Aquí cuento la segunda parte de la primera a la cual llamé ‘La infidelidad de mi madre’.
Cuando llegué a casa, lo hice pensando decírselo todo a mi padre, pero al saludarlos no sé porque, simplemente no pude hacerlo, ella atendía en casa con toda naturalidad y siempre con una sonrisa que hacía pocos meses por primera vez se la había visto, se notaba que estaba feliz y eso creo que era gracias a las buenas cogidas que había empezado a darle el Víctor, quien por cierto tenía 34 años, su esposa Sandra tenía 30, él como parte de sus aficiones se dedicaba mucho a los deportes y también trabajaba como instructor en un gimnasio, por lo que tenía mucha resistencia, creo que era por eso que podía tener muy bien atendida a su mujer y ahora a mi madre.
La tarde del día miércoles se acercó Sandra a visitar a casa, me saludó de lo más normal y se acercó a conversar con mi madre, estuvieron en la sala y un rato en la cocina conversando bastante en secreto, mi padre en sus cosas, arreglando el jardín en ese momento, al rato le dijo a mi padre que saldrían de compras, mi padre ni caso les hizo, al salir yo las seguí tomando un poco de distancia, fueron a un centro comercial, se estuvieron probando ropa, y al rato aparece Víctor, eso me alarmó, pero inmediatamente al verlo me vino una tremenda erección, las ganas de hacerle pelea de ese momento se transformaron en excitación.
Se saludaron de lo más normal y después de unos minutos mi madre miró su reloj, miró a la pareja, hizo un ademan como de aceptación, sonrieron los tres y se subieron al coche de Víctor y se fueron. Tomé un taxi inmediatamente y le dije que los siguiera, pero a la distancia. Finalmente llegaron a la casa de Víctor y Sandra y entraron. Pasados unos minutos envié un mensaje de texto a Sandra diciéndole que sabía dónde estaban y que hacían, ella me respondió: Que pensaba hacer al respecto? Me dio una tremenda bronca, pero mi respuesta fue que no haría nada con la condición que me deje ver que pasa ahí dentro.
Me llamó inmediatamente, se empezó a reír y me dijo, que me acerque y que me abriría la puerta, mi madre y Víctor ya estaban en su habitación. Una vez dentro nos pusimos a ver la TV de la sala la videocámara instalada en su habitación, los dos estaban completamente y se comían la boca textualmente, él bajó y puso su cabeza entre sus piernas y empezó una sesión de sexo oral, mientras masajeaba sus nalgas, a los minutos ella levanta el culo y le dice: ‘saca el dedo de allí’, él le había metido un dedo en el culo mientras le hacía sexo oral, y después de lo que le dijo mi madre se decidió a continuar, no haciéndole caso. Una vez más ella se movió como forcejeando, pero él seguía con los lengüetazos y entrando y saliendo con su dedo, no le sacaba la boca de la conchita y el dedo del culo. Ella empezaba a moverse aún más intentando quitar el dedo pero él era más fuerte y seguía con sus movimientos, ella a pesar que forcejeaba no dejaba de gemir cada vez más fuerte junto a sus movimientos, arriba, abajo y a los costados una y otra vez, de pronto ella da un pequeño grito y le dice ‘dos dedos no!! Maldito te dije que me lo saques’, pero él continuaba, estaba clara su intención, pensaba meterle la pinga por el culo ese día.
Sandra me miraba y se sonreía, a su vez empezó masturbarse viendo las imágenes, yo estaba con una erección tremenda, me saqué la pinga y empecé a masturbarme.
Después de varios minutos de estar forcejeando con Víctor, mi madre se cansó, se notaba su respiración agitada y dejo de forcejear, sus movimientos eran mucho menores, casi nulos, simplemente se dejaba hacer y balbuceaba un ligero ‘no no por favor’, pero él no hacia el más mínimo caso, ella simplemente estaba entregada a su merced. Yo veía el video y me excitaba aún más esperando el momento que iban a taladrar a mi progenitora por ese pequeño agujero que posiblemente estaba intacto a sus 40 años.
De pronto ella empezó a gemir muy fuerte y a tener espasmos, estaba teniendo un orgasmo, el seguía con su juego y continuo cerca de 30 minutos más, ella tenía uno tras otro orgasmo, habré contado unos 6 desde que tuvo el primer orgasmo, su cara era un poema, de pronto el separo su boca de su concha, la miró a los ojos, ella estaba como poseída, lo miro, se mordió los labios y sin que él le diga nada se volteó y se puso en 4 patas con la mejilla en la sabana.
Él sonrió con cara de lujuria y coloco la punta de la pinga en la entrada del orto de ella, le abrió las nalgas con ambas manos, le dijo ‘prepárate’, y empezó a empujar, los ojos de ella se abrieron más, se agarró de las barras de la cabecera y empezó a recibir todo el miembro, él seguía empujando, se notaba que el falo iba entrando lentamente de pronto vi unas lágrimas en su rostro de ella, era un rostro que más que placer expresaba dolor nuevamente, sentí bronca, me paré para intentar ir a la habitación, pero Sandra me agarró de la mano y me dijo que no vaya, que espere y que mire.
