La semana pasada fue el cumple de Lucas. Y yo no podía ser menos en organizarle algo, después de la fiesta que idearon él y Agus. Días antes empecé a hablar con mi amiga, para darle algo que nunca olvide. Después de una lluvia de ideas (que incluyeron algunas que tiraron poringueros que se prendieron para ayudarnos), nos decidimos por una.
El día que festejó con los amigos, yo me junté con Agus. Y lo volvimos loco.
Además de pensar en la fiesta, la calentura nos pudo y empezamos a los besos en su habitación, aprovechando que estábamos solas. Y decidimos compartir ese momento con él. Lucas estaba con los amigos (entre ellos, mi hermano). Pero a nosotras no nos importaba nada
Nos re excitaba saber que le calentábamos la verga mientras estaba rodeado de gente. Nos íbamos desnudando a medida que nos sacábamos fotos y filmábamos, y se lo enviábamos
Mientras esperábamos la respuesta nos matábamos a besos. Terminamos revolcándonos en la cama. Yo la pajeaba mientras ella me amasaba las tetas.
Después de comerle bien los sesos, lo dejamos tranquilo con los amigos. Nosotras nos pajeamos mutuamente, y todo se calmó. Al menos por el momento.
El día de la fiesta, este finde pasado, caímos a su departamento las dos juntas. Teníamos las dos un sobretodo largo, que tapaba el atuendo debajo. "Andá a la habitación, ahora vamos" le dijimos casi sin darle mucha bola. Preparamos todo. Y aparecimos. Agus tenía una camisa desabrochada, sin corpiño y short de jean. Yo medias, portaligas, vestido ajustado bien corto. Pusimos música sexy para ambientar, bajamos las luces... La idea era regalarle un show lésbico entre nosotras, mientras él sentadito observaba.
- Te preparamos un pequeño show, sentate y disfrutá tu regalo - le contaba, mientas Agustina improvisaba una mesa delante de él, con una picadita y un vaso de ron (Havanna 7, mi otro regalo; el "legal" digamos). Le di un beso, y volví con Agus.
Empezamos a bailar mientras nos abrazábamos y besábamos al ritmo de la música. Al principio, todo era sensualidad y ternura en los besos y caricias entre nosotras. Lo miramos con carita pícara, mientras yo empezaba a desvestir a mi amiga.
Primero, terminé de sacarle la camisa que ya estaba casi toda abierta. Besaba su cuello mientras mis manos rasguñaban su espalda. La puse de espaldas al agasajado, mientras mi boca bajaba por sus hombros hasta llegar a sus tetas. Ahí me detuve, apreté sus pezones con mis labios y los golpeaba con mi lengua.
Ella respondía gimiendo cada vez más fuerte y apretando mi cabeza contra su cuerpo. Otra vez, le como la boca. Seguíamos bailando con la música, sin dejar de besarnos. Sus manos bajaron hasta mi cola, y fueron levantando el vestido. Me pegó un par de chirlos, sin despegar nuestras bocas.
Empecé a bajar, besando cada rincón de su cuerpo. Mis manos acariciaban sus brazos, mis labios rozaban su panza. Llegué a su cintura y empecé a morder su short, intentando desabrocharlo. Ahora descaradamente amasaba las tetas de Agustina, mientras con la boca trataba de sacarle el resto de la ropa.
Me arrodillé y terminé el trabajo ayudada por las manos. Luego, le agarré el culo y de un tirón le bajé todo, short y tanga, dejándola desnuda frente a mi. Ella levantó una pierna apoyándola en mi hombro y yo acerqué mi boca a su concha para lamerla un rato. Las caricias de Agustina en mi pelo terminaban de darle un marco tierno y hasta romántico a la situación.
Me levanté y ahora fue ella la que me sacó el vestido, pero dejándome con el portaligas, la tanga y el corpiño. Me hizo dar unas vueltas frente a Lucas, como mostrando un trofeo, para luego pegarse atrás mío (de frente a él) y comerme el cuello.
