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Cuernos que se disfrutan.

Mi relato es de una experiencia que viví como tercero invitado.
Es fuera de lo común, sencillamente porque la experiencia me la propuso una mujer, que, confieso, me sorprendió de manera absoluta.
Una de las atractivas, compañeras de trabajo, que voy a llamar Mary. Preciosa MQMG, (Madre Que Me Garcharía) de 45 años, casada, con dos hijas ya grandes, hermosa pelirroja de 1.78 de altura, con unas tetas increíbles y un culo haciendo juego, que por dónde camina atrae miradas.
Cada tanto nos juntamos, por cuestiones de trabajo claro.
Ese día, casi al terminar una reunión que duró algunos minutos fuera del horario de trabajo, sonó el celular que Mary tenía apoyado sobre el escritorio.
Lo levantó y con una voz muy cariñosa:
-¡Hola amor! ¿Cómo estás?.... Yo bien, tomando un café con un compañero de trabajo… ¿Vos?-
Se puso muy colorada, se le dibujó una sonrisa en su boca y trató de cortar la llamada lo antes posible
-… bueno yo también! Beso! -
Cortó y seguimos con lo nuestro…
A los 5 minutos le llegó un mensaje. Lo leyó, se volvió a ruborizar y otra sonrisa pícara se dibujó en la cara…, yo concentrado en lo que nos ocupaba, pero a la vez intrigado por lo que le ocasionaba su sonrisa…
Después de un rato, dos nuevos mensajes a su celular.
-¿Mary, querés que cortemos y lo seguimos mañana? –
-¡Noooo es Diego mi esposo…no es nada importante no te preocupés! –
Su celular no dejaba de sonar y ella cada vez más inquieta. Le volví a proponer seguir al día siguiente. Respondió que no era necesario y, ya con una risa más franca me dijo:
-Es una pavada de mi esposo no le des importancia…jajajajajaj –
-No creo que sea tan una pavada, mirá como te ruborizás, vaya a saber lo que te está proponiendo,… jajajajajaj-
Se puso de todos colores:
-¡No te imaginas!… ¿Te puedo contar algo Julio?-
-SI dale no hay problema- No imaginaba, ni por asomo, lo que se venía
- Mirá, no lo tomés a mal, Diego, desde que en la cena de fin de año de hace dos años, (al salir del baño) nos vio charlar y reír (con la música no pudo oír que nos decíamos), cuando volví con él… me miró con una cara extraña…y me dijo… ¿Quién era?...mucha sonrisa me parece…si querés seguí flirteando yo te espero… me dio risa, Diego estaba celoso, él nunca me había celado con nadie y esa noche se puso tan celoso que no podía creerlo –
-¡Che Mary me agarrás desprevenido… te juro no tenía idea que ocasioné tal quilombo con tu marido!-,
-¡No Julio, nada que ver…. todo lo imaginó Diego y no tenés que disculparte, todo lo contrario… con el correr de los días, los celos se convirtieron en delirio… no lo tomés a mal…. de vez en cuando, nos gusta traerte a nuestra cama…un juego de adultos…-
No podía creer lo que escuchaba:
-Maryyy… ¿En serio me lo decís?-
-Te juro Julio… hace tiempo que tengo ganas de contarte… nunca se había dado la oportunidad… a Diego le calienta, a más no poder, la idea loca de que tengo algo con vos…. mirá lo que me dice-
Desbloqueó el celular:
“¿Estás con él?”
“¿Te mira las tetas o también te las soba?”
“Me pone loco… porque sé que te calienta”
“…….”
Mis ojos deben haberse agrandado y mi verga entró en erección, abultando el pantalón:
-¡Me dejás desconcertado ¿Yo te gusto?-
-Mirá Julio…. Pongámolo así, me hice los ratones con vos mil veces…. pero no voy a tener algo con vos a escondidas de Diego… con él siempre te imaginamos como tercero invitado ¿Me explico?-
-Mary me encanta que hayas venido de frente…. ¿Un trío, decís?.... ¡Paso!.... Me alucina tener un encuentro con vos… pero, solos los dos-
- No sé qué va a pasar con Diego cuando le diga que su sueño que le metía los cuernos con un compañero de trabajo puede llegar a ser realidad… jajajajajaj-
Terminamos el 3º café, nos despedimos y quedamos que Mary lo iba a hablar con su esposo.