Nuevamente desistí y mi excitación pudo más que mi rabia, volví a mirar la cámara y él ya la tenía ensartada completamente, su cara de ella daba contra la cabecera de la cama, aun sabiendo del dolor que tenía ella, sin ninguna piedad ni remordimiento él empezó a embestir una y otra vez contra su culo, la cara de ella golpeaba una y otra vez contra la cabecera, gritaba con desesperación, pero él no la soltaba y seguía el mete y saca, plop plop plop sonaba la cama contra la pared, con una mano ella intentó pararlo, pero de nada sirvió, siguió unos minutos cuando de pronto él empezó a respirar muy fuerte, se estaba viniendo dentro de su culo y empezaba a parar las embestidas.
Pasados unos segundos él se retiró, ella se echó en la cama dándose vueltas y tratando de tocarse el culo con mucho dolor, él la miro, se rio y le dijo: ‘así que nunca te habían dado por atrás’ y se fue al baño. Después de unos segundos que se calmó ella, él regresó y ella le dijo que era una bestia, él se volvió a reír, lo maldijo una y otra vez.
Yo pensé que con eso se terminaría todo entre ellos, sin embargo él se acercó y ella instintivamente lo besó, en ese momento se cortó la transmisión, al parecer la cámara tuvo un desperfecto, Sandra me dijo que no hagamos nada, solo esperemos y que si quería podía retirarme o nos acercábamos a escuchar lo que pasaba en la habitación, pero sin mirar ya que la puerta estaba cerrada. Acepté su propuesta, nos acercamos y solo escuchamos muchísimos gemidos y los movimientos de la cama contra la pared, estuvieron así unos 45 minutos más a una hora.
Yo no me aguanté y me hice por segunda vez otra paja escuchando e imaginando lo que pasaba en ese cuarto, pero esta vez antes de terminar Sandra se dio cuenta y me dio una mamada, hizo que termine en su boca y se lo tragó todo, yo disfrute eso, me dijo que ese era mi premio por ser tan buen voyerista y consentidor.
Al terminar me fui sigilosamente, después de una hora más ella llegó a mi casa, mi padre había salido a comprar, yo estaba en la sala, me saludó de lo más normal y subió las escaleras rumbo a su habitación, pude ver que su caminar era diferente, lo hacía más despacio y se notaba cierto cojeo. Yo no hice preguntas y la vi subir las escaleras apreciando ese hermoso culo y sus caderas que se contorneaban mientras subía, ese hermoso culo piel canela que acababa de ser estrenado hacía poco.
Cuando llegué a casa, lo hice pensando decírselo todo a mi padre, pero al saludarlos no sé porque, simplemente no pude hacerlo, ella atendía en casa con toda naturalidad y siempre con una sonrisa que hacía pocos meses por primera vez se la había visto, se notaba que estaba feliz y eso creo que era gracias a las buenas cogidas que había empezado a darle el Víctor, quien por cierto tenía 34 años, su esposa Sandra tenía 30, él como parte de sus aficiones se dedicaba mucho a los deportes y también trabajaba como instructor en un gimnasio, por lo que tenía mucha resistencia, creo que era por eso que podía tener muy bien atendida a su mujer y ahora a mi madre.
La tarde del día miércoles se acercó Sandra a visitar a casa, me saludó de lo más normal y se acercó a conversar con mi madre, estuvieron en la sala y un rato en la cocina conversando bastante en secreto, mi padre en sus cosas, arreglando el jardín en ese momento, al rato le dijo a mi padre que saldrían de compras, mi padre ni caso les hizo, al salir yo las seguí tomando un poco de distancia, fueron a un centro comercial, se estuvieron probando ropa, y al rato aparece Víctor, eso me alarmó, pero inmediatamente al verlo me vino una tremenda erección, las ganas de hacerle pelea de ese momento se transformaron en excitación.
Se saludaron de lo más normal y después de unos minutos mi madre miró su reloj, miró a la pareja, hizo un ademan como de aceptación, sonrieron los tres y se subieron al coche de Víctor y se fueron. Tomé un taxi inmediatamente y le dije que los siguiera, pero a la distancia. Finalmente llegaron a la casa de Víctor y Sandra y entraron. Pasados unos minutos envié un mensaje de texto a Sandra diciéndole que sabía dónde estaban y que hacían, ella me respondió: Que pensaba hacer al respecto? Me dio una tremenda bronca, pero mi respuesta fue que no haría nada con la condición que me deje ver que pasa ahí dentro.
