La hermanita de mi amigo

A Juli la conozco desde que tengo memoria, soy amigo de su hermano desde jardín, ella es 2 años menor que nosotros.
Juli es rubia, 1,60, ojos verdes oscuros, unas lindas tetitas, culo y piernas de maravilla, en esa época jugaba al vóley e iba al gimnasio casi todos los días, además es bailarina de clásico. Darle un nalgazo era como pegarle una cachetada a la pared.

Esto pasó cuando ella tenía 22 años, yo 24. Ella salía con Martín, un flaco que vivía a una cuadra de casa. De movida yo le dije que ese flaco no tenía buena fama en el barrio. Siempre anduvo con cosas turbias.

Domingo de madrugada, yo recién llegaba de un bar, tipo 3am
Me sonó el celular, Juli.

J: Chanti decime que estás en tu casa.
S: Sí Chuli, acá estoy, recién llegué.
J: Abrime, estoy a media cuadra.
Antes de salir del baño me lavé la cara, igual era imposible de pilotearla. Abrí la puerta y ella ya estaba en la puerta.

S: Pasá.
J: Gracias, no sabía a quién llamar. Me puedo quedar?
S: Siempre Chu. Que pasó?
J: Martín se puso como loco y lo dejé.
S: Te pegó?
J: No, no, me fui, me escapé, empezó a tomar merca y se puso como loco, me dijo que por mi la iba a dejar. Llegué y lo noté raro, ya me imaginaba y le pregunté, pero me dijo que no, que la había dejado. Estábamos por coger, no se le paró y se puso loco. Le dije que se quede tranqui que poníamos otra peli.
S: Y?
J: Se fue a buscar una birra, yo al baño y lo enganché dándose con merca cuando volvía. Me hice la boluda porque se como se pone, pero volvió sin la birra y en vez de una película quería coger, obvio que no se le iba a parar y ahí se puso medio loco, echándome la culpa a mi, que no se la quería chupar, ya medio violento, sentí que en cualquier momento me pegaba.
S: Cómo te escapaste?
J: Se me ocurrió la idea del siglo. Le pedí perdón y le dije que empecemos todo de cero, que nos vistamos por completo y hagamos como que recién llegaba. Así hicimos yo ya tenía todo preparado, le bajé el pantalón, empecé a chuparsela mientras le ataba los cordones de una zapatilla con la otra, como nene jodiendo. Me paré y lo empujé para que se caiga y salí corriendo para acá. Hasta dónde vi nunca salió, tampoco me llamó.
S: Y ahora?
J: Para mi está muerto.
S: Querés una birra? Yo si la traigo.
J: Si no tenés nada más fuerte...
S: Tengo de todo, hasta tequila, pero vamos a terminar rotos.
J: Un tequila, una birra, otro tequila, otra birra.

Así empezamos charlábamos boludeces mientras mirábamos videos graciosos, de esos que la gente se cae. Ya al 3er tequila agarré el limón con la boca para que lo saqué de ahí.

J: Ya se está poniendo picante esto.
S: Y bueno, cerveza mexicana, tequila mexicano, tiene que ser picante.
J: Vos entendés a que me refiero.
S: Ambos sabemos lo que estamos haciendo.
J: Mejor así Santy, te aclaro, estoy borracha y dispuesta a cualquier cosa, pero necesito sentirme cuidada y cómoda.
S: Ju, sabés que no te haría daño, de ninguna manera.

Me besó y se acurrucó en mi dándole un sorbo a su nueva cerveza.

J: Alguna vez habías pensado en estar conmigo?
S: Muchas veces te miré con ganas, tuve fantasías, pero nunca pensé que podía pasar. Vos?
J: Lo mismo, pero te veía tipo a un primo, medio prohibido.

Me volvió a besar suavemente, con ternura, me agarró la cara con ambas manos y me enchufó un chape increíble.
Mis manos fueron bajando por su cintura, su cadera y agarrándole el culo. Mucho más firme de lo absolutamente firme que pensaba que era.
Le saqué la remera, le desabroché el corpiño y ella solita se lo terminó de sacar.
Nos fuimos para la habitación, la recosté boca arriba, le saqué las zapatillas, lo mismo con las mías y mi remera.
Le besé la boca y le chupé las tetas mientras le desabroché el jean, se lo quité y fui besándole desde las rodillas hasta al lado de la conchita, aún cubierta por su tanguita negra.
La miré a los ojos y me recosté a su lado.
Juli me sacó el jean y el boxer de un solo movimiento y se abalanzó sobre mi pija que ya estaba durísima, estirándome le agarré de una pierna y tirando le indiqué que gire, le saqué la tanga y se me subió para hacer un 69 hermoso. Tiene una conchita riquísima.
Sentía que yo estaba por acabar, entonces la saqué, me puse un forro y se sentó sobre mi, bajando lentamente hasta que mi pija quedó completamente dentro de ella. Nos besamos y comenzó a moverse lentamente para arriba y para abajo, para los costados, girando, gimiendo cada vez más fuerte hasta que acabó quedando sin energías tirada sobre mi.
Dejé pasar un momento y la recosté de costadito para cogerla mientras le apoyaba el culo, lentamente al comienzo y cada vez más fuerte, el choque de su culo contra mi cuerpo sonaba cada vez más fuerte hasta que no pude aguantar más y acabé. Terminé agotado. Me recosté boca arriba, ella se acurrucó sobre mi pecho, nos besamos y nos quedamos dormidos.

Prometimos repetirlo y que su hermano nunca iba a enterarse. Él nunca sospechó de nada y con Juli garchamos varias veces más durante varios meses.