Los días pasaron y Mary, con el trato habitual de compañera de trabajo, no daba indicios de nada.
Yo, cada vez más zarpado, ya no la miraba con ojos de colega, le miraba más el culo y las tetas. Ella empezó a venir más producida, con más perfume y con unas tangas que se notaban a un kilómetro de distancia.
Hasta que un día, casi sobre la hora de salida del trabajo, Mary me trajo unas carpetas a mi escritorio y me dijo:
- Esto es para mañana Julio -
- Dale, mañana lo vemos-
Dio dos pasos y una media vuelta:
-¿Qué haces ahora después de salir?-
-Nada. Lo de siempre voy para casa ¿Por?-
.-¿Me invitás a un café?-
-Dale-
Mis pulsaciones se fueron a mil… apagué la notebook, salimos y pedimos un café en el bar de la esquina.
Abrí el “juego” al cual suponía me había convocado:
-Bueno contame que dijo Diego-
Mary me miraba y sonreía:
-Mirá, es un poco fuerte…. hace días que vengo dudando de cómo decírtelo… Diego está como loco para que te lo diga de una vez… yo no imaginé que me iba a dejar que lo hiciéramos, sin él, como vos querés… y la verdad es que me re calienta….Diego solo quiere saber los detalles-
-¡No hay problema! Vos me decís cuando y donde- respondí
-El cuándo… me gustaría no dejar pasar más tiempo, el donde es problema tuyo. En casa no podemos, por Diego y los chicos- jajajajaj
-¿Te animas ahora???-
-....Ummmm.. déjame mandar un mensaje a Diego y vemos que dice-
Agarré, por mi parte, el celular y le envié un mensaje a mi esposa, Laura
“…. así que me voy a demorar un buen tiempo, en la oficina. Cená y acostate. Beso”
Mary agarró el suyo y escribió un mensaje… lo iba a dejar en la mesa, no alcanzó a soltarlo que llegó la respuesta
-Mirá Julio-
Me puso el celular enfrente. El mensaje del marido era contundente…
“¡SIIII MI AMOR QUE LO DISFRUTES!!”
“No te olvides de memorizar cada detalle, porfa”
Sin más pedí la cuenta al mozo y fuimos a buscar mi auto en la cochera. En el trayecto hacia el telo (en San Telmo cerca del río) Mary no dejaba de escribir, y su respiración se sentía agitada…. De pronto sentí su mano en mi pantalón, la miré y ella sacaba una foto con su celular para mandar, a su marido (¿a quien si no?) la primera prueba de los cuernos que le estaba metiendo… comenzó a apretar el bulto de mi verga ya dura, se tocaba su entre pierna y volvía al mío.
Yo estaba que volaba de calentura, llegamos al telo, pedí una de las habitaciones de media gama y subimos. Ya Mary había bajado el cierre de mi pantalón y sacado mi verga afuera, en el ascensor. Entramos a la habitación, prendí las luces, se escuchó una música suave. Comenzó a besarme como loca, me agarraba con fuerza de la nuca y metía lengua hasta cerca de mi garganta, Mientras me besaba y tomó una “selfie” de los dos comiendo nuestras bocas,
Nos empezamos a desnudar (blusa y corpiño ella, camisa yo) y sin dejar de besarnos llegamos a la cama. Ella se bajó el pantalón y se tiró de espaldas, yo terminé de sacarle el pantalón, descubrí una tanga transparente que dejaba ver su concha y percibí el olor que desprendía su calentura.
Ahí me deshice de pantalón, slip, zapatos y medias.
Le saqué la tanga y comencé a besar sus piernas camino a la conchita. Se la mordí despacio, ella soltaba pequeños gemidos de placer. Cuando empecé a rozarle con la punta de la lengua, el clítoris, Mary me tomó del cabello y empujaba mi cabeza hacia adentro suyo
La estábamos disfrutando increíblemente. Ya eran “oficiales” los cuernos de Diego.
Al rato, en sus contracciones vaginales, percibí un cambio su sabor: Mary estaba gozando su primer orgasmo sólo con mi lengua… en ese momento soltó un gemido y murmuró algo así como “¡Siii..Julio….por fin se me dio… me volves loca… es mejor que lo que imaginé con Diego mucho tiempo…”
Me puse de rodilla, entre sus piernas abiertas. No podía creer lo hermosa que se veía Mary.

