Hola, esto que les voy a contar me sucedió hace un par de meses atrás, el cual nunca imaginé que me atrevería hacer y que iba a cambiar mi vida para siempre.
Mi nombre es Cecilia y tengo 24 años de edad, soy de 1.60 de estatura, delgada y de piel blanca, piernas bien formadas y grandes senos, con mi cabello castaño claro, lacio a la altura de mis hombros y mis ojos color miel, soy una mujer además de ser bonita felizmente casada con un hombre maravilloso, su nombre es Fernando con 35 años de edad y ya se lo que van a decirme, que ese hombre es 11 años mayor que yo, pero saben qué?, no me importa porque a final de cuentas soy muy feliz con él.
Como les decía, hace dos meses atrás cumplimos nuestro primer aniversario y obviamente mi esposo quería algo muy especial para los dos, sucede que él ya tenía una sorpresa para mí, pero yo curiosa y desesperada le insistí a que me la dijera.
-anda dime cual es la sorpresa, sabes que no te voy a dejar de molestar hasta que me digas.
-está bien si tu así lo quieres te la voy a decir ok, recuerdas que de novios me contaste tu fantasía sexual, me puedes decir cuál era?
-si claro que me acuerdo, tenía la fantasía de estar con dos hombres al mismo tiempo en la cama mientras que tu solo nos grabas y miras.
-pues ahí está la respuesta amor, te voy a dar de regalo de aniversario la oportunidad de que cumplas tu fantasía sexual frente a mis ojos.
-estás hablando en serio?
-claro o tienes algún problema con eso?
-es que yo no soy la del problema si no tú, tan solo pregúntate esto, que tantas ganas tienes de ver cómo me cogen dos hombres frente a ti y tu solo vas a poder ver y grabar nada más.
-pues yo no tengo ningún problema con eso, al contrario de solo imaginarte con dos hombres me pone a mil.
-ok si tu no tienes ningún problema con eso menos yo, lo hare solo con una condición, que tu escojas los dos hombres que quieres que me cojan.
-no te preocupes yo me encargo de eso.
Y enseguida se fue a buscar a los dos hombres para cumplir mi fantasía sexual, unas horas más tarde regreso con una sonrisa enorme en el rostro y supuse que traía buenas noticias para mi, yo en ese momento estaba sentada en la sala leyendo.
-que paso como te fue?
-pues bien, ya tengo listo tus dos regalos para este viernes a las 9 de la noche.
-mira que ágil eres hasta ya tienes el día y la hora, y bueno si lo voy hacer al menos dime de quienes se trata no?
-en vez de contarte por que no mejor los ves en persona.
En cuanto los paso a la sala me dieron un montón de nervios y mi corazón se me comenzó acelerar por lo repentino que estaba pasando en ese momento, después me quede sin aliento al ver dos rostros muy conocidos que se acercaban a la sala y tomaban asiento quedando frente a mi.
Como puede atreverse hacer esto mi esposo, se trataba de Adrián y Víctor mis dos queridos hermanos mayores de 30 y de 35 años de edad aun solteros, en ese preciso momento quería salir corriendo de ahí, moría de vergüenza y de nervios.
-hermanita ya Fernando nos contó lo que planean hacer este viernes, y queremos decirte los dos que no tienes por qué sentirte avergonzada ni apenada por algo que deseas hacer, cada quien tiene sus fantasías y se respetan y nosotros nos ofrecemos a cumplir tu fantasía solo porque eres nuestra hermanita menor y por qué te queremos, digo si es que no tienes miedo de estar con tus dos hermanitos en la cama.
Enserio que eran unos tontos los dos y por eso los amaba tanto, agradecida me puse de pie para abrazarlos y agradecerles por comprenderme y no juzgarme, entonces mi esposo les comento que ya todo estaba arreglado la cita era el viernes a las 9 pm y camino hacia la puerta para despedirlos, yo me gire para ir hacia la puerta también dándoles la espalda y de pronto sentí una buena nalgada que mis nalgas temblaron bastante, el único que sabía que las nalgadas me prendían era mi esposo y al hacerlo alguno de mis hermanos era obvio que mi esposo les había contado ese pequeño secretito mío a ellos, sin saber quién de mis hermanos fue en cuanto sentí la nalgada, una enorme excitación recorrió por todo mi cuerpo despertando la putita que dormía dentro de mí, con cara de perrita caliente voltee a ver quién de los dos había sido pero no supe quién y toda excitada despedimos a mis hermanos y así me fui a la cama a dormir con unas enormes ganas de ser penetrada y castigada.
Era jueves en la mañana, mi esposo se despidió de mi despertándome y se fue a trabajar, yo me quede acostada en mi cama, sintiéndome sola empecé a imaginarme yo en mi cama en medio de mis dos hermanos besándome y tocándome sin parar, mientras que mi esposo ahí sentado miraba como me empinaban quedando frente a la cabera de la cama lista para recibir mi merecido, mientras que mis hermanos se peleaban por querer penetrarme primero, mis dedos comenzaron a castigar mi clítoris de pronto sonó el teléfono insistentemente varias veces y no me quedo de otra más que contestar.
-bueno?
-Cecilia, que bueno que contestas, mira ocurrió algo inesperado, ayer estábamos platicando Adrián y yo de lo que íbamos hacer contigo mañana en la noche en tu casa, y no nos dimos cuenta que papa estaba ahí parado en la puerta y escucho todo.
-en serio, no inventes, que vamos hacer?.
-pues no se hermana, por eso te hable para contarte esto y para avisarte que mi papa salió desde hace rato y va para tu casa a platicar.
-no puedes ser, de todos modos gracias hermano yo veré que puedo hacer.
Y en cuanto colgué el timbre de la puerta sonó repetidas veces, era obvio que se trataba de papa, pues no conocía a nadie más que el que tenía tantas ganas de verme, apresurada baje y al abrir la puerta ahí estaba papa, mirada perdida, serio y un poco ebrio, enseguida lo pase y él se fue al mini bar de mi esposo y tomando una botella se sentó en la sala, tomando fuerzas y matando los nervios cerré la puerta de golpe y un aire se coló por entre mis piernas y me di cuenta en ese momento que por la llamada repentina de mi hermano y la visita inesperada de papa se me había olvidado ponerme ropa, pues baje de prisa abrirle la puerta a mi papa con solo mi bata.
Haciendo un nudo logre cerrar mi bata y pensé que no había ningún problema con eso, pues aquel hombre en la sala se trataba de mi papa, que cosa mala podía pasar.
-dime papa a que se debe tu visita y por qué vienes borracho?