Me acariciaba la pancita, con ternura. Luego, una de sus manos ató una cola con mi pelo tirando mi cabeza hacia atrás, mientras con la otra me arrancaba el corpiño. Metió sus dedos en mi boca, los lubriqué con mi saliva y los llevó derecho a mis tetas. Mis pezones se ponían más duros al roce de los dedos mojados.
Abrazadas como estábamos, nos fuimos a la cama, dejándonos caer sobre el colchón. Me di vuelta, y nos trenzamos en un chape que ya no tenía nada de romántico y era puramente salvaje y bien porno. A esta altura, nos habíamos olvidado de Lucas. En la habitación resonaban nuestros gemidos y los besos calientes que nos dábamos.
Terminé de desvestirme, y me subí encima de Agus. Levanté una de sus piernas, agarrándola sobre mi hombro y apoyé mi concha sobre la suya. Estábamos súper mojadas, y se notaba al rozarnos. Empezamos a movernos, franeleándonos.
Yo movía mis caderas hacia adelante y atrás. Agus levantaba la cola, como queriendo tener más contacto conmigo. Los roces eran cada vez más intensos. Cuando sentí el primer orgasmo de la noche, agarré fuerte su pierna y me pegué lo más que pude a su concha. Luego del fuego que había sacado, me acomodé entre sus piernas para chuparle la concha y terminar el trabajo.
Agarré sus tetas con las manos y enterré mi lengua en su concha. Mis labios rodeaban toda la zona, y cerraba apretando su clítoris con fuerza para luego refregar la lengua por todos lados. Agus sostenía mi cabeza agarrándome de los pelos. Me acordé de Lucas. Levanté un poco la cola con las piernas abiertas, como poniéndome en 4 para darle una linda imagen con la que soñar las noches que no estamos juntos: su chica en 4 chupándole la conchita desesperadamente a su amiga.
Agus acabó en mi boca, apretando mi cara contra su cuerpo. Cuando me liberó, empecé a subir besando su panza, su costado, limpiando los jugos de su concha en mis labios sobre su piel. Cuando llegué a las tetas, me quedé un rato. Con las manos las apretaba, con la lengua las lamía. Seguí subiendo, ahora llegando a su boca. Nos besamos, mezclando el gustito de sus flujos. Seguí subiendo hasta dejar mis tetas en su cara. Sin dudar, las agarró entre sus labios besándolas desesperada.
Luego de otros besos, giramos para ver a Lucas. Más dandi no se consigue. El tipo estaba tirado en el sillón, con el vaso de ron en una mano, mientras con la otra se amasaba la pija totalmente erecta. Se mordía los labios, como sin poder creer lo que estaba viviendo. La nena que se garcha desde que es una adolescente, regalándole un show lésbico con la mejor amiga... y encima faltaba más.
Agustina me puso en 4, con la cola apuntando hacia él. Agarró el consolador y luego de escupirlo para lubricarlo, me penetró sin piedad. De una, al fondo... Su boca se enterró en mi cola y comenzó a cogerme suave, sacando el juguetito casi por completo y girándolo para luego meterlo hasta el fondo. Su lengua distribuía saliva sobre mi ano en forma de círculos. Yo estaba aferrada a las sábanas sin poder parar de gemir del placer que me estaba generando mi amiga.
Sacó el consolador de mi concha, y empezó a lamerlo, como si fuese una pija de verdad. Se tiró al lado mío y empezamos a compartirlo. Entre las dos chupamos todo el largo y ancho de la pija de juguete y cuando nuestros labios se rozaban no podíamos aguantar el volver a besarnos entre nosotras. En un beso, ella tiró el consolador al costado y nos abrazamos nuevamente franeleando nuestros cuerpos entrelazados, su concha en mi muslo y viceversa.
Volvimos con el cumpleañero. Él seguía en la misma posición, como si no se hubiese movido. Salimos de la cama y fuimos las dos gateando hasta él. Le bajamos el pantalón hasta los tobillos y lo besamos alrededor de la verga. "Feliz cumple mi amor" le dije justo antes de meterme su pija en la boca. Lucas le dio un último trago al ron y lo dejó en la mesa para disfrutar 100% de su otra parte del regalo. Agus lamía las bolas mientras yo subía y bajaba lo más que podía con el trozo de carne enterrado hasta la garganta.
