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Mandamientos 2 : No adorarás falsos dioses

Ya pasaron cuatro meses de lo ocurrido con Fabrizio y su guardaespaldas.
La relación con Facundo no volvió a ser igual, lo hablamos mucho tratando de recobrar la magia, pero es muy difícil después de lo sucedido.
Facundo nunca me reprocho nada, pero yo sé que dentro suyo no me perdona que haya gozado tanto con Fabrizio y Andrés.
La verdad que sería hipócrita de mi parte decir que no goce como nunca antes aquel día, pero también es cierto que no fue culpa mía, sino de Facundo.
Los dos nos amamos más que a nada en el mundo. Estoy segura que superaremos esta situación.
Los días transcurren con normalidad, yo sigo ocupada en mí, voy casi todos los días al gym y Facundo sigue con sus negocios.
Hoy por la tarde tengo gym así que como algo liviano y me dispongo a ordenar la casa para luego ejercitar el cuerpo.
Llego al gym, me dirijo a los vestuarios y me alisto para la clase.
Comienzo con el precalentamiento y se acerca una muchacha para hablarme
"Hola Eli mi nombre es María Alejandra, pero llámame María nomás.
Soy la nueva profe ya que Oscar se mudó al interior y no volverá"
(Siempre tuve personal trainer hombres, no porque yo los eligiera sino por cuestión de azar. Eso no me disgustaba para nada ya que me daba ocasión de coquetearles, solo para divertirme y aumentar mi autoestima.
María sería mi primera personal trainer femenina.)
"Hola María, mucho gusto.
Bueno será cuestión de acostumbrarnos"
María:
"Si, verás que pronto nos acostumbraremos ambas, igualmente el profe me dejó detallada la rutina que hacían"
Me indica los ejercicios y se retira.
(María es una joven de unos 28 años, tiene un acento extraño como caribeño. Su estatura es de 1,60 m aproximadamente. Tiene ojos celestes y es de tez trigueña con pelo largo y de trencitas finitas.)
La clase transcurre normal cada tanto María me da las indicaciones y se retira para atender a otros alumnos.
Terminada la clase me duché y me fui a casa.
Una vez en casa esperé a Facundo con una picada, una cerveza helada y un body traslúcido sin nada debajo.
Cuando entra me dice:
"Epa!!! Que bonita que estás.
Y que bienvenida me estás dando"
Me sujeta de las nalgas muy fuerte y me da un beso apasionado.
Le sugiero:
"Toma asiento y ponte cómodo"
Mientras él se sirve la cerveza yo me ocupo de bajarle la cremallera del pantalón. Sacó su miembro y comienzo a lamerlo, me lo meto en la boca y lo chupo, alterno la frecuencia, lo pajeo y continuo chupándolo, el me apoya su mano derecha en mi nuca y empuja mi cabeza obligándome a tragar completo o al menos lo más posible. Ya que como saben Facundo tiene una verga bastante grande.
Le sacó los huevos fuera del calzoncillo y también los chupo, los lamo, los beso.
Me paro, apoyo mi pecho en la mesa, resaltó mi culito y le digo:
"Que esperas, cógeme como quieras"
Él se levanta y coloca su verga en mi conchita, de un empujón me penetra y comienza a mover su cuerpo empujando mi conchita con su verga contra la mesa.
Que hermosa sensación sentirme a su merced sin poder oponer resistencia a sus embestidas.
De pronto sale de mi y se retira del lugar, yo quedo tumbada sobre la mesa.
(No es la primera vez que sucede)
Segura del motivo me dirijo al baño, él se está duchando, ya sabiendo la respuesta le pregunto:
"Amor qué ocurre??"
Facundo:
"Supongo que ya sabés, no puedo evitar que vengan a mi mente las imágenes de aquella noche, de como le pedías a Andrés que te coja más duro que no acabara para poder seguir gozando de su enorme verga mientras yo te sostenía las manos sin poder hacer nada"
Me retiro del baño, me dirijo a la habitación, me acuesto e intento dormir.
