Tuve problemas pero prometo dejarles algo bueno.
Todos escondemos secretos. Creía que aquella mujer que veía inalcanzable jamás podría estar entre mis brazos y me equivoqué.
Luego de tantos minutos aguantar, decidí tomar mi verga para luego abrirle las piernas, colocarlas sobre mis hombros y penetrarla. Ella dios un gemido. Dios, su interior estaba hirviendo y totalmente mojada. Apenas comencé a penetrar, se escuchó la puerta. Alguien estaba intentando entrar y obvio, era alguien de sus hijos. Me retire de inmediato a lo cual ella se vistió lo más rápido e hice lo mismo.
Maldita sea. La oportunidad de oro y la había desaprovechado y todo por querer disfrutar cada segundo. La perdida era inevitable y bueno, ya nada podía hacer. Nos vestimos y me quedé sentado viendo la TV. Ella fue a la puerta y le dió entrada a su hija. Disimulé y solo me límite a decir. Listo, ya quedaron los manera les. Cuánto te debo hijo? Ella me preguntó con una mirada de molestia. Respondí que no era nada. Saludé a Steph y sin darle la mano ni un beso, me retire a mi casa. El resto del día estuve realmente molesto. Eso sí, al llegar a casa me hice tremenda paja que hasta se me fueron las fuerzas. Pasaron varios días, incluso semanas. Luego de aquella situación pareciera que todo se había perdido ya que, ya no fui a casa de Steph. No sé por qué yo creía que todo estaba en contra y que de alguna manera se habían enterado de lo sucedido.
Deje de ver a Steph por un tiempo e incluso no hable con sus hijos varones. Trate de que no me afectará el hecho de quizá desaprovechar a la Sra Karen.
Una noche de fin de semana, me invitaron a una fiesta. Iba saliendo de casa y en la calle me encontré a Steph con su madre. Las saludé de manera normal. Steph me preguntó que a dónde iba y jugando Karen comento que si acaso no las iba a invitar. Yo seguí la situación y respondí que si, que nos fuéramos. Mi sorpresa y supongo de ellas también, eso sucedió. Steph feliz comento que iría a casa a cambiarse de chaqueta y que no tardaba. Me quedé a solas con Karen. Plática irrelevante. Yo no podía sacar de mi mente aquel día. Me acerque a ella y quise besarla. Ella me empujó y me dijo que olvidará lo que había pasado. Estuvo mal y no volverá a pasar. Me quedé callado y me retire. Un silencio incómodo se hizo presente. Steph regreso de prisa. Vámonos! Dijo. Tomamos un Taxi y nos dirigimos a la fiesta. Karen llevaba puesto un vestido negro con olanes. Lo que yo no me había dado cuenta ya que estaba idiotizado en su cara. Comenzaba más allá de tener un deseo sexual a tener un gusto por ella como tal. Llegamos a la fiesta y pasamos un buen rato ahí. Bebimos y platicamos los tres. Presente a mis chicas con mis amistades y bueno. Obvio no faltó quien me dijera que se las aventará. El alcohol hizo su trabajo en los tres. Eran aproximadamente las 4 de la madrugada y Karen dijo a Steph que ya era tiempo de retirarse. Yo con los ánimos a tope insistí en que se quedarán. Karen se negó y me pidió pedirle un taxi. Yo sin rogar solo me límite a decir que las acompañaría a casa. No, tu sigue con tus amigos dijo Karen. Insistí en que las llevaría. Nos despedimos y salimos a tomar el taxi. Ya en camino Karen dijo que no llevaba llaves de su casa y que sus hijos a esa hora no estarían en casa. Regresemos entonces, dije. Karen con un bostezo me respondió que ya estaba cansada y que ya se sentía mareada. Steph dijo lo mismo. No sé por qué se me ocurrió la idea de un Hotel. Quieren quedarse en un hotel a descansar? Pregunté Pues si, es buena idea dijo Steph. Karen solo respondió. Vale! Está bien. Conoces uno donde podamos descansar? Me preguntó a lo que le respondí que si. Llegamos al Hotel y ya en la habitación, me despedí nos vemos más tarde. Que descansen. Steph me dijo. No, quédate. Es peligroso que te vayas solo. Ya quédate a descansar con nosotras. Respondí que quizá tenía razón. Está bien. Steph fue directo a la cama y Karen dijo. Me daré un baño, estoy exhausta. Mientras Karen se retiró al baño, me acosté con Steph. Íbamos realmente tomados. Steph tardo unos minutos en quedarse dormida. Escuché la regadera y decidí ir con Karen. Me quite la ropa y sin avisar entre al baño tomando de sopresa a Karen. Que haces aquí? Preguntó. Steph nos verá. Solo con ardiente pasión la bese. Ella trato de reprimir el beso pero a la vez cedió. Mi verga ya estaba más que dura. Karen comenzó a tomarme del cabello y no paro. Se puso de rodillas y trago mi falo con locura. Yo estaba en la gloria. Steph se nos olvidó por completo. No podía perder la oportunidad de nuevo. La levanté y gire de espaldas hacia mi, empinandola y agarrando sus grandes y redondas nalgas. Abrí su culo y comencé a lamerlo. Vagina y ano que quería comerlos. Ella comenzó a gemir y gemir. Luego de una rato me levanté y sin pensarlo la penetre con fuerza. Una y otra vez. No sé limito y sus gemidos ya eran exagerados . Comenzó a decirme cogeme y hazme tuya. Soy toda tuya. Mamá! Que hacen?