Luego cambiamos. Agus hizo su magia, con la verga ya lubricada por mí, mientras yo acariciaba las bolas. Ni 2 minutos duró. Un chorro inmenso de leche saltó sobre su pecho. "Ay mi amor, que pasó, no aguantaste?" le dije sin dejar de amasarle las bolas. Agus seguía exprimiendo la verga. "No... no se puede creer..." llegó a balbucear él, mientras nos besábamos entre nosotras.
Lo hicimos parar, y lo llevamos a la cama mientras le cantábamos el feliz cumple. Lo tiramos boca arriba y nos subimos encima. Una a cada lado. Lo besé mientras Agus lo tocaba y besaba en el pecho. Mi amiga siguió bajando por su torso, limpiando el semen de la acabada bestial que había tenido.
Mientras lo besaba, yo lo pajeaba hasta que sentí la cara de Agus. La agarré de los pelos y acompañé su boca hasta la punta del pijón de mi chico. Ella obediente empezó a tragárselo. Seguía duro como una piedra, como si no hubiese acabado.
Las manos de Lucas jugaban con mis tetas, mientras Agustina se trepaba sobre su cuerpo para cabalgarle la verga. Se la acomodó y se sentó penetrándose de a poco. Yo me paré y me puse a su lado. Mientras ella saltaba sobre la pija de Lucas, yo la besaba.
Le tocaba las tetas, le comía el cuello, la boca, la panza... todo. Me subí sobre Lucas, poniendo mi concha en su cara, de frente a Agustina. Nos besamos mientras él me la chupaba y ella seguía cabalgando.
Acabé entera sobre la boca de mi chico. Cuando me tiré en la cama, Agus se subió encima mío y nos besamos. Lucas, rápido, se puso atrás nuestro. Primero me penetró a mi, mientras le metía dedos en la concha y en la cola a Agus. Después, cambiaba y la penetraba a ella.
En mi boca tenía las tetas de mi amiga, donde ahogaba mis gemidos. Ella se tiró a un costado, boca arriba; y Lucas se fue a cogerla. Agus tenía sus piernas en los hombros de él, que la penetraba sin piedad. Yo lo abracé y disfruté mirando las caritas de placer de ella. Mis manos acariciaban la espalda de mi chico y fui bajando... hasta la cola.
Despacio, aprovechando que él estaba concentrado en romper la concha de mi amiga, empecé a jugar en su culito. Un dedo rozando el ano, y listo. "Ahh hija de puta no hagas eso!!!" gritó Lucas mientras apurado sacaba la pija de adentro de Agus y la llenaba de leche en su pancita. Yo me tiré en la cama a reírme totalmente tentada.
Agus no entendía nada... "Jodeme!!" dijo cuando le conté nuestros nuevos descubrimientos. "Me encanta... quiero" dijo ella, pero Lucas estaba fuera de combate por el momento. "Vení acá, dejalo descansar" le dije desparramando toda la leche por su cuerpo.
Con las manos llenas del semen de mi chico mojé las tetas de mi amiga. Se las chupé, sintiendo el sabor de la lechita y como se iba mezclando con mi saliva en los pezones durísimos. Agus estaba media sentada, apoyada con los brazos en la cama. Cuando bajé hasta su concha se dejó caer. Se la chupé un rato, hasta que decidimos darnos amor las dos y nos pusimos a hacer un 69.
Lucas no tardó en aparecer en escena nuevamente. Con la punta de la verga corrió mi cara y la penetró. Despacio, pude ver como todo el tronco de mi macho se perdía dentro del cuerpo de Agus. La taladró un rato, hasta que entre su pija y mi lengua la hicimos acabar. Sacó la verga, chorreando de flujos y la puso en mi boca. Solté a mi amiga y me dediqué a mamar el tronco de mi chico.
Ahora era mi turno. Agus me acomodó en 4 de nuevo. Ella agarró la verga y la puso en la entradita de mi concha. No hizo falta mucho esfuerzo para meterla toda. Agustina agarraba mi cola y abría más mis piernas para no perderse el espectáculo.