-perdón hija por esta visita sorpresa pero quiero saber algo.
-dime papa, que quieres saber.
-hija, porque solo invitaste a tus hermanos mañana a tu reunión y a mí no? Es porque soy viejo, es porque sientes que no puedo satisfacerte como lo van hacer tus hermanos?
-basta papa, no permitiré que me digas estas cosas humillantes.
Entonces papa comenzó a llorar como niño chiquito repitiendo que nadie lo quería y realmente me rompió el corazón, no soportaba verlo así entonces me puse de pie y abrazándolo fuertemente le dije.
-no digas eso papa, yo te amo mucho y sabes que haría cualquier cosa por ti, solo no me pidas hacer cosas que no son correctas por favor.
Y papa aprovechando mi ingenua persona me sujeto de la cintura y con fuerza me giro quedando yo a espaldas de él, inmediatamente sentí su bulto del pantalón entre mis nalgas mientras que comenzó a besar mi espalda haciéndome retorcer de excitación.
-dicen algunas mujeres que hacerlo con dos hombres es rico pero hacerlo con tres te pueden hacer tocar el cielo.
-no papa por favor detente, por qué me dices esas cosas. -no me digas que no tienes ganas de que te dé una buena cogida en este momento mi amor.
Papa con hábiles manos ya me había desatado mi bata y con sus fuertes y toscas manos sujeto mis pechos apretándolos mientras me volvía loca con sus besos en mi cuello.
-papa por favor no me hagas esto, no sigas te lo suplico.
-enserio quieres que me detenga, si se ve que te está gustando putita.
Para serles sincera las nalgadas me prendían muchísimo, pero en el primer momento en que papa me llamo así, putita, me excite al máximo despertando papa sin querer la puta que guardaba dentro de mí, en ese momento ya no tenía control de mí, estaba dispuesta a ser la puta de papa al menos esa mañana, solita en casa estaba a punto de darle a papa algo valioso que muy pocas hijas le regalaban a su papa, estaba excitadísima y lo único que quería era que me cogiera papa.
Papa obviamente con su experiencia y conocimiento sabía lo que su hija le pedía a gritos con la pura mirada, así que con fuerzas me aventó al sofá quedando bien empinada y lista para él, con sus manos sujeto mi bata y me la subió hasta la cintura contemplando con sus ojos mi vagina y mi ano desnudos, con sus manos abrió mis nalgas y hundió su rostro comenzándome a comer mi ano de una manera maravillosa, alcance a lanzar un rico gemido mientras que la punta de su lengua intentaba alojarse en mi moviéndola mucho, después de unos minutos de comerse mi ano se fue directamente a mi vagina y con su lengua comenzó a comerse mi clítoris castigándolo cruelmente, de pronto no espero más y se puso de pie comenzándose a desabrochar su cinturón, con mis ojos le reclamaba el por qué tardaba tanto, mientras que papa contemplaba a su hija ahí empinadita y lista esperando su castigo, obviamente lo vi en su mirar, no podía creer lo que estaba a punto de comerse él solito, por fin logro desabrocharse todo y bajando sus bóxer un pene gordo peludo largo y en forma de arco quedo apuntando hacia mí, con su cabeza ancha y el tallo lleno de venas avisaba que me iba a doler primero pero me iba a gustar después.
Como era posible que papa a sus 60 años de edad tuviera un pene de ese tamaño y tan firme como un fierro, al fin se animó, papa se subió en mi como montando a su perrita y coloco su enorme pene en la entrada de mi vagina, estaba esperando con miedo y con ansias a que me lo metiera de un solo golpe pero no lo hacía, lo voltee a ver con mis ojos llenos de reclamo, papa que ocurre, porque tardas tanto en metérmelo, no vez que ya no aguanto, solo se lo decía con mi mirada, no me atrevía a pedirle con mi voz que me cogiera y ya, de pronto se escuchó un carro afuera de la casa.
-papa pronto bájate de mí y vístete por favor, es Fernando y no nos puede encontrar así.
Papa apenas se subió sus bóxer y pantalón y justo cuando me terminaba de cerrar la bata entro mi marido saludando, no se los voy a negar pero en ese preciso momento odie con todas mis fuerzas a él, porque gracias a su inoportuna llegada me privo de probar el delicioso pene de papa que estaba a punto de tener a dentro, me despedí de papa frustrada y excitadísima mientras que el aprovechando el descuido de mi esposo me dio un beso en los labios y paso sus dedos por mi vagina para llevárselos a la boca frente a mí y a mi esposo y él lo noto.
-que sucede suegro?
-nada hijo, Cecilia me invito un postre y la verdad estaba tan delicioso que mírame, me estoy chupando los dedos de su rico sabor.
Mire a papa sonriéndole como diciendo, que travieso era, de igual manera ese día en la noche me fui a la cama igual, tremendamente excitada y fantaseada por el pene de papa, no podía olvidarlo y lentamente mi calentura y excitación se iban acumulando hasta casi convertirse en una bomba que tenía que explotar en cualquier momento.
Por fin era viernes el día tan inesperado para mí, durante el día compramos botellas de vino y botana y después nos dedicamos a limpiar la casa, eran las ocho de la noche cuando me decidí a meter a bañar, me quedaba una hora así que intente relajarme, minutos después salí ya bañada y sobre la cama había una minifalda color negro muy cortita, unas medias negras de encaje con baby doll, unos tacones negros, una blusa color rojo con una abertura en medio mostrando un enorme escote que con el menor movimiento se me podían salir mis senos de mi blusa, una cadenita y un par de aretes finos, dato curioso no había ropa interior, por ningún lado encontraba ni un sostén ni mucho menos un calzoncito, enseguida supe que todo esto era obra de mi marido, pues quería darle un regalo muy especial a mis dos hermanos y obviamente a ellos les iba fascinar tenerme así, sin ropita intima.
Ya vestida me contemple en el espejo y vi reflejada a una prostituta fina y hermosa, de esas prostitutas que no cualquier hombre puede pagar y tener, y comprendí lo afortunados que eran mis hermanos en ese momento, el reloj marco las 9 pm, tomando aire y armándome de valor salí de la recamara caminando hacia la sala donde mi esposo ya me esperaba con música ligera y una copa de vino.
Enseguida le recibí la copa y me la bebí de un solo trago para después pedirle otra.
-estas nerviosa?
-un poco amor.
-no te preocupes, pase lo que pase, tu disfrútalo mucho, déjate llevar y entrégate.
