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Mis compañeros drogaron a mi madre

Dos compañeros míos vinieron a mi casa para hacer una tarea, no eran mis amigos, eran chicos problemáticos pero eras los únicos disponibles para hacer el proyecto. Uno se llamaba Mario, era más alto que yo, más fuerte que yo y mayor que yo y el otro era Aldo, era de mi estatura y edad pero tenía un mejor cuerpo del mío, ambos eran muy morenos. Estuvimos dos horas preparando el proyecto, al terminar nos pusimos a platicar de diversas cosas, entre ellas de mujeres.

Mi madre llego tarde ese día, venia toda cansada del trabajo, saludo a mis amigos y se sentó en el sillón, me pidió que le trajera un vaso de refresco, lo iba hacer pero Mario se levantó antes y lo hizo, ni mi madre ni yo le dimos importancia.

Mi madre se levantó después de acabarse el refresco y dijo que se irá a su cuarto a dormir. Se despidió de mis compañeros y se subió a su cuarto.

Me di cuenta que tanto Mario como Aldo se quedaron mirando a mi madre con mucha lujuria.

Ella era una mujer hermosa para sus 40 años, es una gordibuena con un gran trasero y unas grandes tetas además de un color de piel más claro que el mío. Yo ya estoy acostumbrado a que mis amigos miren de esa manera a mi madre y que hablen estupideces de ella.

Seguimos hablando hasta que se acabó el refresco, jugamos a piedra, papel o tijera para saber quién iba a la tienda y yo perdí.

Fui a la tienda pero no tarde mucho, al regresar mis compañeros no estaban en la sala. Deje el refresco en la mesa y les hable. Escuché a Aldo decir que estaban arriba, tal vez en el baño pensé pero porque los dos.

Subí las escaleras y vi la puerta del cuarto de mi madre abierta, entre y vi a mi madre completamente desnuda tumbada en la cama boca arriba con las piernas abiertas. De repente recibí un golpe en la cabeza y luego un empujón.

—Hermosa vista ¿Verdad? —Dijo Aldo.

—Malditos ¿Que le hicieron a mi madre?

—Le puse droga en la bebida, no despertara en un buen rato así que nos vamos a divertir con ella. — Dijo Mario.

—¿Que?

—Que nos vamos a follar a tu madre delante de ti y si intentas hacer algo te golpearemos hasta mandarte al hospital ¿Entiendes?

—Mira, ella esta inconsciente, no sentirá nada ni sabrá nada de lo que pasó. Es más, te vamos a pagar ¿Que dices? — Me dijo Aldo.

Yo no sabía que hacer pero si decía que no me iban a golpear a mí y a mi madre así que termine aceptando.

Tanto Mario como Aldo sonrieron y se empezaron a desnudar, yo solo me senté en el suelo y me recargue en la pared al ver como violaban a mi madre.

Mis compañeros estaban muy bien dotados, sus miembros median como 20 cm cada uno. Se quedaron parados observando el cuerpo desnudo de mi madre. Mario se acercó a su vagina y empezó a lamerla mientras Aldo se dedicó a besar su boca y sus pechos. Se metía el seno completo de mi madre en su boca y Mario metía la lengua y los dedos en tu intimidad mientras me miraba con su cara de burlón. Me sentía humillado y lo peor de todo, excitado.

Mi madre empezó a gemir pero nunca abrió los ojos.

—A esta perra le gusta lo que le hacemos. Creo que ya es momento de darle verga. Aldo graba.

Aldo se paró a lado mío, todo desnudo con el miembro parado y el celular en mano. Iban a grabar a mi madre, tendría que haber hecho algo pero me quede callado y seguí observando.

Mario se puso encima de mi madre y acomodó su gran pene en la entrada de su vagina y de un solo golpe la metió tan fuerte que los grandes pechos de mi madre rebotaron.

—Tu madre ya está toda mojada, bien que le gusta que se la tiren.

Después de decir eso empezó a embestir a mi madre con fuerza mientras besaba sus pechos y mordía sus pezones, a veces escupía a la cara de mi madre mientras la llamaba zorra Puta y todo eso era grabado por el celular de Aldo que se estaba masturbado a mi lado.

Yo ya tenía una erección, por eso cruce mis piernas para que no se dirán cuenta.

No sé cuánto tiempo paso, tal vez 10 minutos o una hora pero Mario por fin había terminado, se había venido adentro de mi madre, podía ver su semen salir de su rosada vagina.

—La vagina de tu madre me dejo bien seco, ahora es tu turno Aldo.

Mario dio vuelta a mi madre dejándola boca abajo y puso unas almohadas en su estómago y abdomen para tener su culo siempre levantado.

Ahora cambiaron de puesto, Mario estaba parado alado mío grabando mientras caían gotas de semen de su pene y Aldo esta atrás de mi madre contemplando el culote que tiene. El hizo lo mismo que Mario y la metió de golpe. Vi de reojo a mi madre que estaba toda roja del rostro y no paraba de gemir, al final ella va a creer que tuvo un sueño húmedo pero la verdad es que tuvo la verga de dos malnacidos en su vagina.

Aldo le daba unas buenas nalgadas mientras la folla. Sus embestidas eran muy fuertes que los pechos y las nalgas todas rojas por los golpes rebotan sin cesar. Así estuvo por mucho tiempo hasta que también se corrió adentro de mi madre.

Pensé que ya todo había acabo hasta que vi la verga de Mario estaba totalmente erecta nuevamente y su cara de querer más carne. Le dio el celular a Aldo y se puso atrás de mi madre, empezó a escupir y a meter el dedo en el agujero trasero de mi madre. Metía un dedo, luego dos y luego tres y luego puso la cabeza de su miembro en el ano de mi madre. La va a partir en dos pensé.

Como fue de costumbre, metió su pene de golpe, mi madre grito y cerró ambos puños pero no se despertó, realmente la droga la había tumbado. Mario la nalgueaba y le jalaba el cabello mientras gritaba lo Puta que era mi madre. Podía oír claramente entre gemidos y suspiros el sonido de los huevos de Mario al chocar con la mojada y usada vagina de mi madre que seguía saliendo semen de ella.

Los 20 cm se carne entraba y salía del trasero de mi madre y ella parecía disfrutarlo, tal vez mi madre si sea una puta.

No sé cuánto tiempo paso pero no mucho. Mario gimió y descargo nuevamente su leche en el interior de mi madre.

—Ven, mira como le deje el culo a tu madre.

Me levante y me acerque, Mario removió su verga y puse ver el anillo anal de mi madre bien abierto y con semen saliendo de él.

Mario y Aldo se vistieron y se fueron pero antes me dejaron el dinero en la mesa. Yo con una toalla mojada empecé a limpiar la intimidad de mi madre. Me aseguré de quitar todo el semen posible de su vagina y de su ano. Luego la vestí y la puse en el suelo de la habitación para que crea que el dolor es a causa de una caída.

Ella se levantó hasta la noche, caminaba con dificultad. Le pregunte que tenía y me dijo que se había caído de la cama. También me dijo que tuvo un gran sueño, solo eso.

Mario me envió un mensaje, decía que volverían para follar a mi madre y también me envió el video al cual vi con los audífonos puestos y con mi pene en mi mano.

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