Todos escondemos secretos. Creía que aquella mujer que veía inalcanzable jamás podría estar entre mis brazos y me equivoqué.
Luego de tantos minutos aguantar, decidí tomar mi verga para luego abrirle las piernas, colocarlas sobre mis hombros y penetrarla. Ella dios un gemido. Dios, su interior estaba hirviendo y totalmente mojada. Apenas comencé a penetrar, se escuchó la puerta. Alguien estaba intentando entrar y obvio, era alguien de sus hijos. Me retire de inmediato a lo cual ella se vistió lo más rápido e hice lo mismo.
Maldita sea. La oportunidad de oro y la había desaprovechado y todo por querer disfrutar cada segundo. La perdida era inevitable y bueno, ya nada podía hacer. Nos vestimos y me quedé sentado viendo la TV. Ella fue a la puerta y le dió entrada a su hija. Disimulé y solo me límite a decir. Listo, ya quedaron los manera les. Cuánto te debo hijo? Ella me preguntó con una mirada de molestia. Respondí que no era nada. Saludé a Steph y sin darle la mano ni un beso, me retire a mi casa. El resto del día estuve realmente molesto. Eso sí, al llegar a casa me hice tremenda paja que hasta se me fueron las fuerzas. Pasaron varios días, incluso semanas. Luego de aquella situación pareciera que todo se había perdido ya que, ya no fui a casa de Steph. No sé por qué yo creía que todo estaba en contra y que de alguna manera se habían enterado de lo sucedido.
Deje de ver a Steph por un tiempo e incluso no hable con sus hijos varones. Trate de que no me afectará el hecho de quizá desaprovechar a la Sra Karen.
Una noche de fin de semana, me invitaron a una fiesta. Iba saliendo de casa y en la calle me encontré a Steph con su madre. Las saludé de manera normal. Steph me preguntó que a dónde iba y jugando Karen comento que si acaso no las iba a invitar. Yo seguí la situación y respondí que si, que nos fuéramos. Mi sorpresa y supongo de ellas también, eso sucedió. Steph feliz comento que iría a casa a cambiarse de chaqueta y que no tardaba. Me quedé a solas con Karen. Plática irrelevante. Yo no podía sacar de mi mente aquel día. Me acerque a ella y quise besarla. Ella me empujó y me dijo que olvidará lo que había pasado. Estuvo mal y no volverá a pasar. Me quedé callado y me retire. Un silencio incómodo se hizo presente. Steph regreso de prisa. Vámonos! Dijo. Tomamos un Taxi y nos dirigimos a la fiesta. Karen llevaba puesto un vestido negro con olanes. Lo que yo no me había dado cuenta ya que estaba idiotizado en su cara. Comenzaba más allá de tener un deseo sexual a tener un gusto por ella como tal. Llegamos a la fiesta y pasamos un buen rato ahí. Bebimos y platicamos los tres. Presente a mis chicas con mis amistades y bueno. Obvio no faltó quien me dijera que se las aventará. El alcohol hizo su trabajo en los tres. Eran aproximadamente las 4 de la madrugada y Karen dijo a Steph que ya era tiempo de retirarse. Yo con los ánimos a tope insistí en que se quedarán. Karen se negó y me pidió pedirle un taxi. Yo sin rogar solo me límite a decir que las acompañaría a casa. No, tu sigue con tus amigos dijo Karen. Insistí en que las llevaría. Nos despedimos y salimos a tomar el taxi. Ya en camino Karen dijo que no llevaba llaves de su casa y que sus hijos a esa hora no estarían en casa. Regresemos entonces, dije. Karen con un bostezo me respondió que ya estaba cansada y que ya se sentía mareada. Steph dijo lo mismo. No sé por qué se me ocurrió la idea de un Hotel. Quieren quedarse en un hotel a descansar? Pregunté Pues si, es buena idea dijo Steph. Karen solo respondió. Vale! Está bien. Conoces uno donde podamos descansar? Me preguntó a lo que le respondí que si. Llegamos al Hotel y ya en la habitación, me despedí nos vemos más tarde. Que descansen. Steph me dijo. No, quédate. Es peligroso que te vayas solo. Ya quédate a descansar con nosotras. Respondí que quizá tenía razón. Está bien. Steph fue directo a la cama y Karen dijo. Me daré un baño, estoy exhausta. Mientras Karen se retiró al baño, me acosté con Steph. Íbamos realmente tomados. Steph tardo unos minutos en quedarse dormida. Escuché la regadera y decidí ir con Karen. Me quite la ropa y sin avisar entre al baño tomando de sopresa a Karen. Que haces aquí? Preguntó. Steph nos verá. Solo con ardiente pasión la bese. Ella trato de reprimir el beso pero a la vez cedió. Mi verga ya estaba más que dura. Karen comenzó a tomarme del cabello y no paro. Se puso de rodillas y trago mi falo con locura. Yo estaba en la gloria. Steph se nos olvidó por completo. No podía perder la oportunidad de nuevo. La levanté y gire de espaldas hacia mi, empinandola y agarrando sus grandes y redondas nalgas. Abrí su culo y comencé a lamerlo. Vagina y ano que quería comerlos. Ella comenzó a gemir y gemir. Luego de una rato me levanté y sin pensarlo la penetre con fuerza. Una y otra vez. No sé limito y sus gemidos ya eran exagerados . Comenzó a decirme cogeme y hazme tuya. Soy toda tuya. Mamá! Que hacen?
0 comentarios - Mi delirio por las maduras. 7