Me llamó inmediatamente, se empezó a reír y me dijo, que me acerque y que me abriría la puerta, mi madre y Víctor ya estaban en su habitación. Una vez dentro nos pusimos a ver la TV de la sala la videocámara instalada en su habitación, los dos estaban completamente y se comían la boca textualmente, él bajó y puso su cabeza entre sus piernas y empezó una sesión de sexo oral, mientras masajeaba sus nalgas, a los minutos ella levanta el culo y le dice: ‘saca el dedo de allí’, él le había metido un dedo en el culo mientras le hacía sexo oral, y después de lo que le dijo mi madre se decidió a continuar, no haciéndole caso. Una vez más ella se movió como forcejeando, pero él seguía con los lengüetazos y entrando y saliendo con su dedo, no le sacaba la boca de la conchita y el dedo del culo. Ella empezaba a moverse aún más intentando quitar el dedo pero él era más fuerte y seguía con sus movimientos, ella a pesar que forcejeaba no dejaba de gemir cada vez más fuerte junto a sus movimientos, arriba, abajo y a los costados una y otra vez, de pronto ella da un pequeño grito y le dice ‘dos dedos no!! Maldito te dije que me lo saques’, pero él continuaba, estaba clara su intención, pensaba meterle la pinga por el culo ese día.
Sandra me miraba y se sonreía, a su vez empezó masturbarse viendo las imágenes, yo estaba con una erección tremenda, me saqué la pinga y empecé a masturbarme.
Después de varios minutos de estar forcejeando con Víctor, mi madre se cansó, se notaba su respiración agitada y dejo de forcejear, sus movimientos eran mucho menores, casi nulos, simplemente se dejaba hacer y balbuceaba un ligero ‘no no por favor’, pero él no hacia el más mínimo caso, ella simplemente estaba entregada a su merced. Yo veía el video y me excitaba aún más esperando el momento que iban a taladrar a mi progenitora por ese pequeño agujero que posiblemente estaba intacto a sus 40 años.
De pronto ella empezó a gemir muy fuerte y a tener espasmos, estaba teniendo un orgasmo, el seguía con su juego y continuo cerca de 30 minutos más, ella tenía uno tras otro orgasmo, habré contado unos 6 desde que tuvo el primer orgasmo, su cara era un poema, de pronto el separo su boca de su concha, la miró a los ojos, ella estaba como poseída, lo miro, se mordió los labios y sin que él le diga nada se volteó y se puso en 4 patas con la mejilla en la sabana.
Él sonrió con cara de lujuria y coloco la punta de la pinga en la entrada del orto de ella, le abrió las nalgas con ambas manos, le dijo ‘prepárate’, y empezó a empujar, los ojos de ella se abrieron más, se agarró de las barras de la cabecera y empezó a recibir todo el miembro, él seguía empujando, se notaba que el falo iba entrando lentamente de pronto vi unas lágrimas en su rostro de ella, era un rostro que más que placer expresaba dolor nuevamente, sentí bronca, me paré para intentar ir a la habitación, pero Sandra me agarró de la mano y me dijo que no vaya, que espere y que mire.
Nuevamente desistí y mi excitación pudo más que mi rabia, volví a mirar la cámara y él ya la tenía ensartada completamente, su cara de ella daba contra la cabecera de la cama, aun sabiendo del dolor que tenía ella, sin ninguna piedad ni remordimiento él empezó a embestir una y otra vez contra su culo, la cara de ella golpeaba una y otra vez contra la cabecera, gritaba con desesperación, pero él no la soltaba y seguía el mete y saca, plop plop plop sonaba la cama contra la pared, con una mano ella intentó pararlo, pero de nada sirvió, siguió unos minutos cuando de pronto él empezó a respirar muy fuerte, se estaba viniendo dentro de su culo y empezaba a parar las embestidas.
Pasados unos segundos él se retiró, ella se echó en la cama dándose vueltas y tratando de tocarse el culo con mucho dolor, él la miro, se rio y le dijo: ‘así que nunca te habían dado por atrás’ y se fue al baño. Después de unos segundos que se calmó ella, él regresó y ella le dijo que era una bestia, él se volvió a reír, lo maldijo una y otra vez.
Yo pensé que con eso se terminaría todo entre ellos, sin embargo él se acercó y ella instintivamente lo besó, en ese momento se cortó la transmisión, al parecer la cámara tuvo un desperfecto, Sandra me dijo que no hagamos nada, solo esperemos y que si quería podía retirarme o nos acercábamos a escuchar lo que pasaba en la habitación, pero sin mirar ya que la puerta estaba cerrada. Acepté su propuesta, nos acercamos y solo escuchamos muchísimos gemidos y los movimientos de la cama contra la pared, estuvieron así unos 45 minutos más a una hora.
Yo no me aguanté y me hice por segunda vez otra paja escuchando e imaginando lo que pasaba en ese cuarto, pero esta vez antes de terminar Sandra se dio cuenta y me dio una mamada, hizo que termine en su boca y se lo tragó todo, yo disfrute eso, me dijo que ese era mi premio por ser tan buen voyerista y consentidor.
Al terminar me fui sigilosamente, después de una hora más ella llegó a mi casa, mi padre había salido a comprar, yo estaba en la sala, me saludó de lo más normal y subió las escaleras rumbo a su habitación, pude ver que su caminar era diferente, lo hacía más despacio y se notaba cierto cojeo. Yo no hice preguntas y la vi subir las escaleras apreciando ese hermoso culo y sus caderas que se contorneaban mientras subía, ese hermoso culo piel canela que acababa de ser estrenado hacía poco.
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