Mientras me tomaba de un solo golpe la segunda copa de vino intentaba relajarme y agarrar valor, le pedí una tercera copa de vino y cuando me la estaba sirviendo el timbre de la puerta sonó, mi corazón comenzó acelerarse y comencé a tener un montón de emociones extrañas, mi esposo paso a mis dos hermanos que por la importancia del momento venían de traje, llegaron a la sala donde yo me estaba terminando la tercera copa de vino, apenas los abrace para saludarlos y ya me estaba excitando poco a poco, enseguida me miraron de pies a cabeza y no podían disimular su mirada en el escote pues apenas podía mantener mis enormes senos dentro de mi blusa abierta, gracias a las tres copas de vino me sentí más liberal y quise jugar un poco con mis hermanos que tenía sentados frente mí, así que maliciosamente cruce una de mis piernas y la minifalda se me recorrió mucho dejándoles ver mis dos hermosas piernas a los dos.
Enseguida mi esposo les ofreció una copa de vino y poniendo música los invito a que bailaran conmigo, turnándose obviamente, primero bailaba con Adrián y después con Víctor, después de un rato miraba la mesa de centro llena de botellas de vino vacías, ya estábamos algo entonados y nos sentíamos más abiertamente en confianza, fue entonces que estaba bailando con Víctor, estaba muy pegada a él y podía sentir su bulto del pantalón chocando en mi vientre, de pronto Adrián me abrazo por atrás y su bulto se hundió entre mis nalgas provocando un rico cosquilleo en mi interior, ahí estaba en medio de mis dos hermanos bailando muy pegaditos mi como haciendo un sándwich, entonces sentí que se detuvo el tiempo, mire a mi esposo que ya ponía una cámara de video con un tripie enfocando hacia nosotros, entonces supe que había llegado el momento.
Mi esposo pulso el rec y la cámara empezó a grabar el momento en que Víctor comenzaba a besar mi cuello al mismo tiempo que Adrián, ambos me volvían loca de placer, tenía en mi cabeza las palabras de mi esposo que decían, disfrútalo y déjate llevar, todo va a estar bien, lo sentía mucho por mi esposo por si en algún momento se arrepentía pues en ese momento ya no había nada que me hiciera detenerme, entonces sin pensarlo me entregue, comencé a besar a Víctor con mucha pasión para después besar Adrián tambíen, tenía muy definido lo que yo quería, que esa noche me dieran la cogida de mi vida hasta matarme no me importaba.
Víctor y Adrián comenzaron a bajar lentamente hasta quedar hincados ante mí, después Víctor subió una de mis piernas en un taburete y la minifalda se me recorrió completamente hasta mi cintura quedando expuestos mis dos orificios, como perros hambrientos comenzó a comerme mi vagina y Adrián mi ano haciendo que gritare de verdadero placer, la forma en que me comían los dos me hacían pensar en las tremendas ganas que me traían y de años atrás, lo mismo decía de papa, no pude aguantar más sus lenguas y se me vino un delicioso orgasmo mojando los labios de mi hermano Víctor, pronto se pusieron de pie y comenzando a desabrocharse el pantalón entendí la invitación, así que era mi turno, enseguida quede de rodillas ante ellos y pude ver ese par de penes no más grandes que el de papa pero tenían buen tamaño
Como toda una zorrita sujete los dos con mis manos y comencé a chupar uno y después el otro turnándome e intentando satisfacer a mis dos hermanitos, podía sentir como sujetaban mi cabello a modo que siguiera chupando sin descansar y en ocasiones parecía que me estaban ahogando, apenas podía voltear a ver a mi esposo que se masturbaba mirando tan excitante escena, de pronto sonó el timbre de la puerta y mi esposo fue abrir, enseguida paso a dos hombres que a mi distancia no lograba reconocerlos, se comenzaron a desnudar y yo sin saber que sucedía o que tramaba mi esposo seguía chupando los penes de mis hermanos, mi esposo se acercó a mí y me dijo que no me preocupara, que siguiera disfrutando el momento porque el si lo está disfrutando muchísimo, enseguida esos dos hombres se unieron a mis hermanos y entonces pude reconocerlos.
Era nada menos que Héctor y Pedro dos señores como de 50 años de edad muy amigos de mi esposo, en muchas ocasiones fuimos a cenar juntos y tenía que soportar sus miradas perversas casi desnudándome completa, vaya que era incomodo, y en este momento hasta iban a tener la oportunidad de cogerme, todo gracias a mi querido esposo, pronto de tener dos penes pase a tener cuatro para chupar, por dentro moría de pena pero viendo las formas de esos penes me decidí a chuparlos tambíen, de nuevo ese timbre sonó y mi esposo paso a otros dos, cielos ahora quienes serán, ya desnudos se acercaron a mí y sentí un escalofrío en todo mi cuerpo, era Alex y Julio los dos hermanos mayores de mi esposo, de 45 y de 48 años de edad, no puede ser, que hacen mis dos cuñados aquí, enseguida se unieron al grupo y me llene de asombro, pues ya tenía 6 penes para mi solita de diferentes colores tamaños y formas.
No sé cómo lograba hacerlo pero chupar 6 penes y hacerlos disfrutar al mismo tiempo era complicado, pero no imposible, así que me metía de dos en la boca para hacerlo más excitante, voltee a ver a mi esposo y con la mirada le intentaba preguntar si le estaba gustando lo que veía, entonces me lleve una tremenda sorpresa, justo al lado de mi esposo estaba sentado mi suegro y mi papa completamente desnudos y masturbando sus enormes penes, como una chica golosa gatee hasta donde estaban ellos dejando a los 6 hombres atrás, pues el pene de papa y de mi suegro eran sin duda los más grandotes.
Con mis manitas sujete el pene de papa y llevándomelo a la boca murmure diciendo, ahora si papa, nadie va impedir que pruebe tu delicioso pene esta noche, y comencé a chuparlo con unas enormes ganas que parecía que me lo quería comer todo, podía escuchar como papa gemía de placer y se retorcía cuando lo tenía dentro de mi boca succionándole su jugo, lo deje descansar porque sentía que ya se venía y aun la noche era larga, sujete el de mi suegro y de la misma manera le di la mejor mamada de pene volviéndolo loco de placer, después comencé a turnarme chupando el de papa y el de mi suegro mientras que los otros 6 se acercaron a mí y comenzaron a besar todo mi cuerpo, unos besaban mi espalda, mi cuello, mis senos, mis piernas, mi vagina y mi ano, sentía tantas lenguas y manos que me sentí la mujer más afortunada del mundo pero tambíen sabía que esa noche los 8 me iban a dar la cogida de mi vida y me iban a destrozar completamente pues eran demasiados hombres para mi solita.