Mientras él me cogía, ella empezó a chuparme la cola. La lengua rozaba en círculos mi ano, mientras sentía caer saliva de su boca. Luego, un dedo. Dos... Hasta que encontró el consolador y empezó a penetrarme. La pija de Lucas seguía sin pausa entrando y saliendo en mi; y ahora también tenía el juguetito abriéndome la cola. Mi orgasmo no tardó en llegar y exploté tirándome en la cama rendida.
Agus me levantó y agarrando la pija la apuntó derecho al culo. "Dale... rompeselo todo que le encanta" dijo ella con su voz más guarra.
Y Lucas no perdió oportunidad. Me dio con todo. Agus me besaba mientras él sin piedad me taladraba el orto. "ay si.. ay siii" gemía yo cada vez que el pijón tocaba lo más profundo de mi cuerpo. Ella me tapó la boca de un beso. Luego, le tocó el turno a Agus de entregar la colita al cumpleañero. "No me gusta mucho... lo hago por tu cumple nomás", le dijo aunque a él mucho no le importó y le dio sin asco hasta que pidió basta, porque no soportaba más por atrás. Pero ella iba a tener su revancha.
Al día siguiente, nos despertamos y empezamos a jugar entre nosotras. Cuando Lucas se despertó, nos vio a las dos besándonos y pajeándonos mutuamente. Se puso atrás mío, apoyándome la verga dura en mi espalda para besarme el cuello y tocarme las tetas. Casi en simultáneo acabamos las dos. Y nos tiramos contra él.
Se acostó boca arriba y arrancamos el pete. Agus la chupaba, yo lamía las bolas, lo besaba en la entrepierna, cambiábamos, nos besábamos con la pija en el medio. La dejamos baboseada y durísima. Pero en los ojos de mi amiga notaba un morbo especial.
"Quiero probar yo también..." me dijo al oído y entendí a que se refería. "Si él quiere, todo tuyo" dije dejando todo en la decisión de Lucas. Con cara de resignación y un "ya fue todo", dio vía libre para que hagamos lo que queramos. Agus se mordió los labios, y con absoluto conocimiento levantó las piernas de mi chico y empezó a lamer desde la punta de la pija hasta el ano, ida y vuelta. Yo agarré la verga y me la metí en la boca dejando a mi amiga encargada de la parte inferior... digamos...
Ella sin asco le daba a la lengua mientras yo lo pajeaba y peteaba. Agus se reincorporó y luego de chuparse los dedos empezó a penetrarlo. La verga se puso durísima en mi boca, tanto que ensanchó aún más mis labios. Los dedos de Agus jugaban en su cola, mientras acariciaba las bolas.
Mi mano resbalaba por el tronco ensalivado de la poronga, que estaba a punto de explotar. Sin sacar los dedos del culo, Agustina me pidió chuparla. "Me encanta sentir como se pone dura en la boca" me dijo cuando la soltó.
Lucas dejaba escapar algún gemido. "No te vas a quejar por un dedito, mirá el masacote que me metiste en la colita a mi", dijo Agus cuando Lucas empezó a morder la almohada. "Para nada... me encanta", repitió justo antes de explotar en mi boca. Dejé que eyaculara todo y me lo guardé.
Solté la verga, agarré la cara de mi amiga abriéndole la boca mientras dejaba caer todo el semen sobre su rostro. Ella sacando la lengua recibió toda la descarga y se la tragó para luego fundirnos en un beso con gusto a leche que nos excitó nuevamente. "Fue toda tuya esa lechita guacha..." le dije reconociendo su trabajo.
Agustina se quedó un rato más, y luego de desayunar se volvió a su casa. Nosotros fuimos a la celebración familiar, en la casa del hermano. Así de rápido cambio el chip. A la noche lo garcho todo y lo comparto con mi mejor amiga, y al otro día soy la chica más encantadora y cordial con sus padres y hermanos. En la calle una dama, pero una puta en la cama. Como corresponde.
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El día que festejó con los amigos, yo me junté con Agus. Y lo volvimos loco.