(Muy pocas veces logramos tener sexo normal después de aquel día. Facundo hacía terapia pero no lograba quitar de su mente aquella experiencia.)
Los días pasaban, la pandemia producto del covid-19 nos encerraba quitándome mi cable a tierra que era el gym.
Mientras entreno en casa escuchando música suena mi celular, veo en la pantalla un número desconocido, atiendo:
"Hola quien habla"
Del otro lado me responde:
"Hola Eli soy María la profe de gym"
(Apenas escuché su voz la reconocí)
Yo:
"Hola María buenas tardes cómo estás"
María:
"Bien gracias, espero no te moleste que te esté llamando, obtuve tu número del gym"
Yo:
"No para nada, decime en que te puedo ayudar"
María:
"Solo quería comentarte que con esto de la cuarentena y cómo el gym está cerrado estoy dando clases particulares en mi casa, son unipersonal y de un grupo reducido para evitar el contagio, solo para los clientes más antiguos del gym"
(Para mí es un notición podré despejar la mente en otro lugar que no sea mi casa)
Le digo:
"Genial! Cuando empezamos"
María:
"Buenísimo, ya te agendo para el viernes.
A las 19 h te parece???"
Yo:
"Perfecto!! Nos estamos viendo el viernes entonces"
Los días pasaron y llegó el viernes.
Me dirijo a la casa de María, cuando llegó tocó el timbre del departamento. Desde el portero eléctrico me atiende María y me hace pasar.
Al ingresar al departamento me encuentro con un mini gym instalado en su comedor.
Comenzamos con la rutina. Al ser personal tenemos más tiempo para charlar y conocernos.
Cómo lo había imaginado María es de Centroamérica. Más exactamente de Venezuela, me cuenta que vino a Argentina ya que en su país la situación está muy difícil, vive sola en Buenos Aires desde hace un año, tiene 27 años y se siente muy a gusto en Argentina.
Mientras ejercitamos no puedo dejar de observar el físico de María, aunque está vestida con jogging se nota que tiene lindas formas y su remera suelta no logra disimular dos pechos muy grandes, bastante más que los míos, su piel es muy tersa debido a su edad, sus manos son muy bonitas y las tiene bien arregladas. Sus labios son gruesos y pulposos y su dentadura casi perfecta.
Terminamos el ejercicio diario me despido y me dirijo a casa, quedamos en vernos el martes.
Los días pasaban y María se tornaba cada vez más recurrente en mis pensamientos.
El martes llegó, toque timbre del departamento de María, ella me hizo pasar y me abrió la puerta del departamento. Al verla siento algo especial, luce un conjunto de lycra apretado al cuerpo. Esto permite ver todo el contorno de su figura. Tiene una cintura diminuta y unas caderas enormes, su cola es bien redonda y parada, sus pechos contrastando con la cintura parecían más enormes.
Me saluda y me dice:
"Hola Eli, ocurre algo???"
Yo:
"Hola María, no nada, por???"
María:
"Cómo te quedas viendo y no pasas"
Siento una transpiración fría, seguramente mi rostro estará totalmente sonrojado.
Me avergüenza el hecho de quedar tan evidente.
Sin decir nada ingresó al departamento.
Comenzamos los ejercicios pero yo no puedo dejar de prestar atención a la figura de María, con cada ejercicios que realizamos descubro rincones nuevos de su cuerpo. Su calza de Lycra dibuja perfectamente la forma de su vagina, marcando dos labios gordos con una línea profunda que los separa.
Terminamos la clase y nos despedimos. Quedamos para el viernes próximo.
Al llegar a casa mi mente ya estaba totalmente ocupada con imágenes de María.