Volví con mi boca en su entrepierna y comencé a subir pasando por su ombligo hasta llegar a sus hermosas tetas con duros pezones rosados… comencé a chupárselas Acomodé mi verga en la puerta de la concha, podía percibir su humedad, ella cruzó las piernas encima de mí, atrayéndome hacia abajo, mi verga encontró su camino.

Solté las tetas, Mary me miraba a los ojos, en los suyos “veía” un ¡dale ya!!!
Comencé, la cogida, con un ritmo lento y suave que poco a poco se volvió más y más rápido e intenso. Pude, una y otra vez, sentir como se contraía su vagina, se alteraba su respiración y emitía sonidos guturales que hacían explícito un nuevo orgasmo.
Ella redoblaba la fogosidad de sus besos y de su lengua buscando la mía. Pedía, entre gemidos y suspiros que no parara:
-…. Me encanta como te movés… Cojés muy rico…. Quedate adentro, no se te ocurra salir…. -
Después de varios minutos de cogerla muy fuerte y orgasmos de ella, se me hizo inevitable abandonarme al mío con abundancia de semen, derramado en sus entrañas.
Descansamos, compartiendo la almohada e intercambiando caricias y halagos.
Los dos queríamos más, pero Mary usó expresiones contundentes:
-¡Cojamos toda la noche!-
--Quiero hasta la última gota de tu leche!-.
Claro que no podíamos, por lo menos yo, quedarme con ella, más allá del fin del turno de 2 horas del telo, mi esposa me esperaba en casa.

Recuperado el vigor y la erección, me mostró su mejor postura, se puso en cuatro y paró su cola como ofreciéndola:
- ¡No puedo esperar más a que me la vuelvas a poner!-
Se la puse, en la concha lo más profundo posible para que sintiera lo adentro que le llegaba Dejaba escapar pequeños gritos de placer… su culo, algo increíble a su edad, visto desde mi perspectiva, era un “bocado de cardenal”, a mi disposición
En pausas en el “mete y saca”, le apoyé un dedo en el agujerito. Ella empujaba hacia atrás como pidiendo que lo metiera… le hundí el índice y al rato el medio, me di cuenta que ese culo lo habían disfrutado muchas veces. Saqué la verga de su mojada concha y la presenté en la puerta del culo.
Se dio vuelta y me dijo en voz baja:
-¡Siii culeame que me re-copa!!-
Empujé, el glande y toda la verga desaparecieron dentro de ese culo de novela, y mis huevos se apoyaron en su concha mojada La cogí tan fuerte que no dejaba de gritar de placer. Hasta que sentí venir el orgasmo, saqué la verga de su culo y Mary, como si lo hubiéramos ensayado… se dio vuelta, la manoteó, la enfrentó a su boca sedienta, comenzó a pajearme, hasta que exploté y se la llené de semen
Quedamos los dos tendidos y agotados. Mary sacó su celular. Tomó una foto con la cabeza en mi pecho, totalmente despeinada y una mirada de satisfacción que no se podía creer.
-A Diego le va a encantar- murmuró.
Se la envió. El cornudo complacido, seguro.

1 comentarios - Cuernos que se disfrutan.

Carlito-SL +1
Ojala mi mujer hiciera lo mismo