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Y así es como desfloraron a mi esposa

Esta historia me la contó un amigo, me animé a escribirla en primera persona con su permiso.
Mi nombre es Manuel, tengo actualmente 36 años, soy casado, mi esposa se llama Jessica, tiene 29 años. Lo sucedido ocurrió hace 9 años atrás. Yo soy abogado, tenía 29 años en ese entonces, Jessica con 20 años era estudiante de enfermeria. Estábamos muy enamorados, ella venia de una familia muy religiosa, sus padres siempre le inculcaron valores tales que hasta la fecha con 3 años de novios no habíamos tenido relaciones sexuales.
Ya teníamos fecha de matrimonio aunque a sus padres no les gustaba la idea mucho ya que querían que ella terminara su carrera para dar el siguiente paso, nosotros decidimos que nos casaríamos de todas formas, por lo que ellos aceptaron.
Todo iba viento en popa, los arreglos, las compras, preparativos, ya teníamos casa, debido a los negocios que manejo no tengo problemas económicos, ya teníamos un departamento donde viviríamos y una casa de playa.
Pero había un secreto que yo tenía, hacia unos años atrás había sufrido un accidente, por lo que tenía un problema serio de erección, no podía tener sexo por más que quisiera, estaba llevando un tratamiento por ello, tenía esperanzas de que se me curara pronto, el doctor decía que con el tratamiento se me pasaría pero es largo, cuestión solo de tiempo.
Jamás se lo conté a Jessica porque pensé que me dejaría si lo sabría, decidí ocultárselo hasta mi noche de bodas. Cuando llego esa fecha, nos fuimos de viaje al extranjero de luna de miel, pero grande fue su decepción al yo hacerme el cansado esa noche y no cumplir con mi deber conyugal.
Así fueron pasando los días hasta que decidí contarle lo que me sucedía, ella inicialmente se ofusco, pero finalmente acepto lo que me pasaba y me consoló diciendo que me esperaría todo el tiempo que sea necesario porque me amaba, me sentí muy afortunado de tener una esposa así.
Lamentablemente pasaba el tiempo y el tratamiento no daba resultados. Pasaron 2 años sin consumar nuestro matrimonio, frente a la gente era todo felicidad, pero en la intimidad eran ya reclamos de ella. Lo peor es que ella quería tener un hijo. Le pedía paciencia, ella lo aceptaba pero siempre se notaba una tristeza en ella, sus reclamos eran muy calmados pero a la vez tristes.
Cierto día la encontré hablando con una prima suya, al parecer ella le había contado mi problema, decidí no hacerme notar y escuchar su conversación, ella le contaba que estábamos pensando en hacer una inseminación artificial (cosa que yo mismo le había sugerido), a lo que la prima le decía que no, y le aconsejaba que haga la que hacia la inseminación y se consiguiera un hombre que le haga el amor tantas veces sea necesario hasta que quede embarazada y que me dijera que fue la inseminación.
Mi esposa le respondía que jamás haría algo así, que me amaba y que me esperaría lo que sea necesario. La prima le pregunto si no tenía ganas de estar con un hombre entre sus piernas, Jessica agacho la cabeza y tímidamente le contesto que sí, pero que le daba miedo estar con un hombre debido a que era virgen y no se imaginaba ser desvirgada por otro que no fuese su esposo. Así continuo su conversación, la prima le dijo que podía darse el gusto con Andrés, un amigo de ellas, también estudiante de su facultad de enfermería que es muy allegado a la prima y que hacía tiempo le había confesado estar enamorado de Jessica y que hasta el día de hoy la deseaba pero que no se animaba a acercarse porque estaba casada.
Me sentía furioso con la prima, la hija de puta le estaba metiendo ideas en la cabeza de serme infiel, pero a su vez me alegraba de tener una buena esposa, me daba mucha confianza ella. Lo que si me dio mucha más rabia fue el hecho de que mi esposa ya tenía muchas ganas de hacer el amor, y no poder complacerla. Cuando ella quedo sola se fue a su cuarto y se echó a llorar, era muy infeliz la pobre, a lo que me con mucho esfuerzo pensé tal vez si se animaba ella darse un gusto por una única vez e estar con un hombre, aunque no fuese yo, solo quería verla feliz.
