y empezamos a hablar todos los días de diferentes cosas. Un día me dice si estaba muy ocupado antes de entrar a trabajar y le dije que no. Ella vivía a media cuadra de mí trabajo así que ir un rato antes para su casa no suponía mucho desvío ni retraso. Fui y nos quedamos charlando un rato en compañía de un buen café.
En una de las charlas que siguieron, me dijo que había soñado conmigo, que le llevaba un pedido a la casa, la hacía subir a la chata y le hacía de todo. Dándome el pie para preguntarle si quería que se le haga realidad. Por eso me invitó a comer una noche para ver si terminaba pasando algo.
Fui, preparo una comida exquisita y después del café me preguntó si sabía algo de autos. Le respondí que algo sabía y me llevo al garaje. Tenía un celta negro casi 0km. Le solucioné el problema con el auto y antes de volver al comedor me dice que de alguna forma me tenía que pagar. Me comió la boca mal. Y me dijo si quería ir a la pieza a seguir. Obvio le dije que si. Fuimos a la pieza, me siguió besando, mientras me sacaba la ropa y yo a ella, me empujó a la cama y de una se tiró encima. Sin nada de previa empezó a cabalgar encima mío. Estaba enloquecida, cómo queriendo gastar toda la pólvora que tenía guardada desde su separación. Termino la primera vez y subo yo, pero ella me dice que quiere de otra forma. Se pone en cuatro y se la empiezo a poner mientras con los dedos le puerteo y le voy abriendo despacito el culo. Yo tenía 20 años y ella casi el doble. Me pidió por favor que le haga el orto. Que era lo único que nunca había probado. Y se lo hice. Grito cómo nunca escuché gritar a una mujer. Me zarandeaba la cola y me movía la pija para todos lados. Terminamos juntos el anal y me fui a bañar para sacarme la transpiración. Tenía bien dura la verga todavía y entra ella en el baño. Me preguntó si todavía no se dormía y le dije que no. Se metió a la ducha conmigo y empezó a llenar la bañera, mientras bajaba y me empezaba a chupar la pija. Una vez que estaba llena, se recostó en el agua y se abrió de piernas. Me tiré un clavado y arrancamos de nuevo. Otra vez gritaba y con el eco del baño se notaba peor. Terminamos de nuevo los dos y me quedé a dormir. Al día siguiente fue al negocio con unas ojeras terribles y una sonrisa de oreja a oreja.
_no vayas a contar de lo de anoche.
_quedate tranquila que anoche me dejaste sin palabras, lo de anoche fue alta noche.
Se rió y se fue, no volvió a pasar más nada porque ella quería formalizar y yo no. Pero que fue algo de lo que nunca voy a olvidarme, fue.
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