Además de pensar en la fiesta, la calentura nos pudo y empezamos a los besos en su habitación, aprovechando que estábamos solas. Y decidimos compartir ese momento con él. Lucas estaba con los amigos (entre ellos, mi hermano). Pero a nosotras no nos importaba nada
Nos re excitaba saber que le calentábamos la verga mientras estaba rodeado de gente. Nos íbamos desnudando a medida que nos sacábamos fotos y filmábamos, y se lo enviábamos
Mientras esperábamos la respuesta nos matábamos a besos. Terminamos revolcándonos en la cama. Yo la pajeaba mientras ella me amasaba las tetas.
Después de comerle bien los sesos, lo dejamos tranquilo con los amigos. Nosotras nos pajeamos mutuamente, y todo se calmó. Al menos por el momento.
El día de la fiesta, este finde pasado, caímos a su departamento las dos juntas. Teníamos las dos un sobretodo largo, que tapaba el atuendo debajo. "Andá a la habitación, ahora vamos" le dijimos casi sin darle mucha bola. Preparamos todo. Y aparecimos. Agus tenía una camisa desabrochada, sin corpiño y short de jean. Yo medias, portaligas, vestido ajustado bien corto. Pusimos música sexy para ambientar, bajamos las luces... La idea era regalarle un show lésbico entre nosotras, mientras él sentadito observaba.
- Te preparamos un pequeño show, sentate y disfrutá tu regalo - le contaba, mientas Agustina improvisaba una mesa delante de él, con una picadita y un vaso de ron (Havanna 7, mi otro regalo; el "legal" digamos). Le di un beso, y volví con Agus.
Empezamos a bailar mientras nos abrazábamos y besábamos al ritmo de la música. Al principio, todo era sensualidad y ternura en los besos y caricias entre nosotras. Lo miramos con carita pícara, mientras yo empezaba a desvestir a mi amiga.
Primero, terminé de sacarle la camisa que ya estaba casi toda abierta. Besaba su cuello mientras mis manos rasguñaban su espalda. La puse de espaldas al agasajado, mientras mi boca bajaba por sus hombros hasta llegar a sus tetas. Ahí me detuve, apreté sus pezones con mis labios y los golpeaba con mi lengua.
Ella respondía gimiendo cada vez más fuerte y apretando mi cabeza contra su cuerpo. Otra vez, le como la boca. Seguíamos bailando con la música, sin dejar de besarnos. Sus manos bajaron hasta mi cola, y fueron levantando el vestido. Me pegó un par de chirlos, sin despegar nuestras bocas.
Empecé a bajar, besando cada rincón de su cuerpo. Mis manos acariciaban sus brazos, mis labios rozaban su panza. Llegué a su cintura y empecé a morder su short, intentando desabrocharlo. Ahora descaradamente amasaba las tetas de Agustina, mientras con la boca trataba de sacarle el resto de la ropa.
Me arrodillé y terminé el trabajo ayudada por las manos. Luego, le agarré el culo y de un tirón le bajé todo, short y tanga, dejándola desnuda frente a mi. Ella levantó una pierna apoyándola en mi hombro y yo acerqué mi boca a su concha para lamerla un rato. Las caricias de Agustina en mi pelo terminaban de darle un marco tierno y hasta romántico a la situación.
Me levanté y ahora fue ella la que me sacó el vestido, pero dejándome con el portaligas, la tanga y el corpiño. Me hizo dar unas vueltas frente a Lucas, como mostrando un trofeo, para luego pegarse atrás mío (de frente a él) y comerme el cuello.
Me acariciaba la pancita, con ternura. Luego, una de sus manos ató una cola con mi pelo tirando mi cabeza hacia atrás, mientras con la otra me arrancaba el corpiño. Metió sus dedos en mi boca, los lubriqué con mi saliva y los llevó derecho a mis tetas. Mis pezones se ponían más duros al roce de los dedos mojados.
Abrazadas como estábamos, nos fuimos a la cama, dejándonos caer sobre el colchón. Me di vuelta, y nos trenzamos en un chape que ya no tenía nada de romántico y era puramente salvaje y bien porno. A esta altura, nos habíamos olvidado de Lucas. En la habitación resonaban nuestros gemidos y los besos calientes que nos dábamos.
