Este relato es para contar cómo me di cuenta que amo ser cornudo. Era verano de 2020 de novio hace ya 4 años con Paulina (yo 20 ella 19), siempre tuvimos una linda relación en todo sentido y nos entendemos mucho. Se podría decir que entramos en una meceta y había que experimentar (o Almenos eso pensé yo). Yo note que ella siempre se fijó en señores mayores con un leve interés, no se que tenían pero algo la atraía. Y la verdad no quiero mentirles me daba un poco de morbo imaginar a mi flaquita embestida por un hombre mucho mayor que nosotros, verla cogiendo con un hombre que la desee por su hermoso cuerpo y que quiera hacerle de todo. Pasaron las semanas de ese caluroso verano y mis ganas crecían aún más sin embargo esto no lo había hablado con ella, no sabía cómo abordar el tema, hasta que todo cambio después de salir una noche. Fuimos a un boliche de joda con amigos, la pasamos bien tomamos, fumamos toda la noche, llegando el momento de irnos en la salida cruzamos un hombre de unos 56 años alto, panzón pero bien firme, saliendo de un bar al lado del boliche. No sé si fue casualidad pero caminamos los 3 varias cuadras juntos yo abrazado con ella que se tambaleaba del pedo que tenía, tampoco se que fue lo que me impulso a hablarle a Luis cuando freno en la misma parada de colectivo que nosotros. Sin tapujos le dije que le parecía mi novia (se encontraba media recostada en la vereda esperando el colectivo) el hombre sorprendido dijo que era una chica muy bonita, no me olvidó más la cara que hizo cuando le dije si quería probar algo con ella, pero eso lo contaré en otro relato por qué está llegando el colectivo...
Continuara..
1 comentarios - Entregarse al placer