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Infiel a mi marido y lo gocé: mi suegro

A pesar de que engañé a mi marido varias veces, yo aún lo quería por los años que llevábamos juntos y a pesar de que no he tenido hijos con él, jamás por mi cabeza se me ocurriría irme con otro o tener hijos con otro hombre.
La relación con sus padres es armónica, salimos a visitarlos, ellos lo tuvieron a corta edad, tan solo con 17 años encima mi suegra dio  a luz a mi marido, eso me ponía a pensar si es que soy yo la que no puede tener hijos, mi suegro, hombre atractivo, de 61 años pero que aparenta 40, siempre se mantenía en forma, iva al gimnasio, comía saludablemente, según veia en mis visitas a su casa, en cambio su mujer se dejó llevar por la edad y se engordó mucho y se le notaba su edad en el rostro, no me imaginaba esas noches de cama entre ambos, debían ser horribles para mi suegro, mi marido me contó que él es de esos hombres que jamás traicionaría a su esposa y que él hasta el momento sigue el ejemplo de su papá, yo me rei un rato disimuladamente, sentí como que un reto nuevo me pasaba por la mente.
Ese reto era probar si en verdad mi suegro es incapaz de ser infiel, de reoente ya no lo veía con ojos de familiar, sino con ojos de un animal que va tras su presa, me molesté mucho con mi actitud pero todo cambió cuando lo vi en el baño, estaba orinando con la puerta entreabierta y me asomé, observando un imponente miembro viril, grueso, venoso, con un capullo grande, acompañados de un par de huevos dignos de cualquier actor porno.
Él se volteó y me miró, le dio tanta pena verme que se metió su miembro de una vez dentro del pantalón, yo le sonreí y le dije: "tranquilo suegro, no me ha enseñado nada que no haya visto antes". Me retiré con una sonrisa de gusto contoneando mi culo lo mejor que pude para que lo viera, tenía mi cosita semi húmeda. Ese hombre ya entrado en años tenía todo para satisfacer a una mujer, solo hacía falta comprobar su duración con una mujer caliente como yo.
Tuve una lucha fuerte en mi cabeza entre hacer lo bueno o lo malo con mi suegro, sentía que podía con mi exhuberante cuerpo hacer que cayera, pero todos decían que era un hombre serio, respetuoso, fiel a su esposa, esto sumado al puesto de abogado que tenía me hacía difícil convencerme de que mi próximo amante fuera él, sin ambargo, cosas nuevas pasaron.
Salí con unas amigas a un bar, mi marido en ese momento andaba de viaje, así que cuando el gato sale, los ratones hacen fiesta, así que salí con ellas, bebimos mucho y una de ellas nos dijo: amigas ando corta de dinero, bailemos en ese local de strippers que hay en la siguiente calle y nos ganamos un buen dinerito para seguir la rumba, una de mis amigas nos dijo que estábamos locas pues varias de nosotras éramos casadas y si nos veían nos ivan a matar nuestros maridos, pero la amiga que invitó nos contó que ya lo ha echo antes y que usaban máscaras.
Encontramos exitante y divertido hacerlo y fuimos a ese lugar, hablamos con el seguridad y nos hizo pasar por un pasillo donde entran las desnudistas. Allí un dueño del local nos pidió documentos para verificar nuestra edad y nos dijo la suma que podíamos ganar y acordamos hacer un baile cada una de las que aceptaron (solo tres, otras dos se arrepintieron), la amiga que nos invitó salió primero, demostró su habilidad que tenía en el tubo, al parecer mi amiga ya tenía varias visitas en este lugar. Luego pasó mi otra amiga pero no le fue tan bien ya que recibió poco dinero de los que estaban viendo el show, mi sorpresa fue grande cuando, en los primeros asientos se encontraba mi suegro, fumando y tomando whisky, mis amigas no lo conocían, así que cuando salí me concentré en bailar más para él, mientras me movia bajo el ritmo sensual de la música los hombre empezaron a tirar y a ponerme mucho dinero en mi ropa interior, esas prendas daban a mostrar todo mi cuerpo, mis senos grandes, mi culo firme y voluminoso, mis caderas anchas y muslos potentes. para resumirles, creo que volví locos a los hombres de ese lugar, sobre todo a mi suegro, el cual me puso un billete de gran denominación entre mis senos y luego me puso otro dentro de mi panty, con lo cual pudo apreciar mi vagina en su máxima expresión.
El dueño del local me llamó aparte una vez terminado el show proponiéndome un contrato, yo le dije que no podía aceptar, me dio una buena cantidad de dinero, producto de mi baile pero aún así no quize aceptar porque sabía que si aceptaba, en algún momento ya no podría usar antifaz, él me dijo que no me fuera aún, me señaló a mi suegro y me dijo que deseaba un baile mío, que si aceptaba bailarle, ganaría el 50 % del mismo, como era él le dije que si, le dije a mis amigas que esperaran un poco más y me fui a las salas privadas, allí me esperaba mi suegro, empecé a bailarle y me pidió que me quitara el antifaz, me le acerqué al oido y me senté sobre él y le dije: "claro que si suegro", me quité el antifaz y él se quedó inmóvil, le dije:
"tranquilo suegrito que lo que pase hoy se queda aquí", así que empecé a desnudarme, cosa que no debí hacer ya que cerca estaba un seguridad y solo debía bailar pero no me importó, le puse mi culo en su cara y le dije: "lámelo" y él accedió, sentí deliciosa su lengua, me metía su lengua hasta lo más profundo hasta ponerme toda húmeda"me quité el sostén y sentada sobre él dejé que saciara su sed de sexo, sabía que si estaba allí era porque lo necesitaba.
Él me dijo: "eres bien puta, si mi hijo te viera", y le dije: "ja ja y tú un viejo lujurioso, si tu mujer te viera como me mamas mi vagina", ambos reimos y dejamos que la lujuria entrara en nosotros, nos besábamos con lengua, yo le saqué su pene y lo pasaba por mis manos de arriba a abajo, él me hundió tres dedos en mi cosita húmeda, luego me agaché y empecé a mamarle con fuerza su pene, estaba delicioso, se la mamé con muchas ganas, luego cambiamos de posición y me senté mientras el ponía su pene entre mis enormes tetas y se masturbaba con ellas, su pene pasaba por mis senos y llegaba a hundirse en mi boca.
Yo estaba muy arrecha y caliente y le dije: "suegrito métamela por donde más quiera" y me puse en 4 meneándole el culo, el lujurioso no me perdonó, me la rozó por mi vagina pero me la enterró en el culo sorpresivamente, yo casi grito pero recordé que no podía hacer ruido sino se darían cuenta, me la hundió como un animal que tenía años sin aparearse, toda su cabeza y tronco la tenia metida adentro de mi culo que lo recibió sin oponer resitencia, sus huevos chocaban duro contra mis nalgas, hacia tiempo que nadie me daba por el culo así de esa forma, me agarraba por la cintura y me empujaba hacia él,  me agarró por el pelo, me sentía violada pero era una violación consentida, al oido me decía: "perra, zorra, ya se quién me va a quitar las ganas" y yo le decía: "cuantas veces quieras papi, pero no pares de metérmela,me cojes mejor que tu hijo", eso le exitó, me dijo que se iva a venir y me desmontó y me puso su pene en la boca, se lo mamé duro y se vino abundantemente en mi boca. toda me la tragué, nos vestimos y le dije que gracias, pero él me dijo que las gracias debía él dármelas. Al salir mis amigas vieron todo lo que gané y nos fuimos a seguir la rumba, ya mi meta estaba cumplida: mi suegro era otro infiel más.

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