Ingreso a ducharme y mientras enjabono mi cuerpo comienzo a masturbarme, masajeo mi clítoris con mis dedos, introduzco suavemente un dedo en mi vagina y lo saco para luego introducir dos, aumento el ritmo e intercalo entre masajear mi clítoris e introducir los dedos en mi conchita totalmente húmeda, siento como el líquido viscoso y tibio se acumula en mi interior para luego salir producto del movimiento de mis dedos, en mi mente solo se reproducen las imágenes de María, son destellos; que como latidos se reflejan en mi hinchado clítoris, utilizando la yema de mis dedos índice y angular froto mi clítoris cada vez más fuerte provocando un delicioso orgasmo al que lo acompaño de un gemido profundo.
Continúo bañándome mucho más aliviada pero a su vez más cautivada por esa idea que ronda mi mente.
Los días pasaron y llegó el viernes, estaba ansiosa por llegar a casa de María.
(Si bien algunas veces me llamo la atención la idea del lesbianismo nunca fue concreta, me considero una mujer hetero, me encantan los hombres y ser cogida por ellos, pero sinceramente luego del episodio de Fabrizio y Andrés se me abrió bastante la mente [entre otras cosas]. Y aquello que antes era una leve curiosidad ahora era una gran inquietud.)
La hora llegó. Me dirijo a María y comenzamos con los ejercicios, ella luce un conjunto similar al anterior Salvo que este es con una top y las calzas son cortas. Mientras realizamos los ejercicios noto algo extraño en María,
(Su forma de ser de por sí era bastante sugestiva, muy sexual en sus movimientos pero hoy los noto exacerbados.)
La clase está por terminar y mi celular sonó, contesto y es Facundo para avisarme que por cuestiones laborales regresaría a casa mañana al mediodía.
María pregunta:
"Todo bien??"
Yo:
"Si si todo bien, mi esposo me avisa que no vendrá a casa esta noche"
María:
"Genial es una buena ocasión para conocernos, quédate a cenar"
Yo:
"Te parece??"
María:
"Pero claro, si quieres te puedes duchar aquí, yo te presto algunas prendas"
Yo:
"Ok"
Trato de disimular lo interesada que estoy en que todo esto suceda.
María me acerca unas prendas, voy al baño y me doy una ducha rápida, salgo y María ya preparó unos aperitivos y destapó un espumante, nos sentamos a charlar. María me cuenta sobre su vida y pregunta por la mía, charlamos de cosa efímeras, terminamos de beber el espumante y ya me siento más relajada la charla nos acercó más y mi mente volvió a María aún más interesante, María me dice:
"aguardame que me baño y vuelvo, si querés pon un poco de música."
Me dirijo al tv busco en Youtube bossa nova y comienzo a escuchar mientras disfruto la última copa de espumante. Escucho que María me llama desde la habitación que estaba pegada al baño, me dirijo y la veo a María parada al pie de su cama. Lucía un conjunto de ropa interior blanco con un par de zapatos de punta aguja también blancos. Levanta sus brazos y girando 360° me dice:
"Y que tal, es como lo imaginaste??"
Yo quedo atónita no tanto por la situación sino más por ella, en mi mente pienso, la verdad no; es mucho mejor de lo que imaginé.
Pero mis labios dicen otra cosa
"La verdad María no sé qué decir"
Su cuerpo es exuberante pero perfecto sus piernas sin un rastro de estrías ni celulitis su culo como una manzana gigante bien parado su cintura perfecta y sus pechos como dos globos, el sostén parece evitar que floten y no que se caigan. Ella luce una sonrisa carmesí y su pelo ya no tenía las trenzas, estaba suelto a cada lado de sus hombros. El conjunto blanco resalta lo bronceado de su piel y los tacones estilizan sus piernas. Caminando hacia mí se acerca me sujeta del mentón y me da un beso introduciendo su lengua hasta tocar la mía, nos besamos y me sostiene fuerte de mi culo apretando contra ella.
Me dice:
"No creas que no me fijé como me miras últimamente"
Yo:
"No voy a negarlo pero todo esto es nuevo para mí"
María:
"Tranquila que yo te ayudaré"
Apaga la luz y comienza a quitarme las prendas.