Terminé de desvestirme, y me subí encima de Agus. Levanté una de sus piernas, agarrándola sobre mi hombro y apoyé mi concha sobre la suya. Estábamos súper mojadas, y se notaba al rozarnos. Empezamos a movernos, franeleándonos.
Yo movía mis caderas hacia adelante y atrás. Agus levantaba la cola, como queriendo tener más contacto conmigo. Los roces eran cada vez más intensos. Cuando sentí el primer orgasmo de la noche, agarré fuerte su pierna y me pegué lo más que pude a su concha. Luego del fuego que había sacado, me acomodé entre sus piernas para chuparle la concha y terminar el trabajo.
Agarré sus tetas con las manos y enterré mi lengua en su concha. Mis labios rodeaban toda la zona, y cerraba apretando su clítoris con fuerza para luego refregar la lengua por todos lados. Agus sostenía mi cabeza agarrándome de los pelos. Me acordé de Lucas. Levanté un poco la cola con las piernas abiertas, como poniéndome en 4 para darle una linda imagen con la que soñar las noches que no estamos juntos: su chica en 4 chupándole la conchita desesperadamente a su amiga.
Agus acabó en mi boca, apretando mi cara contra su cuerpo. Cuando me liberó, empecé a subir besando su panza, su costado, limpiando los jugos de su concha en mis labios sobre su piel. Cuando llegué a las tetas, me quedé un rato. Con las manos las apretaba, con la lengua las lamía. Seguí subiendo, ahora llegando a su boca. Nos besamos, mezclando el gustito de sus flujos. Seguí subiendo hasta dejar mis tetas en su cara. Sin dudar, las agarró entre sus labios besándolas desesperada.
Luego de otros besos, giramos para ver a Lucas. Más dandi no se consigue. El tipo estaba tirado en el sillón, con el vaso de ron en una mano, mientras con la otra se amasaba la pija totalmente erecta. Se mordía los labios, como sin poder creer lo que estaba viviendo. La nena que se garcha desde que es una adolescente, regalándole un show lésbico con la mejor amiga... y encima faltaba más.
Agustina me puso en 4, con la cola apuntando hacia él. Agarró el consolador y luego de escupirlo para lubricarlo, me penetró sin piedad. De una, al fondo... Su boca se enterró en mi cola y comenzó a cogerme suave, sacando el juguetito casi por completo y girándolo para luego meterlo hasta el fondo. Su lengua distribuía saliva sobre mi ano en forma de círculos. Yo estaba aferrada a las sábanas sin poder parar de gemir del placer que me estaba generando mi amiga.
Sacó el consolador de mi concha, y empezó a lamerlo, como si fuese una pija de verdad. Se tiró al lado mío y empezamos a compartirlo. Entre las dos chupamos todo el largo y ancho de la pija de juguete y cuando nuestros labios se rozaban no podíamos aguantar el volver a besarnos entre nosotras. En un beso, ella tiró el consolador al costado y nos abrazamos nuevamente franeleando nuestros cuerpos entrelazados, su concha en mi muslo y viceversa.
Volvimos con el cumpleañero. Él seguía en la misma posición, como si no se hubiese movido. Salimos de la cama y fuimos las dos gateando hasta él. Le bajamos el pantalón hasta los tobillos y lo besamos alrededor de la verga. "Feliz cumple mi amor" le dije justo antes de meterme su pija en la boca. Lucas le dio un último trago al ron y lo dejó en la mesa para disfrutar 100% de su otra parte del regalo. Agus lamía las bolas mientras yo subía y bajaba lo más que podía con el trozo de carne enterrado hasta la garganta.
Luego cambiamos. Agus hizo su magia, con la verga ya lubricada por mí, mientras yo acariciaba las bolas. Ni 2 minutos duró. Un chorro inmenso de leche saltó sobre su pecho. "Ay mi amor, que pasó, no aguantaste?" le dije sin dejar de amasarle las bolas. Agus seguía exprimiendo la verga. "No... no se puede creer..." llegó a balbucear él, mientras nos besábamos entre nosotras.
Lo hicimos parar, y lo llevamos a la cama mientras le cantábamos el feliz cumple. Lo tiramos boca arriba y nos subimos encima. Una a cada lado. Lo besé mientras Agus lo tocaba y besaba en el pecho. Mi amiga siguió bajando por su torso, limpiando el semen de la acabada bestial que había tenido.