Pronto comenzó la acción, los primeros fueron mis hermanos, Víctor se acostó sobre el sofá grande con su pene en todo lo alto y me invito a subirme, como una niña obediente me subí en el y enseguida mi vagina se devoro todo su pene haciéndome lanzar un delicioso gemido, conforme comenzó a bombear me fui adaptando a su pene que entraba y salía ya con más facilidad y yo subía y bajaba disfrutando el momento con mi hermanito, sentí un escalofrió pues mi otro hermano Adrián se acercó a nosotros y montándome guio su pene en mi ano y comenzó a empujar chocando con el que cerradito no cedía, otro intento más con fuerza y dejándose caer en mi logro abrirlo con su poderosa cabeza, solo recuerdo que lancé un grito de dolor y comencé a llorar aumentando mis suplicas conforme iba entrando centímetro por centímetro, sentía mi ano y mi vagina completamente llenos de carne.
No quería ni moverme pues me dolía demasiado tener dos penes dentro de mí, de pronto mis dos hermanos comenzaron a bombearme al mismo tiempo a un ritmo semi lento, cielos que dolor tan delicioso comencé a sentir, mis manos se aferraron fuertemente al respaldo del sofá y comencé a gritar y a llorar conforme aumentaban sus bombeos duros y en sincronía, basto unos minutos para acostumbrarme a los dos intrusos que se alojaban en mis orificios haciéndome gozar como una loca mi primera doble penetración de mi vida, escuche un par de quejidos, eran mis hermanos que comenzaban a venirse uno en mi vagina y el otro en mi ano llenándolos completamente con su lechita, apenas los sacaron de mi dejando dos orificios rojos y abiertos saliéndose hilillos de semen resbalando por mis piernas.
Le tocaba al turno a Héctor y Pedro, los dos amigos de mi esposo, Héctor fue el que se acostó boca arriba y sin que me dijera lo monte comiéndome su pene completamente, enseguida me hice hacia delante mostrándole mi ano a Pedro, pues supuse que tambíen querían darme una doble penetración, lancé otro delicioso gemido cuando entro Pedro en mí y enseguida con más facilidad ya me estaban cogiendo los dos a un ritmo más fuerte, junto conmigo se comenzaron a venir bañándome todo mi interior con su semilla de hombre, sin dejarme descansar ni recuperar el aliento mis cuñados tomaron su turno y con sus manos toscas cargándome me acomodaron a modo que quede arriba de Alex y Julio arriba de mí, y sin piedad me comenzaron a dar mi tercera doble penetración esa noche, no supe cuánto llore ni cuantos gemidos lancé, lo único que sabía era que me estaban haciendo pedazos los 6 y faltaba papa y mi suegro, temblando comenzaron a venirse mis cuñados depositando su semillita fértil en mis orificios y yo tenía otro orgasmo perdiendo la cuenta de cuantos me hicieron tener.
Bajándome de Alex mire a papa que se acomodaba boca arriba quedando su poderoso pene listo para mí, con enorme deseo me subí sujetándome de su pecho peludo y lentamente me fui sentando en su pene comiéndomelo poco a poco con dificultad pues era más gordo y largo, enseguida mi vagina y yo notamos la gran diferencia del tamaño y cerrando los ojos comencé a gozar sin dejar de lloriquear mientras papa bombeaba con gran poder abriendo mis paredes vaginales llenándome de carne, cielos papa que grande la tienes, le decía gimiendo sin dejarlo de mirar mientras que el bombeaba con más y más fuerzas.
Aun no me acostumbraba del todo al tamaño de papa cuando de pronto me jalo hacia delante y recordé a mi suegro, que atrás de mi esperaba ansioso con su pene tremendamente grande casi igual al de papa, como me fui olvidar de él, estaba tan concentrada disfrutando el delicioso pene de papa que olvide a mi suegro que obviamente quería hacerme una doble penetración junto con papa, les suplique que fueran cuidadosos conmigo pues sus penes me daban miedo y más aún si entraban juntos.
Mi suegro me monto subiéndose completamente en mí que mis rodillas se hundieron en los cojines del sofá por su enorme peso, con sus manos fuertes me empujo aún más hacia delante quedando mis pechos colgando muy cerca de la boca de papa, sentí su cabeza en la entrada de mi ano y de un solo empujón logro abrir aún más mi ano dejando pasar todo su ancho y largo pedazo de carne hasta el fondo mi ser, volví a llorar como una putita mientras que sentía como palpitaban dentro de mi esas monstruosidades, suplicaba que mejor los sacaran pero no había respuesta a mi sufrimiento y dolor, entonces sentí morir al momento que empezaron a bombearme lentamente destrozando todo mi ano y vagina, parecía que me iban a partir en dos pues no soportaba a los dos al mismo tiempo adentrándose en mí, entonces mis pechos comenzaron mecerse más a vez pues los dos ya habían agarrado un ritmo exacto y rápido, no dejaba de sufrir y de llorar pues aun no me acostumbraba al tamaño de esos dos penes que se abrían camino abriéndome mas y más mis agujeritos, pusieron un espejo frente a mí de modo que veía el reflejo de mis partes íntimas.
Era impresionante como mi ano devoraba todo el pene de mi suegro quedando solo sus testículos fuera y mi vagina se tragaba todo el pene de papa de igual manera, nunca logre acostumbrarme a sus tamaños y mientras me hacían la doble penetración yo seguía llorando y suplicando, pues era demasiada carne para mis pequeños orificios, pronto comenzaron a temblar y empezaron a explotar dentro de mí, papa planto su semillita de hombre en mi vagina y mi suegro me inundo de semen mi ano que estaba completamente rojo y roto, después de depositar todo su semen dentro de mí, sacaron sus dos penes dejando mis orificios bien abiertos y vacíos pero bien alimentados sin tener más fuerzas caí casi desmayada sobre el sofá y me quede profundamente dormida en posición fetal.
Al siguiente día mis ojos sea abrieron y lo primero que sentí fue un tremendo dolor en mi ano y vagina, me dolía tambíen todo mi cuerpecito, tumbada sobre mi cama y aun desnuda recordé lo de anoche y podía sentir mi sonrisota de satisfacción marcada en mi rostro, cielos que cogida me habían dado los 8 anoche, pero todo tiene un precio, pues obviamente como nadie se cuidó de usar condón, salí embarazada dos meses después, de quien puede ser no lo sé, ahora estoy con mi pancita crecida, todos tienen la fantasía de cogerme así como estoy, bien preñada, obvio les digo que sí pero que deben de ser más cuidadosos conmigo.