Un día conversando en la alcoba después de tener un fallido intento de hacer el amor, le toque el tema, si es que ella quisiera estar con otro hombre, ella lo negó. En ese momento lo dejamos ahí, pero empecé a insistirle todas las noches, le dije que no me enfadaría con ella, y es más que lo único que quería era su felicidad, que todo lo que estaba pasando era mi culpa por no haberle contado la verdad antes de casarnos. Finalmente después de tantas preguntas e intentos, me termino confesando entre lágrimas que si tenía deseos de hacerlo con alguien, aunque no fuese yo.
Le di un beso y la abrace. Le pregunte con quien desearía hacerlo, y lógicamente después de varios minutos de pensarlo me confeso que con su compañero Andrés, pero me pidió que no me enfade muy asustada temiendo mi reacción. Me sentía muy frustrado y furioso por dentro, pero no podía hacer otra cosa por ella.
Le dije que hagamos una reunión con su prima y que invite a Andrés a la casa de playa, el pretexto seria que salga con su prima (ella no sabía que había escuchado su anterior conversación).
La prima acepto inmediatamente, Jessica le conto que estaba dispuesta a hacer el amor con Andrés, pero lógicamente no sabía que yo estaba consintiendo eso, la muy puta de Roxana (así se llamaba su prima) estaba feliz, y le dijo que el fin de semana seria su día y que por fin sabría lo que es un hombre mientras se reía de felicidad.
La condición que le había puesto a ella, era que haga que el utilice preservativo sino que no lo haga ya que no soportaría que quedase embarazada, y lo otro, que sería por primera y única vez, que jamás volvería a hacerlo, ella había aceptado mis condiciones. Llegado el fin de semana estuvimos los 4 en la casa de playa, estuvimos tomando licor hasta que a cierta hora fingí una llamada de mi trabajo urgente, necesitaban que regrese a la oficina por un caso de urgencia (sábado por la tarde, no sé si alguien me creyó eso) me fui diciendo que volvería en 2 horas.
Los deje a los 3. Para esto antes había instalado cámaras ocultas en la casa, Jessica no sabía eso, si bien es cierto me ponía furioso la situación, si iban desvirgar a mi esposa al menos quería saber todo lo que pasaba. La muy puta de Roxana le decía que yo tenía una amante, por eso me iba, el puto de Andrés igual, yo llame como después de 1 hora diciendo que volvería al siguiente día por una complicación grave en un caso, con eso dejaba el camino libre para que hagan lo que quisieran.
Llegado un momento Roxana se retiró diciendo que se encontraba muy mareada y que se iba a una recamara a dormir. Jessica sabía lo que sucedería. Estaba algo mareada pero aún muy consiente. Él se acercó, la beso, ella se retiraba cada vez que él se acercaba, solo rozaban sus labios ligeramente y ponía una mano en su pecho evitando que se acercara más cada vez que él lo intentaba.
Así siguieron varias veces, no sé qué le diría al oído que en uno de esos intentos ella se echó en la alfombra mientras él tenía sus labios rozando su cuello, el brazo derecho en su cintura y con la otra mano acariciaba sus pechos mientras la recostaba delicadamente, ella suspiraba cada vez más rápido y decía ligeramente que no, que estaba mal, el simplemente seguía besándola siempre de forma muy delicada así como recorría su cuerpo con caricias.
Ella correspondía muy ligeramente cada beso aunque lo dudaba y trataba de retirar su rostro del cada cierto tiempo. Ella llevaba puesto un polo manga cero y debajo un sostén, un pequeño short y dentro una diminuta tanga que me mostro antes de ir. El solo tenía una bermuda puesta ya que por el calor estaba con el torso desnudo.
Llegado un momento él le levantó el polo y ella sola levanta los brazos para que él se lo quite, cosa que hizo inmediatamente, seguidamente mientras se besaban suavemente el con una mano en su espalda la levanta dejándola sentada y con la otra mano procede a desabrochar el sostén, en ese momento cae y la vuelve a echar en la alfombra. Le empieza a besar los pechos, ella gime suavemente con un brazo acariciando su espalda y la otra tirada a un lado.
Después de un momento él le empieza a retirar el short, ella levanto ligeramente las caderas para que se las pueda retirar sin problemas, me di cuenta con mucha bronca que mi esposa estaba ya entregada completamente a la lujuria en ese momento, en el fondo tenía la esperanza que a último momento ella se negara ya que no me agradaba para nada la idea de verla cogida por otro. En ese momento ella ya solo tenía la diminuta tanga puesta como ultima resistencia.