Mientras lo besaba, yo lo pajeaba hasta que sentí la cara de Agus. La agarré de los pelos y acompañé su boca hasta la punta del pijón de mi chico. Ella obediente empezó a tragárselo. Seguía duro como una piedra, como si no hubiese acabado.
Las manos de Lucas jugaban con mis tetas, mientras Agustina se trepaba sobre su cuerpo para cabalgarle la verga. Se la acomodó y se sentó penetrándose de a poco. Yo me paré y me puse a su lado. Mientras ella saltaba sobre la pija de Lucas, yo la besaba.
Le tocaba las tetas, le comía el cuello, la boca, la panza... todo. Me subí sobre Lucas, poniendo mi concha en su cara, de frente a Agustina. Nos besamos mientras él me la chupaba y ella seguía cabalgando.
Acabé entera sobre la boca de mi chico. Cuando me tiré en la cama, Agus se subió encima mío y nos besamos. Lucas, rápido, se puso atrás nuestro. Primero me penetró a mi, mientras le metía dedos en la concha y en la cola a Agus. Después, cambiaba y la penetraba a ella.
En mi boca tenía las tetas de mi amiga, donde ahogaba mis gemidos. Ella se tiró a un costado, boca arriba; y Lucas se fue a cogerla. Agus tenía sus piernas en los hombros de él, que la penetraba sin piedad. Yo lo abracé y disfruté mirando las caritas de placer de ella. Mis manos acariciaban la espalda de mi chico y fui bajando... hasta la cola.
Despacio, aprovechando que él estaba concentrado en romper la concha de mi amiga, empecé a jugar en su culito. Un dedo rozando el ano, y listo. "Ahh hija de puta no hagas eso!!!" gritó Lucas mientras apurado sacaba la pija de adentro de Agus y la llenaba de leche en su pancita. Yo me tiré en la cama a reírme totalmente tentada.
Agus no entendía nada... "Jodeme!!" dijo cuando le conté nuestros nuevos descubrimientos. "Me encanta... quiero" dijo ella, pero Lucas estaba fuera de combate por el momento. "Vení acá, dejalo descansar" le dije desparramando toda la leche por su cuerpo.
Con las manos llenas del semen de mi chico mojé las tetas de mi amiga. Se las chupé, sintiendo el sabor de la lechita y como se iba mezclando con mi saliva en los pezones durísimos. Agus estaba media sentada, apoyada con los brazos en la cama. Cuando bajé hasta su concha se dejó caer. Se la chupé un rato, hasta que decidimos darnos amor las dos y nos pusimos a hacer un 69.
Lucas no tardó en aparecer en escena nuevamente. Con la punta de la verga corrió mi cara y la penetró. Despacio, pude ver como todo el tronco de mi macho se perdía dentro del cuerpo de Agus. La taladró un rato, hasta que entre su pija y mi lengua la hicimos acabar. Sacó la verga, chorreando de flujos y la puso en mi boca. Solté a mi amiga y me dediqué a mamar el tronco de mi chico.
Ahora era mi turno. Agus me acomodó en 4 de nuevo. Ella agarró la verga y la puso en la entradita de mi concha. No hizo falta mucho esfuerzo para meterla toda. Agustina agarraba mi cola y abría más mis piernas para no perderse el espectáculo.
Mientras él me cogía, ella empezó a chuparme la cola. La lengua rozaba en círculos mi ano, mientras sentía caer saliva de su boca. Luego, un dedo. Dos... Hasta que encontró el consolador y empezó a penetrarme. La pija de Lucas seguía sin pausa entrando y saliendo en mi; y ahora también tenía el juguetito abriéndome la cola. Mi orgasmo no tardó en llegar y exploté tirándome en la cama rendida.
Agus me levantó y agarrando la pija la apuntó derecho al culo. "Dale... rompeselo todo que le encanta" dijo ella con su voz más guarra.