Fin.
Mi nombre es Cecilia y tengo 24 años de edad, soy de 1.60 de estatura, delgada y de piel blanca, piernas bien formadas y grandes senos, con mi cabello castaño claro, lacio a la altura de mis hombros y mis ojos color miel, soy una mujer además de ser bonita felizmente casada con un hombre maravilloso, su nombre es Fernando con 35 años de edad y ya se lo que van a decirme, que ese hombre es 11 años mayor que yo, pero saben qué?, no me importa porque a final de cuentas soy muy feliz con él.
Como les decía, hace dos meses atrás cumplimos nuestro primer aniversario y obviamente mi esposo quería algo muy especial para los dos, sucede que él ya tenía una sorpresa para mí, pero yo curiosa y desesperada le insistí a que me la dijera.
-anda dime cual es la sorpresa, sabes que no te voy a dejar de molestar hasta que me digas.
-está bien si tu así lo quieres te la voy a decir ok, recuerdas que de novios me contaste tu fantasía sexual, me puedes decir cuál era?
-si claro que me acuerdo, tenía la fantasía de estar con dos hombres al mismo tiempo en la cama mientras que tu solo nos grabas y miras.
-pues ahí está la respuesta amor, te voy a dar de regalo de aniversario la oportunidad de que cumplas tu fantasía sexual frente a mis ojos.
-estás hablando en serio?
-claro o tienes algún problema con eso?
-es que yo no soy la del problema si no tú, tan solo pregúntate esto, que tantas ganas tienes de ver cómo me cogen dos hombres frente a ti y tu solo vas a poder ver y grabar nada más.
-pues yo no tengo ningún problema con eso, al contrario de solo imaginarte con dos hombres me pone a mil.
-ok si tu no tienes ningún problema con eso menos yo, lo hare solo con una condición, que tu escojas los dos hombres que quieres que me cojan.
-no te preocupes yo me encargo de eso.
Y enseguida se fue a buscar a los dos hombres para cumplir mi fantasía sexual, unas horas más tarde regreso con una sonrisa enorme en el rostro y supuse que traía buenas noticias para mi, yo en ese momento estaba sentada en la sala leyendo.
-que paso como te fue?
-pues bien, ya tengo listo tus dos regalos para este viernes a las 9 de la noche.
-mira que ágil eres hasta ya tienes el día y la hora, y bueno si lo voy hacer al menos dime de quienes se trata no?
-en vez de contarte por que no mejor los ves en persona.
En cuanto los paso a la sala me dieron un montón de nervios y mi corazón se me comenzó acelerar por lo repentino que estaba pasando en ese momento, después me quede sin aliento al ver dos rostros muy conocidos que se acercaban a la sala y tomaban asiento quedando frente a mi.
Como puede atreverse hacer esto mi esposo, se trataba de Adrián y Víctor mis dos queridos hermanos mayores de 30 y de 35 años de edad aun solteros, en ese preciso momento quería salir corriendo de ahí, moría de vergüenza y de nervios.
-hermanita ya Fernando nos contó lo que planean hacer este viernes, y queremos decirte los dos que no tienes por qué sentirte avergonzada ni apenada por algo que deseas hacer, cada quien tiene sus fantasías y se respetan y nosotros nos ofrecemos a cumplir tu fantasía solo porque eres nuestra hermanita menor y por qué te queremos, digo si es que no tienes miedo de estar con tus dos hermanitos en la cama.
Enserio que eran unos tontos los dos y por eso los amaba tanto, agradecida me puse de pie para abrazarlos y agradecerles por comprenderme y no juzgarme, entonces mi esposo les comento que ya todo estaba arreglado la cita era el viernes a las 9 pm y camino hacia la puerta para despedirlos, yo me gire para ir hacia la puerta también dándoles la espalda y de pronto sentí una buena nalgada que mis nalgas temblaron bastante, el único que sabía que las nalgadas me prendían era mi esposo y al hacerlo alguno de mis hermanos era obvio que mi esposo les había contado ese pequeño secretito mío a ellos, sin saber quién de mis hermanos fue en cuanto sentí la nalgada, una enorme excitación recorrió por todo mi cuerpo despertando la putita que dormía dentro de mí, con cara de perrita caliente voltee a ver quién de los dos había sido pero no supe quién y toda excitada despedimos a mis hermanos y así me fui a la cama a dormir con unas enormes ganas de ser penetrada y castigada.
Era jueves en la mañana, mi esposo se despidió de mi despertándome y se fue a trabajar, yo me quede acostada en mi cama, sintiéndome sola empecé a imaginarme yo en mi cama en medio de mis dos hermanos besándome y tocándome sin parar, mientras que mi esposo ahí sentado miraba como me empinaban quedando frente a la cabera de la cama lista para recibir mi merecido, mientras que mis hermanos se peleaban por querer penetrarme primero, mis dedos comenzaron a castigar mi clítoris de pronto sonó el teléfono insistentemente varias veces y no me quedo de otra más que contestar.
-bueno?
-Cecilia, que bueno que contestas, mira ocurrió algo inesperado, ayer estábamos platicando Adrián y yo de lo que íbamos hacer contigo mañana en la noche en tu casa, y no nos dimos cuenta que papa estaba ahí parado en la puerta y escucho todo.
-en serio, no inventes, que vamos hacer?.
-pues no se hermana, por eso te hable para contarte esto y para avisarte que mi papa salió desde hace rato y va para tu casa a platicar.
-no puedes ser, de todos modos gracias hermano yo veré que puedo hacer.
Y en cuanto colgué el timbre de la puerta sonó repetidas veces, era obvio que se trataba de papa, pues no conocía a nadie más que el que tenía tantas ganas de verme, apresurada baje y al abrir la puerta ahí estaba papa, mirada perdida, serio y un poco ebrio, enseguida lo pase y él se fue al mini bar de mi esposo y tomando una botella se sentó en la sala, tomando fuerzas y matando los nervios cerré la puerta de golpe y un aire se coló por entre mis piernas y me di cuenta en ese momento que por la llamada repentina de mi hermano y la visita inesperada de papa se me había olvidado ponerme ropa, pues baje de prisa abrirle la puerta a mi papa con solo mi bata.
Haciendo un nudo logre cerrar mi bata y pensé que no había ningún problema con eso, pues aquel hombre en la sala se trataba de mi papa, que cosa mala podía pasar.
-dime papa a que se debe tu visita y por qué vienes borracho?
-perdón hija por esta visita sorpresa pero quiero saber algo.