Primero la camisa, muy suavemente desabrocha cada uno de sus botones para luego desplazar hacia atrás, yo facilito colocando mis dos brazos levemente inclinados hacia mi espalda, siento sus manos acariciar mi piel. Con cada roce de sus dedos siento como los vellos de mi piel se erizan, me tomó de la cintura y comienza a besar mi cuello lo hace muy suave desde la parte superior hasta los hombros y vuelve a subir, mordisquea muy suave mis orejas y susurra a mi oído:
"Desde el primer día que te vi imaginé este momento, ya verás que en tu vida olvidarás lo que pasará hoy"
Pega su cuerpo al mío y nuestros pechos chocan.
Aunque nuestros corpiños se interpongan siento perfectamente ese par de tetas grandes chocar con las mías, como lo suponía son firmes.
(Si bien alguna vez he tocado los pechos de otra mujer siempre fue por algún motivo totalmente ajeno al sexo, está es la primera vez que rozo alguna parte de mi cuerpo con los de otra mujer en un plano erótico.)
Me encanta!!!
Ella comienza a desabrochar mi sostén, lo quita dejando mis pechos descubiertos se aleja unos centímetros y bajando su cabeza comienza a besar mis tetas. Sentía mis pechos inflamados y calientes, seguramente mis pezones estarían rígidos como dos botones esperando el contacto con los labios de María.
El no poder ver debido a la oscuridad aumenta mis otros sentidos.
Siento como los labios de María besan mis pechos chupando y salivando casi toda su superficie muy sutilmente me muerde los pezones y comienza a chuparlos suave para ir aumentando la presión de succión. Sentía como mi vagina se humedece cada vez más.
María se aleja y me dice:
"Vamos a adaptar el ambiente"
Enciende una luz roja que provenía del techo y le da on al equipo Bluetooth que conectado con la tv del comedor reproduce la Bossa Nova que previamente yo seleccioné.
Ahora veo a María caminar hacia mí con su cuerpo infernal, la luz roja hacía a su conjuntito blanco más diminuto y de un color rosa pálido y por cosas del destino en los parlantes comienza a sonar
"la chica de Ipanema"
Era una diosa descendiendo del Olimpo.
De un empujón me tira en la cama, me quita el pantalón y la bombacha, sus movimientos son más bruscos, me abre las piernas y subiendo por mi pierna derecha con la punta de su lengua llega a mi entre pierna. Baja nuevamente y repite lo mismo con mi pierna izquierda.
Me besa los labios vaginales y mi monte de venus, que como siempre está totalmente depilado.
Yo no hablo, creo que ni respiro. En mi mente solo está el deseo de que comience a chuparme la conchita que para este momento está sobreexcitada y demasiado húmeda.
Siempre que fantasee con otra mujer me preguntaba cómo sería el sexo oral suponía que sería mejor que con el hombre ya que al hacérmelo una mujer sabría mejor como hacerlo dónde y que presión ejercer que movimientos de lengua provocan las mejores sensaciones.
Estoy a punto de averiguarlo.
María comienza a succionar mi clítoris.
Me estremezco y por reflejo intento recoger las piernas pero los brazos de María me lo impiden.
Ella continuó lamiendo y chupando mi conchita, lo hace de una manera que nadie lo había hecho antes. Su forma, su ritmo, la presión que ejerce, todo es perfecto, pone atención a lugares que nadie lo había hecho.
Retira sus labios de mi vagina y me dice:
"Tienes una Cuca deliciosa y tu humedad me dice que te encanta"
No sé porqué le llama Cuca a mi conchita la verdad… es lo que menos me importa.
Le sujetó la nuca con mi mano derecha y la empujó hacia mi conchita diciéndole:
"Me encanta, la chupas como nadie lo hizo"
Ella continúa jugando con su lengua y mi clítoris, succionando mis labios y penetrándome con su lengua. Puedo sentir perfectamente sus labios carnosos presionando mi clítoris. Luego de un rato llego al clímax y largando un fuerte gemido acompañado de convulsiones le digo:
"No pares, no pares!!! Sii!! Sii!!
Siiii!!!