Al intentar jalársela para quitarla ella tuvo un último ataque de cordura al parecer, le dijo fuertemente NO!! Se dio vuelta tratando de escapar pero al hacerlo el cogió la tanga con ambas manos, y la jalo fuertemente dejando sus nalgas totalmente descubiertas rápidamente con una mano la sujeto de la espalda y la presiono contra la alfombra boca abajo y con la otra termino de sacar la tanga. Después cogió inmediatamente sus hermosos glúteos, uno con cada mano y empezó a masajearlos a su vez que los besada fuertemente, ella volteaba intentando sacarlo con una de sus pequeñas manos, le decía que por favor no sigua que estaba mal, pero el continuaba, hasta que ella se cansó, simplemente dejo de forcejear, quedo volteada dándole la espalda boca abajo, sus dos manos a los costados, ya solo se dejaba hacer lo que él quería, estaba totalmente entregada.
El abrió sus nalgas con sus manos y le beso el ano, ella lanzo un gran suspiro cuando hizo eso, el seguía besándolo, le pasaba la lengua, ella instintivamente solo empezó a moverse, parecía empezaba a disfrutar lo que pasaba, después de un rato le dio la vuelta y subió su rostro hacia ella, empezó a besarle nuevamente, bajo nuevamente y empezó a lamer su clítoris, después de varios minutos volvió a subir, la volvió a besar, ella correspondía sus besos, de pronto ocurrió, empezó a penetrarla, el metía un poco su verga, ella cerraba sus piernas y le decía que se detenga, él se detenía, volvía a intentarlo, ella cerraba los ojos y volvía de decirle que espere, estuvieron en ese proceso largo rato, ella cerraba los ojos, no tan rápido él decía, espera, hasta que al parecer finalmente llego a penetrarla completamente, cuando la tuvo ensartada hasta el fondo ella le pidió que no se moviera un rato, así se quedaron unos minutos, se miraban fijamente, lagrimas caían de su rostro, él le pregunto si le dolía mucho, ella le dijo que no eran lágrimas de dolor, simplemente no podía explicarlo, después de unos minutos besándose él empezó el mete y saca, primero muy lentamente, después empezó a subir la velocidad hasta coger un ritmo casi frenético, en todo momento jamás dejaron de mirarse y se besaban cada cierto tiempo hasta que ocurrió algo que no me había dado cuenta, ambos terminaron con un orgasmo, ella no dejaba de moverse como convulsionando, el haba acabado, no se habían cuidado!!!
El hijo de puta termino dentro de ella, ella no le dijo nada, se quedaron así unos minutos, él la saco finalmente y se recostó junto con ella, podía verse la mancha de sangre en la alfombra y los restos de semen que salían de su vagina. Pensé que había sido todo, a los minutos de estar recostados el nuevamente la besa y le da vuelta, colocándola en posición de perrito, ella solo se dejaba estar, empezó a bombearla nuevamente. Así transcurrió toda la noche. Lo hicieron varias veces y en diferentes poses cada una más excitante que la otra.
En ese momento me ocurrió algo extraño, después de muchos años, tenía una erección descomunal, no podía creerlo, estaba muy excitado, no sé si por lo que había visto o porque el tratamiento por fin daba resultados, estaba muy contento. Me molestaba que no había cumplido mis condiciones, lo hicieron varias veces, y sin cuidarse, pero ya no me importaba, solo quería volver a ver a mii esposa y hacerle el amor.
Llegué al siguiente día. Roxana y Andrés ya se habían ido. Jessica me espero en casa tal como le dije. Cuando llegue le pregunte si se había cuidado, la muy puta me dijo que si, que no me preocupara, después le pregunte cuantas veces lo hicieron, nuevamente mintió diciéndome que solo una. La bese, la desnude, y le dije que había acabado el problema, vio mi erección, empezamos a hacerlo como unos salvajes todo ese día y los que vinieron.
Pasadas unas semanas me dio una noticia, estaba embarazada, en ese momento me entro un terror pensando que el hijo que tenía en sus entrañas no sería mío, mas decidí callar, la bese y seguimos haciendo el amor.
Fue una niña, que tiene hoy 7 años, la adoro, aunque no niego que cada vez se parece más a Andrés, tiene sus mismos ojos y cabello claro, y hasta la fecha no se si mi mujer se seguirá viendo con Andrés, él se hizo muy amigo nuestro y frecuentamos las mismas reuniones, incluso por insistencia de su prima y nuestros parientes de quienes él se hizo muy amigo hoy es nuestro compadre, padrino de mi hija, no sé si el sospeche que es su hija, por lo pronto todos callamos, el nunca sabrá que yo sé lo que paso entre ellos, pero no niego que me excita mucho el recordar aquella noche.

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