-dime papa, que quieres saber.
-hija, porque solo invitaste a tus hermanos mañana a tu reunión y a mí no? Es porque soy viejo, es porque sientes que no puedo satisfacerte como lo van hacer tus hermanos?
-basta papa, no permitiré que me digas estas cosas humillantes.
Entonces papa comenzó a llorar como niño chiquito repitiendo que nadie lo quería y realmente me rompió el corazón, no soportaba verlo así entonces me puse de pie y abrazándolo fuertemente le dije.
-no digas eso papa, yo te amo mucho y sabes que haría cualquier cosa por ti, solo no me pidas hacer cosas que no son correctas por favor.
Y papa aprovechando mi ingenua persona me sujeto de la cintura y con fuerza me giro quedando yo a espaldas de él, inmediatamente sentí su bulto del pantalón entre mis nalgas mientras que comenzó a besar mi espalda haciéndome retorcer de excitación.
-dicen algunas mujeres que hacerlo con dos hombres es rico pero hacerlo con tres te pueden hacer tocar el cielo.
-no papa por favor detente, por qué me dices esas cosas. -no me digas que no tienes ganas de que te dé una buena cogida en este momento mi amor.
Papa con hábiles manos ya me había desatado mi bata y con sus fuertes y toscas manos sujeto mis pechos apretándolos mientras me volvía loca con sus besos en mi cuello.
-papa por favor no me hagas esto, no sigas te lo suplico.
-enserio quieres que me detenga, si se ve que te está gustando putita.
Para serles sincera las nalgadas me prendían muchísimo, pero en el primer momento en que papa me llamo así, putita, me excite al máximo despertando papa sin querer la puta que guardaba dentro de mí, en ese momento ya no tenía control de mí, estaba dispuesta a ser la puta de papa al menos esa mañana, solita en casa estaba a punto de darle a papa algo valioso que muy pocas hijas le regalaban a su papa, estaba excitadísima y lo único que quería era que me cogiera papa.
Papa obviamente con su experiencia y conocimiento sabía lo que su hija le pedía a gritos con la pura mirada, así que con fuerzas me aventó al sofá quedando bien empinada y lista para él, con sus manos sujeto mi bata y me la subió hasta la cintura contemplando con sus ojos mi vagina y mi ano desnudos, con sus manos abrió mis nalgas y hundió su rostro comenzándome a comer mi ano de una manera maravillosa, alcance a lanzar un rico gemido mientras que la punta de su lengua intentaba alojarse en mi moviéndola mucho, después de unos minutos de comerse mi ano se fue directamente a mi vagina y con su lengua comenzó a comerse mi clítoris castigándolo cruelmente, de pronto no espero más y se puso de pie comenzándose a desabrochar su cinturón, con mis ojos le reclamaba el por qué tardaba tanto, mientras que papa contemplaba a su hija ahí empinadita y lista esperando su castigo, obviamente lo vi en su mirar, no podía creer lo que estaba a punto de comerse él solito, por fin logro desabrocharse todo y bajando sus bóxer un pene gordo peludo largo y en forma de arco quedo apuntando hacia mí, con su cabeza ancha y el tallo lleno de venas avisaba que me iba a doler primero pero me iba a gustar después.
Como era posible que papa a sus 60 años de edad tuviera un pene de ese tamaño y tan firme como un fierro, al fin se animó, papa se subió en mi como montando a su perrita y coloco su enorme pene en la entrada de mi vagina, estaba esperando con miedo y con ansias a que me lo metiera de un solo golpe pero no lo hacía, lo voltee a ver con mis ojos llenos de reclamo, papa que ocurre, porque tardas tanto en metérmelo, no vez que ya no aguanto, solo se lo decía con mi mirada, no me atrevía a pedirle con mi voz que me cogiera y ya, de pronto se escuchó un carro afuera de la casa.
-papa pronto bájate de mí y vístete por favor, es Fernando y no nos puede encontrar así.
Papa apenas se subió sus bóxer y pantalón y justo cuando me terminaba de cerrar la bata entro mi marido saludando, no se los voy a negar pero en ese preciso momento odie con todas mis fuerzas a él, porque gracias a su inoportuna llegada me privo de probar el delicioso pene de papa que estaba a punto de tener a dentro, me despedí de papa frustrada y excitadísima mientras que el aprovechando el descuido de mi esposo me dio un beso en los labios y paso sus dedos por mi vagina para llevárselos a la boca frente a mí y a mi esposo y él lo noto.
-que sucede suegro?
-nada hijo, Cecilia me invito un postre y la verdad estaba tan delicioso que mírame, me estoy chupando los dedos de su rico sabor.
Mire a papa sonriéndole como diciendo, que travieso era, de igual manera ese día en la noche me fui a la cama igual, tremendamente excitada y fantaseada por el pene de papa, no podía olvidarlo y lentamente mi calentura y excitación se iban acumulando hasta casi convertirse en una bomba que tenía que explotar en cualquier momento.
Por fin era viernes el día tan inesperado para mí, durante el día compramos botellas de vino y botana y después nos dedicamos a limpiar la casa, eran las ocho de la noche cuando me decidí a meter a bañar, me quedaba una hora así que intente relajarme, minutos después salí ya bañada y sobre la cama había una minifalda color negro muy cortita, unas medias negras de encaje con baby doll, unos tacones negros, una blusa color rojo con una abertura en medio mostrando un enorme escote que con el menor movimiento se me podían salir mis senos de mi blusa, una cadenita y un par de aretes finos, dato curioso no había ropa interior, por ningún lado encontraba ni un sostén ni mucho menos un calzoncito, enseguida supe que todo esto era obra de mi marido, pues quería darle un regalo muy especial a mis dos hermanos y obviamente a ellos les iba fascinar tenerme así, sin ropita intima.
Ya vestida me contemple en el espejo y vi reflejada a una prostituta fina y hermosa, de esas prostitutas que no cualquier hombre puede pagar y tener, y comprendí lo afortunados que eran mis hermanos en ese momento, el reloj marco las 9 pm, tomando aire y armándome de valor salí de la recamara caminando hacia la sala donde mi esposo ya me esperaba con música ligera y una copa de vino.
Enseguida le recibí la copa y me la bebí de un solo trago para después pedirle otra.
-estas nerviosa?
-un poco amor.
-no te preocupes, pase lo que pase, tu disfrútalo mucho, déjate llevar y entrégate.