Y Lucas no perdió oportunidad. Me dio con todo. Agus me besaba mientras él sin piedad me taladraba el orto. "ay si.. ay siii" gemía yo cada vez que el pijón tocaba lo más profundo de mi cuerpo. Ella me tapó la boca de un beso. Luego, le tocó el turno a Agus de entregar la colita al cumpleañero. "No me gusta mucho... lo hago por tu cumple nomás", le dijo aunque a él mucho no le importó y le dio sin asco hasta que pidió basta, porque no soportaba más por atrás. Pero ella iba a tener su revancha.
Al día siguiente, nos despertamos y empezamos a jugar entre nosotras. Cuando Lucas se despertó, nos vio a las dos besándonos y pajeándonos mutuamente. Se puso atrás mío, apoyándome la verga dura en mi espalda para besarme el cuello y tocarme las tetas. Casi en simultáneo acabamos las dos. Y nos tiramos contra él.
Se acostó boca arriba y arrancamos el pete. Agus la chupaba, yo lamía las bolas, lo besaba en la entrepierna, cambiábamos, nos besábamos con la pija en el medio. La dejamos baboseada y durísima. Pero en los ojos de mi amiga notaba un morbo especial.
"Quiero probar yo también..." me dijo al oído y entendí a que se refería. "Si él quiere, todo tuyo" dije dejando todo en la decisión de Lucas. Con cara de resignación y un "ya fue todo", dio vía libre para que hagamos lo que queramos. Agus se mordió los labios, y con absoluto conocimiento levantó las piernas de mi chico y empezó a lamer desde la punta de la pija hasta el ano, ida y vuelta. Yo agarré la verga y me la metí en la boca dejando a mi amiga encargada de la parte inferior... digamos...
Ella sin asco le daba a la lengua mientras yo lo pajeaba y peteaba. Agus se reincorporó y luego de chuparse los dedos empezó a penetrarlo. La verga se puso durísima en mi boca, tanto que ensanchó aún más mis labios. Los dedos de Agus jugaban en su cola, mientras acariciaba las bolas.
Mi mano resbalaba por el tronco ensalivado de la poronga, que estaba a punto de explotar. Sin sacar los dedos del culo, Agustina me pidió chuparla. "Me encanta sentir como se pone dura en la boca" me dijo cuando la soltó.
Lucas dejaba escapar algún gemido. "No te vas a quejar por un dedito, mirá el masacote que me metiste en la colita a mi", dijo Agus cuando Lucas empezó a morder la almohada. "Para nada... me encanta", repitió justo antes de explotar en mi boca. Dejé que eyaculara todo y me lo guardé.
Solté la verga, agarré la cara de mi amiga abriéndole la boca mientras dejaba caer todo el semen sobre su rostro. Ella sacando la lengua recibió toda la descarga y se la tragó para luego fundirnos en un beso con gusto a leche que nos excitó nuevamente. "Fue toda tuya esa lechita guacha..." le dije reconociendo su trabajo.
Agustina se quedó un rato más, y luego de desayunar se volvió a su casa. Nosotros fuimos a la celebración familiar, en la casa del hermano. Así de rápido cambio el chip. A la noche lo garcho todo y lo comparto con mi mejor amiga, y al otro día soy la chica más encantadora y cordial con sus padres y hermanos. En la calle una dama, pero una puta en la cama. Como corresponde.
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37 comentarios - Regaladas
gracias por comentar 😉
gracias por comentar!
gracias por comentar!
Noa volvió locos a nosotros leyendo el relato y viendo esas capturas jaja
gracias por comentar 🙂
me voló la cabeza que lucas te acabara en la boca y vos compartieras la leche con Agus. hermoso
ehhhhhhhhhhhhhhh
ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
NO PODES
ehhhhhhhhhhhhhhh
ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
NO PODES
Buen relato ahijada.
Que suerte tienen algunos
gracias por comentar
gracias por comentar 😉
gracias por comentar!°
Gracias genia.
gracias por comentar!
gracias a vos
Parece que está bueno esto de la trieja
PD: vas a tener que inventar algún sorteo por alguno de los vídeos..hermoso lo que se ve
gracias por comentar 🙂
gracias por comentar 🙂
gracias por comentar 😉
Y ustedes ni hace falta decirlo