Ufff que rico!!! Que ricooo!
Gracias, gracias, gracias!!!"
Ella se para y con movimientos muy sensuales se quita la ropa interior, se inclina y se desliza colocándose encima mío, comienza a besarme.
Sentía en su boca el gusto de mi vagina, sus pechos rozan los míos, me encantan sus tetas, son súper duras, sus pezones tienen una aureola mucho más grande que las mías.
Inclinó la cabeza y le chupo las tetas.
Que rico!!! Nunca había hecho algo así, sus tetas son perfectas, sus pezones están muy duritos y puntiagudos, sus enormes aureolas me excitan y me dan más ganas de chuparlas.
Vuelvo a apoyar la cabeza en las sabanas y ella avanza posicionando su conchita en mi cara.
Puedo verla de frente y en primer plano. Al igual que mi conchita está totalmente depilada, es notablemente más gordita que la mía y su clítoris asoma entre los dos labios como un botoncito rosado, nunca había visto un clítoris tan grande.
Ella me dice:
"Me devuelves el favor"
(La verdad lo único que nunca pude fantasear era chupar otra vulva, siempre me generó un rechazo, la verdad no sé por qué)
Admito que María tiene una vulva hermosa pero no puedo superar lo que sea que me frena.
Le digo:
"Mira, discúlpame pero es mi primera vez con otra mujer, y no puedo ayudarte con eso"
María:
"Acaso no te gusta mi cuca"
Yo
"No, no; es preciosa pero no puedo, perdón"
María:
"Ok, tu te lo pierdes"
Se desliza hacia abajo y comenzamos a besarnos a rozar y frotar nuestros cuerpos, nos tocamos mutuamente nuestras conchitas, siento su vagina muy calentita y húmeda, le introduzco un dedo y al sacarlo está totalmente envuelto en sus fluidos.
Ella se incorpora se da vuelta y quedamos opuestas, levanto mis caderas y pasa una de sus piernas por debajo mío, se acerca y nuestras vulvas hacen contacto, que sensación tan hermosa, su conchita está notablemente a mayor temperatura que la mía. Comienza a moverse, yo lo mismo, frotamos nuestras conchitas nuestros fluidos comienzan a salir y a lubricar toda la zona. María gime y su respiración se torna más acelerada y fuerte yo me dejo llevar por el frenesí y al igual que ella comienzo a gemir ya los fluidos inundaron toda la zona y se escucha claramente el frotar de la piel húmeda, que rico se siente.
Por momentos estoy segura de sentir su clítoris rozar el mío e introducirse por la rajita de mi vagina la música y la iluminación hacen la situación mucho más sensual y sexual de lo que de por sí es. María comienza a murmurar:
"si, si!!! que hermoso si…
Me encantas tu cuca está hecha a mi medida siii!!!
Ya me vengo me vengooo!!!
No pares de moverte"
Yo sentía exactamente lo mismo y casi en un sincronismo perfecto las dos comenzamos a convulsionar nuestros cuerpos debido a un orgasmo delicioso, ella dando un gemido muy fuerte y prolongado me aprieta con sus piernas como si fueran las pinzas más sexys que existieran, para luego relajarnos y suspirar al unísono.
Continuamos acariciándonos y por un lapso de tiempo solo miramos el techo en silencio.
María se levanta y me dice:
"Aguardame un instante"
Se retira del dormitorio y vuelve con un copón lleno de frutillas y crema batida.
María:
"Nada mejor que algo dulce para recuperar fuerzas"
Comenzamos a comer las frutillas con crema. Me siento feliz totalmente relajada y embelesada con María.
Tomo una frutilla la unto en crema y mirando a María fijamente me la llevo a la boca, de un mordisco totalmente cargado de erotismo como media frutilla, giro la muñeca y llevo a los labios de María el resto de la fruta roja de la que caían gotitas de su jugo, ella pone sus labios en forma de patito sin abrir su boca y yo con movimientos suaves le unto esos labios carnosos y todavía color carmesí del labial con la frutilla.