Mientras me tomaba de un solo golpe la segunda copa de vino intentaba relajarme y agarrar valor, le pedí una tercera copa de vino y cuando me la estaba sirviendo el timbre de la puerta sonó, mi corazón comenzó acelerarse y comencé a tener un montón de emociones extrañas, mi esposo paso a mis dos hermanos que por la importancia del momento venían de traje, llegaron a la sala donde yo me estaba terminando la tercera copa de vino, apenas los abrace para saludarlos y ya me estaba excitando poco a poco, enseguida me miraron de pies a cabeza y no podían disimular su mirada en el escote pues apenas podía mantener mis enormes senos dentro de mi blusa abierta, gracias a las tres copas de vino me sentí más liberal y quise jugar un poco con mis hermanos que tenía sentados frente mí, así que maliciosamente cruce una de mis piernas y la minifalda se me recorrió mucho dejándoles ver mis dos hermosas piernas a los dos.
Enseguida mi esposo les ofreció una copa de vino y poniendo música los invito a que bailaran conmigo, turnándose obviamente, primero bailaba con Adrián y después con Víctor, después de un rato miraba la mesa de centro llena de botellas de vino vacías, ya estábamos algo entonados y nos sentíamos más abiertamente en confianza, fue entonces que estaba bailando con Víctor, estaba muy pegada a él y podía sentir su bulto del pantalón chocando en mi vientre, de pronto Adrián me abrazo por atrás y su bulto se hundió entre mis nalgas provocando un rico cosquilleo en mi interior, ahí estaba en medio de mis dos hermanos bailando muy pegaditos mi como haciendo un sándwich, entonces sentí que se detuvo el tiempo, mire a mi esposo que ya ponía una cámara de video con un tripie enfocando hacia nosotros, entonces supe que había llegado el momento.
Mi esposo pulso el rec y la cámara empezó a grabar el momento en que Víctor comenzaba a besar mi cuello al mismo tiempo que Adrián, ambos me volvían loca de placer, tenía en mi cabeza las palabras de mi esposo que decían, disfrútalo y déjate llevar, todo va a estar bien, lo sentía mucho por mi esposo por si en algún momento se arrepentía pues en ese momento ya no había nada que me hiciera detenerme, entonces sin pensarlo me entregue, comencé a besar a Víctor con mucha pasión para después besar Adrián tambíen, tenía muy definido lo que yo quería, que esa noche me dieran la cogida de mi vida hasta matarme no me importaba.
Víctor y Adrián comenzaron a bajar lentamente hasta quedar hincados ante mí, después Víctor subió una de mis piernas en un taburete y la minifalda se me recorrió completamente hasta mi cintura quedando expuestos mis dos orificios, como perros hambrientos comenzó a comerme mi vagina y Adrián mi ano haciendo que gritare de verdadero placer, la forma en que me comían los dos me hacían pensar en las tremendas ganas que me traían y de años atrás, lo mismo decía de papa, no pude aguantar más sus lenguas y se me vino un delicioso orgasmo mojando los labios de mi hermano Víctor, pronto se pusieron de pie y comenzando a desabrocharse el pantalón entendí la invitación, así que era mi turno, enseguida quede de rodillas ante ellos y pude ver ese par de penes no más grandes que el de papa pero tenían buen tamaño
Como toda una zorrita sujete los dos con mis manos y comencé a chupar uno y después el otro turnándome e intentando satisfacer a mis dos hermanitos, podía sentir como sujetaban mi cabello a modo que siguiera chupando sin descansar y en ocasiones parecía que me estaban ahogando, apenas podía voltear a ver a mi esposo que se masturbaba mirando tan excitante escena, de pronto sonó el timbre de la puerta y mi esposo fue abrir, enseguida paso a dos hombres que a mi distancia no lograba reconocerlos, se comenzaron a desnudar y yo sin saber que sucedía o que tramaba mi esposo seguía chupando los penes de mis hermanos, mi esposo se acercó a mí y me dijo que no me preocupara, que siguiera disfrutando el momento porque el si lo está disfrutando muchísimo, enseguida esos dos hombres se unieron a mis hermanos y entonces pude reconocerlos.
Era nada menos que Héctor y Pedro dos señores como de 50 años de edad muy amigos de mi esposo, en muchas ocasiones fuimos a cenar juntos y tenía que soportar sus miradas perversas casi desnudándome completa, vaya que era incomodo, y en este momento hasta iban a tener la oportunidad de cogerme, todo gracias a mi querido esposo, pronto de tener dos penes pase a tener cuatro para chupar, por dentro moría de pena pero viendo las formas de esos penes me decidí a chuparlos tambíen, de nuevo ese timbre sonó y mi esposo paso a otros dos, cielos ahora quienes serán, ya desnudos se acercaron a mí y sentí un escalofrío en todo mi cuerpo, era Alex y Julio los dos hermanos mayores de mi esposo, de 45 y de 48 años de edad, no puede ser, que hacen mis dos cuñados aquí, enseguida se unieron al grupo y me llene de asombro, pues ya tenía 6 penes para mi solita de diferentes colores tamaños y formas.
No sé cómo lograba hacerlo pero chupar 6 penes y hacerlos disfrutar al mismo tiempo era complicado, pero no imposible, así que me metía de dos en la boca para hacerlo más excitante, voltee a ver a mi esposo y con la mirada le intentaba preguntar si le estaba gustando lo que veía, entonces me lleve una tremenda sorpresa, justo al lado de mi esposo estaba sentado mi suegro y mi papa completamente desnudos y masturbando sus enormes penes, como una chica golosa gatee hasta donde estaban ellos dejando a los 6 hombres atrás, pues el pene de papa y de mi suegro eran sin duda los más grandotes.
Con mis manitas sujete el pene de papa y llevándomelo a la boca murmure diciendo, ahora si papa, nadie va impedir que pruebe tu delicioso pene esta noche, y comencé a chuparlo con unas enormes ganas que parecía que me lo quería comer todo, podía escuchar como papa gemía de placer y se retorcía cuando lo tenía dentro de mi boca succionándole su jugo, lo deje descansar porque sentía que ya se venía y aun la noche era larga, sujete el de mi suegro y de la misma manera le di la mejor mamada de pene volviéndolo loco de placer, después comencé a turnarme chupando el de papa y el de mi suegro mientras que los otros 6 se acercaron a mí y comenzaron a besar todo mi cuerpo, unos besaban mi espalda, mi cuello, mis senos, mis piernas, mi vagina y mi ano, sentía tantas lenguas y manos que me sentí la mujer más afortunada del mundo pero tambíen sabía que esa noche los 8 me iban a dar la cogida de mi vida y me iban a destrozar completamente pues eran demasiados hombres para mi solita.