Suelto la fruta tomo su rostro con ambas manos y la beso muy apasionadamente las lenguas bailan dentro de nuestras bocas, se entrelazan e intercambian saliva.
Ella se levanta y trae un cofre de madera con un candadito.
La miro y digo:
"Qué tenés ahí"
María:
"Que no tengo aquí"
Abre el cofre y comienza a sacar todo tipo de juguetes sexuales y entre ellos un consolador con cinturón.
Me mira diciendo:
"alguna vez te preguntaste cómo sería ser hombre? Me refiero cómo sería el sexo desde su punto de vista??"
Yo:
"pues claro…"
María:
"Ok, sácate la duda"
Me hace una seña con la mano, yo me levanto ella coloca el cinturón en mi cadera y dice:
"Listo"
Bajo la mirada y en el lugar de mi vagina veo un miembro erecto. Instintivamente lo tomo con la mano derecha y lo froto como masturbándome.
Ella me dice:
"Ok quiero que me cojas"
Colocando lubricante en mi pene artificial se da media vuelta y se coloca en la posición de perrito.
Yo la tomo de la cadera con una mano y con la otra intentó penetrarla, no sé si por los nervios o la inexperiencia no logró acertar su vulva.
Ella dice:
"Déjame que te ayude"
Con la punta de sus dedos orienta el consolador y yo de un empujón la penetro, la sujetó con ambas manos de su cintura y comienzo a taladrar su conchita primero suave y despacio y luego duro y rápido.
La vista es impresionante su culo redondo se hace más redondo en esa posición su cintura diminuta es como una espina clavada en una manzana. Sus caderas son la traba perfecta para que mis manos empujen ese culo hacia mí.
La cojo sin parar, es una sensación rara para mí como mujer, siento que tengo el control total sobre su cuerpo, la inercia de mis golpes alejan su culo pero yo con mis manos lo traigo nuevamente a mi voluntad, y como mujer sé el placer que siente cada vez que ese pene artificial entra en su conchita.
Ella baja su pecho y lo apoya en las sabanas arquea la cintura y levanta el culo lo más posible.
Ahora entiendo porque los hombres cuando tomó esa posición se ponen como locos y por lo general no aguantan sin llenarme la conchita de leche. Esta posición realza el culo y da una vista totalmente distinta. El culo de María que yo creía inmejorable, en esta pose se torna perfecto.
Le digo:
"Te gusta como te cojo"
María:
"Me encanta, no pares cogeme duro sin parar"
Yo:
"Sos una diosa, sos mi diosa"
Continúo cogiendo esa concha cuando ella se endereza y me dice:
"Pásame el cofre"
Me estiró sin sacar mi verga artificial de su concha y le doy el cofre. Ella busca y saca un juguetito con forma de huevo del que colgaba un piolín.
María:
"Ven aquí"
Saco el consolador de su vagina y me pongo frente a ella.
Lubrica el huevito y me lo introduce en mi conchita. Ella toma un control muy diminuto y poniéndose en cuatro nuevamente dice:
"Ahora seguí cogiéndome, yo con este control voy a manejar tu juguetito"
La vuelvo a penetrar y comienzo a cogerla a un ritmo intermedio. De pronto… Siento algo dentro mío una pequeña vibración que se replicaba por todo el interior de mi vagina
María:
"Los sientes???"
Yo:
"Si, es muy placentero"
María sonriendo:
"Aguarda que tome fuerza y verás"
Yo continuo cogiéndola le agarro los cachetes de su culo y los aprieto, no aguanto la tentación y le doy unas nalgadas suaves.
Me mira y me dice:
"Si lo vas a hacer hazlo bien"
Yo respondo con una nalgada muy fuerte, la que deja mis dedos marcados en su culo, ella da un grito y comienza a gemir, yo sigo dando nalgadas fuertes, sus cachetes del culo se tornan colorados. Me excitaba mucho la situación, la sensación de poder era increíble. Comienzo a sentir más fuerte las vibraciones dentro de mi conchita, me inclino y le manoseó las tetas apoyada sobre su espalda.