Pronto comenzó la acción, los primeros fueron mis hermanos, Víctor se acostó sobre el sofá grande con su pene en todo lo alto y me invito a subirme, como una niña obediente me subí en el y enseguida mi vagina se devoro todo su pene haciéndome lanzar un delicioso gemido, conforme comenzó a bombear me fui adaptando a su pene que entraba y salía ya con más facilidad y yo subía y bajaba disfrutando el momento con mi hermanito, sentí un escalofrió pues mi otro hermano Adrián se acercó a nosotros y montándome guio su pene en mi ano y comenzó a empujar chocando con el que cerradito no cedía, otro intento más con fuerza y dejándose caer en mi logro abrirlo con su poderosa cabeza, solo recuerdo que lancé un grito de dolor y comencé a llorar aumentando mis suplicas conforme iba entrando centímetro por centímetro, sentía mi ano y mi vagina completamente llenos de carne.
No quería ni moverme pues me dolía demasiado tener dos penes dentro de mí, de pronto mis dos hermanos comenzaron a bombearme al mismo tiempo a un ritmo semi lento, cielos que dolor tan delicioso comencé a sentir, mis manos se aferraron fuertemente al respaldo del sofá y comencé a gritar y a llorar conforme aumentaban sus bombeos duros y en sincronía, basto unos minutos para acostumbrarme a los dos intrusos que se alojaban en mis orificios haciéndome gozar como una loca mi primera doble penetración de mi vida, escuche un par de quejidos, eran mis hermanos que comenzaban a venirse uno en mi vagina y el otro en mi ano llenándolos completamente con su lechita, apenas los sacaron de mi dejando dos orificios rojos y abiertos saliéndose hilillos de semen resbalando por mis piernas.
Le tocaba al turno a Héctor y Pedro, los dos amigos de mi esposo, Héctor fue el que se acostó boca arriba y sin que me dijera lo monte comiéndome su pene completamente, enseguida me hice hacia delante mostrándole mi ano a Pedro, pues supuse que tambíen querían darme una doble penetración, lancé otro delicioso gemido cuando entro Pedro en mí y enseguida con más facilidad ya me estaban cogiendo los dos a un ritmo más fuerte, junto conmigo se comenzaron a venir bañándome todo mi interior con su semilla de hombre, sin dejarme descansar ni recuperar el aliento mis cuñados tomaron su turno y con sus manos toscas cargándome me acomodaron a modo que quede arriba de Alex y Julio arriba de mí, y sin piedad me comenzaron a dar mi tercera doble penetración esa noche, no supe cuánto llore ni cuantos gemidos lancé, lo único que sabía era que me estaban haciendo pedazos los 6 y faltaba papa y mi suegro, temblando comenzaron a venirse mis cuñados depositando su semillita fértil en mis orificios y yo tenía otro orgasmo perdiendo la cuenta de cuantos me hicieron tener.
Bajándome de Alex mire a papa que se acomodaba boca arriba quedando su poderoso pene listo para mí, con enorme deseo me subí sujetándome de su pecho peludo y lentamente me fui sentando en su pene comiéndomelo poco a poco con dificultad pues era más gordo y largo, enseguida mi vagina y yo notamos la gran diferencia del tamaño y cerrando los ojos comencé a gozar sin dejar de lloriquear mientras papa bombeaba con gran poder abriendo mis paredes vaginales llenándome de carne, cielos papa que grande la tienes, le decía gimiendo sin dejarlo de mirar mientras que el bombeaba con más y más fuerzas.
Aun no me acostumbraba del todo al tamaño de papa cuando de pronto me jalo hacia delante y recordé a mi suegro, que atrás de mi esperaba ansioso con su pene tremendamente grande casi igual al de papa, como me fui olvidar de él, estaba tan concentrada disfrutando el delicioso pene de papa que olvide a mi suegro que obviamente quería hacerme una doble penetración junto con papa, les suplique que fueran cuidadosos conmigo pues sus penes me daban miedo y más aún si entraban juntos.
Mi suegro me monto subiéndose completamente en mí que mis rodillas se hundieron en los cojines del sofá por su enorme peso, con sus manos fuertes me empujo aún más hacia delante quedando mis pechos colgando muy cerca de la boca de papa, sentí su cabeza en la entrada de mi ano y de un solo empujón logro abrir aún más mi ano dejando pasar todo su ancho y largo pedazo de carne hasta el fondo mi ser, volví a llorar como una putita mientras que sentía como palpitaban dentro de mi esas monstruosidades, suplicaba que mejor los sacaran pero no había respuesta a mi sufrimiento y dolor, entonces sentí morir al momento que empezaron a bombearme lentamente destrozando todo mi ano y vagina, parecía que me iban a partir en dos pues no soportaba a los dos al mismo tiempo adentrándose en mí, entonces mis pechos comenzaron mecerse más a vez pues los dos ya habían agarrado un ritmo exacto y rápido, no dejaba de sufrir y de llorar pues aun no me acostumbraba al tamaño de esos dos penes que se abrían camino abriéndome mas y más mis agujeritos, pusieron un espejo frente a mí de modo que veía el reflejo de mis partes íntimas.
Era impresionante como mi ano devoraba todo el pene de mi suegro quedando solo sus testículos fuera y mi vagina se tragaba todo el pene de papa de igual manera, nunca logre acostumbrarme a sus tamaños y mientras me hacían la doble penetración yo seguía llorando y suplicando, pues era demasiada carne para mis pequeños orificios, pronto comenzaron a temblar y empezaron a explotar dentro de mí, papa planto su semillita de hombre en mi vagina y mi suegro me inundo de semen mi ano que estaba completamente rojo y roto, después de depositar todo su semen dentro de mí, sacaron sus dos penes dejando mis orificios bien abiertos y vacíos pero bien alimentados sin tener más fuerzas caí casi desmayada sobre el sofá y me quede profundamente dormida en posición fetal.
Al siguiente día mis ojos sea abrieron y lo primero que sentí fue un tremendo dolor en mi ano y vagina, me dolía tambíen todo mi cuerpecito, tumbada sobre mi cama y aun desnuda recordé lo de anoche y podía sentir mi sonrisota de satisfacción marcada en mi rostro, cielos que cogida me habían dado los 8 anoche, pero todo tiene un precio, pues obviamente como nadie se cuidó de usar condón, salí embarazada dos meses después, de quien puede ser no lo sé, ahora estoy con mi pancita crecida, todos tienen la fantasía de cogerme así como estoy, bien preñada, obvio les digo que sí pero que deben de ser más cuidadosos conmigo.
Fin.
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