Las vibraciones me siguen excitando, tocan una zona en la pared frontal de mi vagina que me produce demasiado placer.
Me incorporo y sosteniéndola fuerte de sus caderas comienzo a cogerla muy duro ella gime y grita como una gata en celos, mi cabeza explota de placer, definitivamente el huevito en mi conchita está a máximo poder porque siento un hormigueo dentro incontrolable. María dice:
"No te detengas, continua cogiéndome, por favorrr!!!
No pareeesss!!!"
Ella está teniendo otro orgasmo divino, yo continuo cogiéndola. Estoy llegando a mi clímax y ella se incorpora me toma de la cintura y me tira en la cama boca arriba se coloca el consolador en su conchita y se mueve muy sensual salta arriba mío sus tetas comienzan a rebotar a un ritmo casi hipnótico. El peso de su cuerpo provoca el roce del cuero del cinturón en mi conchita y el vibrador continúa haciendo su trabajo, todo eso sumado a la vista que su cuerpo de diosa sexual me otorga provocan en mí un intenso orgasmo.
Nos relajamos y María se dirige al baño, yo estoy un instante en la cama y también voy al baño.
Ella está en la ducha. Su cuerpo se dibujaba en la mampara empañada por el vapor. Abro la mampara e ingreso a la bañera. Nos comenzamos a enjabonar mutuamente ella me habla suave en la nuca mientras me enjabona la espalda
María:
"Fue una experiencia hermosa, y por ser tu primera vez con otra mujer estuviste muy bien. Me calienta bastante saber que soy tu primer mujer"
Yo:
"A mí también me encantó, sos hermosa, casi una diosa y me hiciste sentir sensaciones nuevas incomparables"
Ella apoya un pie en la pared de la bañera y se enjabona la conchita.
Está muy rosadita producto de la cogida y su clítoris que antes asomaba entre los labios ahora debido a su excitación y su pose sobresale aún más como una frutilla asomando, ella se refriega la vagina y con sus dedos aprieta sus labios vaginales sacando por completo hacia fuera esa fruta coloradita y latiente. Sin pensar en nada me arrodillo y comienzo a lamer su conchita chupo sus labios pero pongo especial atención en ese clítoris en forma de frutilla diminuta lo lamo y aprieto con mis labios, ella me sostiene de la nuca y me aprieta contra su vulva, yo lamo chupo e introduzco mi lengua en su vagina claramente percibí el sabor de su fluido vaginal se distingue por completo del agua que cae desde la ducha. Me encanta, es sabroso.
La sensación es extraña, nada que ver a cuando práctico sexo oral a un hombre, ahora soy yo la que está penetrando; soy yo quien entra en el cuerpo de María; mi lengua es la que se habré paso entre sus labios vaginales.
María comienza a mover su cadera señal clara que está llegando al clímax, sé muy bien que puntos debo tocar para que lo logré, así que utilizando mi lengua y la punta de mis labios le chupo su concha como ella necesita, y pum!!! Sosteniéndome fuerte de mi nuca se corre.
Para mí sorpresa expulsa un chorrito de fluido que impacta sobre mi boca pese a que la ducha estaba sobre mi no atiné a limpiarme sino que junte lo máximo posible de su corrida con mi lengua y la trague saboreando su flujo como si fuera el más exquisito dulce. Le doy un besito cariñoso a su conchita y me paro para continuar con mi ducha.
María:
"gracias, sabía que te animarías;
Qué te pareció??"
Yo:
"Me encantó!!! Y como no complacer a mi diosa?!"
Luego del baño nos acostamos a dormir.
De vuelta en casa no podía ocultar la felicidad y mi sonrisa me delataba.
Llega facundo me mira:
"Qué tienes qué estás tan alegre???"
Yo:
"Nada amor estoy así por tu llegada"
Tuve que mentir para no delatarme, aunque más adelante seguramente no le importará.
Pero esa es otra historia.
Continuará...

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